La maldita mala suerte de Angie Palencia
Prostituida y obligada a abortar con 18 a?os. La principal testigo de una de las piezas del ¡®caso Carioca¡¯, la mayor causa contra el proxenetismo en Espa?a, muri¨® de c¨¢ncer tras una d¨¦cada esperando el juicio que se sald¨® esta semana con un pacto ventajoso para los acusados
¡°Las mujeres son unas guarras¡±, sentenciaba por tel¨¦fono el tipo m¨¢s duro de Lugo en la primavera de 2009. El proxeneta Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Ad¨¢n, actualmente en prisi¨®n por violencia machista, trataba de arreglar a toda prisa el perjuicio que hab¨ªa causado en su negocio una de sus v¨ªctimas explotadas. Angie Lizeth Palencia Carri¨®n, colombiana de 18 a?os, una de las piezas de caza m¨¢s novedosas y deseadas del club Queen¡¯s, le hab¨ªa anunciado a un cliente con poder ¡ªde esa clase que gastaba miles de euros en este burdel del pol¨ªgono¡ª que estaba pre?ada de ¨¦l.
¡°Tengo un problema muy gordo y hay que arreglarlo como sea¡±, apremiaba poco despu¨¦s, en otra llamada grabada por la Guardia Civil, el conocido hombre de negocios, casado y con hijos, a un polic¨ªa de Lugo con mucha mano en el prost¨ªbulo. Angie se declaraba enamorada de ese padre de familia de 45 a?os. ?l siempre iba a por ella en el club ¡°y hab¨ªan llegado a viajar juntos¡±, recuerda el abogado de la v¨ªctima, Francisco Torrijos. La joven de melena larga y morena, bell¨ªsima, se hab¨ªa tomado ¡°en serio¡± aquella relaci¨®n ¡°de pareja¡±: ¡°Estaba ilusionada con la idea de tener el beb¨¦¡±.
Pero Angie fue obligada a abortar, concluy¨® a?os despu¨¦s la Fiscal¨ªa, ¡°sin anestesia¡± ni ¡°medios sanitarios adecuados¡± ni enfermera, en una cl¨ªnica sin licencia, propiedad de Carlos Jes¨²s Abu¨ªn, un m¨¦dico que tambi¨¦n pasaba consulta en un ambulatorio de la sanidad p¨²blica. Aquello fue como si le estuvieran ¡°arrancando la piel¡±, describi¨® ella en una de sus declaraciones en el juzgado. El caso ha llegado a juicio esta semana, 11 a?os despu¨¦s de estallar la Operaci¨®n Carioca, la mayor causa contra la mafia del proxenetismo instruida en Espa?a, de la que lo que ella relataba como una carnicer¨ªa es solo un cap¨ªtulo. Pero Angie Palencia ya no lo ha podido ver. Hace casi un a?o muri¨® de un tumor cerebral, cuando al fin hab¨ªa rehecho su vida y trabajaba en Media Markt.
A propuesta del fiscal jefe que hab¨ªa en Lugo, en 2013 se desguaz¨® en 52 piezas la macrocausa que sumaba 250 tomos, 1,2 millones de folios, 100 imputados y casi 400 testigos. Si no fuera por los pesados engranajes con que se mueve la justicia, el aborto no deseado de Angie Palencia pod¨ªa haber volado sin lastre desde entonces. Pero la muchacha todav¨ªa tuvo que esperar cuatro a?os antes de que uno de los fiscales que se repartieron el sumario para digerirlo acusase a Ad¨¢n, al m¨¦dico abortista y al supuesto padre del beb¨¦ y pidiese para cada uno cuatro a?os y medio de prisi¨®n. Era una de las partes del caso Carioca que la Fiscal¨ªa ve¨ªa m¨¢s claras, la primera que llegaba a juicio, y que adem¨¢s lo hac¨ªa apenas descafeinada por las dilaciones.
Sin embargo, antes de sentarlos en el banquillo, la Audiencia de Lugo libr¨® de responsabilidad al empresario, y esta semana los dos acusados que quedaban han sellado un ventajoso acuerdo con la Fiscal¨ªa y la acusaci¨®n particular (ahora ejercida por la madre de la chica) en v¨ªspera de la vista, fijada para los d¨ªas 15 y 16 despu¨¦s de aplazarse en abril por la pandemia. ¡°Nos vimos atados de pies y manos porque nos falta la testigo¡±, lamenta Torrijos ante la muerte de la v¨ªctima, ocurrida en Madrid el 25 de noviembre de 2019. Los cuatro a?os y medio de prisi¨®n se han reducido a solo uno para Ad¨¢n (que ya cumple 21 por maltratar y violar a su exesposa) y a una multa de 540 euros para el facultativo jubilado, que reconoce a cambio haber ejercido en una cl¨ªnica no acreditada pero se declara al margen de cualquier presi¨®n sobre la mujer. Entre Ad¨¢n y Abu¨ªn indemnizar¨¢n a la madre, residente en Suiza, con 4.000 euros (1.000 el proxeneta y el resto, el m¨¦dico). Esa ser¨¢ toda la justicia para Angie.
¡°Te tienes que agarrar fuerte porque para colmo eres muy nerviosa¡±, le reprochaba el sanitario a la v¨ªctima durante el aspirado endouterino sin anestesia. ¡°?Joder!, eres la chica m¨¢s quejica que he tenido¡±, protestaba mientras ella gritaba de dolor, relat¨® el fiscal en un escrito de 2017. Aquel lunes 6 de abril de 2009 a las ocho de la tarde, Angie hab¨ªa llegado a la cl¨ªnica con Ad¨¢n, que aprovechaba tambi¨¦n para sacar de paseo a su peque?a hija y a una amiguita de esta. El proxeneta y las ni?as marcharon y la chica de 18 a?os se qued¨® sola con el doctor, que seg¨²n defendi¨® la Fiscal¨ªa no le dio ning¨²n consentimiento a firmar cuando la mand¨® desnudarse de cintura para abajo. Despu¨¦s le amarr¨® las piernas a la camilla y puso en funcionamiento la aspiradora. La m¨¢quina fallaba y el hombre, rememor¨® ella ante Pilar de Lara, la juez instructora, ¡°le daba golpecitos¡± para desatascarla. Como necesitaba tener las manos libres para eso, seg¨²n la paciente ella misma agarraba ¡°la c¨¢nula y el succionador¡±.
Una llamada al club de golf
Al acabar, la mujer regres¨® en taxi a su piso y Ad¨¢n telefone¨® con diligencia a su cliente, que estaba jugando al golf. Le dijo que pod¨ªa quedarse ¡°tranquilo¡± y hacer el viaje que hab¨ªa planeado. Entre las pruebas del aborto bajo amenaza figuran en autos los informes forenses y los pinchazos ordenados por la entonces juez de Instrucci¨®n 1 de Lugo meses antes de que estallase la Carioca a finales de aquel a?o. No obstante, la Audiencia concluy¨® que no estaba acreditado que el supuesto padre supiera nada del aborto y esa parte del escrito de acusaci¨®n ha quedado sin efecto.
Seg¨²n esas escuchas, Ad¨¢n, que pag¨® unos 600 euros por la operaci¨®n, tambi¨¦n respiraba aliviado sin el pesado equipaje de una gestaci¨®n de cinco semanas. Porque d¨ªas antes ya hab¨ªa dejado claro que las mujeres eran ¡°unas guarras¡± y que Angie era ¡°una hija de puta¡± que quer¨ªa ¡°joderle un cliente¡± trayendo ese beb¨¦ al mundo. Para ¨¦l, como buen profesional de los servicios, el cliente tiene la raz¨®n: ¡°Tengo que preocuparme¡± de arreglar el entuerto, coment¨® un d¨ªa, ¡°porque folla aqu¨ª¡±. As¨ª que, seg¨²n el fiscal, ¡°prevali¨¦ndose de su superioridad¡± y ¡°de la situaci¨®n personal¡± de la v¨ªctima, sin familia en Espa?a ni ¡°medio de subsistencia diferente al club¡±, Ad¨¢n presion¨® a la muchacha. Y a ella, que conoc¨ªa ¡°anteriores comportamientos violentos¡± de su jefe, no le qued¨® alternativa. Otra pieza de la Carioca describe c¨®mo el due?o del Queen¡¯s llegaba a hablar a sus v¨ªctimas de trata: ¡°Vosotras no sois nada. Os pego un tiro, os entierro en una gruta y nadie pregunta¡±.
¡°Estaba ilusionada con ese beb¨¦¡±
¡°Estaba bien ilusionada con ese beb¨¦¡±, declar¨® en su d¨ªa en el juzgado una compa?era de Angie que hab¨ªa sido prostituida todav¨ªa m¨¢s joven, a los 17 a?os, en otro club de Lugo. Tanto el presunto padre de la criatura, como el m¨¦dico y el proxeneta fueron arrestados y cumplieron prisi¨®n provisional entre 2009 y 2010. Angie Palencia tambi¨¦n fue detenida, durmi¨® en los calabozos y luego qued¨® en libertad con la condici¨®n de acudir a firmar cada 15 d¨ªas, como investigada por aquel aborto que ella no quer¨ªa. Francisco Torrijos lleg¨® a ella para ejercer la defensa como abogado de oficio, y su declaraci¨®n acab¨® por mudar su condici¨®n de imputada a v¨ªctima.
Tras el aborto, Angie necesit¨® poner tierra de por medio. Hab¨ªa ca¨ªdo en un estado de depresi¨®n, ¡°desasosiego¡± e ¡°insomnio¡± que fueron diagnosticados por los forenses de la causa. Huy¨® a Murcia para trabajar en otro prost¨ªbulo, pero empez¨® a sangrar. En el hospital Virgen de la Arrixaca descubrieron que le hab¨ªa quedado dentro parte de la placenta. Con el rumbo torcido volvi¨® a Galicia. Y al Queen¡¯s. Pero tras la redada, con el tiempo, se puso a estudiar. Proyectaba acabar los a?os de secundaria que hab¨ªa empezado de adolescente en el instituto lucense de A Piringalla. Quer¨ªa hacer FP. Y rechaz¨® entrar en un piso para v¨ªctimas de violencia porque hab¨ªa decidido dar un volantazo a su vida: marchar a Madrid para cursar estudios de auxiliar administrativo.
¡°En Media Markt llevaba ya dos o tres a?os; eso es importante¡±, recalca Torrijos despu¨¦s de telefonear a la madre de Angie, Mar¨ªa Carri¨®n, que prefiere no hablar con la prensa. La progenitora fue la primera en emigrar a Lugo. Mientras, la hija se criaba en su pa¨ªs con una se?ora ¡°a la que adoraba¡±. ¡°No era su abuela pero la llamaba abuelita¡±, cuenta el abogado. ¡°Cuando muri¨® esa mujer, Angie estaba imputada y lloraba por no poder viajar a Colombia y despedirse¡±. Hac¨ªa ya como ocho a?os que no ve¨ªa a su cuidadora, porque la v¨ªctima de Ad¨¢n vino a Galicia para estar con su madre cuando ten¨ªa 10 a?os. Su mundo se desmoron¨® despu¨¦s, cuando el entorno del proxeneta la descubri¨® ¡°trabajando como camarera en el Tempo¡±, recuerda Torrijos, un restaurante con reservado que tambi¨¦n aparec¨ªa en la Carioca como lugar de cita de una suerte de ¨¦lite local integrada en el club gastron¨®mico Acci¨®n&Klasse.
En 2018, Angie Lizeth fue diagnosticada de gliomatosis cerebral. Trat¨® de recaudar fondos en Internet para pagar la operaci¨®n en Florida, pero no logr¨® su objetivo. ¡°Soy una mujer con sue?os y metas por cumplir como cualquier ser humano, y aunque tengo fe es duro que te digan de la noche a la ma?ana que tienes c¨¢ncer y puede llevarte hasta la muerte¡±, escrib¨ªa en mayo. En noviembre, la quimioterapia y su profunda religiosidad la llenaban de esperanza: ¡°Si Dios quiere, esto ser¨¢ solo una lecci¨®n de vida en la cual se aprenden muchas cosas buenas, como ser m¨¢s amable y amar la vida cada segundo¡±. Pero Angie fallec¨ªa justo un a?o despu¨¦s. La chica ¡°quejica¡± de la cl¨ªnica lucense decidi¨® morir en casa. Renunci¨® a los cuidados paliativos del hospital para despedirse, acompa?ada de su madre y de su perra Candy, de esta vida que al fin amaba tanto.
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