¡®Ser ¨²nico¡¯, singulares del pensamiento
R¨¹diger Safranski fija su atenci¨®n en un grupo excepcional de pensadores y demuestra su maestr¨ªa en el conocimiento del existencialismo en oposici¨®n a la psicolog¨ªa de las masas
El fil¨®sofo y bi¨®grafo alem¨¢n R¨¹diger Safranski (1945) publica un nuevo libro de reflexi¨®n filos¨®fica. Despu¨¦s de ensayos sobre el mal, el tiempo o la libertad ¡ªmenos conocidos que sus biograf¨ªas de Schopenhauer, Nietzsche o Goethe¡ª, esta vez fija su atenci¨®n en un pu?ado de ¡°seres ¨²nicos¡± de la historia del pensamiento. Apoy¨¢ndose en la exposici¨®n biogr¨¢fica ¡ªbreve y condensada¡ª y en algunas tesis generales de su pensamiento, Safranski indagar¨¢ en ese misterio que implica ser un individuo singular, ¡°¨²nico¡±, en un entorno social que suele conspirar para impedirlo.
Todos estos pensadores (y dos pensadoras) seleccionados tuvieron como opci¨®n existencial singularizarse, ser individuos con plena conciencia de su personalidad. Y no es que fueran tipos extravagantes, como los incontables que abundaron y abundan en el mundo (artistas, millonarios, locos¡), sencillamente reflexionaron sobre su singularidad desde la literatura, la poes¨ªa y la filosof¨ªa, y actuaron en consecuencia.
Safranski rememora a Lutero, Montaigne, Rousseau, Diderot, Stendhal, Kierkegaard, Stirner, Thoreau, Simmel, Max Weber, Jaspers, Heidegger, Sartre y Ernst J¨¹nger; a?adiendo unas notas sobre dos mujeres: la polifac¨¦tica Ricarda Huch ¡ªcuya obra es desconocida en Espa?a¡ª y la pensadora alemana y jud¨ªa Hannah Arendt.
Cada uno de estos personajes constituye un modelo de individuo aut¨®nomo, un ejemplar singular¨ªsimo y rebelde del pensamiento. Lutero y Montaigne volvieron la vista a su interior en ¨¦pocas en las que la individualidad deb¨ªa forjarse en lucha contra la religi¨®n, que todo lo absorb¨ªa. El primero trat¨® de buscar a Dios en su propia persona, y el segundo quiso buscarse a s¨ª mismo y aceptarse como individuo humano en plenitud. Algo parecido sucedi¨® con Diderot, que necesit¨® hallar su propia ¡°trastienda interior¡± para recluirse all¨ª y escapar de las fijaciones sociales; su contempor¨¢neo Rousseau propugn¨® una vuelta a la naturaleza: a solas en ese ¡°para¨ªso¡± idealizado quer¨ªa expurgarse de los ¡°memes¡± de la sociedad, que le arrebataban su unicidad. El alem¨¢n Stirner llev¨® su aislamiento interior hasta el extremo de declararse ¡°¨²nico propietario de su ser¡±, y anunci¨® el ego¨ªsmo absoluto como el mejor modo de vida. Kierkegaard, un hombre raro e individualista, descubri¨® el concepto de ¡°existencia¡± como categor¨ªa filos¨®fica. Con ella influy¨® con determinaci¨®n en la filosof¨ªa ¡°existencialista¡± del siglo XX. Esta corriente la afianzaron pensadores como Jaspers, Heidegger, Hannah Arendt o Sartre; y, en menor grado, el exsoldado ?Ernst J¨¹nger.
En la descripci¨®n del pensamiento existencialista es donde Safranski muestra su maestr¨ªa; ah¨ª cobra sentido este libro y remonta tras unos cap¨ªtulos algo flojos. Al introducir el existencialismo, el autor recuerda la importancia de la ¡°psicolog¨ªa de las masas¡±, imprescindible para entender el siglo XX y el presente. Comunismo, fascismo y nacionalsocialismo fueron movimientos totalitarios auspiciados por masas. Pretendieron anular al individuo y convertirlo en marioneta ideologizada. Sus consignas: ¡°?Prohibido pensar por ti mismo, prohibido ser algo distinto de lo que quiere el Partido ?nico que seas!¡±, se gritaban en masa y a¨²n en la actualidad o¨ªmos sus ecos, m¨¢s o menos camuflados en movimientos de herencia totalitaria.
Cuando el individuo deja de ser ¨¦l mismo y se mimetiza con ¡°los otros¡±, ser¨¢ capaz de atrocidades y cr¨ªmenes sin fin, amparado en el an¨®nimo del ¡°enjambre¡±
Gustave Le Bon, Freud o Elias Canetti escribieron sobre las masas (falta Ortega y Gasset); todos constataron la peligrosa disoluci¨®n que experimenta el individuo en la multitud: cuando deja de ser ¨¦l mismo y se mimetiza con ¡°los otros¡±, ser¨¢ capaz de atrocidades y cr¨ªmenes sin fin, amparado en el an¨®nimo del ¡°enjambre¡±. Ser individuo significa pensar como tal, con autonom¨ªa. En la masa cada cual act¨²a y piensa ¡°como los dem¨¢s¡±, es decir, corre el peligro de no pensar en absoluto.
Desde esta perspectiva, el existencialismo es la filosof¨ªa antimasa, pues pone a cada individuo frente a s¨ª mismo; lo sit¨²a ante esa ¡°nada fundamental¡± sobre la que se sustenta, ya desde que comienza a vivir, y lo invita al pensamiento individualizado, a decidirse a ser alguien aut¨¦ntico en lugar de ser simplemente ¡°uno m¨¢s¡±, desdibujado en la multitud. Heidegger filosof¨® sobre el poder disolutivo del tiempo y la muerte, contra los que ha de medirse el hombre con su raz¨®n. Su disc¨ªpula, Hannah Arendt, pens¨® la ¡°magia del nacimiento¡± como el punto en que comienza la acci¨®n individual, enfocada a que cada ser humano sea ¨²nico, un ciudadano cabal y no un tornillo m¨¢s de los que sustentan la m¨¢quina totalitaria.
Este ensayo de Safranski inicia una cicl¨®pea tarea filos¨®fica que a¨²n est¨¢ por realizar: la reflexi¨®n sobre la complejidad de ser individuos aut¨®nomos en la actualidad, inmersos en nuestras sociedades hiperconectadas, obsesionadas con ¡°grupos¡± y ¡°colectivos¡±.
Ser ¨²nico?
Autor: R¨¹diger Safranski.
Traducci¨®n: Ra¨²l Gab¨¢s.
Editorial: Tusquets, 2022.
Formato: tapa blanda (368 p¨¢ginas. 22 euros) y e-book (10,99 euros).
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