La segunda vida del ¨¢lbum de tributo
Los recientes discos de homenaje a The Velvet Underground, Metallica, Bee Gees o Elvis Costello resucitan un subg¨¦nero que, en realidad, nunca se fue
En la primavera de 1994 se lanz¨® American Recordings, un largo de Johnny Cash producido por Rick Rubin (Metallica, Beastie Boys) con el que se recuper¨® la figura del mito country. La leyenda ca¨ªda se convirti¨® desde aquel momento, y hasta su muerte en 2003, en una de las figuras musicales m¨¢s admiradas del planeta. Hoy es imposible hablar de regeneraci¨®n de una figura musical denostada sin mencionar la operaci¨®n acometida por Rubin y Cash a mediados de los noventa. Pero aquello no hubiera sido posible si, seis a?os antes, no se hubiese publicado otro disco del que nadie se acuerda. ¡®Til Things Are Brighter fue un ¨¢lbum de tributo a Cash en el que un pu?ado de j¨®venes m¨²sicos reinterpretaban los temas del autor de I Walk The Line. Estaban Michelle Shocked, Brendan Croker o Mary Mary. Tal vez por eso nadie se acuerda hoy del disco, pero lo cierto es que meses despu¨¦s de su lanzamiento, la hija de Johnny Cash, Roseanne, declar¨® en una entrevista a uno de los pocos medios que sintieron suficiente curiosidad por el lanzamiento como para publicar algo sobre ¨¦l: ¡°Fue muy bueno para mi padre. Estaba en su salsa. Entendi¨® muy bien lo que se estaba grabando. Ese disco, sin duda, le dio nuevas energ¨ªas¡±. En el portal de compraventa Discogs se ofertan en la actualidad apenas ocho copias de ese disco. Y, al contrario de lo que tan corta oferta podr¨ªa suponer, ninguna vale m¨¢s de 10 euros. En fin, ni oferta ni demanda.
Lo que sucedi¨® con ese olvidado lanzamiento de homenaje a Cash es norma en un formato, el de los discos de tributo ¡ªlanzamientos en los que varios artistas reinterpretan el cancionero de otro¡ª, en el que a¨²n hoy los ¨¦xitos se entienden como accidentes y los fracasos pasan inadvertidos, porque se asume que el fracaso es la norma en este negociado. A pesar de esto, nada parece disuadir a artistas, productores y sellos discogr¨¢ficos de seguir lanzando este tipo de ¨¢lbumes al mercado. Este a?o est¨¢ siendo especialmente prol¨ªfico en lo que a discos de este tipo se refiere. El mercado subterr¨¢neo, poblado desde hace d¨¦cadas por sellos como Cleopatra Records, especializado en tributos en clave de rock industrial a artistas como Madonna, Prince o los iconos del rock industrial Ministry, sigue igual de vivo e irrelevante que siempre. En fin, que si habl¨¢ramos de cualquier otra cosa, podr¨ªamos anunciar un revival. Pero en este caso es mejor, por prudencia, hablar de coincidencia.
Michael Stipe, St. Vincent o Iggy Pop participan en el homenaje al disco de The Velvet Underground con el que varias generaciones descubrieron que les pod¨ªan gustar mucho cosas muy complicadas
As¨ª, han visto la luz en los ¨²ltimos meses algunos discos que, con diferentes matices, podr¨ªan incluirse en la categor¨ªa de ¨¢lbumes de tributo. The Metallica Blacklist es un lanzamiento digital cuyos beneficios se destinar¨¢n a diferentes causas nobles (son 50 euros la descarga, nobleza obliga) en el que artistas como Weezer, Juanes, Miley Cyrus o Rodrigo y Gabriela versionan temas del legendario Black Album, de Metallica. De la docena de discos de tributo a los de San Francisco que circulan ¡ªCleopatra Records tiene un par¡ª, este tal vez sea el m¨¢s relevante y ambicioso. M¨¢s all¨¢ de su val¨ªa musical o de lo que llegue a recaudar, podr¨¢ recordarse como el que propici¨® un encuentro en la revista Interview entre Cyrus y el bater¨ªa de la banda, Lars Ulrich.
Hace tres semanas sal¨ªa a la venta I¡¯ll Be Your Mirror: A Tribute to The Velvet Underground & Nico. Coincidiendo con el estreno del documental de Todd Haynes sobre el eterno disco editado en 1967, debut de la banda liderada por Lou Reed y John Cale junto a Nico, bajo la direcci¨®n creativa de Andy Warhol, este ¨¢lbum re¨²ne a Michael Stipe, St. Vincent o Iggy Pop versionando, casi siempre con resultados notables, aquel disco con el que varias generaciones de oyentes descubrieron que les pod¨ªan gustar mucho cosas muy complicadas. Tambi¨¦n de este a?o son otras aproximaciones m¨¢s jocosas y menos fieles al formato. Desde Foo Fighters versionando a Bee Gees hasta Spanish Model, un largo en el que artistas hispanos reinterpretan temas de This Year¡¯s Model, el disco de debut de Elvis Costello, quien, por cierto, no habla ni media palabra de castellano. El ¨¢lbum se enmarca en lo que ya es casi un g¨¦nero en s¨ª mismo: artistas hispanohablantes adaptando temas de bandas anglosajonas. El disco Outlandos d¡¯Americas, homenaje a Sting y The Police de m¨²sicos como Gustavo Cerati o King Chang¨®, que convert¨ªa ¡®Englishman in New York¡¯ en ¡®Venezuelan in New York¡¯, es uno de los m¨¢s dislocados ejemplos.
El ide¨®logo de I¡¯ll Be Your Mirror fue Hal Willner, un productor de esp¨ªritu aventurero que dedic¨® casi toda su carrera a desarrollar este tipo de ¨¢lbumes. Le gustaban las mezclas imposibles. Suyos son vol¨²menes de homenaje al cancionero Disney, a Nino Rota, a Kurt Weill (dos) o a T. Rex, disco que vio la luz meses despu¨¦s de su fallecimiento el 7 de abril de 2020. Tal vez en un ejemplo accidental de lo que fue su figura dentro del esquena de la industria musical, The New York Times le dedic¨® un largo obituario que public¨®¡ una semana despu¨¦s de su muerte. Willner fue uno de los personajes que m¨¢s se esforzaron por dotar de valor musical a estos discos, que vivieron su ¨¦poca de gloria entre finales de los ochenta y el lanzamiento del primer iPod.
En una ¨¦poca en la que a¨²n no estaba toda la m¨²sica disponible en la Red, este tipo de productos sirvi¨® para que los artistas del momento mostraran su devoci¨®n por sus padres musicales
En una ¨¦poca en la que a¨²n no estaba toda la m¨²sica disponible en la Red, este tipo de productos sirvi¨® para que los artistas del momento mostraran su devoci¨®n por sus padres musicales, ense?ando de este modo a sus fans de d¨®nde ven¨ªan y qui¨¦nes los hab¨ªan inspirado. Adem¨¢s, entonces los m¨²sicos no lanzaban canciones cada tres semanas como ahora, por lo que cualquier producci¨®n que pudiera saciar la sed de sus seguidores en el periodo que mediaba entre ¨¢lbum y ¨¢lbum era recibida con las orejas abiertas. Discos como This Is Where I Belong, dedicado a The Kinks; The Bridge, con temas de Neil Young; I¡¯m Your Fan, en homenaje a Leonard Cohen; Red Hot + Blue, alrededor de la figura de Cole Porter, o If I Were a Carpenter, con versiones de The Carpenters, abrieron estos artistas a toda una nueva generaci¨®n de fans y lo hicieron a trav¨¦s de memorables versiones, como el ¡®I¡¯ve Got You Under My Skin¡¯ de Neneh Cherry, el ¡®So Long, Marianne¡¯ de James o el ¡®Superstar¡¯ de Sonic Youth. Frank Black a¨²n afirma hoy que la interpretaci¨®n de Pixies del ¡®Winterlong¡¯ de Neil Young es lo mejor que jam¨¢s grab¨® la banda.
En Espa?a, uno de estos discos con m¨¢s ¨¦xito ha sido el dedicado a Joaqu¨ªn Sabina en 2019, Ni tan joven ni tan viejo, a pesar de que ese largo denotaba lo complicado que es versionar al de ?beda. Un caso curioso es el que se vivi¨® en 2002, cuando salieron al mercado casi de forma simult¨¢nea dos ¨¢lbumes de tributo a la banda granadina 091. Canciones de cuna y de rabia y Partiendo de cero rend¨ªan sendos homenajes a la banda de Jos¨¦ Ignacio lapido, un grupo de gran prestigio, pero m¨¢s que limitado ¨¦xito. Ser¨ªa bonito pensar que estos dos discos tuvieron algo que ver en que, cuando los granadinos decidieron volver a los escenarios en 2016, ya no fueran una banda con mucho arte y loca suerte, sino una que llenaba salas por todo el pa¨ªs.
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