¡®Sweet Tooth¡¯, la distop¨ªa del futuro ser¨¢ ¡®indie¡¯ o no ser¨¢
La ficci¨®n especulativa para el gran p¨²blico anda, desde el inicio de la pandemia, en busca de un universo fant¨¢stico que aborde un fin del mundo que transforme al ser humano sin acabar con ¨¦l. Parece que ya lo ha encontrado
Cuando lo impensable se volvi¨® real, esto es, cuando una pandemia mundial nos encerr¨® a todos en casa, el mundo del g¨¦nero fant¨¢stico dirigido al gran p¨²blico se qued¨® en blanco. Si Contagio (2011), el cl¨¢sico dist¨®pico de Steven Soderbergh, dejaba de ser ciencia ficci¨®n para convertirse en drama, ?c¨®mo iba a dibujarse la futura, y m¨¢s necesaria que nunca, ficci¨®n especulativa? Yendo, evidentemente, m¨¢s lejos. Tan lejos como el g¨¦nero llevaba a?os movi¨¦ndose sin que el audiovisual se atreviese a seguir sus pasos, o sigui¨¦ndolos apenas t¨ªmidamente. Y en todos los sentidos. Porque la incorporaci¨®n hace una d¨¦cada de Jeff Lemire, un tit¨¢n del new weird [g¨¦nero literario que surgi¨® en los a?os noventa con caracter¨ªsticas de la ficci¨®n especulativa, fantas¨ªa y terror], a la factor¨ªa DC ¨Dresponsable de Superman y Batman¡ª ya apuntaba en esa direcci¨®n. La de expandir en otras direcciones ¡ªtan imprevisibles como el mundo¡ª un mainstream caduco.
Que ahora Robert Downey Jr. y su mujer, Susan, recuperen como productores Sweet Tooth, una de las primeras series de Lemire (Essex County, Ontario, 45 a?os) ¡ªun tipo que creci¨® en una granja y estudi¨® cine, pero lo dej¨® porque prefer¨ªa trabajar solo¡ª y produzcan una correct¨ªsima y blanca serie para Netflix ¡ªel tormento y la sangr¨ªa del original han quedado fuera¡ª abre la puerta a otro futuro ficticio posible tambi¨¦n en el audiovisual. El mensaje de Sweet Tooth es claro: se acab¨® el fin del mundo. Es decir, el fin del mundo ya est¨¢ aqu¨ª, pero el ser humano no va a desaparecer. Solo va a transformarse en otra cosa. Y la civilizaci¨®n tambi¨¦n. Una idea con la que los videojuegos coquetean desde hace a?os. ?O no es el futuro de Sweet Tooth el futuro de la saga de videojuegos Horizon?
En Horizon, la protagonista vive en un mundo posapocal¨ªptico en el que, a diferencia de lo que ocurre en las distop¨ªas audiovisuales sobre futuros inhabitables, la naturaleza vuelve a mandar. Las ciudades se han vuelto selvas, los animales campan por todas partes. Exactamente eso ocurre en la adaptaci¨®n que se ha hecho de Sweet Tooth, cuyo original, infinitamente m¨¢s fiero y s¨®rdido, data de 2009. En realidad, es una serie de c¨®mics que se public¨® entre 2009 y 2013. Se ha suavizado la trama, se ha diversificado, y, de alguna forma, se ha adaptado a esa idea del retrofuturo ya presente en el ¨²nico producto cultural que hab¨ªa explorado otras v¨ªas: los videojuegos. Como Horizon, sobre todo, pero tambi¨¦n como la ¨²ltima entrega de The Last of Us, por ejemplo.
Inadaptados
Como en Sweet Tooth, hay un padre que, en un momento dado, deja solo a un hijo al que a¨²n no ha ense?ado lo suficiente en un mundo hostil que es consecuencia de sus excesos. Pero a¨²n hay esperanza. Es decir, no est¨¢ el espectador ante La carretera, de Cormac McCarthy, un cl¨¢sico en el que el papel del hombre cambi¨®, pesando sobre ¨¦l la culpa y el cuidado, en una exploraci¨®n de una nueva masculinidad entonces a¨²n no entendida como tal pero hoy evidente. En el primer episodio de Sweet Tooth, los protagonistas son, por encima de todo, hombres de familia entregados al cuidado y no a la acci¨®n ¡ªel padre de Gus y el m¨¦dico y marido desesperado¡ª. ?Y qu¨¦ pasa con ellas? Aimee (Dania Ram¨ªrez), sin ir m¨¢s lejos, se siente m¨¢s esperanzadamente viva que nunca.
Los tiempos est¨¢n cambiando y la forma del futuro tambi¨¦n. Dec¨ªa Ted Chiang, el autor del relato en el que se bas¨® La llegada, del director y guionista Denis Villeneuve, y responsable de uno de los libros clave el a?o pasado, Exhalaci¨®n (Sexto Piso), que el cambio clim¨¢tico y la necesidad de la supervivencia de la especie hab¨ªan empezado a dirigir la ficci¨®n especulativa hacia lo colectivo. Y tambi¨¦n a hermanar al ser humano con la naturaleza. La ¨²nica forma de sobrevivir es volviendo a ella, dec¨ªa Chiang. Ah¨ª est¨¢ Interestellar, el futuro desierto que imaginaron los hermanos Nolan, Christopher y Jonathan, ante la falta de interacci¨®n. ?Y qu¨¦ mejor forma de volver a la naturaleza que aquella que no se limita a dejar correr manadas de elefantes por grandes ciudades desiertas y crea seres transespecie? Porque eso es Gus, el ni?o ciervo protagonista, un h¨ªbrido.
Lemire, el dibujante y guionista que en menos de una d¨¦cada ha ganado dos Premios Eisner [galardones de la industria del c¨®mic estadounidense], un experto en inadaptados, dio en Sweet Tooth con un futuro de humanos tan raros que pod¨ªan convertirse en flamantes piezas de caza para otros humanos, y el futuro, este futuro necesitado de otras narrativas especulativas, ha convertido esa rareza en una virtud. Qui¨¦n sabe si los h¨ªbridos llegaron antes del virus o a consecuencia de ¨¦l. Lo cierto es que est¨¢n aqu¨ª, y, de alguna forma metanarrativa, est¨¢n dici¨¦ndole al mainstream fant¨¢stico audiovisual que han llegado para quedarse. Son raros, pero los necesitamos para que el futuro sea, incluso en el peor de los casos, un lugar habitable. Ya no creemos en la destrucci¨®n absoluta, porque, como dijo recientemente Margaret Atwood, se acabaron las advertencias de un futuro terrible, hay que empezar a construir desde un presente sin salida.
Puedes seguir EL PA?S TELEVISI?N en Twitter o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.