La burocracia estanca las ayudas sociales en medio de la pandemia en Per¨²
Varias ONG se organizan para reunir ayudas para hacer frente al hambre y la falta de equipos de bioseguridad, medicinas y ox¨ªgeno
Antes de que empezara la pandemia en Per¨², el fiscal de crimen organizado Juan Carrasco era quien investigaba y desbarataba bandas de extorsionadores y sicarios en Lambayeque, al norte del pa¨ªs. En abril, esa regi¨®n fue gravemente afectada por el colapso de los hospitales, la falta de implementos de bioseguridad y la mayor letalidad de la covid-19 en el pa¨ªs. Ahora Lambayeque suma 636 fallecidos por coronavirus y el fiscal dedica su tiempo a asistir enfermos.
Tras la sugerencia de su esposa y su hijo, Carrasco se propuso hacer una colecta para asistir en el desastre. Se asoci¨® con el sacerdote Jos¨¦ Manuel Zamora y, hasta el s¨¢bado pasado, hab¨ªan asistido a unas 2.500 personas. Entregaron equipos de protecci¨®n personal a 1.600 trabajadores sanitarios y facilitaron medicinas y balones de ox¨ªgeno para enfermos con el nuevo coronavirus. En un mes han recolectado 55.000 d¨®lares, cuenta Carrasco en di¨¢logo con EL PA?S. ¡°Resiste Lambayeque¡±, como han nombrado la iniciativa, es una de las numerosas propuestas solidarias surgidas en una cuarentena que lleva 87 d¨ªas y que terminar¨¢ el 30 de junio.
La cuarentena, ordenada por el Gobierno de Mart¨ªn Vizcarra para evitar una mayor cantidad de muertes por la pandemia, ha dejado a dos millones de personas sin empleo en el pa¨ªs. Per¨² es el segundo m¨¢s afectado en Sudam¨¦rica por la covid-19 y el de mayor exceso de muertes en el mundo, en la comparaci¨®n de mayo con el mismo mes del a?o pasado. El Estado ha respondido con deficiencia a las demandas de equipamiento en el sistema de salud: en la mayor¨ªa de hospitales los trabajadores denuncian desde el inicio de la emergencia sanitaria que la indumentaria recibida no los protege del virus o es insuficiente.
Los subsidios anunciados por el Gobierno para paliar la falta de dinero en las familias no llegaron a quienes necesitaban, y la corrupci¨®n tambi¨¦n hizo su parte: en muchas municipalidades que deb¨ªan entregar canastas de alimentos a los pobres, distribuyeron insumos vencidos o en cantidad muy limitada. ¡°Uno de los m¨¦dicos que recibi¨® las mascarillas quir¨²rgicas se emocion¨® cuando les entregamos. Hemos buscado por todos lados el producto¡±, cuenta el fiscal Carrasco desde Chiclayo. ¡°Necesitaban con suma urgencia mascarillas quir¨²rgicas, los lentes, el casco protector para los t¨¦cnicos, enfermeras, m¨¦dicos¡±, se?ala. ¡°Les daban materiales que no eran adecuados por la falta de calidad, por eso se contagiaban. Hemos comprado los que no filtran, ni se rompen, eso es lo que le ha faltado al Estado¡±, explica.
El fiscal, cuya rutina disminuy¨® ligeramente por la cuarentena, sigue trabajando con su equipo de adjuntos y asistentes, quienes tambi¨¦n preparan los paquetes que entregan. Cada kit contiene un mameluco, un protector facial, un barbijo y guantes. El precio de cada paquete asciende a 60 d¨®lares. Los han entregado a los tres hospitales de la capital de Lambayeque y a establecimientos de otras provincias. Mientras tanto, el sacerdote Zamora desarrolla en paralelo otra tarea financiada con aportes solidarios: entrega almuerzos en la parroquia San Pedro de Chiclayo y las llamadas ¡°bolsitas de la esperanza¡±, que contienen alimentos.
¡°Por una cuarentena sin hambre¡± fue una de las primeras campa?as que hubo al inicio de la pandemia. Comenz¨® por iniciativa de una abogada que vio a adultos mayores buscando alimento en la basura en Lima. Luego asistieron con fondos para que alumnos de universidades nacionales pudieran pagar un alojamiento y no tuvieran que abandonar sus estudios.
A inicios de mayo, la tragedia se concentr¨® en el departamento de Loreto, al norte del pa¨ªs, donde la pandemia ha dejado 6.506 infectados y 308 muertos, y vive el mayor porcentaje de la poblaci¨®n ind¨ªgena amaz¨®nica del pa¨ªs. El 3 de mayo, debido a la falta de tubos de ox¨ªgeno y a los cientos de fallecidos, el vicariato apost¨®lico de Iquitos, capital de Loreto, lanz¨® una colecta para comprar una planta de ese insumo: recaud¨® m¨¢s de 200.000 d¨®lares en un d¨ªa y en un par de semanas instal¨® el servicio.
Ese mes, un grupo de artistas pl¨¢sticos y curadores lanzaron ¡°Dibujos por la Amazon¨ªa¡±, una iniciativa con 400 obras donadas por 250 artistas para recaudar aportes para el vicariato de Iquitos, Radio Ucamara ¡ªen Nauta, puerto de Iquitos¡ª, y para el consejo shipibo-conibo y xetebo de Pucallpa, la organizaci¨®n ind¨ªgena m¨¢s importante de la regi¨®n de Ucayali. Lograron recolectar cerca de 45.500 d¨®lares. ¡°La campa?a estuvo 13 d¨ªas. Es sorprendente lo que los artistas y la sociedad civil organizada puede lograr con rapidez y creatividad, generando en pocos d¨ªas herramientas con efectos concretos en la sociedad. Esta capacidad de respuesta contrasta con la lentitud del Ministerio de Cultura que nunca entendi¨® la complejidad y la gravedad de la situaci¨®n de las comunidades amaz¨®nicas, y reci¨¦n ahora parece despertar, luego de haber colocado a las comunidades en riesgo de un etnocidio, como lo han se?alado diversos l¨ªderes ind¨ªgenas¡±, comenta el curador Miguel L¨®pez, uno de los gestores.
El vicariato usar¨¢ los fondos para comprar medicinas e insumos m¨¦dicos, concentrados de ox¨ªgeno y elementos de limpieza. Radio Ucamara comprar¨¢ 2.000 mascarillas para pescadores y agricultores que a diario llegan a Nauta a vender productos y continuar¨¢ produciendo spots de prevenci¨®n en lengua kukama. El consejo shipibo-conibo tambi¨¦n comprar¨¢ implementos de bioseguridad para comunidades de Pucallpa, explica L¨®pez. En Cantagallo, la comunidad amaz¨®nica de shipibos en Lima sufri¨® la propagaci¨®n del virus y tres de sus miembros murieron sin atenci¨®n m¨¦dica ni medicinas en mayo. Esto desat¨® un esc¨¢ndalo que forz¨® al Ministerio de Salud a realizar pruebas de diagn¨®stico. De los 656 habitantes, 476 resultaron positivos, por ello se despleg¨® un cerco militar. Los residentes de Cantagallo, la mayor¨ªa dedicados a las artes y artesan¨ªa, sin trabajo y sin alimentos, pidieron apoyo, que termin¨® de llegar por varias v¨ªas.
La campa?a ¡°Manda fruta para Cantagallo¡± fue el esfuerzo de cinco personas que en mayo y junio convocaron a sus contactos en Facebook para juntar dinero. Hicieron una primera entrega en mayo y otra en junio, en total 1.075 kilos de aguacate, c¨ªtricos y granadilla. ¡°En mayo aportaron 41 personas, y en junio, 20. Tratamos de gestionar que el traslado fuera cubierto por alguna instituci¨®n, pero era incierto, as¨ª que decidimos pagarlo de la recaudaci¨®n misma. Otra dificultad fue que los choferes no quer¨ªan ir a Cantagallo por lidiar con la polic¨ªa, los permisos¡±, cuenta a este diario una de las organizadoras, que prefiere no dar su nombre.
Las necesidades no se reducen a la salud. El Ministerio de Educaci¨®n empez¨® el a?o escolar en abril v¨ªa remota, con contenidos difundidos por internet, radio y televisi¨®n, pero cientos de centros poblados rurales en los Andes y la Amazon¨ªa no tienen conexi¨®n o carecen de electricidad o de dispositivos tecnol¨®gicos. En respuesta, la Asociaci¨®n Distrital de J¨®venes de Vinchos, en Ayacucho, organiz¨® la campa?a ¡°Dona tu televisor¡±. Cristian Mois¨¦s dice que en una semana han recibido 15 aparatos, pero 1.000 familias necesitan radio o televisi¨®n para que los escolares puedan seguir las clases. ¡°Las donaciones pueden llegar por encomienda a mi nombre a la ciudad de Huamanga. En Vinchos son 11.000 familias y el 95% vive en pobreza o pobreza extrema, y son 3.500 escolares¡±, agrega el dirigente.
Desde el extranjero
Monica Romero, una veterinaria peruana residente en Alemania se condoli¨® cuando empez¨® a ver las noticias de los m¨¦dicos que quer¨ªan seguir trabajando y protestaban por falta de mascarillas adecuadas. Se uni¨® a una organizaci¨®n civil llamada Bunte Brise y a fin de mayo reunieron dinero suficiente para entregar 250 tapabocas N95 al hospital Sergio Bernales, uno de los m¨¢s demandados en Lima Norte. Sus manos en la capital peruana fueron los profesionales de la Asociaci¨®n de M¨¦dicos Veterinarios Voluntarios en Desastres. Ahora han abierto una cuenta en la plataforma Gofundme para seguir con la colecta y enviar equipos de protecci¨®n de bioseguridad para establecimientos de salud de Loreto. Seg¨²n los datos del Ministerio de Salud, el Estado ha recibido entre marzo y mediados de mayo 1.288 donativos en equipamiento y bienes, por unos 14 millones de d¨®lares. De estos, unos 800.000 d¨®lares proceden del extranjero.
El m¨¦dico David Jumpa, encargado de donaciones de dicho ministerio, destac¨® que estudiantes y egresados de ingenier¨ªa que tienen en sus casas impresoras 3D han entregado hasta la fecha 12.000 protectores faciales que han elaborado como voluntarios, con aportes solidarios. ¡°Hasta ahora hemos recibido medio centenar de aportes de organizaciones y empresas¡±, precis¨®.
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