La promoci¨®n de curas milagrosas politiza la respuesta a la pandemia en Am¨¦rica Latina
Las falsas soluciones contra el coronavirus se multiplican y algunos l¨ªderes se aferran a medicinas de eficacia no comprobada
La promoci¨®n de curas milagrosas y falsos tratamientos preventivos frente a la covid-19 cotiza al alza en Am¨¦rica Latina donde, pese a las medidas tomadas por los Gobiernos y los confinamientos, no en todos los sitios se ha logrado frenar la curva del coronavirus. Ante la falta de una vacuna, el fomento de medicamentos y soluciones cuya efectividad no est¨¢ probada cient¨ªficamente ¨Cy en ocasiones con evidencias de efectos negativos¨C est¨¢ siendo usada por oportunistas y dirigentes como una forma de vender esperanza en medio de la incertidumbre y el temor a contraer la enfermedad.
En el centro del debate de las curas vendidas como milagrosas est¨¢n la cloroquina y la hidroxicloroquina, dos f¨¢rmacos gen¨¦ricos empleados desde hace d¨¦cadas para el tratamiento de enfermedades como la artritis reumatoide, el paludismo o la malaria. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) los desaconsej¨® para la lucha contra la covid-19, pero han encontrado firmes aliados en l¨ªderes tan controvertidos y alejados en el espectro ideol¨®gico como los presidentes de Estados Unidos, Brasil o Venezuela. La politizaci¨®n de los dos f¨¢rmacos, que llegaron a agotarse en muchos pa¨ªses, y cuyo uso indebido ha provocado muertes, pone la medicaci¨®n en el centro de la polarizaci¨®n hasta el punto de que, en Brasil, los fan¨¢ticos del presidente Jair Bolsonaro los defienden con fervor, mientras que a quienes se atreven a criticarlos los tildan de ¡°comunistas¡±.
La desesperaci¨®n est¨¢ llevando adem¨¢s a la poblaci¨®n a recurrir a otros medicamentos o brebajes cuya eficacia no est¨¢ comprobada en la lucha contra el coronavirus: desde hierbas, homeopat¨ªa y vapores para fortalecer el sistema inmunol¨®gico hasta soluciones que, seg¨²n los organismos de salud, pueden ser perjudiciales como el antiparasitario ivermectina, el antiviral remdesivir o el di¨®xido de cloro, una sustancia que enfrenta al Gobierno interino con el parlamento opositor en Bolivia y que promovi¨® un grupo de obispos en Ecuador, provocando el rechazo de las sociedades m¨¦dicas del pa¨ªs.
Bolsonaro, el profeta de la hidroxicloroquina
Si hay un profeta de la hidroxicloroquina en Am¨¦rica Latina es Jair Bolsonaro. El presidente brasile?o ha defendido durante meses el consumo de este medicamento como tratamiento contra la covid-19, aunque su eficacia no est¨¦ cient¨ªficamente comprobada. El mandatario no dud¨® en tomarla en directo y transmitirlo en sus redes sociales en julio pasado, cuando se contagi¨® de coronavirus. Pese a que dec¨ªa que no estaba haciendo publicidad, la exaltaci¨®n de sus supuestos beneficios es una constante en sus discursos. ¡°Como dicen que estoy haciendo publicidad, lo har¨¦, pero tienes que consultar con tu m¨¦dico¡±, les advirti¨® en una ocasi¨®n a sus seguidores con una caja del medicamento en la mano.
Esa defensa no se ha quedado solo en el discurso oficial. Luego que dos m¨¦dicos (Luiz Henrique Mandetta y Nelson Teich) dejaran el cargo de ministro de Salud debido a diferencias con el presidente respecto a las recomendaciones sobre la cloroquina, Bolsonaro finalmente pudo implementar un protocolo nacional para incentivar su uso en hospitales p¨²blicos. Fue en mayo pasado, bajo el liderazgo de su tercer ministro de Salud, el militar Eduardo Pazuello. Pese a que hay estudios que advierten que el da?o de la sustancia puede ser mayor que los beneficios en pacientes con la covid-19, el protocolo brasile?o se extendi¨® a mujeres embarazadas y ni?os.
Los m¨¦dicos son los que deciden si prescriben o no el remedio y el paciente debe firmar un documento en el que declara reconocer los posibles riesgos de tomarlo. Seg¨²n el protocolo vigente en Brasil, que va acorde con el discurso presidencial, si el paciente toma cloroquina en una etapa temprana de la enfermedad hay menos posibilidades de empeorar y de necesitar una cama en una unidad de cuidados intensivos. Pese a que la tesis no est¨¢ apoyada en evidencias cient¨ªficas, en diferentes ciudades se est¨¢ empleando un c¨®ctel de varios f¨¢rmacos, incluida la cloroquina, para pacientes sintom¨¢ticos y asintom¨¢ticos.
Un c¨®ctel de medicamentos gen¨¦ricos en Venezuela
En las ant¨ªpodas ideol¨®gicas del presidente de Brasil, la hidroxicloroquina y la cloroquina han encontrado otro ap¨®stol en Nicol¨¢s Maduro. En un pa¨ªs donde escasea hasta el agua, tan necesaria para mantener la higiene que ayuda a prevenir el virus, la poblaci¨®n prueba m¨²ltiples f¨®rmulas para evitar el contagio: desde brebajes de malojillo y jengibre, homeopat¨ªa y gotas del antis¨¦ptico di¨®xido de cloro. El protocolo terap¨¦utico para la covid-19 en Venezuela, que tiene su sistema de salud por el suelo y escasez de medicamentos, se ha paseado por todo tipo de tratamientos y curas milagrosas anunciadas por voceros gubernamentales. El pa¨ªs ve en diferido su situaci¨®n epidemiol¨®gica por la baja capacidad diagn¨®stica y lo mismo parece ocurrir con los tratamientos.
Adem¨¢s, aunque no hay evidencias suficientes, el plasma sangu¨ªneo de pacientes recuperados tambi¨¦n ha sido incorporado a la gu¨ªa terap¨¦utica, mucho antes de que la agencia gubernamental estadounidense FDA lo aprobara con recelo de los Institutos Nacionales de Salud por la debilidad de las evidencias. Insistentemente, miembros del Gobierno llaman a la poblaci¨®n a donar suero.
Hace unas semanas, adem¨¢s, se incluy¨® en el esquema el antiparasitario invermectina, que fue objeto de una pol¨¦mica y de serios cuestionamientos cient¨ªficos movilizados, en parte, por el m¨¦dico venezolano Carlos Chaccour, investigador del Instituto de Salud Global de Barcelona, especialista en malaria y virus emergentes. Su adopci¨®n por varios pa¨ªses se ha hecho en base a un pre print (versi¨®n de un estudio sin arbitraje de pares) publicado en la revista cient¨ªfica The Lancet, que us¨® una base de datos dudosa, tal como ocurri¨® antes con los estudios iniciales sobre la hiroxicloroquina. Junto a este f¨¢rmaco se ha autorizado en Venezuela el ya escaso antiviral remdesivir, desarrollado para el ¨¦bola, que empieza a pedirse con urgencia en redes sociales y que puede costar en el mercado informal m¨¢s de 300 d¨®lares por dosis, casi 300 veces un salario m¨ªnimo.
Los pacientes diagnosticados reciben un kit de tratamiento que contiene invermectina, el medicamento experimental interferon alfa, hidroxicloroquina, cloroquina, aspirinas, esteroides y vitamina C, de acuerdo a la gravedad de los s¨ªntomas. Incluso los asintom¨¢ticos los reciben. ¡°La terap¨¦utica es un pacto de confianza. Es un error repartir kits gen¨¦ricos cuando recetar es un acto individual. Lo que han hecho Maduro y otros presidentes es intrusismo. No puede ser que los pol¨ªticos est¨¦n prescribiendo¡±, critica el m¨¦dico internista Jos¨¦ Felix Oletta, de la Alianza Venezolana por la Salud, quien adem¨¢s denuncia que se violan los derechos de los pacientes al administrar todos estos f¨¢rmacos, que son solo de uso compasivo, sin informar sobre sus limitaciones y posibles efectos.
El Gobierno venezolano tambi¨¦n ha puesto fe en la farmacia cubana con dos productos a¨²n en ensayo, como el interferon alfa y las gotas homep¨¢ticas prevengho-vir, que se est¨¢ administrando al personal de salud, a personas en situaci¨®n de calle y ancianos. Se hace de forma preventiva, porque supuestamente eleva las defensas inmunol¨®gicas. Maduro tambi¨¦n ha apuntado a Venezuela en las pruebas en humanos en la vacuna desarrollada en Rusia, del que no hay mayores datos sobre sus fases previas. El pa¨ªs aportar¨¢ 500 voluntarios.
El di¨®xido de cloro centra el debate en Bolivia
La disputa pol¨ªtica que sostienen el Gobierno transitorio de Jeanine ??ez y la Asamblea Legislativa Plurinacional, controlada en ambas c¨¢maras por el Movimiento Al Socialismo ¨Cel partido del expresidente Evo Morales¨C, puede llevar a la aprobaci¨®n de una medida pol¨¦mica en Bolivia. La presidenta del Senado, Eva Copa, dio un ultim¨¢tum a la mandataria para que promulgue la ley que autoriza, de forma excepcional, la elaboraci¨®n, comercializaci¨®n, suministro y uso de di¨®xido de cloro para la prevenci¨®n y tratamiento de la covid-19, tras haber sido aprobada de forma un¨¢nime por la bancada opositora. Caso contrario, dijo que promulgar¨¢ la ley. ¡°Es por la necesidad del pueblo boliviano¡±, justific¨®.
La naci¨®n andina podr¨ªa convertirse as¨ª en el primer pa¨ªs del mundo que permite el consumo humano de esta sustancia qu¨ªmica como ¡°tratamiento preventivo¡± contra el coronavirus. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) ha desaconsejado la prescripci¨®n de este compuesto, ya que su principal uso es como blanqueador o para descontaminar superficies industriales. Ante la desesperaci¨®n de la gente, el di¨®xido de cloro se vende en Bolivia sin receta m¨¦dica como una ¡°cura milagrosa¡± contra la covid-19, a pesar de no existir ninguna evidencia cient¨ªfica.
El Ministerio de Salud ha amenazado con procesos legales a cualquiera que promueva el uso del di¨®xido de cloro como tratamiento para el coronavirus. A pesar de eso, al menos 450 m¨¦dicos conformaron un comit¨¦ que recomienda su consumo. A la par, las asambleas legislativas de cuatro departamentos han aprobado leyes para la producci¨®n y distribuci¨®n gratuita y supervisada de la sustancia, mientras que en otros municipios se realizan pruebas en voluntarios que presentan s¨ªntomas para verificar su efectividad.
Con m¨¢s de 110.000 positivos y una cifra de muertes que roza las 5.000, el pa¨ªs andino afronta la pandemia con un sistema de salud casi colapsado, sin acceso a medicamentos y en medio de una de las peores crisis pol¨ªticas de su historia, que se extiende desde noviembre pasado a la espera de las elecciones presidenciales, postergadas por la pandemia, y fijadas para el 18 de octubre.
Vitamina C e inyecciones de agua marina en Ecuador
Las soluciones caseras y los tratamientos milagrosos han convivido durante la pandemia en Ecuador con el ensayo y error en los protocolos de los hospitales. En los primeros meses, la red de salud p¨²blica apostaba por la hidroxicloroquina o la azitromicina para tratar a los pacientes de coronavirus que recib¨ªan atenci¨®n m¨¦dica, ya que, ante el colapso de los centros de salud, los pacientes menos graves eran enviados directamente a sus casas. A¨²n hoy, hay m¨¦dicos que siguen recetando antibi¨®ticos, paracetamol, aspirina, megadosis de vitamina C e incluso inyecciones de ivermectina, de uso veterinario.
Esteban Ortiz, m¨¦dico investigador de Salud P¨²blica de la Universidad de Las Am¨¦ricas, cuestiona que los hospitales y las autoridades adopten tratamientos experimentales como el Remdesivir, con 1.900 dosis donadas por Estados Unidos, sin un estudio de seguimiento. ¡°El Estado no ten¨ªa tiempo ni para los diagn¨®sticos y el trabajo fue muy desorganizado¡±, sostiene. Ahora, aclara, los hospitales aplican tratamientos espec¨ªficos a cada paciente en funci¨®n de los s¨ªntomas que presenta. Los corticoides, de acuerdo a las gu¨ªas de la OMS, constituyen la principal f¨®rmula de lucha ante los s¨ªntomas de la covid-19.
Estas pautas m¨¦dicas cambiantes han convivido en el pa¨ªs con vaporizaciones de eucalipto, recetas con ajo que agotaron las existencias en tiendas, mercados y supermercados durante semanas, inyecciones de agua marina y dos de los tratamientos sin respaldo cient¨ªfico que han proliferado tambi¨¦n en otros pa¨ªses: el plasma de pacientes ya curados y el di¨®xido de cloro. ¡°Se han recetado ampollas de Tocilizumab y a¨²n hoy se ve a gente pidiendo donaciones de plasma pese a que no se ha estudiado lo suficiente como para asegurar su efectividad¡±, cuestiona el investigador.
El di¨®xido de cloro cal¨® como recomendaci¨®n en Ecuador a inicios de julio al circular una carta firmada por 10 obispos de la Iglesia Cat¨®lica dirigida al presidente Len¨ªn Moreno para promoverlo como tratamiento alternativo. Como reacci¨®n, las sociedades m¨¦dicas del pa¨ªs se unieron para rechazar su uso y confirmar su toxicidad para el ser humano. La Agencia Nacional de Regulaci¨®n, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) ecuatoriana, finalmente, desaconsej¨® a los ciudadanos su aplicaci¨®n por no tener registro sanitario y prohibi¨® su consumo y comercializaci¨®n como m¨¦todo terap¨¦utico contra el coronavirus.
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