C¨®mo la migraci¨®n marc¨® la agenda pol¨ªtica de Estados Unidos en 2024
Donald Trump gan¨® las elecciones con la promesa de deportar a 11 millones de migrantes, Joe Biden restringi¨® el derecho al asilo en la frontera y Estados como Texas se rebelaron contra la respuesta de Washington a la crisis migratoria


Pocos temas marcaron la agenda pol¨ªtica de Estados Unidos en 2024 como lo hizo la migraci¨®n. En gran medida porque fue un a?o electoral en el que el candidato que gan¨® las elecciones del pa¨ªs, Donald Trump, hizo del asunto el eje central de su campa?a. Es innegable que el republicano acapar¨® el debate pol¨ªtico y p¨²blico en torno a la cuesti¨®n, con sus insultos contra la comunidad migrante y sus promesas de cerrar la frontera y deportar a millones de personas. Pero 2024 fue tambi¨¦n un a?o decisivo para el Partido Dem¨®crata en materia migratoria. El presidente Joe Biden apost¨® por adaptar una postura m¨¢s dura en el asunto: restringi¨® el derecho al asilo en la frontera y deport¨® la cifra m¨¢s alta de migrantes en una d¨¦cada.
2024 tambi¨¦n ha sido a?o en el que se ha conocido que la inmigraci¨®n extranjera contribuy¨® al mayor crecimiento demogr¨¢fico de Estados Unidos en m¨¢s de 20 a?os, que los migrantes indocumentados han contribuido con millones de d¨®lares en impuestos a la econom¨ªa estadounidense y que solo la llegada de m¨¢s de ellos permitir¨¢ el crecimiento de la fuerza laboral del pa¨ªs en los pr¨®ximos a?os. Sin embargo, a pesar de todas las formas en las que se demostr¨® que la migraci¨®n fue ¡ªy seguir¨¢ siendo¡ª beneficiosa para el pa¨ªs, en los ¨²ltimos 12 meses se produjo un notable giro a la derecha en la pol¨ªtica migratoria estadounidense. Estas son las claves de c¨®mo ocurri¨® ¡ªy c¨®mo ese cambio influir¨¢ tambi¨¦n en 2025 bajo una segunda Administraci¨®n Trump.
¡°Se est¨¢n comiendo a los perros¡±: una campa?a electoral sobre la migraci¨®n
Uno de los momentos que mejor resume la campa?a electoral de este a?o fue en el que Trump dijo durante el ¨²nico debate entre los dos candidatos presidenciales [hubo uno anterior entre el magnate y Joe Biden] que los migrantes haitianos que han llegado en los ¨²ltimos a?os a una localidad de Ohio a trabajar se comen las mascotas de sus vecinos. ¡°En Springfield, los que han entrado se est¨¢n comiendo a los perros, se est¨¢n comiendo a los gatos. Se est¨¢n comiendo a las mascotas que viven all¨ª. Esto es lo que est¨¢ pasando en nuestro pa¨ªs, y es una verg¨¹enza¡±, asegur¨® el republicano aquella noche del 10 de septiembre.
Aunque Trump ya ven¨ªa diciendo barbaridades sobre la comunidad migrante antes del debate, en cierto modo ese comentario las resum¨ªa todas. La afirmaci¨®n ¡ªsin base alguna¡ª hac¨ªa hincapi¨¦ en su creencia de que los migrantes son criminales que cruzan a Estados Unidos a hacerle da?o a las comunidades nativas, ya sea rob¨¢ndoles sus trabajos o, como insisti¨® sobre Springfield a pesar de que sus comentarios fueron desmentidos en m¨²ltiples ocasiones, comi¨¦ndose sus mascotas. El comentario, viralizado por las redes, aliment¨® el odio racista hacia los migrantes no solo en el Estado del Medio Oeste, sino en todo el pa¨ªs.
Trump se aprovech¨® del sentimiento antimigraci¨®n que se gestaba entre la poblaci¨®n ¡ªtambi¨¦n entre algunos inmigrantes¡ª para impulsar sus propuestas migratorias m¨¢s radicales, incluyendo su pol¨ªtica estrella, las deportaciones masivas de 11 millones de personas, y asegurarse la vuelta al poder. Tras ganar las elecciones del 5 noviembre, el republicano consolid¨® un equipo de halcones antimigraci¨®n para llevar a cabo su agenda en la materia a partir del pr¨®ximo 20 de enero, cuando asuma el cargo de presidente.
Los dem¨®cratas endurecen su postura
A pocos meses de las elecciones, mientras Trump ganaba impulso criticando a la Administraci¨®n Biden por no hacer lo suficiente para hacer frente a la crisis migratoria, el presidente dem¨®crata se vio obligado a actuar y anunci¨® en junio que negar¨ªa el tr¨¢mite del asilo a los migrantes que lo solicitaran mientras la frontera con M¨¦xico estuviese saturada. Primero, Biden condicion¨® el derecho al asilo a que el n¨²mero de detenciones en la frontera fuera de 2.500 personas diarias en promedio a lo largo de siete d¨ªas. Luego, rebaj¨® la cifra m¨¢gica a¨²n m¨¢s: desde septiembre, los arrestos deben estar por debajo de los 1.500 de media al d¨ªa durante 28 d¨ªas consecutivos para que se levante la suspensi¨®n a las solicitudes de asilo. Con ese ¨²ltimo cambio, el presidente hizo pr¨¢cticamente imposible que las restricciones desaparecieran antes de que Trump regrese a la Casa Blanca.
Desde entonces, la medida, como era de esperar, ha reducido considerablemente el n¨²mero de cruces fronterizos ilegales, despu¨¦s de que estos alcanzaran m¨¢ximos hist¨®ricos durante los primeros tres a?os del Gobierno de Biden. Sin embargo, las restricciones supusieron un giro de 180 grados en las pol¨ªticas migratorias del presidente, que como candidato durante las elecciones de 2020 en las que derrot¨® a Trump prometi¨® que crear¨ªa una hoja de ruta hacia la ciudadan¨ªa para los mismos migrantes irregulares que Trump ahora promete deportar.
Aunque est¨¢ por verse si Trump lleva finalmente a cabo las deportaciones masivas, dados los numerosos desaf¨ªos a los que se enfrentar¨¢ ¡ªdesde lo econ¨®mico y log¨ªstico a lo legal¡ª, lo que s¨ª est¨¢ demostrado es que Biden deport¨® en 2024 la cifra m¨¢s alta de migrantes en una d¨¦cada. Solo en su ¨²ltimo a?o de gobierno, el dem¨®crata expuls¨® del pa¨ªs a 271.484 no ciudadanos, por encima del r¨¦cord de Trump (267.260 en 2019) y la cantidad m¨¢s alta de deportaciones registrada por un presidente desde Barack Obama en 2014.

La batalla por la ley SB4 en Texas: los Estados se rebelan en materia migratoria
La inmigraci¨®n no solo dict¨® la pol¨ªtica a nivel federal este a?o, sino que tambi¨¦n marc¨® las agendas de algunos Estados. Cansados de las pol¨ªticas migratorias de la Administraci¨®n Biden y alentados por Trump, varios gobernadores republicanos y legislaturas estatales intentaron promulgar sus propias leyes para abordar directamente la crisis migratoria. Un ejemplo de ello es la controvertida ley antimigrante que Texas intent¨® sacar adelante en marzo y que dio lugar a una larga batalla legal entre el Estado y el Gobierno federal que todav¨ªa no se ha resuelto.
Bajo la llamada ley SB4, que el gobernador de Texas, Greg Abbott, firm¨® en diciembre del a?o pasado y que deb¨ªa entrar en vigor el 5 de marzo, los cuerpos de seguridad estatales podr¨ªan solicitar los papeles de cualquier persona para detenerla y deportarla a M¨¦xico. La norma no est¨¢ en vigor porque unos d¨ªas antes de que tomara efecto, un juez federal la bloque¨®, desencadenando un largo proceso de impugnaciones legales que contin¨²a a d¨ªa de hoy. La ley entr¨® brevemente en vigor el 19 de marzo, pero fue paralizada horas despu¨¦s hasta nuevo aviso.
No obstante, aunque se mantenga bloqueada a la espera del resultado de un recurso legal en su contra, la norma sirvi¨® para inspirar otras leyes similares en diferentes Estados. Desde que SB4 fue frenada, al menos seis Estados han aprobado sus propias versiones de la ley: Georgia, Iowa, Luisiana, Oklahoma, Tennessee y Arizona. Al igual que la SB4, estas normas crean nuevos delitos que castigan el acto de cruzar a un Estado sin estatus legal y, o bien autorizan a las autoridades locales a detener y deportar a quienes cometan este delito, o exigen que estas cooperen con las autoridades federales para hacerlo.
Hasta ahora, todas estas leyes permanecen bloqueadas. Pero si la ley de Texas entrase en vigor, allanar¨ªa el camino para las dem¨¢s. En al menos dos de estas legislaciones ¡ªla de Luisiana y la de Arizona¡ª se incluy¨® una provisi¨®n que establece que las normas deben entrar en vigor solo cuando la de Texas lo haga. De momento, solo el Gobierno federal puede deportar a personas, algo que la ley texana cambiar¨ªa al abrir la puerta a que esta facultad quede tambi¨¦n en manos de los Estados. El futuro de estas leyes se decidir¨¢ durante la pr¨®xima Administraci¨®n Trump.
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