100 d¨ªas de movimiento
Es demasiado pronto para dar un veredicto de la presidencia de Gustavo Petro, pero hay una cosa clara: no se ha quedado quieto
Aunque han pasado ya muchas cosas, es pronto para hacer un balance general del Gobierno de Gustavo Petro. Tal vez todav¨ªa lo sea, pero el pr¨®ximo martes cumple los simb¨®licos 100 d¨ªas en el poder, alrededor del 7% de su cuatrienio. Todav¨ªa falta mucho por venir, pero su mandato en este poco tiempo ya ha sido hist¨®rico.
Lo fue su elecci¨®n, la primera de un exguerrillero y un pol¨ªtico caracterizadamente de izquierda en la Colombia contempor¨¢nea. Lo fue el primer d¨ªa, cuando dio un golpe a la mesa al exigir la presencia de la espada de Bol¨ªvar en su ceremonia de posesi¨®n. Y ni siquiera hab¨ªan pasado 24 horas desde ese acto lleno de simbolismo cuando su ministro de Hacienda, Jos¨¦ Antonio Ocampo, junto a otros miembros del Gobierno, estaba presentando en el Congreso la primera versi¨®n de la reforma tributaria que buscaba recaudar 26 billones de pesos adicionales en 2023, el 1,78% del PIB. Desde ese momento hasta ahora, el proyecto, que ya aprob¨® el Congreso, ha reducido la nueva recaudaci¨®n hasta el 1,1 del PIB, pero su esencia se mantiene.
Los cambios en la primera gran reforma legislativa evidencian la flexibilidad, buena o mala, del Gobierno. Para algunos, demuestran la capacidad de adaptaci¨®n y la apertura a las cr¨ªticas, el no tener miedo a rectificar ¨Cmantener el beneficio a la gasolina en zonas de frontera o eliminar el impuesto extraordinario a las exportaciones de oro, son prueba de ello-. Para otros, se?ala una administraci¨®n presa del mismo clientelismo pol¨ªtico ¡°de siempre¡± que se supon¨ªa ven¨ªa a derribar -aqu¨ª los cr¨ªticos sacan a la luz la eliminaci¨®n del impuesto a pensiones mayores de 10 millones de pesos, que afectaba a menos del 1% de los adultos mayores. En cualquier caso, ya sea por astuto negociador o por repartidor de mermelada y, aunque los impactos macroecon¨®micos siguen por verse, el Gobierno ha avanzado la reforma fiscalmente m¨¢s ambiciosa de la historia reciente del pa¨ªs, y en tiempo r¨¦cord.
La cosa est¨¢ menos clara, y por su naturaleza es m¨¢s compleja, con la que Petro ha mostrado como una gran bandera, la llamada paz total. Una vez se confirm¨®, a principios de septiembre, que la guerrilla del ELN estaba lista para dialogar y, con ello, se superaba la primera gran prueba en la materia, quedaba claro que las pruebas siguientes ser¨ªan tan complicadas como ella, o incluso m¨¢s. La cuesti¨®n de c¨®mo lidiar con las disidencias de las FARC y la llamada Nueva Marquetalia, liderada por Iv¨¢n M¨¢rquez, es clave, pues la paz total tiene el reto de construir sobre lo logrado por el acuerdo de paz de 2016. Asimismo, la pregunta de c¨®mo acoger a los grupos criminales ofreciendo una soluci¨®n penal todav¨ªa no tiene una respuesta clara. De todas maneras, Petro avanza. Hace apenas unos d¨ªas firm¨® la ley que le permite llevar a cabo las negociaciones necesarias y la evidencia de Buenaventura, donde los homicidios se han detenido y las dos principales bandas han declarado una tregua en apoyo a la paz total, marca esas victorias tempranas.
Otro campo en el que el presidente se ha movido sustancialmente es el de las relaciones exteriores. La principal acci¨®n ha sido revivir las relaciones con Venezuela. En estos tres meses se han ido cumpliendo elementos de una larga lista a un ritmo vertiginoso, incluyendo la visita de Petro a Maduro la semana pasada, el primer encuentro de los mandatarios de los pa¨ªses vecinos desde 2015. Pero la ambici¨®n de Petro es mayor: quiere facilitar el retorno democr¨¢tico a Venezuela en las elecciones de 2024 y elevarse as¨ª en un l¨ªder regional. La restauraci¨®n de la mesa de di¨¢logo entre el Gobierno de Maduro y la oposici¨®n en Ciudad de M¨¦xico tras la visita a Caracas es otro logro temprano.
Esa b¨²squeda de perfilarse internacionalmente se ha visto claramente en escenarios globales. Uno fue la primera Asamblea General de la ONU presencial en tres a?os, en la que se present¨® al mundo con un discurso en el que cuestion¨® la guerra contra las drogas de frente, abog¨® por una defensa medioambiental sin medias tintas y critic¨® el sistema capitalista. Su segunda aparici¨®n se ha dado esta misma semana, en la COP27, en la que reiter¨® su mensaje: ¡°Es hora de la humanidad, no de los mercados¡±, dijo en su intervenci¨®n. Sin embargo, Colombia no es una potencia mundial, y eso es algo que Petro no puede cambiar. Ya se reuni¨® con el presidente electo de la mayor potencia regional, Luiz Inacio Lula da Silva, cuando el apoyo de Brasil es fundamental para impulsar su agenda internacional que se basa en una profunda integraci¨®n regional.
Para terminar quedan las inc¨®gnitas, o las m¨¢s visibles de ellas en estos 100 d¨ªas. La transici¨®n energ¨¦tica, otra bandera del Gobierno, ha producido pol¨¦mica tras pol¨¦mica. La ministra de Minas y Energ¨ªa, Irene V¨¦lez, se ha visto cuestionada y los mercados no han reaccionado bien a su propuesta de terminar la exploraci¨®n de hidrocarburos en el pa¨ªs, que la llev¨® incluso a hablar de importar gas de Venezuela (es decir, seguir quemando hidrocarburos). Lo que suceda en este frente ser¨¢ clave para la econom¨ªa. El futuro de la joven reforma agraria, otra promesa central de Petro, tambi¨¦n est¨¢ por verse. Despu¨¦s de acordar con Fedeg¨¢n la compra de tres millones de hect¨¢reas de tierras a ser redistribuidas entre campesinos, han saltado a la luz las complicaciones del plan, desde el aval¨²o hasta el pago. Y ahora, con la tributaria ya encaminada, se presenta la nueva reforma protagonista del debate nacional: la reforma a la salud. ?Marcar¨¢ los siguientes 100 d¨ªas?
En fin, aunque es pronto para dar un veredicto, si este ejercicio de repaso deja claro algo, es que este Gobierno no se ha quedado quieto en sus primeros 100 d¨ªas.
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