Ana Redondo: ¡°Me gustar¨ªa terminar esta legislatura con una ley abolicionista de la prostituci¨®n¡±
La ministra de Igualdad habla a una semana del 8M de prostituci¨®n, trata, la divisi¨®n del movimiento o el peligro de ¡°la ola reaccionaria que se extiende desde Estados Unidos hasta Europa¡±

Justo antes de que se abra la enorme puerta de madera se oye un ¡°quiero sobrevivir¡±. Quien gira el pomo mientras dice esa frase es Ana Redondo, la ministra de Igualdad. Viene corriendo del Congreso y tiene que volver corriendo al Congreso. Es 26 de febrero cuando se hace esta entrevista, en el Ministerio de Igualdad, justo antes del debate y la votaci¨®n de la renovaci¨®n del Pacto de Estado contra la Violencia de G¨¦nero. No quiso mientras hablaba darlo por hecho: ¡°Nunca sabes, sinceramente, pero ha sido trabajo muy riguroso donde el inter¨¦s general ha primado sobre el particular¡±. El acuerdo se aprob¨®, con los ¨²nicos votos en contra de la ultraderecha, a la que la ministra se refiere cuando dice que ¡°hab¨ªa una idea clara de avanzar en nuevos mecanismos para combatir todas las formas de violencia machista, pero tambi¨¦n necesidad de generar un cord¨®n sanitario frente al negacionismo de Vox, un partido claramente retr¨®grado que pretende devolver a las mujeres a casa con la pata quebrada¡±.
Redondo (Valladolid, 58 a?os) lleva poco m¨¢s de un a?o en el cargo, despu¨¦s de que Irene Montero le traspasara la cartera en noviembre de 2023 en una especie de movimiento de tierras, tanto para el Gobierno de coalici¨®n ¨Den aquel momento con Unidas Podemos¨D, como para el feminismo, para el que fue una sorpresa. El contexto de este Ejecutivo con Sumar como socio es distinto que con Podemos; la cartera, en manos del PSOE, ayuda a la calma, al menos aparente. Tambi¨¦n la actividad legislativa, ahora mismo de perfil bajo, da relativa paz a su mandato. Y el foco del debate feminista ya no est¨¢, o no tanto, o no siempre, en su ministerio.
P. Quedan tambi¨¦n cosas pendientes, como la ley de trata.
R. Est¨¢ pendiente de segunda lectura en Consejo de Ministros. Y en este tiempo hemos hecho tres cosas. Reunirnos con asociaciones y activistas que trabajan sobre el terreno, quer¨ªamos escucharlas y ser conscientes de los problemas que existen en el d¨ªa a d¨ªa de las mujeres que son sujeto de trata con fines de explotaci¨®n sexual, pero tambi¨¦n laboral, tr¨¢fico de ¨®rganos o matrimonios forzados; avanzar en los an¨¢lisis; y estamos trabajando con otras instituciones, estatales y auton¨®micas. Todo para mejorar un proyecto que era francamente mejorable.

P. El documento que se conoce de la norma va a cambiar, entonces.
R. Tiene que cambiar. El Observatorio contra la Violencia de G¨¦nero, dependiente de la Delegaci¨®n del Gobierno contra la Violencia de G¨¦nero, est¨¢ armando un proyecto m¨¢s contundente, riguroso y exhaustivo que queremos pasar por el Consejo de Ministros. Calculo que a lo largo del a?o y espero que antes del verano.
P. ?Estar¨¢ incluida la prostituci¨®n?
R. Hablar de trata sin hablar de prostituci¨®n es ofrecer una soluci¨®n coja. Hay trata porque hay clientes, tratantes, mafias. Si no, no estar¨ªamos hablando de las cifras terribles de las que hablamos, m¨¢s de 115.000 mujeres en Espa?a en situaci¨®n de prostituci¨®n. Hay que dar una soluci¨®n hol¨ªstica. ?Cu¨¢l es el problema? No es f¨¢cil concitar los acuerdos para incorporar la prostituci¨®n, cuando se toca el tema, las divergencias son grandes. Y no somos capaces de eliminarlas hasta el punto de avanzar en una regulaci¨®n punitiva que creo necesaria. Me gustar¨ªa una ley de trata con incorporaci¨®n de penas para la tercer¨ªa locativa [las personas propietarias de los pisos donde se ejerce la prostituci¨®n] y penas reforzadas para los proxenetas, pero esta cuesti¨®n genera mucha controversia entre los grupos parlamentarios. Soy posibilista y prefiero una ley de trata con derechos y alternativas para las mujeres v¨ªctimas de trata que ninguna ley.
P. ?C¨®mo queda el compromiso de la abolici¨®n de la prostituci¨®n?
R. No se puede avanzar en la misma ley. Tiene que ser por otro camino. Lo voy a intentar, mi partido es abolicionista de la prostituci¨®n, una forma de discriminaci¨®n radical y feroz que esclaviza a las mujeres. Me gustar¨ªa terminar esta legislatura con una ley abolicionista.
P. ?Es posible?
R. Hay una posibilidad.

P. La ley de violencia de g¨¦nero, la de libertad sexual, la del aborto o la trans... Tienen un problema de falta de desarrollo, ?c¨®mo influye en eso las competencias de las comunidades y su relaci¨®n con el Gobierno?
R. Tengo que quejarme de mi comunidad, Castilla y Le¨®n, que todav¨ªa no tiene una ley espec¨ªfica de violencia de g¨¦nero. Es incomprensible. Muchas comunidades han cumplido y tienen sus propias leyes y toda una estructura para las v¨ªctimas. Pero, en general, Espa?a es un pa¨ªs en el que la violencia se ha tomado en serio. Una democracia que quiere avanzar tiene que hacerlo de la mano de la igualdad. Y soy consciente de que en muchos pa¨ªses del mundo nos miran como un pa¨ªs de referencia. Espa?a, en el ?ndice Europeo de Igualdad, es el cuarto con 76 sobre 100. Se puede hacer mucho m¨¢s, pero somos un referente internacional porque se ha hecho mucho y lo que se ha hecho funciona.
P. En la ley trans, por ejemplo, ?qu¨¦ est¨¢ pasando con aquellos que intentan defraudar la ley?
R. Ese es el ¨²nico problema de la ley trans, aquellas personas que quieren cuestionarla a trav¨¦s del abuso y que generalmente no act¨²an solas, est¨¢n organizadas y pol¨ªticamente animadas por la extrema derecha. Hemos hecho ya algunas cosas. La primera, ponernos en contacto con los registros civiles para que tuvieran una documentaci¨®n suficientemente clara que facilitar a cada persona que quiere hacer un cambio registral, donde se dice claramente cu¨¢les son los riesgos de fraude. Por tanto, el que defrauda est¨¢ conociendo que est¨¢ cometiendo un fraude. En segundo lugar, hemos trabajado con la Federaci¨®n Estatal LGTBI+, necesitamos su complicidad y yo les he pedido que se personen como acusaci¨®n popular en las causas que se abran frente a los defraudadores. Y en tercer lugar, con la Direcci¨®n General estamos trabajando en alguna medida m¨¢s espec¨ªfica en torno al fraude que se puede cometer para evadir la Ley Integral contra la Violencia de G¨¦nero, es decir, cuando el defraudador, para evitar una condena o para evitar un juicio por violencia de g¨¦nero, utiliza esta v¨ªa. La ley es clara y di¨¢fana respecto a esto, pero estamos trabajando para reforzar esa respuesta institucional.
P. ?Y los centros de crisis 24 horas para v¨ªctimas de violencia sexual? Las autonom¨ªas ten¨ªan hasta final de a?o para tenerlos operativos.
R. Ahora mismo los 54 est¨¢n abiertos, la inmensa mayor¨ªa est¨¢n funcionando, pero hay mucha diferencia. Hay centros, por ejemplo, que entienden que esa apertura 24 horas no es f¨ªsica, es online o telem¨¢tica, y otros, como el de Pamplona, tiene incluso una sala gesell [un espacio adecuado para recoger y grabar testimonios que servir¨¢n luego en un proceso judicial para que las v¨ªctimas no tengan que repetir el relato una y otra vez]. En cualquier caso, no creo que podamos mirar hacia otro lado con estos centros.
P. ?A qu¨¦ se refiere?
R. En Espa?a las mujeres tienen que tener los mismos recursos en todo el territorio. Tenemos que ser conscientes de lo que suponen esos centros: la primera puerta a la que llama una mujer v¨ªctima de violencia sexual. Y tiene que tener una respuesta. Por eso, en la pr¨®xima sectorial [las reuniones con las CC AA] ofreceremos una cartera b¨¢sica de servicios para que ese m¨ªnimo contra la violencia sexual est¨¦ garantizado en todo el territorio.
P. Respecto a la actualidad pol¨ªtica en violencia sexual. Los ¨²ltimos casos del ¨¢mbito pol¨ªtico, las denuncias y acusaciones contra ??igo Errej¨®n y Juan Carlos Monedero, y la relaci¨®n con la prostituci¨®n de la que se se?al¨® a Jos¨¦ Luis ?balos, ?c¨®mo afectan al discurso feminista de la izquierda?
R. El machismo es una cuesti¨®n estructural y ning¨²n partido puede decir que est¨¦ libre de personas con actitudes machistas. Lo importante es c¨®mo reaccionan, y hay que exigir ejemplaridad, coherencia y dignidad a los representantes p¨²blicos, y apartar a la persona que ha podido cometer una actitud machista. Ning¨²n machista tiene por qu¨¦ estar en ning¨²n partido. La sociedad ya no lo tolera y son indicios de que est¨¢ cambiando la estructura social. El cambio significativo que tenemos que hacer las instituciones con las mujeres es estar de su lado, no cuestionar su voz, su verdad. Y afortunadamente tenemos una ley que nos permite no cuestionar la palabra de las mujeres cuando dicen que no ha habido consentimiento, que es la LOGILS [la ley de Libertad Sexual], que es una buena ley y supone un avance.

P. Con este contexto, y el de los ¨²ltimos a?os, ?c¨®mo cree que llega el feminismo al 8M? Lo primero que dijo es que ven¨ªa a coser, ?c¨®mo va esa costura?
R. Es una costura muy respetuosa. En este tiempo hemos podido hablar con pr¨¢cticamente todas las asociaciones, con todo el movimiento, con los diversos discursos. Se cose estando en la calle. No tenemos por qu¨¦ compartir exactamente todo el ideario, lo importante es que compartamos lo esencial y lo esencial en el 8M es que se alce y se escuche la voz fuerte, potente, exigente de las mujeres con un cambio de cultura en la que todas podamos desarrollar nuestros proyectos de vida en igualdad y libertad. Creo que en eso estamos todas absolutamente de acuerdo.
P. El s¨¢bado aun as¨ª habr¨¢ dos manifestaciones, otra vez, ?a cu¨¢l ir¨¢?
R. Muy probablemente me vaya a Valladolid, con mis hijas, que es donde he estado asistiendo a las manifestaciones del 8M toda mi vida.
P. ?Y si se quedara en Madrid?
R. A las dos manifestaciones.
P. ?Cu¨¢les son las prioridades del Ministerio para los pr¨®ximos a?os?
R. La prioridad es liberar la democracia espa?ola de la violencia machista. La prostituci¨®n es otro de los de los objetivos, una exigencia ¨¦tica, pol¨ªtica y democr¨¢tica. Y las brechas, que todav¨ªa impiden que nos podamos sentir iguales en el ¨¢mbito laboral, salarial, en los cuidados. Es verdad que con la que est¨¢ cayendo a nivel internacional, con esta ola reaccionaria que se extiende desde Estados Unidos hasta Europa, tenemos que ser conscientes de reforzar alianzas.
P. Despu¨¦s justo del 8M, se va a la Comisi¨®n de la Condici¨®n Jur¨ªdica y Social de la Mujer de la ONU, en Nueva York.
R. Otro de mis objetivos es seguir tejiendo con otros pa¨ªses c¨®mplices que est¨¢n dispuestos a defender la igualdad frente a todo. Tambi¨¦n frente a las imposiciones econ¨®micas de Donald Trump, intentando reducir la igualdad al m¨ªnimo en las empresas con las que contrata la Administraci¨®n. Es un paso atr¨¢s que no vamos a consentir desde desde el Gobierno. Porque hay otra cuesti¨®n evidente, di¨¢fana, que la igualdad es rentable para las empresas. Excluir a las personas por una condici¨®n sexual o por una condici¨®n de g¨¦nero es una torpeza democr¨¢tica, pero tambi¨¦n la mayor torpeza econ¨®mica que puede cometer un gobierno. Tiene que ver con el ensayo que estoy leyendo ahora.
P. ?Que es?
R. 1914, de la paz a la guerra, de Margaret MacMillan, sobre c¨®mo la Primera Guerra Mundial fue una carambola hist¨®rica por la que los m¨¢s ineptos, los m¨¢s locos, los m¨¢s alejados del inter¨¦s general, llegaron a los gobiernos, una confluencia de estupidez en los liderazgos.
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