Cinco cl¨¢sicos espa?oles: de un Juan Ram¨®n Jim¨¦nez comprometido y polemista a las poetas ignoradas de la generaci¨®n del 27
Varios libros ponen en valor a los escritores nacidos entre finales del siglo XIX y principios del XX, con especial atenci¨®n a las autoras que Gerardo Diego no incluy¨® en su famosa antolog¨ªa
Oce¨¢nico Juan Ram¨®n
Por Jordi Gracia
Guerra en Espa?a
Athenaica, 2024
1.076 p¨¢ginas. 50 euros
Casi nadie sab¨ªa nada del Juan Ram¨®n Jim¨¦nez m¨¢s comprometido ¡ªs¨ª, comprometido¡ª con la Rep¨²blica, contra la guerra y contra el franquismo hasta que no apareci¨® una primera versi¨®n de esta Guerra en Espa?a, preparada por ?ngel Crespo en 1985. Desde entonces, todo cambi¨®, aunque a¨²n faltaba mucho para que se enriqueciese el libro con el trabajo descomunal de Soledad Gonz¨¢lez R¨®denas en su formidable edici¨®n de 2009. Conviene decirlo as¨ª porque el libro no lleg¨® a existir en vida de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez (Moguer, Huelva, 1881-San Juan de Puerto Rico, 1958): fue solo un proyecto, un impulso, un ansia cr¨®nica para la que reuni¨® cartas cortas y largas, entrevistas, borradores, poemas, prosas, conferencias, notas de diario, fotograf¨ªas, papeles de peri¨®dico y todo tipo de materiales que permitiesen construir un enorme collage que traslade a los lectores la experiencia pol¨ªtica de la guerra, la intermitente angustia vital del exilio y la batalla incesante de Juan Ram¨®n contra difamadores, ladrones, tibios y otras especies.
Por eso es un libro salvaje y felizmente asilvestrado: nunca lleg¨® siquiera a ordenar de veras ese material, y dependemos, por tanto, de la fe en las averiguaciones escrupulos¨ªsimas, y muy bien contadas, de la nueva editora y sus m¨²ltiples observaciones cr¨ªticas sobre los papeles que re¨²ne el libro. Hoy sabemos lo que no sab¨ªamos hace 40 a?os, cuando apareci¨® por primera vez, y la voz de Juan Ram¨®n no pierde una miaja de virulencia, dignidad, malicia y categor¨ªa intelectual. Ese poeta enfermizo y esquivo, pero impertinente con casi todos, se transforma aqu¨ª en un polemista poderoso y dispuesto a documentar su visi¨®n de los peores ¡ªlos fascistas, los falangistas¡ª los ladrones ¡ªcomo los allanadores de su piso de Madrid, y entre ellos el eximio periodista Carlos Sent¨ªs¡ª o los malos poetas. La documentaci¨®n recogida, escrita y gr¨¢fica, hoy disponible en estas m¨¢s de mil p¨¢ginas, sobrecoge en m¨²ltiples lugares y es bueno leerlo en desorden y a trasmano, caprichosa e intermitentemente, para no perder el efecto de la voz cruda y entera de Juan Ram¨®n, como poeta y como ciudadano. Su mal humor y su furia, sus depresiones y sus rencores pueblan m¨²ltiples lugares de un libro que es ¨¦l mismo una especie de Atl¨¢ntida del exilio, con laberintos de dolor y con arenales m¨¢s apacibles, que nunca dejan de vibrar con la ¨¢cida potencia de un escritor excepcional, tambi¨¦n cuando su prosa y su energ¨ªa intelectual se mueven al hilo de las circunstancias pol¨ªticas y la miseria moral de tantos de quienes fueron conciudadanos, escritores, pol¨ªticos, periodistas, antes del golpe de Estado franquista.
Innumerables cartas, enviadas y no enviadas, mechan el texto de la franqueza r¨ªspida y acre de Juan Ram¨®n sin filtros, que dir¨ªamos hoy, y as¨ª escribe, por puro ejemplo escogido al azar abriendo el libro, a Rafael Alberti en 1946: ¡°Repetir¨¦ siempre que Salinas es el oportunista, el ¡®p¨ªcaro mayor¡¯ de las letras espa?olas contempor¨¢neas¡±, entre otras cosas porque ¡°hab¨ªa decidido utilizar a Bergam¨ªn, como luego a Guillermo de Torre, a P¨¦rez Ferrero, etc., como adl¨¢teres exaltadores, a cambio de lo que fuese¡±. En realidad, ¡°Guill¨¦n y D¨¢maso no hacen sino apoyarle y aprender de ¨¦l hipocres¨ªa y sofisma¡±. Imag¨ªnense la que hubiera armado Juan Ram¨®n de tener a mano una cuenta en Twitter. Venga, otra que les divertir¨¢ tambi¨¦n, cuando estima que tiene Ortega y Gasset ¡°en su fondo bueno la verdadera aristocracia¡± pero lo malo es que ¡°ha rondado siempre la otra, por coqueter¨ªa o moda; y eso explica acaso la volubilidad de sus ideas y de su vida¡±. Y as¨ª como quien dice todo el rato.
Un canon alternativo m¨¢s abierto
Por Jordi Amat
Las Sinsombrero y un nuevo 27
Alba, 2024
424 p¨¢ginas. 24 euros
Cuando en 1932 los poetas de la joven literatura se pusieron de largo con la antolog¨ªa reunida por Gerardo Diego, hac¨ªa pocos a?os que estaba en marcha su estrategia de ocupaci¨®n del territorio del prestigio. En ese lugar no hab¨ªa espacio para mujeres escritoras. Estaban, pero ni se las esperaba. Y cuando tiempo despu¨¦s aquel grupo de grandes poetas decidi¨® mitificarse a s¨ª mismo usando una etiqueta m¨¢s bien ins¨ªpida ¡ª?generaci¨®n del 27¡ª, se reescribi¨® en buena medida la dimensi¨®n ideol¨®gica que hab¨ªa tenido su actividad cultural en aquel tiempo de esperanzas y tensiones a escala local e internacional. Ese proceso para nada inocente lo cuestiona una antolog¨ªa como Las Sinsombrero y un nuevo 27 preparada por Ana Fern¨¢ndez-Cebri¨¢n. Si pasa en la historia del arte, si pasa a la hora de revisar los anhelos de juventud de aquella generaci¨®n, ?por qu¨¦ no tambi¨¦n en la historia de la literatura? Unos caen, algunos se mantienen (Juan Ram¨®n o Luis Cernuda), entran otras (de Luc¨ªa S¨¢nchez Saornil a Josefina Romo) y se incluye tambi¨¦n a Miguel Hern¨¢ndez. La apuesta es que no solo sea una reivindicaci¨®n de mujeres. Lo es, pero es m¨¢s. Al proponer este canon alternativo, m¨¢s abierto y con registros l¨ªricos hasta ahora borrados, se nos invita a comprender el periodo previo a la Guerra Civil desde otra perspectiva. ¡°Los escritores reunidos en esta antolog¨ªa desempe?aron un papel esencial en la construcci¨®n de una nueva esfera p¨²blica democr¨¢tica con su trabajo como poetas¡±. Pocos versos tan militantes como los de Concha M¨¦ndez. ¡°No quiero descansar un solo instante. / Quiero v¨¦rtigo ser a todas horas¡±.
Un Luis Cernuda inseguro que atrapa
Por J. G.
Poes¨ªa completa
Pr¨®logo de Luis Alberto de Cuenca
Visor, 2024
904 p¨¢ginas. 34 euros
La poes¨ªa de Luis Cernuda (Sevilla, 1902-Ciudad de M¨¦xico, 1963) sigue incombustible desde hace m¨¢s de medio siglo. Pero lo que puede estar pasando con los nuevos lectores sin toxinas heredadas es que la poes¨ªa del exilio m¨¢s combativa vaya resultando un poco m¨¢s obvia y que otro Cernuda m¨¢s sutil y evasivo, inseguro y t¨ªmido, sea el que atrapa a un lector que lee sin la condici¨®n de la historia encima del cogote: Un r¨ªo, un amor (1929), o Los placeres prohibidos (1931) o Donde habite el olvido (1933). Eso es exactamente un cl¨¢sico. Visor recupera la edici¨®n de la poes¨ªa completa preparada por Derek Harris y Luis Maristany. Va con presentaci¨®n de Luis Alberto de Cuenca, sin aparato cr¨ªtico y con variaciones en el apartado de los poemas que en su d¨ªa no se publicaron en libro.
Max Aub experimental y testimonial
Por Domingo R¨®denas de Moya
Narrativa escogida
Biblitoeca Castro, 2024
694 p¨¢ginas. 50 euros
No es el Max Aub (Par¨ªs, 1903-Ciudad de M¨¦xico, 1972) m¨¢s audaz (el de Jusep Torres Campalans o Juego de cartas), tampoco el m¨¢s memorable narrativa y moralmente (el del Laberinto m¨¢gico o La gallina ciega), sino el que practic¨® un realismo circunstancial, entre veras y burlas, en las novelas que se re¨²nen aqu¨ª, la folletinesca Las buenas intenciones (1954) y la hist¨®rica con jirones autobiogr¨¢ficos La calle de Valverde (1961), ambas situadas en la pendiente hacia la Guerra Civil. Es recomendable empezar por el tercer libro del volumen, El Zopilote y otros cuentos mexicanos (1964), unos sobre exiliados espa?oles y otros sobre el M¨¦xico pobre y revolucionario, porque es aqu¨ª donde el empe?o de dar testimonio y la querencia experimental de Aub quedan m¨¢s directamente reflejados.
La llama inagotada de Joan Salvat-Papasseit
Por D. R. de M.
Me he cruzado con un hombre que pasaba
Edici¨®n biling¨¹e de Jordi Virallonga
C¨¢tedra, 2023
472 p¨¢ginas. 17,95 euros
Aunque solo fuera por El poema de la rosa als llavis (1923) ya valdr¨ªa la pena acercarse a esta antolog¨ªa biling¨¹e de verso y prosa de Joan Salvat-Papasseit (Barcelona, 1894-1924). Vanguardista radical en el que se mezclan el libertario, el independentista y el futurista, Salvat vivi¨® deprisa, a dentelladas voraces, y muri¨® de tuberculosis a los cinco a?os de debutar en los Poemes en ondes hertzianes (1919). Esa pasi¨®n y celeridad se transmite en todo lo que escribi¨®, en L¡¯irradiador del port i les gavines (1921), en los art¨ªculos de sus revistas Un Enemic del Poble y Arc-Voltaic, en manifiestos como Contra els poetes en min¨²scula, en los poemas p¨®stumos de ?ssa menor (1925). Buena ocasi¨®n para descubrir la llama inagotada de este esp¨ªritu delicado e insurrecto.
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