Los seis discos de la semana
Los cr¨ªticos de Babelia analizan los ¨¢lbumes de Gorillaz, Igor Levit, Laura Veirs, Matt Berninger, Maria Rod¨¦s y Mary Lattimore
Por Xavi Sancho
Este a?o se cumplen 20 de la existencia de Gorillaz, aquel proyecto con aspecto de capricho en el que se embarc¨® Damon Albarn junto al ilustrador Jamie Hewlett cuando se descorch¨® este siglo. En un principio pod¨ªa parecer algo basado en parte en la indulgencia de una estrella, en parte en la necesidad de esa misma estrella de mantener cierta relevancia sin apelar a la nostalgia. Pero hubo un segundo disco de Gorillaz. Y era incluso mejor que el primero. Entonces, las dudas mutaron. Ese proyecto ya iba en serio, de acuerdo, pero no pod¨ªa durar mucho m¨¢s. La ¨²nica duda era si se cansar¨ªan antes sus autores o su p¨²blico. Pero aqu¨ª estamos. S¨¦ptimo disco de Gorillaz... Lee aqu¨ª la cr¨ªtica entera de este ¨¢lbum
SONG MACHINE SEASON ONE: STRANGE TIMEZ
Parlophone
Pensamiento puro
Por Luis Gago
Hay grandes discos por estar muy bien interpretados y hay discos fallidos pero de concepci¨®n irreprochable. Encounter a¨²na lo mejor de ambas opciones: un programa excepcionalmente original, anudado por m¨²ltiples conexiones internas, tocado con la convicci¨®n, el sosiego y la espiritualidad que requieren las piezas elegidas, la perfecta ant¨ªtesis de una selecci¨®n banal o comercial. De entrada, 10 preludios corales para ¨®rgano de Bach reescritos en lo que llam¨® ¡°estilo camer¨ªstico¡± en 1898 su transcriptor, Ferruccio Busoni, uno de los h¨¦roes (con raz¨®n) de Igor Levit y autor asimismo del arreglo para piano de seis de los Preludios corales op. 122, tambi¨¦n para ¨®rgano, de Johannes Brahms, su opus ultimum, su despedida del mundo y un indisimulado homenaje a Bach: casi la expresi¨®n t¨¢cita del deseo de descansar para siempre a su lado y bajo su amparo. El segundo disco se abre con otro testamento brahmsiano, los Cuatro cantos serios, su opus paenultimum, en este caso en la infrecuent¨ªsima recreaci¨®n para piano solo de Max Reger, autor del posterior Nocturno, la primera obra original para el instrumento del ¨¢lbum, que se cierra con Palais de Mari, de Morton Feldman, casi media hora de m¨²sica inm¨®vil, 437 compases falsamente cuasiid¨¦nticos que a algunos les pesar¨¢n como una losa, pero que depositar¨¢n a muchos en un mundo ingr¨¢vido e irreal. Entre tanto disco para piano insulso, cuando no idiota, con hueras exhibiciones de las bondades faciales de sus protagonistas en la portada, Igor Levit se ha hecho retratar de perfil, en un lateral, mirando al suelo. Parece rendir pleites¨ªa a los compositores que toca con devoci¨®n y recogimiento (de Bach a Feldman, que cumple aqu¨ª el papel que desempe?aba Bill Evans en su anterior recital, Live, muy conectado con este), aunque tambi¨¦n pudiera ser que est¨¦ meditando en silencio, que es a lo que invitan prodigios como la colosal fuga de Durch Adams Fall ist ganz verderbt, de Bach, el tercero de los Cantos serios de Brahms (¡°?Oh, muerte, qu¨¦ amarga eres!¡±) o el mantra pian¨ªstico de Morton Feldman. Igor Levit convierte estos dos discos en ¡°pensamiento puro¡±, que es como Paul Hindemith defini¨® la m¨²sica del ¨²ltimo Bach.
ENCOUNTER
Obras de Bach, Brahms, Reger y Feldman / Sony
Luminosos retazos
Por Fernando Navarro
Laura Veirs lleva casi dos d¨¦cadas demostrando ser una de las voces m¨¢s sugerentes del indie-folk de este siglo. Calidad que qued¨® constatada con una sobresaliente triada de discos (Carbon Glacier, Year of Meteors y Saltbreakers) entre 2004 y 2007 y ese proyecto junto a Neko Case y k. d. lang. Cada trabajo ofrece destellos de una compositora con la dulzura de Carole King, pero la exploraci¨®n de las mejores espadas indies del ¨²ltimo cuarto de siglo. My Echo aparca el folk de ecos solemnes de The Lookout hacia una ligereza m¨¢s gratificante, abundante en retazos bellos y luminosos a pesar de que la soledad y el desmoronamiento de la relaci¨®n con su pareja son el alma de las canciones. La b¨²squeda interior concluye en una obra m¨¢s que notable
MY ECHO
Bella Union / PIAS!
Derrotado por el peso de la vida
Por I?igo L¨®pez Palacios
La forma de cantar de Matt Berninger resulta familiar. Puede recordar a un Eels sin trastornos de personalidad, o a un Bono sin delirios de grandeza. Es su tono lo que le hace ¨²nico. La voz de un hombre blanco que suena como si acabara de llegar de la oficina a su apartamento de divorciado derrotado por el peso de la vida. Nada de esto cambia en su primer disco en solitario, que es b¨¢sicamente como uno de su grupo, The National, con otros instrumentistas. Tiene un sonido m¨¢s cl¨¢sico, como cab¨ªa esperar de un ¨¢lbum producido por un m¨ªtico soulman, Booker T, de 75 a?os. Este es un buen disco, empapa con las sucesivas escuchas y hay dos o tres canciones maravillosas. L¨¢stima que sean las que m¨¢s recuerdan a The National.
SERPENTINE PRISON
Caroline Records
La mujer se enfrenta al diablo
Por Laura Fern¨¢ndez
Como un alma batallante en expansi¨®n, Maria Rod¨¦s conquista en este, su quinto ¨¢lbum, un disco conceptual y fecundamente ambicioso, la delicada y compleja frontera entre el folk (pop) de autora y el legendario aroma de la canci¨®n popular (¡®Seguramente fui yo¡¯), terreno en el que tan bien se mov¨ªa Lhasa de Sela (a quien parece invocar en ¡®Carta al diablo¡¯ y ¡®Con los pies desnudos¡¯). De fondo, la necesidad de cambiar las formas, de mirar de frente, y de homenajear a la mujer como animal salvaje y creativo, que aqu¨ª se enfrenta, desde su condici¨®n de bruja (¡®La extra?a¡¯) de esp¨ªritu libre al margen del tiempo, al diablo. Canciones como delicadas y brillantes f¨¢bulas (¡®Pelo rojo¡¯) con aspecto de cl¨¢sico (empoderado) instant¨¢neo.
LILITH
Sat¨¦lite K
Rotundamente personal
Por ?lex S¨¢nchez
Mary Lattimore es una arpista y compositora estadounidense de formaci¨®n cl¨¢sica. Aunque no ajena al repertorio cl¨¢sico, su carrera gravita alrededor de su particular acercamiento al pop contempor¨¢neo: ha acompa?ado con su instrumento a Thurston Moore, Jarvis Cocker, Steve Gunn y Ed Askew, entre muchos otros. En Silver Ladders expone Lattimore junto a Neil Halstead (productor, guitarra), de Slowdive, un enso?ador cat¨¢logo de piezas instrumentales de aire folcl¨®rico y esp¨ªritu minimalista. El ambient de Brian Eno conjugando a las mil maravillas con la cara m¨¢s amable de Terry Riley y sus repeticiones, am¨¦n de un inefable gusto por el storytelling de la mejor canci¨®n norteamericana, conforman un ¨¢lbum rotundamente personal. Tan lejos, tan cerca.
SILVER LADDERS
Ghostly International
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