La virtud y la necesidad
El pol¨ªtico deber¨ªa representar al ciudadano que duda en lugar de intentar convencer a sus electores de que tomar una decisi¨®n exige desacreditar todas las razones que se oponen a ella
Ruido y furia
No hay boca (ni teclado) capaz de decir cosas inteligentes sin descanso y, si as¨ª fuese, ning¨²n o¨ªdo las soportar¨ªa
La lucha por el diccionario
La utilizaci¨®n de las palabras en la pugna pol¨ªtica sin que la audiencia analice su significado coloca la contienda m¨¢s en la testosterona que en la raz¨®n
El punto de vista de Julio Caro Baroja
El centro del mundo no se halla nunca donde est¨¢ uno, pero es vano buscar lugares o tiempos mejores
Las pasiones y las emociones
Hace falta tratar con respeto a ese motor impersonal que nos conduce a hacer cosas que no har¨ªamos
Las utop¨ªas se realizan a veces
Nuestro inconsciente ver¨¢ como signo de mal ag¨¹ero durante mucho tiempo la vida ¡®online¡¯ de estos d¨ªas
Filosof¨ªa del virus
En tesituras como la actual, lo ¨²nico que puede contar como actuaci¨®n es la sobreactuaci¨®n: obrar de un modo que no sea aparatoso y que no ocupe todo el escenario ser¨ªa como no hacer nada
Lo pedante y lo cursi
La pedanter¨ªa es una tara habitual de intelectuales y la cursiler¨ªa abunda en gentes del espect¨¢culo
¡®Fake news¡¯ en tiempos nada inocentes
Cuanto m¨¢s resabiado es el p¨²blico, m¨¢s inerme se halla ante las noticias falsas
Paisajes despu¨¦s de la exhumaci¨®n
La herencia del franquismo que ha triunfado es la que resume el dicho ¡°yo es que voy a lo m¨ªo¡±
Comienzo de curso
Miremos con prevenci¨®n los supuestos ¡°¨²ltimos avances¡± de la disciplina propia y estimulemos el arte de la comparaci¨®n
Paradojas weberianas
Cuando la confianza en el futuro es un obst¨¢culo para la lucidez, la caducidad es digna del mayor aprecio y es urgente
Los derechos del autom¨®vil
Se toma al coche como s¨ªmbolo de la libertad cuando en realidad el usuario es un juguete de sus designios
Sans¨®n y la seducci¨®n filistea
Entre los h¨¢bitos mentales de la derechona y la progres¨ªa guay hay un gran hueco para el pegajoso populismo de centroderecha
La estructura pol¨ªtica de la verdad
Lo verdadero se reconoce porque obliga a cambiar de amigos y porque causa grave lesi¨®n a identidades, individuales o colectivas. Cuando aparece, es un episodio inc¨®modo que se intenta ignorar
El calendario del pr¨ªncipe
La decisi¨®n de alargar o abreviar el desempe?o de la magistratura le corresponde solo a quien la gan¨®
Cincuenta veces mayo
Mayo del 68 permiti¨® quedarse con lo mejor de una revoluci¨®n desechando lo peor. Por fin la revoluci¨®n pod¨ªa dejar de ser una org¨ªa de sangre. Pero, antes de darnos cuenta, la revoluci¨®n neoliberal fue la que venci¨® de manera implacable
Las tijeras y las rejas
El adicto a la severidad penal y el amante de la libertad de palabra son tipos humanos dispares
La hoguera de los escr¨²pulos
La primera superstici¨®n del s¨²bdito actual es creer que el poder est¨¢ en sus manos como el siervo en las del amo y la segunda, rendir culto a la transgresi¨®n. Eso explica que las multitudes puedan elegir a energ¨²menos zafios y desabridos
El fil¨®sofo y el pastelero
El mayor peligro es que la disciplina acabe convirti¨¦ndose en un mero adorno, pero un adorno feo, deteriorado y deste?ido, bastante pretencioso y desde luego muy ¡®kitsch¡¯, como los mu?ecos que se colocan para rematar las tartas nupciales
La melancol¨ªa de la novedad
La vieja pol¨ªtica era una ficci¨®n de poder subordinada al orden neoliberal; la nueva pol¨ªtica puede convertirse en viej¨ªsima muy pronto, porque los espect¨¢culos banalmente transgresores son muy dif¨ªciles de repetir con ¨¦xito
Roc¨ªo Orsi, fil¨®sofa
Figura entre los pensadores espa?oles m¨¢s importantes de su generaci¨®n
Villanos y cortesanos
La ciudad se concibi¨® en torno a Eurovegas, los Juegos y la privatizaci¨®n de hospitales Trasladar la capital a otro lugar ser¨ªa un elemento de alto valor simb¨®lico
Del 98 al 13
M¨¢s de 100 a?os despu¨¦s, las cosas son m¨¢s siniestras de lo que Miguel de Unamuno hubiera llegado a sospechar. Claro que inventaremos nosotros, pero nos tendremos que marchar de Espa?a para hacerlo
La burbuja universitaria
La ideolog¨ªa de la excelencia lleg¨® a imponerse con rapidez y el resultado es el desprecio del conocimiento puro y la seducci¨®n por el lenguaje empresarial. La reflexi¨®n y la cr¨ªtica seguir¨¢n fuera de las facultades
Sin imagen del tiempo
Toda sociedad necesita mitos m¨¢s o menos supersticiosos sobre su pasado y su futuro. De ah¨ª esa inmoderada pulsi¨®n conmemorativa: pudiendo estar gobernados por los muertos, ?por qu¨¦ dejarles el poder a los vivos?
La p¨®cima y la ambros¨ªa
La idea weberiana de una ¨¦tica de la responsabilidad suministra una ret¨®rica elegante a todo pol¨ªtico que est¨¦ en la tesitura de tomar decisiones dif¨ªciles, indecorosas o simplemente impopulares
El saldo de la lengua
Ninguno de los participantes en las recias campa?as de defensa del castellano frente a las pol¨ªticas ling¨¹¨ªsticas perif¨¦ricas ha dicho una sola palabra sobre la imposici¨®n escolar y universitaria del ingl¨¦s
Las vacaciones del siervo
El ciudadano que exige siempre eficiencia en la prestaci¨®n de los servicios p¨²blicos y celebra, por ejemplo, que la gesti¨®n de hospitales pase a manos privadas, se comporta como un criado petulante en su d¨ªa de asueto
Las vacaciones del siervo
El ciudadano que exige siempre eficiencia en la prestaci¨®n de los servicios p¨²blicos y celebra, por ejemplo, que la gesti¨®n de hospitales pase a manos privadas, se comporta como un criado petulante en su d¨ªa de asueto
El s¨²bdito adulado
Los ajustes de la crisis van a ser un estado de excepci¨®n permanente. Las decisiones cruciales ya no las toman los ciudadanos ni sus Gobiernos, sino esos agentes econ¨®micos transnacionales llamados "los mercados"