Tania Bruguera: ¡°Cuba nunca ha existido y no existe, siempre ha sido una proyecci¨®n de alguien¡±
La artista, opositora declarada del Gobierno cubano, bucea en entrevista con EL PA?S en su pasado, habla acerca de su marcha de la isla en 2021 y su vida desde entonces
Existe una foto donde aparece la artista Tania Bruguera (La Habana, 56 a?os) cargando sobre su cuerpo desnudo y joven el peso de un carnero decapitado que le cubre como un escudo los senos y el sexo. Tiene la boca repleta de un pu?ado de tierra mojada, a modo de r¨¦plica del suicidio colectivo que hicieron los ind¨ªgenas cubanos durante la ocupaci¨®n espa?ola. La imagen, tan sensual como violenta, y tan tierna como agresiva, inmortaliza el performance El peso de la culpa, que Bruguera estren¨® en La Habana de 1997 cuando ten¨ªa 29 a?os. Me intriga si se habr¨¢ domesticado algo, o cu¨¢nto permanece de esa joven en la Tania Bruguera de hoy, que viste de largo y de negro, y pasa los d¨ªas como profesora titular de la C¨¢tedra de Artes Visuales, Medios de Comunicaci¨®n y Teatro de la Universidad de Harvard.
¡ªOjal¨¢ me quede m¨¢s de esa persona de lo que yo pienso.
La reconocida y multipremiada artista cubana, maestra del performance, del arte pol¨ªtico, creadora del concepto de ¡°arte ¨²til¡±, fundadora de la C¨¢tedra Arte de Conducta y del Instituto de Artivismo Hannah Arendt (INSTAR), profesora en varias universidades del mundo y opositora declarada del Gobierno de La Habana, vive casi recluida en un apartamento en Cambridge, donde conserva un retrato de familia junto a su hermana, su madre y su padre, el embajador Miguel Brugueras, el primer poder al que se enfrent¨® la artista en su vida.
Cuando ten¨ªa 11 a?os, Bruguera tuvo consciencia de qui¨¦n era hija y qu¨¦ implicaba que lo fuera. Adem¨¢s de diplom¨¢tico, su padre fue fundador de los ¨®rganos de la seguridad del Estado cubano, el aparato de la contrainteligencia que cre¨® Fidel Castro cuando tom¨® el control del pa¨ªs, los mismos que luego detuvieran, encarcelaran, vigilaran y amenazaran a la propia artista por sus ideas pol¨ªticas. A los 15 a?os decidi¨® quitar la letra ¡°S¡± al final del apellido paterno y desde entonces es Tania Bruguera.
¡°Mi pap¨¢ era amigo de la infancia de Camilo Cienfuegos, por su trabajo ve¨ªa a Fidel todo el tiempo. De hecho, cuando Fidel se enferm¨® lo mand¨® a buscar¡±, cuenta. ¡°Si t¨² me preguntas de su vida, no s¨¦ casi nada, solo lo que est¨¢ en Internet o lo que he preguntado a algunas personas que lo conocieron¡±.
Con un padre embajador, Tania vivi¨® desde los tres a?os en pa¨ªses como Francia, L¨ªbano o Panam¨¢, y no volvi¨® a Cuba hasta los 11. ¡°Para m¨ª Cuba era la Cuba de la gente de poder, que se iba de vacaciones a Varadero, la Cuba de los extranjeros, una Cuba donde todo estaba perfecto. A los 11 a?os, mi mam¨¢ y mi pap¨¢ se divorciaron por problemas pol¨ªticos. Entre otras cosas, porque a Panam¨¢ se mandaban unos aviones sin asientos para llenarlos de?muebles, ropa, perfumes de Chanel o Dior para Vilma Esp¨ªn, la esposa de Ra¨²l Castro. Mi mam¨¢, que hab¨ªa sido muy so?adora al inicio de la Revoluci¨®n, se empez¨® a dar cuenta de la corrupci¨®n, de la disparidad entre lo que se dice y se hace. Ah¨ª empez¨® esa fricci¨®n entre ellos. Mi pap¨¢ un d¨ªa nos levant¨® de la cama, sin hacer maletas ni nada, nos mont¨® en un avi¨®n y nos mand¨® para Cuba. Entonces empec¨¦ en la escuela. Mis amigos viv¨ªan en solares, pasaban hambre, no ten¨ªan ropa, y me di cuenta de que la realidad no era como me la hab¨ªan dicho. Siempre ha habido dos Cuba: la del pueblo y la de los dirigentes y extranjeros¡±.
Tania asegura que, no pocas veces, el Gobierno cubano ha utilizado el v¨ªnculo paterno, ¡°que fue complejo y a ratos tirante¡±, para justificar su activismo o como chantaje emocional. ¡°Pero lo que ellos ignoraban era que, para el final de su vida, mi pap¨¢ me dijo que estaba orgulloso, porque cuando yo cre¨ªa en algo, iba hasta en su contra. Esa ha sido mi mayor coraza contra el abuso del Estado cubano¡±.
El 17 de agosto de 2021, Bruguera sali¨® de Cuba y no ha regresado. Los ¨²ltimos a?os en la isla fueron convulsos para ella, para sus colegas artistas y parte de la sociedad civil cubana. Los d¨ªas se suced¨ªan entre detenciones domiciliarias, amenazas, c¨¢rcel, vigilancia e interrogatorios de los agentes al servicio de la seguridad del Estado. Un contexto donde tuvo lugar una huelga de hambre colectiva en la sede del movimiento San Isidro, que ocup¨® los titulares de los medios de todo el mundo; la posterior manifestaci¨®n del 27N, en la que un grupo de intelectuales ¡ªTania entre ellos¡ª exigieron un cambio de pol¨ªticas al Ministerio de Cultura; y donde luego estallaron las protestas in¨¦ditas y antisistema de julio de 2021.
Al menos por un a?o, mientras estuvo trabajando en la prestigiosa exposici¨®n internacional Documenta, no sinti¨® que estaba fuera de Cuba, aunque f¨ªsicamente se encontraba lejos. Luego el sentimiento ha transicionado: primero el vac¨ªo, despu¨¦s la adaptaci¨®n. En estos momentos imparte clases de performance, arte social, p¨®dcast y cr¨ªtica. ¡°Harvard es un lugar que me genera deseos de superaci¨®n¡±, dice.
Pregunta. ?C¨®mo es la vida de Tania Bruguera fuera de Cuba?
Respuesta. Es una vida de constante transici¨®n. Como la de todo el que ha sido obligado a irse del pa¨ªs donde naci¨®, tienes que rehacerte. Es un proceso en el que siempre tienes que estar repensando qui¨¦n eres y, sobre todo, cu¨¢l es la utilidad social que tienes o qu¨¦ puedes aportar. Tu funci¨®n cambia y tambi¨¦n tu relaci¨®n con lo que pasa en Cuba. Para m¨ª es importante no quedarme varada en una Cuba que ya fue, en ese terreno de arenas movedizas de la memoria, de viejas victorias que uno revive para sentirse v¨¢lido. Entender d¨®nde est¨¢ la desconexi¨®n que, aunque no es permanente, se ha creado en esa l¨ªnea narrativa colectiva de la que uno es parte. Ver c¨®mo puedes incorporarte sabiendo que ya no te toca estar en primer plano, porque no eres parte de muchas cosas que est¨¢n pasando ah¨ª, aunque todos tengamos un rol en lo que pasa en Cuba. Tambi¨¦n trato de no tener odio. Es un ejercicio dif¨ªcil para muchos, pero siempre he sentido que en el momento en que uno se convierte en odiador, ellos ganan. Porque la dictadura en Cuba est¨¢ reducida a emociones muy binarias, se mueve en un espectro emocional muy limitado. Yo trato de no caer en esas trampas y las vigilo todo el tiempo. Trato de comportarme como ese ser social que quiero ser, no quiero esperar, quiero vivir el futuro que queremos para Cuba ya.
P. Un d¨ªa estaba forcejeando cara a cara contra el poder en Cuba y ahora est¨¢ en Estados Unidos, y m¨¢s que Estados Unidos en Boston, y m¨¢s que Boston en Harvard. ?Lucha ahora contra otro tipo de poder?
R. Injusticias hay dondequiera y yo protesto contra todo lo que creo que est¨¦ mal, no me importa d¨®nde sea, ni lo que me cueste. Y aqu¨ª he vocalizado mis opiniones de cosas que pod¨ªan haberse manejado diferente. Estoy en Estados Unidos porque es donde siempre me han brindado oportunidades profesionales, pero no es el lugar que yo hubiera escogido para vivir. Preferir¨ªa vivir en Islandia o en un pa¨ªs donde pueda confrontar otro modelo de sociedad.
P. Algunas de sus obras ¡ªdigamos El susurro de Tatlin¡ª tienen a Cuba como escenario. ?Cu¨¢n diferente es hacer su arte en La Habana o en otra ciudad del mundo, y cu¨¢nto en una plaza o una galer¨ªa?
R. Algunas obras, si no se hacen en La Habana, no tienen sentido. Esta me la compr¨® el Guggenheim y yo les tengo prohibido hacerla en vivo, solamente si en Estados Unidos hubiera una restricci¨®n de la libertad de expresi¨®n. Porque el problema es que muchas de las obras que son pol¨ªticas se abaratan o pierden su sentido cuando lo que lo hace existir, no est¨¢. Con esa obra entend¨ª lo que era poner el dedo en la llaga. Fue en 2009 y me cost¨® que fuera la ¨²ltima vez que pude exponer en una instituci¨®n en Cuba, pero vali¨® la pena. A partir de esa experiencia cre¨¦ el concepto de ¡®arte para un tiempo pol¨ªtico espec¨ªfico¡¯. Entend¨ª las consecuencias de hacerlo, pero tambi¨¦n lo que se disfruta saber que vale la pena perder algo por hacer la obra que tienes que hacer, cuando tienes que hacerla y donde tienes que hacerla.
P. Pero Tania es una artista m¨¢s all¨¢ de Cuba, una artista internacional. ?Cu¨¢n cubano es su arte?
R. Mi arte es cubano fuera de Cuba y es internacional en Cuba. Me ha costado mucho trabajo, he tenido una carrera muy lenta, porque no he ca¨ªdo en ninguno de los clich¨¦s. El arte pol¨ªtico no gusta no solo en Cuba, sino en ning¨²n lugar, porque a nadie le gusta meterse con el poder. Yo he tratado de regirme por una ¨¦tica en mi trabajo, no he expuesto en ciertos lugares, no he aceptado ciertos apoyos. Ha sido dif¨ªcil. He tenido que decir ¡°no¡± a cosas que hubieran precipitado mi carrera, y decir ¡°s¨ª¡± a otras que no me interesaban tanto, en una b¨²squeda por ser coherente.
P. Varios de sus performances tuvieron lugar en sitios como tu propia casa en La Habana, museos estatales o espacios p¨²blicos como la Plaza de la Revoluci¨®n. Incluso tuvo una c¨¢tedra de formaci¨®n de artistas, algo que hoy parece impensable. ?Cuba nunca ha estado peor que ahora?
R. Cuando uno piensa que Cuba lleg¨® a su l¨ªmite, los que la dirigen demuestran que siempre pueden llegar m¨¢s bajo. Cuba es un estado fallido. Hoy las instituciones independientes, aun con recursos m¨ªnimos, funcionan mejor que las instituciones estatales cubanas. Y algo que no quieren ver los gobiernos de otros pa¨ªses es que nada se va a resolver hasta que haya ciertas garant¨ªas pol¨ªticas para los cubanos.?Los que est¨¢n en el poder hoy han dejado saber claramente que todo lo que quieren es aferrarse a ese poder, no importa si da?an al pueblo en su empe?o. Los dirigentes en Cuba olvidaron que gobernar es servir, y lo que hacen es servirse del Gobierno.
P. La figura de la artista Ana Mendieta le ha servido para pensar Cuba y para entender que el pa¨ªs no es la imagen de un hombre que estuvo m¨¢s de medio siglo en el poder. ?Cree que Cuba es una imagen m¨¢s femenina, en contraste con lo que siempre hemos visto?
R. Lo que creo es que Cuba no es una isla, y eso me lo ense?¨® Ana Mendieta. Se supon¨ªa que ella iba a ir a Cuba y la iba a conocer. Esta obra (Homenaje a Ana Mendieta) la hago pocos meses despu¨¦s de que falleciera. Me fascinaba la idea de que Cuba pod¨ªa estar manifestada de muchas maneras y en muchos lugares. Se empezaban a ir mis amigos, la generaci¨®n de los ochenta, y esta obra es como un reverso de la de Ana Mendieta. A ella le faltaba la isla y a m¨ª me faltaba la gente de la isla. Cuba siempre ha sido una idea, una proyecci¨®n. Cuba nunca ha existido y no existe, siempre ha sido una proyecci¨®n de alguien. Lo que pasa es que cuando llega la Revoluci¨®n hubo un intento de pretender que era la proyecci¨®n de todos, cuando en realidad era la proyecci¨®n de uno. Ese fue el juego emocional que hicieron con nosotros, hacernos creer que todos pod¨ªamos proyectar la idea de pa¨ªs. Y ahora mismo Cuba existe menos. Creo que su futuro debe ser femenino. Valdr¨ªa la pena que se probara una Cuba feminista.
P. Si no hubiese nacido en un r¨¦gimen totalitario, ?su arte hubiese sido el mismo? ?Hubiese ido contra el poder?
R. No lo creo, he pensado mucho qu¨¦ arte hubiera hecho. Los mecanismos de censura y las estrategias para quitarle las ganas de pelear a la gente est¨¢n en todos lados. En el mismo mundo del arte existe mucha injusticia. Yo s¨ª creo que estar¨ªa metida en luchas por justicia social, pero quiz¨¢s no fuera artista. Tambi¨¦n hay que tener en cuenta una cosa: en Cuba la dictadura intenta hacerte la persona que a ellos les es c¨®modo que seas, pero despu¨¦s te das cuenta de que eso pasa en todos los espacios de poder. Entonces, la batalla no es solo pol¨ªtica, sino una batalla de identidad todo el tiempo. No es aleatorio, todo est¨¢ muy bien pensado, llevan m¨¢s de 60 a?os usando esa identificaci¨®n del enemigo interno. Yo siempre he luchado contra eso, que no me definan.
P. Ha dicho que se niega a responder a la pregunta de: ¡°?Se fue, se qued¨®, se exili¨®?¡±, y que nunca ha aceptado los conceptos de emigraci¨®n o de exilio...
R. Yo sigo sin dejar que la dictadura en Cuba defina qui¨¦n yo soy. Cuando est¨¢s en Naciones Unidas denunciando lo que te han hecho, tienes que usar el lenguaje est¨¢ndar propio de esas organizaciones, el del exiliado, expatriado. Pero yo no acepto nada de eso, porque no voy a dejar que la dictadura decida qui¨¦n yo soy.
P. ?Va a volver?
R. Hoy te dir¨ªa que no, pero esa respuesta es tambi¨¦n un mecanismo de defensa, porque no me permiten volver.
P. ?Ha experimentado la derrota?
R. He sacado lecciones y entendido que la dictadura en Cuba aspira a humillarte, a que no puedas estar orgulloso de ti mismo. Yo me di cuenta de que el logro mayor de la dictadura es cuando hace que no te puedas mirar al espejo. No lo veo como una guerra de victorias o derrotas, sino como una acumulaci¨®n de voluntades que va tomando terrenos. Veo que ellos tambi¨¦n han tenido derrotas conmigo y con el movimiento activista y opositor en Cuba, porque hay cosas que hemos logrado hacer y ellos no han podido reaccionar o evitar. Las cosas que me han pasado no las veo como derrota, sino como aprendizaje. Lo que tenemos nosotros que no tiene esa dictadura es una visi¨®n de futuro, en parte porque lo est¨¢n condicionando a otras naciones, tienen una actitud autocolonizadora. El futuro que nos imaginamos los que estamos fuera y muchos de los que est¨¢n dentro es un futuro hecho por nosotros mismos, que va a ser dif¨ªcil, va a costar tiempo y recursos, pero hecho por nosotros. Los que est¨¢n en el poder en Cuba est¨¢n debilitados. La violencia y la necropol¨ªtica se han convertido en sus ¨²nicas posibilidades. Los cubanos hoy tenemos un deber: decir, donde quiera que nos paremos, donde quiera que estemos, que Cuba es una dictadura.
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