¡°Era como intentar apagar un incendio en toda una ciudad con un cubo de agua¡±

Miguel S¨¢nchez (Ponferrada, 1954) baja la m¨²sica cl¨¢sica que suena en su despacho antes de empezar a hablar, mascarilla mediante y sin perder de vista su tel¨¦fono m¨®vil. Est¨¢ ultimando el traslado de dos pacientes graves de covid del Infanta Leonor, en Vallecas, y del hospital de Getafe. ?l es jefe de servicio en la UCI del Cl¨ªnico San Carlos de Madrid, miembro de la Real Academia Nacional de Medicina y, desde marzo, coordinador del equipo que se cre¨® para trasladar entre hospitales enfermos de esas unidades de cr¨ªticos, los m¨¢s graves. Se hizo a trav¨¦s de un grupo de WhatsApp, Tetrix, ante una avalancha de enfermos que arras¨® las Urgencias, colaps¨® las plantas y desbord¨® las camas de cuidados intensivos de los hospitales madrile?os.

¡°Hab¨ªa que sacar los problemas de un sitio y encajarlos donde mejor soluci¨®n se le pudiera dar, y as¨ª de forma continua¡±, explica S¨¢nchez. En ese grupo est¨¢n todos los jefes de esas unidades de Madrid, de centros p¨²blicos y privados, que suman 641 camas en un contexto normal, y en ese grupo se ha ido haciendo frente a la pandemia, en lo m¨¢s crudo de la crisis y en los momentos en los que el virus ha dado un respiro. No solo gestionando el traslado de los pacientes all¨ª donde hab¨ªa un hueco para atenderlos, sino compartiendo informaci¨®n, d¨¢ndose consejo y, sobre todo, apoyo. En marzo, dice S¨¢nchez, los mensajes ¡°part¨ªan el coraz¨®n¡±. Ahora, aunque con un contexto distinto, est¨¢n lejos de la normalidad. El martes ten¨ªan 473 pacientes de covid ingresados en sus unidades.

Pregunta. ?C¨®mo recuerda marzo?

Respuesta. Con mucha angustia. Y as¨ª surgi¨® el grupo. El transporte de cr¨ªticos en el mundo desarrollado es habitual, el motivo m¨¢s frecuente es que los cuidados que necesita est¨¢n en otro sitio. Pero tiene sus riesgos, el interhospitalario y el intrahospitalario. Si yo muevo a un cr¨ªtico aunque sea para un esc¨¢ner tengo que usar un respirador de transporte, que no es igual de bueno que el que tengo a pie de cama, por ejemplo. Hay que pensarlo bien. Pero las circunstancias eran las que eran y surgi¨®.

P. ?Cu¨¢ndo ocurri¨®?

R. 8 de marzo. Lo cre¨® Federico Gordo, jefe de la UCI de Coslada, para compartir informaci¨®n. Esa semana empezaron a aparecer mensajes desde all¨ª, Torrej¨®n y Alcal¨¢ de Henares, luego Vallecas. Part¨ªan el coraz¨®n: ¡°No tengo d¨®nde poner los enfermos, por favor, ayuda¡±. Los hospitales grandes ten¨ªamos camas a¨²n y pod¨ªamos ayudar. Aqu¨ª en el Cl¨ªnico abrimos enseguida una unidad de 22 y guardabas siempre cuatro o cinco para poder hacerlo.

P. ?Cu¨¢ndo empiezan los traslados?

R. El viernes 13, por la tarde, hice una m¨ªnima gesti¨®n en el grupo. Hab¨ªa sido una semana horrible. Ese fin de semana fue a¨²n peor. Decir tengo cinco camas libres a las nueve de la ma?ana pod¨ªa ser mentira a las cinco de la tarde. A partir del lunes 16 nos repartimos esta coordinaci¨®n entre 11 personas. Fue una avalancha. Si nosotros lo pasamos mal, para los de Urgencias fue peor. Era como intentar apagar un incendio en toda una ciudad con un cubo de agua. Mi principal guerra era ampliar la UCI. Recorr¨ªamos el hospital para instalar m¨¢s camas y los adjuntos y residentes iban a ver enfermos a las plantas y a urgencias para ingresarlos, pero pod¨ªan llegar a ser seis o siete juntos. De ah¨ª el grupo, que adem¨¢s sirvi¨® para solucionar cuestiones que iban llegando.

P. ?C¨®mo cu¨¢les?

R. La comunicaci¨®n con el Summa, que ha hecho un trabajo fant¨¢stico. Accedieron a gestionarlo por WhatsApp tambi¨¦n, imagina tener que estar llamando al 061 el 13 de marzo¡­ Era imposible y son ellos los que se ocupan de mover a los enfermos. As¨ª, en 30 segundos pod¨ªa gestionarse. Fuimos perfeccionando eso con el tiempo. Por ejemplo, las condiciones que deb¨ªan tener los pacientes para poder ser trasladados o la preparaci¨®n que requer¨ªan. Hicimos m¨¢s de 200 en la primera ola.

P. ?Cu¨¢ndo percibieron que empezaba la segunda?

R. Nuestros primeros casos son de finales de julio, del d¨ªa 31. Cuando ve¨ªamos que se dec¨ªa que estaba todo bien o cuando Fernando Sim¨®n dec¨ªa en aquel momento que no hab¨ªa segunda ola¡­ Maquillar la realidad, los n¨²meros, es un error horrible. Todos pens¨¢bamos que esto iba a ser en octubre y nos pill¨® en verano, con personal de vacaciones, que lo necesitaban mucho. Nos cogi¨® yendo en una direcci¨®n cuando deber¨ªamos haber ido en la contraria, desescalando m¨¢s despacio, retomando la actividad m¨¢s despacio.

P. No ha sido como la primera.

R. No, la demanda no ha sido como en marzo, llegamos a tener 17 enfermos en espera. En parte porque ya sabemos c¨®mo es, pero tambi¨¦n porque el aumento de enfermos ha sido 10 veces m¨¢s bajo, el car¨¢cter explosivo de la curva inicial no se ha producido. Aun as¨ª ya llevamos alrededor de 90 traslados en esta segunda ola y conseguimos trasladar a todos en el d¨ªa. El sistema funciona gracias a la buena voluntad de todos.

P. ?Ha cambiado tambi¨¦n el manejo de los pacientes?

R. Hemos ido aprendiendo. Ahora, adem¨¢s, los enfermos ingresan cuando tienen realmente que ser ingresados, es decir, en el momento en el que tienen una insuficiencia respiratoria que los compromete en la planta, debe hacerse cuanto antes. Ahora, sin esa avalancha, hemos podido.

P. ?Eso mejora su evoluci¨®n?

R. Al ingresar antes nos permite un mejor tratamiento, hay una menor intubaci¨®n, menos soporte invasivo. Hay muchos que mejoran antes y la mortalidad es menor que en la primera ola, que fue de un 44%. Con los datos de esta segunda ola hasta ahora es del 23%-24%, quiz¨¢s pueda subir algo, pero es claramente m¨¢s baja.

P. ?Cu¨¢l es la situaci¨®n actual en cuanto a recursos?

R. En los respiradores, por ejemplo, cambi¨® mucho la situaci¨®n cuando pudimos mejorar la dotaci¨®n, en abril. Al principio tuvimos que usar de todo, incluso mesas de anestesia antiguas, que no est¨¢n preparadas para esto. Estos enfermos necesitan respiradores de alta gama. Y en personal, de entrada, estamos muy agradecidos por la ayuda del resto de especialistas. Habr¨ªa sido imposible sin ellos, por mucho que des de s¨ª no puedes tener a 40 enfermos por profesional. Pero seguimos sin las suficientes manos, y no hay m¨¢s intensivistas ni m¨¢s enfermeras; y el resto de profesionales que no son de Intensiva lo han pasado muy mal enfrent¨¢ndose a situaciones que no hab¨ªan vivido nunca.

P. Con este contexto, ?c¨®mo est¨¢n los especialistas?

R. Hay gente con depresi¨®n. Es desesperante ver que se te mueran los enfermos y no puedes hacer nada. Morir solo en la UCI es una de las mayores tragedias que hemos tenido. Y eso que hab¨ªamos prohibido nos lo saltamos. Dejamos despedirse a la familia. Tenemos adem¨¢s dos espinas clavadas: no haber podido ingresar a los enfermos antes en la primera ola y que desatendimos a los enfermos no covid porque no se pod¨ªa hacer otra cosa. No por no estar contagiado de este virus se tiene menos derecho a ser tratado. Por eso pedimos una serie de recursos materiales y humanos que est¨¦n inmediatamente disponibles. Una reserva. Todo el mundo tiene en casa m¨¢s sal de la que necesita en un momento determinado.

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