Los problemas sexuales, la secuela escondida del c¨¢ncer de mama: ¡°No sientes como sent¨ªas antes¡±
El 60% de las mujeres que afrontan esta enfermedad sufren dificultades en sus relaciones ¨ªntimas, seg¨²n la cl¨ªnica Dexeus Mujer, especializada en ginecolog¨ªa
La medicina da una segunda oportunidad despu¨¦s de superar la parte m¨¢s dura del tratamiento tras un diagn¨®stico como el del c¨¢ncer. Las visitas al hospital se reducen, pero en casa hay que lidiar con otras realidades inesperadas de las que nadie habla. El 60% de las mujeres que afrontan un c¨¢ncer de mama tiene problemas de sexualidad posteriores, seg¨²n datos facilitados por Dexeus Mujer, cl¨ªnica especializada en ginecolog¨ªa. Clara Gonz¨¢lez, de 43 a?os, es una de ellas: ¡°Me han lanzado a la calle y ahora tengo el pecho de una chica de 15, la cabeza de una mujer de 70 y los huesos de una se?ora de 80¡å. En esa situaci¨®n, el deseo sexual se esfuma y la sequedad vaginal se abre paso. Padece menopausia precoz por la agresividad de los tratamientos, que tambi¨¦n provocan efectos temporales como la ca¨ªda del pelo, la hinchaz¨®n de la cara, las ojeras y la debilidad muscular. Son cambios dif¨ªciles de afrontar para las mujeres, y tambi¨¦n para las parejas.
Andrea Sarriera, de 35 a?os, se sincera: ¡°Pensaba que no era atractiva para ¨¦l, aunque no fuera as¨ª, sin querer sent¨ªa que me miraba con pena. Por otra parte, me olvid¨¦ por completo del sexo, no me apetec¨ªa¡±. Desde que termin¨® la quimioterapia, trabaja f¨ªsica y mentalmente para recuperar el placer y ya ve el progreso: ¡°Perdimos la espontaneidad, pero abrimos otras fronteras¡±.
Sarriera antes de caer enferma era ¡°una persona muy sexual, sin tab¨²es y complejos¡±. Por ello, no tiene problema en compartir dos momentos privados que han quedado grabados en su retina; el shock de su marido cuando la vio por primera vez con el pelo rapado, antes de empezar los tratamientos, y la pr¨®rroga de su luna de miel. ¡°Me cas¨¦ calva, en la noche de bodas le pregunt¨¦ si quer¨ªa tener una relaci¨®n y ¨¦l prefiri¨® que fuera m¨¢s adelante¡±. La operaron el 6 de octubre de 2021, pero su primer encuentro sexual placentero no fue hasta agosto de 2022.
Lo entiende y lo normaliza, sobre todo, porque era a ella a quien, generalmente, no le apetec¨ªa. Incluso, una vez quiso probar y le result¨® muy doloroso. ¡°Hasta que me recupere no lo volveremos a intentar. Se acab¨®¡±, recuerda as¨ª Sarriera lo que acord¨® con su marido. ¡°Mi cuerpo me ped¨ªa calma, mi pareja respetaba mi ritmo, no me buscaba y eso me daba tranquilidad, sent¨ªa que no me necesitaba en ese sentido¡±, cuenta tras reconocer que tuvo la necesidad de trasladar estas vivencias al papel para ayudar a otras mujeres. Por ello, public¨® el libro Quiero, puedo y debo: Sobreviv¨ª a un c¨¢ncer de mama en plena pandemia mundial.
La onc¨®loga del hospital Ram¨®n y Cajal Noelia Mart¨ªnez-J¨¢?ez explica que los tratamientos de quimioterapia pueden producir n¨¢useas, diarreas, cansancio y malestar general. Esto ya es un motivo para que disminuya el apetito sexual, pero, adem¨¢s, en el subtipo de tumor luminal, el que padece el 70% de las mujeres que sufren c¨¢ncer de mama, se aplican terapias que disminuyen la producci¨®n de hormonas. En consecuencia, la falta de libido puede aparecer y la atrofia y la sequedad vaginal tambi¨¦n. Por ello, es probable que las relaciones sexuales resulten dolorosas.
Muchas veces los tratamientos inducen una menopausia, sobre todo en el caso de las pacientes que ya se acercaban a esta fase que anuncia el final del periodo menstrual. Pero, en ocasiones, tambi¨¦n afecta a las j¨®venes. ¡°Depende de su reserva ov¨¢rica¡±, explica la doctora. Es el caso de Sarriera, a la que le detectaron el c¨¢ncer cuando ten¨ªa 32 a?os. Opt¨® por congelar sus embriones para poder tener hijos.
Los cambios f¨ªsicos parecen sincronizarse con la mente. Gonz¨¢lez se siente ¡°viejoven¡±. ¡°Un d¨ªa me puse un peto vaquero y pens¨¦: qu¨¦ hago con esto¡±, cuenta. Cree que su mentalidad y su esp¨ªritu han cambiado. ¡°Esto se traslada a las relaciones sexuales, no sientes como sent¨ªas antes¡±, explica. En varias ocasiones not¨® el rechazo de su propio cuerpo porque sent¨ªa dolor ante la falta de lubricaci¨®n. En general, ¡°tienes cero apetencia¡±, resume. Se ha sometido a la extirpaci¨®n de las dos mamas, aunque ha podido reconstruirlas quir¨²rgicamente. Se ve un pecho bonito, pero ¡°un f¨ªsico m¨¢s propio de una se?ora de 70¡å. Cuenta que la segunda parte de la enfermedad es traicionera.
¡°Todo el mundo te ve bien, pero t¨² tienes que hacer un duelo, entender que no eres la misma y que el cuerpo no se corresponde a la edad. Hay que recomponerse¡±, relata Gonz¨¢lez. Aunque por una parte su autoestima pueda verse resentida, siempre piensa en su suerte: ¡°Mi mayor preocupaci¨®n era dejar a mis hijos sin madre. Ahora estoy aqu¨ª y quiero vivir el presente de forma positiva¡±.
En los ¨²ltimos a?os ha aumentado la curaci¨®n del c¨¢ncer de mama, pero se ha incrementado la incidencia en mujeres menores de 60 a?os. La jefa del servicio de ginecolog¨ªa de la cl¨ªnica Dexeus Mujer, Sonia Baulies, explica que esto implica que haya m¨¢s j¨®venes afectadas en el ¨¢mbito sexual por los tratamientos, pero insiste en que hay muchas soluciones. La hidrataci¨®n con ¨¢cido hialur¨®nico para recuperar la elasticidad, la inyecci¨®n de plasma rico en plaquetas y el l¨¢ser para rejuvenecer la vagina.
Adem¨¢s, se contempla la carboxiterapia para favorecer la hidrataci¨®n externa e interna de la vulva. Tambi¨¦n, la fisioterapia para mejorar la tonificaci¨®n muscular. El papel de la psicooncolog¨ªa puede ser fundamental. ¡°Primero hay que valorar si la afectaci¨®n es f¨ªsica o psicol¨®gica¡±, cuenta Baulies, que insiste en la importancia de que los m¨¦dicos pregunten sobre sexualidad a las pacientes con c¨¢ncer de mama y de que ellas transmitan sus inquietudes.
La verg¨¹enza en consulta est¨¢ presente, aunque cada vez menos. ¡°Cuando el ginec¨®logo me dijo ¡®tienes que comprarte un vibrador¡¯, pens¨¦: ¡®menos mal que he venido sola y que no me ha acompa?ado mi madre¡± cuenta Gonz¨¢lez, mientras reflexiona sobre la importancia de dejar atr¨¢s este tab¨². ¡°Es una herramienta importante para activar la circulaci¨®n¡±, insiste Sarriera, que tambi¨¦n se vio muy beneficiada por el yoga terap¨¦utico para favorecer paulatinamente la penetraci¨®n.
Para otorgar una mayor visibilidad a la problem¨¢tica sexual, la escritora de bestsellers rom¨¢nticos Megan Maxwell, la Fundaci¨®n Dexeus Mujer y Women¡¯secret se han unido en la campa?a solidaria Volver. Hay sexo despu¨¦s del c¨¢ncer. Se podr¨¢n escuchar en formato podcast los testimonios de algunas pacientes ficcionados por la novelista. ¡°Muchas mujeres se sentir¨¢n identificadas¡±, piensa Maxwell. La empresa de lencer¨ªa, adem¨¢s, ha dise?ado unas prendas solidarias. El objetivo es ofrecer de forma gratuita los servicios de atenci¨®n especializada a un mayor n¨²mero de pacientes oncol¨®gicas que precisen mejorar su vida sexual.
La falta de apetencia no significa que las mujeres no echen de menos el placer que un d¨ªa llegaron a sentir. Por ello, tras darse un tiempo, Sarriera volvi¨® a intentarlo. Al principio fue complejo porque, aunque hubiera terminado con la quimioterapia, contin¨²a con un tratamiento hormonal en pastilla. ¡°Mi mente quer¨ªa, pero mi cuerpo no. Es como estar nueve meses sin conducir, poner primera para arrancar, pero realmente estar frenando¡±, ejemplifica. Por ello, lo trabaja de manera mental. Cree que el factor psicol¨®gico influye mucho. ¡°Nos organizamos citas y ello me motiva para reunir energ¨ªas y subir la libido. Agendo el encuentro, me preparo para ello y lo disfruto m¨¢s¡±.
Al mismo tiempo, Sarriera confiesa que echa de menos los encuentros fugaces, ¡°el coqueteo¡± y la excitaci¨®n espont¨¢nea. Haberse concedido ¡°un tiempo sexual¡± result¨® beneficioso. ¡°Fue una relaci¨®n amorosa, no fogosa. Hab¨ªa conexi¨®n mental y cari?o¡±. Confiesa que la pareja est¨¢ muy reforzada y siguen mejorando d¨ªa a d¨ªa: ¡°Es mi equipo y juntos nos hemos renovado¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.