Ra¨²l Zurita, soy hijo de esa violencia y de esa delicadeza
Los ¡®Ensayos reunidos¡¯ del chileno, escritos entre 1996 y 2023, abordan la obra de escritores pertenecientes a su tradici¨®n, desde Pablo de Rokha a Neruda, as¨ª como la de otros ajenos como Dante
¡°No existen respuestas¡±, admite Ra¨²l Zurita, pero agrega: ¡°Sin embargo, hay p¨¢rrafos de Eur¨ªpides y de Dante, de C¨¦sar Vallejo, tan plenos y rotundos, tan sobrecogedores, que nunca podr¨¢n ser abarcados completamente. Sus movimientos solamente son comparables con los grandes espect¨¢culos de la naturaleza, con las mareas del oc¨¦ano o con el resplandor de las cordilleras bajo la nieve. (¡) Tal vez no me sea posible expresarlo (¡): si existe un m¨¢s all¨¢ (¡), es decir, si en nuestro tiempo todav¨ªa es posible la verdad de otro mundo, es que en ¨¦l est¨¢n grabados esos poemas¡±.
Zurita (Santiago de Chile, 1950) escribe desde hace algo m¨¢s de 50 a?os, pero su obra ¡ªque expresa la identidad entre esos ¡°espect¨¢culos de la naturaleza¡± y los p¨¢rrafos ¡°sobrecogedores¡± de la mejor poes¨ªa¡ª s¨®lo comenz¨® a ser valorada en su justa medida en los ¨²ltimos a?os, en los que obtuvo, entre otros, el Premio Iberoamericano de Poes¨ªa Pablo Neruda de 2016, el Jos¨¦ Donoso de 2017 y el Premio Reina Sof¨ªa de Poes¨ªa Iberoamericana de 2020: a m¨¢s tardar desde entonces, no somos pocos los que pensamos que es el mejor poeta hispanohablante vivo y el ¨²nico candidato razonable que tiene nuestra lengua al, por lo dem¨¢s, no muy sensato Premio Nobel de Literatura. Muy posiblemente, sin embargo, a Zurita nada de esto le interese: como muchos de los integrantes de su generaci¨®n, hubiese dado todo, incluso la literatura, por ¡°hacer de la vida misma una obra de arte¡±; ahora, ¡°los restos triturados de esa tarea cubren el mundo como si fueran los escombros de una batalla c¨®smica que se ha perdido¡±.
S¨®lo una inteligencia como la de Zurita puede trazar un puente entre S¨®focles y Violeta Parra y entre Vincent Van Gogh y Jorge Luis Borges, y que, a partir de ese momento, esos v¨ªnculos nos parezcan obvios¡±
¡°Una lengua, antes que nada, es un acto de amor¡±, escribe el autor en estos Ensayos reu?nidos, ¡°es la ¨²nica resurrecci¨®n que nos muestra el mundo. En el sonido de una lengua est¨¢ el sonido de sus muertos, y cada palabra que decimos es coreada por los muertos que renacen en ella. (¡) Todo lo que escuchamos y decimos es la grandiosa reinterpretaci¨®n que los vivos hacen de la sinfon¨ªa que han ejecutado los muertos¡±, y, por lo tanto, ¡°la misi¨®n del poeta no es otra que la de darle sepultura, a nombre de sociedades que no han querido o no han podido hacerlo, a toda esa fila interminable de cuerpos que, ca¨ªdos, victimizados, arrasados por y en la lengua que nosotros hablamos, contin¨²an deambulando en el eje de nuestro idioma sin encontrar siquiera la sanci¨®n de un entierro¡±. Zurita, quien se reconoce ¡°hijo de esa violencia y de esa delicadeza¡± que es Chile ¡ªuna naci¨®n creada, como todas ellas, en un inconcebible ejercicio de violencia, pero tambi¨¦n en las l¨ªneas de un poema llamado La Araucana¡ª, lo hace ahora con estos ensayos, escritos entre 1996 y 2023, en los que aborda la obra de escritores pertenecientes a su tradici¨®n, como Pablo de Rokha ¡ª¡±el corte m¨¢s profundo con lo que hasta ese momento se entend¨ªa por poes¨ªa¡±¡ª, Vicente Huidobro y Nicanor Parra ¡ªun autor que, dice, ¡°ha realizado una obra cuya consecuencia final es tan desestabilizadora, tan contraria al sistema de la propiedad y al modelo capitalista que nos rige, que nadie la ha querido asumir plenamente¡±¡ª, Pablo Neruda, Germ¨¢n Mar¨ªn, Eduardo Anguita y Juan Luis Mart¨ªnez; pero tambi¨¦n de otras tradiciones, como Walt Whitman, Dante, el surrealista Robert Desnos, Antonio Gamoneda, Bob Dylan y el palestino Najwan Darwish. Zurita visita en su estudio al artista chileno Roberto Matta, observa las fotograf¨ªas de Paz Err¨¢zuriz y Luis Poirot, se detiene ante ¡°el grafiti m¨¢s bello del mundo¡±, piensa en los desgarros de Francis Bacon. S¨®lo una inteligencia como la suya puede trazar un puente entre S¨®focles y Violeta Parra y entre Vincent Van Gogh y Jorge Luis Borges, y que, a partir de ese momento, esos v¨ªnculos nos parezcan obvios, inobjetables, casi un lugar com¨²n. ?nicamente Zurita puede reunir en un mismo libro a Mariana Alcoforado y a Mar¨ªa Moreno.
Matta, afirma, ¡°pint¨® sin querer ser c¨®mplice y por eso su pintura es mucho m¨¢s honda, alucinada y vidente que sus ideas, pero tal vez sin sus ideas no habr¨ªa sido uno de los pintores m¨¢s fascinantes del siglo XX¡±; ser¨ªa tentador decir algo similar del autor de La vida nueva, pero el caso es que la manera en que Zurita lee, y sus ideas, tienen el potencial de transformar el modo en que pensamos en ciertos autores ¡ªm¨¢s notablemente, en Pablo Neruda¡ª, pero tambi¨¦n la forma en que concebimos su propia obra. ¡°M¨¢s humanos que lo humano, esto es, m¨¢s plenos, m¨¢s llorosos, m¨¢s devastados que todo llanto, plenitud o devastaci¨®n, los grandes poemas nos arrancan del mundo justo cuando nos hac¨ªan uno con ¨¦l¡±, dice Zurita, y agrega: ¡°Escribir es hoy persistir en la met¨¢fora de un futuro posible¡±.
Ensayos reunidos
Random House, 2023
328 p¨¢ginas. 20,90 euros.
Puedes seguir a BABELIA en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.