Algo m¨¢s importante que la an¨¦cdota
La edici¨®n de los ¡®Cuentos completos¡¯ de la uruguaya Armon¨ªa Somers muestra su af¨¢n por eludir siempre lo obvio, con una prosa que puede resultar a la vez delicada y violenta, pero siempre misteriosa y fascinante
Los cuentos de Armon¨ªa Somers (Pando, Uruguay, 1914-Montevideo, 1994) se dirigen a un lector dispuesto al juego, interesado en ir m¨¢s all¨¢ de lo obvio y unidimensional. Ella lo buscaba a conciencia, si creemos en lo que declar¨® durante una entrevista con Cuadernos Hispanoamericanos en 1985, cuando ya pr¨¢cticamente hab¨ªa escrito toda su obra: ¡°Siempre hay algo m¨¢s importante que la an¨¦cdota, tantas veces prescindible. Me gusta que rastreen ese algo m¨¢s, porque as¨ª como existe un oficio de escribir hay tambi¨¦n un oficio de leer¡±. No es una declaraci¨®n ingenua: el oficio de leer se manifiesta cuando el asunto es indiscernible del tratamiento, como sucede en la parte decisiva de la narrativa del siglo XX. Ya en 1963, en un art¨ªculo en la revista Marcha, ?ngel Rama, uno de los grandes cr¨ªticos latinoamericanos, lo hab¨ªa se?alado categ¨®ricamente: ¡°Todo es misterioso, extra?o, desconcertante, repulsivo y a la vez incre¨ªblemente fascinante en la prosa m¨¢s inusitada que la historia de nuestra literatura ha conocido: los libros de Armon¨ªa Somers¡±. Tener ¡°la prosa m¨¢s inusitada¡± de un pa¨ªs que hab¨ªa dado autores como Horacio Quiroga, Felisberto Hern¨¢ndez y Juan Carlos Onetti ¡ªgrandes cuentistas tambi¨¦n¡ª no es un reconocimiento menor.
No se trata solo de prosa delicada: Somers puede ser violenta, crudamente er¨®tica; puede usar libremente la mitolog¨ªa b¨ªblica (¡®Salom¨®n¡¯) y las formas aleg¨®ricas (¡®Historia en cinco tiempos¡¯, una suerte de Job que pierde todo lo que tiene sin saber c¨®mo y a¨²n menos sabr¨¢ c¨®mo todo lo perdido le es devuelto). Pero persiste una forma de rodear el tema o el objeto dese?chando el encuadre evidente, y eso es lo que mantiene intacta su seducci¨®n. Irrumpi¨® en Espa?a a finales de la d¨¦cada de 1980, en el sello Pen¨ªnsula, que public¨® Un retrato para Dickens, acaso su mejor novela, y Solo los elefantes encuentran mandr¨¢gora; ya en este siglo, fue extensamente editada en Montevideo y, sobre todo, en Buenos Aires durante estos ¨²ltimos 10 a?os. Ahora vuelve a Espa?a, donde su primera novela, La mujer desnuda (Trampa, 2020), y otra edici¨®n del primer libro de relatos, El derrumbamiento (Contrabando, 2021), precedieron por unos meses a estos Cuentos completos. Nora Catelli, rese?ando en estas p¨¢ginas La mujer desnuda, tras ponerla en relaci¨®n con la intensa difusi¨®n del surrealismo en el R¨ªo de la Plata, dice: ¡°Esta novela (publicada originalmente en 1950) supuso un esc¨¢ndalo, aunque la sociedad uruguaya, como la argentina, estaba habituada al vindicativo, rico y expl¨ªcito desenfreno feminista de las disc¨ªpulas de Rub¨¦n Dar¨ªo, como Alfonsina Storni y Delmira Agustini¡±.
La autora exige al lector un oficio de leer, convocado en la maleabilidad de la lengua, as¨ª como en los recursos po¨¦ticos
En lo que se refiere a los cuentos, el oficio de leer exigido por Somers es convocado en la maleabilidad de la lengua, la imaginaci¨®n de las figuras, los recursos po¨¦ticos (siempre que ¡°po¨¦tico¡± no pueda ser confundido con ¡°cursi¡±): un personaje se va, ¡°cargando una peque?a giba de encono y tristeza¡±; otro ¡°se sinti¨® caminando r¨ªgidamente, como un ¨¢rbol desenterrado¡±; a una virgen le nace un hijo ¡°de su cuerpo y de su alma, sin experiencias fundamentales¡±; en ¡®La violaci¨®n¡¯, ¡°una muchachuela pelirroja y un gato tambi¨¦n color corteza, agarrados por el mismo estilo de modorra, estaban durmiendo sobre una pila de sacos vac¨ªos¡±; ¡°el barro formaba alrededor de la casa una especie de comporta negra¡±; y como la casa est¨¢ junto a la v¨ªa, cada vez que pasa el tren se manifiesta ¡°la epilepsia de los utensilios¡±. Junto a este dominio de lo elusivo, Somers no se priva del sarcasmo directo, como cuando, en el genial ¡®Tr¨ªptico darwiniano¡¯, un periodista se propone escribir un reportaje ¡°sin las monsergas de siempre¡±; es decir, sin ¡°narradores del boom que se pronuncien sobre revoluciones como si un guerrillero hablase de novelas¡±.
Los Cuentos completos contienen los cinco vol¨²menes que Somers public¨® en vida, desde El derrumbamiento (1953) hasta La rebeli¨®n de la flor (1988), a lo que se suma el p¨®stumo El hacedor de girasoles (1994); en este se incluye una autoentrevista para rechazar entrevistas en la que leemos: ¡°Venimos al mundo con un determinado n¨²mero de palabras. El d¨ªa que, sin saberlo, pronunciamos la ¨²ltima morimos¡±. En ap¨¦ndice se agregan ¡ªesta vez, s¨ª¡ª una entrevista, un extenso posfacio escrito para una antolog¨ªa de cuentistas uruguayos que es, en verdad, una cuidada intervenci¨®n te¨®rica y tambi¨¦n una po¨¦tica, con citas de Dilthey, Jung, Barthes, Lacan, Todorov, Jakobson, L¨¦vi-Strauss y Kristeva, desarrollado en torno a la idea de ¡°vivencia desencadenante¡± del relato, aunque este ¡°puede luego apartarse tomando rumbos desconocidos¡±. Y el borrador de lo que hubiera sido la conversi¨®n en guion cinematogr¨¢fico del cuento ¡®Muerte por alacr¨¢n¡¯. El libro intercala, adem¨¢s, numerosas muestras facs¨ªmiles de p¨¢ginas manuscritas y mecanuscritas, reproducidas gracias al fondo dedicado a la autora en los archivos de la Universidad de Poitiers.
En el pr¨®logo, pleno de ¨²til informaci¨®n para el lector, Mar¨ªa Cristina Dalmagro se?ala la presencia de Sartre en el ¡°absurdo, la soledad existencial, el vac¨ªo y la nada¡± que recorren los cuentos de Somers. A lo que se podr¨ªa agregar un enorme talento para la transgresi¨®n: en ¡®El derrumbamiento¡¯, por ejemplo, un hombre desesperado que implora ayuda a la Virgen recibe, en efecto, la visita de ¡°la ni?a blanca¡±, quien, a cambio del auxilio, le exige que la posea para recuperar, al fin, su corporeidad.
Cuentos completos
Autora: Armon¨ªa Somers. Pr¨®logo de Mar¨ªa Cristina Dalmagro.
Editorial: P¨¢ginas de Espuma, 2021.
Formato: 618 p¨¢ginas. 29 euros.
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