Viaje por el Riachuelo: c¨®mo se est¨¢ limpiando el r¨ªo m¨¢s contaminado de Argentina
La Corte Suprema orden¨® hace 15 a?os el saneamiento de la cuenca, donde viven casi cinco millones de personas. EL PA?S recorre un tramo junto al equipo que est¨¢ a cargo de la tarea
Luc¨ªa de los R¨ªos sab¨ªa cu¨¢ndo cruzaba la frontera sur de la ciudad de Buenos Aires por el olor agrio que desprend¨ªa el r¨ªo. Las emisiones industriales, los desechos cloacales, los trenes viejos, m¨¢s basura, los cad¨¢veres compon¨ªan una caldo denso y f¨¦tido que se estancaba en el cauce principal de la cuenca Matanza-Riachuelo. ¡°Este era el basural de la ciudad de Buenos Aires¡±, cuenta De los R¨ªos, a bordo de un barco que navega este jueves por all¨ª. El agua ya no apesta y el cauce se puede atravesar. El saneamiento del curso empez¨® hace 15 a?os. Algunas familias fueron reubicadas y m¨¢s de 45.000 toneladas de basura se retiraron solo en 2022, seg¨²n los registros. Pero falta y algunas organizaciones son cr¨ªticas con los avances.
El curso principal de la cuenca Matanza-Riachuelo recorre casi 70 kil¨®metros y desemboca en el R¨ªo de la Plata. Durante m¨¢s de 200 a?os, all¨ª fueron a parar toneladas de desechos. Era, se dec¨ªa, un reflejo de la desidia del Estado. En los noventa, una ministra prometi¨® que el agua ser¨ªa potable ¡°en 1.000 d¨ªas¡±, pero han pasado tres d¨¦cadas desde entonces. La zona, que atraviesa 14 municipios habitados por casi cinco millones de personas, es todav¨ªa una de las m¨¢s afectadas ambiental y socialmente de Argentina, y se ubica entre las m¨¢s contaminadas del mundo.
El barco avanza este jueves por el cauce, un recorrido de 11 kil¨®metros en la cuenca baja, donde est¨¢n las peores condiciones porque la densidad poblacional es alta y el grado de urbanizaci¨®n e industrializaci¨®n es mayor. Es tambi¨¦n la zona m¨¢s cercana a los barrios tur¨ªsticos de la capital. De all¨ª se sacaron en estos a?os alrededor de 80 barcos y 100 coches que se oxidaban en el fondo. El r¨ªo es navegable en esta zona, pero la circulaci¨®n a¨²n no est¨¢ autorizada, salvo casos puntuales, porque el movimiento de las embarcaciones remueve los sedimentos del r¨ªo, que contienen metales pesados.
A los costados, se levantan edificios industriales, barracas patrimoniales del siglo XIX, silos que ya fueron adquiridos por desarrolladores inmobiliarios. Algunas familias que se hab¨ªan asentado sobre las m¨¢rgenes fueron reubicadas en complejos habitaciones como el barrio Orma, a pocos metros de all¨ª. Otras no ser¨¢n realojadas como estaba previsto. Es el caso de Villa Inflamable, un asentamiento que fue declarado inhabitable y que las autoridades aseguran que ser¨¢ urbanizado. En este barrio es com¨²n que los habitantes tengan enfermedades cut¨¢neas y respiratorias por estar expuestos a un ambiente t¨®xico. All¨ª empez¨® todo.
En 2004, un grupo de 17 personas present¨® una acci¨®n judicial contra el Estado Nacional, la provincia y la ciudad de Buenos Aires y 44 empresas por los da?os causados por la contaminaci¨®n de la cuenca. La causa tom¨® el nombre de Beatriz Mendoza, una psic¨®loga social que trabajaba en el barrio, ubicado sobre un polo petroqu¨ªmico en la cuenca, y que ten¨ªa seis veces m¨¢s tolueno en su sangre que el l¨ªmite tolerable en una persona. Dos a?os despu¨¦s, la Corte Suprema intim¨® a los demandados a presentar un plan de saneamiento.
As¨ª surgi¨® la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (Acumar), que coordina el trabajo con los tres gobiernos y que ha organizado la navegaci¨®n de la que participa EL PA?S este jueves. En 2008, finalmente se dict¨® un fallo hist¨®rico que orden¨® el saneamiento de la zona y la creaci¨®n de un cuerpo colegiado para controlar la implementaci¨®n del plan. En 15 a?os, ha habido llamadas de atenci¨®n de la Corte, instando a Acumar a cumplir los plazos ordenados; disputas pol¨ªticas por la reubicaci¨®n de los asentamientos aleda?os al r¨ªo; cambios de autoridades y la separaci¨®n de un juez de la causa por presuntas irregularidades en la contrataci¨®n de obras para el saneamiento de la cuenca.
Pese a todo, hoy la escena dista mucho de la que hab¨ªa al comienzo. El agua ha perdido la densidad viscosa de hace dos d¨¦cadas y la pestilencia. Por all¨ª, circulan peque?os barcos que recogen desechos diariamente y hay barreras flotantes que frenan el avance de los residuos. El trabajo de limpieza lo completan recolectores ¨Cmuchos de ellos miembros de cooperativas¨C que juntan la basura de las m¨¢rgenes. Acumar calcula que en el ¨²ltimo a?o se retiraron 3.400 toneladas de residuos del agua ¨Cprincipalmente ramas, neum¨¢ticos y pl¨¢sticos¨C y m¨¢s de 23.800 toneladas del lecho. Adem¨¢s, los bordes del r¨ªo son ahora accesibles y en algunos puntos se realizan diferentes actividades culturales, educativas, deportivas o tur¨ªsticas.
¡°Estamos en una primera etapa, en la que dejamos de contaminar la cuenca¡±, avisa Daniel Larrache, director ejecutivo de Acumar. Este jueves, se ven algunas aves sobre el r¨ªo y el radar del barco de Acumar muestra unos pocos peces. Hay tambi¨¦n tortugas y a veces se ven garzas. En las m¨¢rgenes, se han implantado especies vegetales que acumulan y transforman sustancias t¨®xicas, y tambi¨¦n se han desarrollado viveros municipales para la producci¨®n de especies nativas. Pero el ecosistema no est¨¢ recuperado. La calidad del agua, por ejemplo, es ¡°regular¡±, ¡°mala¡± o ¡°muy mala¡± en 20 de las 35 estaciones de monitoreo del organismo.
Larrache reconoce que ¡°falta mucho¡±, pero defiende el ¡°camino trazado¡±. Concretamente, tres proyectos. El primero es un sistema de t¨²neles que derivar¨¢n los residuos cloacales hacia una planta de tratamiento y, de all¨ª, al R¨ªo de la Plata; es, seg¨²n plantean, la mayor obra sanitaria desde 1945 y estar¨¢ lista a fin de a?o. El segundo es la creaci¨®n de un polo para la radicaci¨®n de curtiembres de la cuenca y el tercero, ya concretado, es el traslado de un hist¨®rico mercado agroganadero a otra zona. ¡°Si no hac¨ªamos estas obras y si no mantenemos estas pol¨ªticas de cuidado y limpieza, la cuenca nunca iba a mejorar¡±, apunta Larrache.
¡°El problema est¨¢ en lo que no se ve¡±
Organizaciones de la sociedad civil, sin embargo, muestran reparo. ¡°Es innegable que hubo mejoras¡±, advierte Mariano Villares, fundador de Sustentabilidad sin Fronteras. Pero agrega que ¡°la mejora no es proporcional al tiempo y a la cantidad de dinero que se destin¨®¡±. Acumar cuenta este a?o con un presupuesto de 20 millones de pesos (56.000 d¨®lares, al cambio oficial), a los que se suma el dinero que destinan el Estado nacional, el provincial y los diferentes municipios. ¡°Es una de las principales causas ambientales del pa¨ªs. Si no se logra sanear el Riachuelo, ?qu¨¦ le queda a las otras causas?¡±, cuestiona Villares.
El cuerpo colegiado que controla el plan de saneamiento emiti¨® una declaraci¨®n en julio de 2022 que advert¨ªa de que ¡°ninguno de los objetivos¡± se hab¨ªan logrado. ¡°La calidad del agua del Riachuelo no ha mejorado, nuevos basurales clandestinos emergen hasta el d¨ªa de hoy y la poblaci¨®n relocalizada apenas supera el 30% de las soluciones habitacionales acordadas en 2010¡å, dice el texto, que contin¨²a: ¡°Las industrias siguen liberando sustancias contaminantes al agua y no tienen l¨ªmites establecidos para sus emisiones de gases y part¨ªculas t¨®xicas a la atm¨®sfera¡±.
Ese es uno de los puntos que m¨¢s preocupa a Alfredo Alberti, presidente de la asociaci¨®n de vecinos del barrio de La Boca, que integra el cuerpo colegiado. ¡°El tema en el Riachuelo hoy est¨¢ en lo que no se ve¡±, advierte. ¡°Se ha trabajo mucho y muy bien en [mitigar] la contaminaci¨®n visual, en el maquillaje de la cuenca, en lo que se ve¡±, dice el activista y recuerda los a?os en los que el cauce ¡°era una alfombra de basura y perros muertos¡±. ¡°El material flotante hoy no existe, pero lo que enferma y mata es lo que va por debajo¡±, se?ala.
Seg¨²n los datos del propio organismo, casi la mitad de las industrias que funcionan en la zona no han adecuado sus pr¨¢cticas para mitigar la contaminaci¨®n del agua, el aire y el suelo. La tendencia hist¨®rica, se?ala el organismo, es ¡°positiva¡± y se ha conseguido que el 56% de los establecimientos est¨¦n ¡°ambientalmente adecuados¡±. El porcentaje de cumplimiento de este indicador ha aumentado ¡°en nueve trimestres consecutivos¡±, seg¨²n el anuario de Acumar. Sin embargo, los vertidos industriales, junto con los residuos, suponen todav¨ªa el 30% de los contaminantes ¨Cel 70% restante corresponde a los desechos cloacales¨C.
Larrache defiende el ¡°proceso¡±. ¡°Clausurar ser¨ªa sencillo. Si se clausura, no contamina m¨¢s, pero tampoco da m¨¢s trabajo. Hay que persuadir a las empresas de que su producci¨®n tiene que cumplir con las normativas ambientales¡±, dice Larrache, que calma la ¡°ansiedad¡± con ejemplos extranjeros: ¡°En otras ciudades del mundo, con cuencas comparables en tama?o y complejidad, ha llevado muchas d¨¦cadas: cuatro a Londres, m¨¢s de tres a Bilbao, le lleva ya m¨¢s de 20 a?os al Tiet¨¦ en Brasil¡¡±. El Riachuelo, dice, arranca reci¨¦n una ¡°segunda etapa¡±: ¡°La cuenca era el fondo de la ciudad. Ahora, se empieza a ver que est¨¢ en proceso de saneamiento. Falta, pero hay cosas que son evidentes¡±.
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