Sublevaci¨®n muscular y resentimiento en la piel: as¨ª paga el cuerpo dos meses de confinamiento
La ansiada exposici¨®n al mundo exterior duele. Literalmente
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Posiblemente la segunda frase m¨¢s repetida en la desescalada del confinamiento por el coronavirus ha sido: "?Estoy molido!" (es de suponer que la primera fue: "?Qu¨¦ alegr¨ªa!"). No importa que uno se haya machacado a sentadillas durante la cuarentena, que haya fortalecido el core, que haya desempolvado las mancuernas¡ volver a disfrutar de una buena caminata, de las carreras y de los paseos en bici hace que muchos nos sintamos baldados. El efecto, que es de lo m¨¢s normal, se multiplica en aquellos que se han pasado dos meses sin despegar el trasero del sof¨¢ y ahora, de buenas a primeras, se atreven a trotar. En silencio, sin levantar sospechas, el largo encierro ha hecho mella en nuestro cuerpo, y el regreso de la actividad est¨¢ desvelando el da?o, con dolorosas consecuencias, en forma de problemas f¨ªsicos
Ahora que comenzamos a salir, "es com¨²n que aparezcan lesiones", advierte Pablo Herrera, vicedecano del Colegio de Fisioterapeutas de Madrid. ?Pero c¨®mo es posible, despu¨¦s de todas esas sentadillas? Herrera responde: "No es lo mismo hacer sentadillas que correr. El ejercicio muscular es distinto. Al ponerme a correr necesito una capacidad aer¨®bica, que el coraz¨®n bombee m¨¢s¡ Hay que meterse mucha ca?a para aumentar la frecuencia cardiaca a esos niveles haciendo sentadillas", explica. Cont¨¦n la risita de suficiencia si crees que, por ser un corredor habitual, vas a librarte; la advertencia vale para todos, tambi¨¦n para los m¨¢s experimentados: "Tienen que hacer una adaptaci¨®n, como si fuera una pretemporada de f¨²tbol. Si antes corr¨ªas tres horas, primero tendr¨¢s que hacer veinte minutos, e ir subiendo. Llevamos tiempo con menos carga de trabajo y el cuerpo tiene que adaptarse", se?ala el fisioterapeuta.
S¨ª, retomar la vida en la calle puede doler, y no solo por los trastornos musculares. Los horarios para dar paseos pueden convertirse en una pesadilla para los al¨¦rgicos y la piel se ha relajado hasta tal punto que hasta en un d¨ªa nublado se puede quemar uno. Afortunadamente, estos y otros problemas derivados del confinamiento tienen remedio.
Contra la revuelta poscovid de los m¨²sculos y tendones
En lo que a molestias musculares se refiere, hay un cl¨¢sico que nunca falla, y el desconfinamiento no iba a ser una excepci¨®n. Si los dolores organizaran una revuelta, su l¨ªder, la voz que sonar¨ªa m¨¢s alta, ser¨ªa la espalda. Y es que un rato caminando basta para que muchas personas experimenten un severo malestar tanto en la parte media como en la baja de la espalda. "La gente ha estado mucho tiempo sentada¡", recuerda Herrera. "En la oficina te mueves mucho m¨¢s, quieras que no siempre hay alguien que te distrae, vas a por un caf¨¦¡, pero en casa te pod¨ªas tirar dos o tres horas sentado en una silla sin haberte dado cuenta". Al final pierdes tono muscular, por eso "empiezas a caminar y la musculatura protesta", dice Herrera.
Para solucionar el problema lo primero es bajar el ritmo (s¨ª, parece una broma cuando lo ¨²nico que has hecho ha sido caminar, pero as¨ª de sensible es la musculatura). "Si le das al cuerpo un periodo de descanso, habitualmente se pasa". Luego hay que ponerse en movimiento y tonificar bien la espalda. Pero no conviene reservar el esfuerzo solo para ella. "Habr¨¢ que hacer trabajo de abdominal y de lumbar, sentadillas; fortaleciendo piernas ayudamos a que el dolor lumbar desaparezca".
Las molestias tambi¨¦n aparecen m¨¢s abajo. De todas las partes del cuerpo que pod¨ªan poner una queja por el desconfinamiento (o, m¨¢s bien, hacernos proferirla), la tibia est¨¢ entre las m¨¢s inesperadas. Sin embargo, ah¨ª es donde se nota "la lesi¨®n m¨¢s habitual", en palabras del vicedecano de los fisios madrile?os. Se conoce como periostitis y no es un problema del hueso sino del periostio, que es una membrana que lo recubre. "Cuando sometes a una carga adicional la musculatura, se provoca una inflamaci¨®n en esa zona. Suele ocurrir al principio de temporada, o cuando cambias de superficie". Precisamente ahora, con el arranque de la actividad deportiva al aire libre y el cambio del parqu¨¦ por el duro asfalto, es uno de esos momentos.
Cuando uno percibe ese dolor se impone "parar, bajar ritmo y retomar el ejercicio de forma progresiva", dice el experto. "Hay que vigilarlo. Son lesiones que hay que valorar, no hay una sintomatolog¨ªa universal. En general, el tratamiento consiste en parar y dar al cuerpo un periodo de descanso hasta que se pase. Si no es as¨ª, hay que ponerse en manos de un fisioterapeuta. Mientras tanto, aplicar fr¨ªo en la zona durante media hora puede aliviar las molestias. El regreso a la actividad debe ser gradual y se puede realizar con una venda que aten¨²e la vibraci¨®n del impacto del pie con el suelo. Pero en la mayor¨ªa de los casos, con unos d¨ªas de descanso es suficiente".
Lo m¨¢s curioso es que no todos los problemas corporales derivan la inactividad: hay un tend¨®n que no ha descansado y es habitual que ahora se lamente. ?C¨®mo saber si es tu caso? Preg¨²ntate: ?Has estado caminando en la terraza con zapatillas de estar por casa? ?Todo el d¨ªa con este calzado? S¨ª es as¨ª, es posible que ahora sientas molestias en el empeine, en el tend¨®n que parte del dedo gordo del pie. Se produce por una tensi¨®n inadecuada en dicho tend¨®n, y aunque el dolor no es muy intenso, puede prolongarse en el tiempo. "Suele inflamarse por sobreuso", expone Pablo Herrera. "Si has estado caminando en casa sin calzado adecuado y de repente lo haces en la calle con buen calzado deportivo, esto supone un est¨ªmulo adicional y una presi¨®n en la zona, que puede provocar esa molestia". En cuanto a su tratamiento, "son lesiones que hay que valorar", aunque por lo general pasar¨¢n solas si descansamos unos d¨ªas.
Al¨¦rgicos, irritados y 'quemados' por la vitamina D
Las ganas de tomar el sol, tras semanas de reclusi¨®n, pueden acabar siendo contraproducentes. De hecho, el ansia por sintetizar la preciada vitamina D que se activa con la luz solar est¨¢ provocando quemaduras. "La actividad de los melanocitos, que producen melanina (un pigmento que protege la piel de la luz del sol), es mayor cuando hay una inducci¨®n. Esta viene dada porque la radiaci¨®n solar produce un da?o en el ADN, lo que estimula la actividad melanocitaria para que se segregue melanina como mecanismo de defensa", explica Agust¨ªn Buend¨ªa Eisman, miembro de la junta directiva de la Academia Espa?ola de Dermatolog¨ªa y director de la Fundaci¨®n Piel Sana. Normalmente, vamos produciendo melanina gradualmente, a medida que llegan los d¨ªas de sol, pero la clausura domiciliaria ha impedido dicha fotoadaptaci¨®n. "La piel cuenta con menos defensas y es m¨¢s f¨¢cil quemarse", a?ade Buend¨ªa.
Las personas con fototipos de piel bajos (aquellas de piel m¨¢s clara) son las m¨¢s propensas a las quemaduras, que pueden producirse incluso en d¨ªas nublados. ?C¨®mo se explica tanta debilidad? "Hay dos tipos de radiaci¨®n ultravioleta, A y B. Un d¨ªa nublado no recibimos radiaci¨®n UVB, m¨¢s energ¨¦tica, ya que queda filtrada por las nubes. Pero la radiaci¨®n UVA se mantiene, y, al ser menos energ¨¦tica, solo necesita m¨¢s tiempo, pero tambi¨¦n te puedes quemar". Buend¨ªa recomienda que no olvidemos que existe el protector solar para evitar las quemaduras.
Pero las quemaduras no son el ¨²nico problema que puede marcarnos la piel estos d¨ªas, ni el fotoprotector es la ¨²nica crema que deber¨ªas tener a mano. ?Te han salido granitos en las mejillas? ?Se te han hinchado? ?Sientes una dolorosa tirantez? Seguramente se debe a que el retorno a las actividades en el exterior te ha causado una dermatitis at¨®pica. "La higiene excesiva que, con buen criterio, se nos recomienda lleva a una deslipidizaci¨®n del manto cut¨¢neo", apunta Buend¨ªa. Y a?ade: "En una persona de piel at¨®pica, puede producirse dermatitis irritativa. Es necesario aplicarse despu¨¦s del lavado una crema hidratante, que proteja dicho manto. Si adem¨¢s coincide con que hemos recuperado el contacto con el sol, hay mayor irritaci¨®n".
Y si hay alguien irritado, alguien que lo est¨¢ pasando mal en la calle, son las personas que tienen alergia al polen. Mira que nos han dicho que no nos llevemos las manos a los ojos; pues, en estas primeras salidas, frotarse el lagrimal es lo que m¨¢s les apetece. Los al¨¦rgicos han pasado de tener poca exposici¨®n a los al¨¦rgenos a encontr¨¢rselos de sopet¨®n en su esplendor primaveral, y ¡°se est¨¢ viendo ahora mucha conjuntivitis al¨¦rgica", se?ala Jos¨¦ Manuel Ben¨ªtez del Castillo, vicepresidente de la Sociedad Espa?ola de Oftalmolog¨ªa. El especialista atribuye el origen de su sinvivir a varios factores: "El mes de abril ha sido lluvioso, lo que reduce la exposici¨®n a los p¨®lenes, que caen al suelo; pero en mayo han llegado los d¨ªas de sol, las altas temperaturas y, al salir a la calle, estamos todos m¨¢s expuestos¡±. La desescalada ha facilitado que lo estemos notando m¨¢s, pues pasamos de la nada al todo.
"Por otro lado, solo se puede salir a primera hora de la ma?ana y ¨²ltima de la tarde, cuando la polinizaci¨®n es mayor", apunta Ben¨ªtez del Castillo ¡ªde cinco a diez de la ma?ana y de siete a diez de la tarde son las franjas de m¨¢xima polinizaci¨®n¡ª. Para empeorar las cosas, venimos con el ojo irritado despu¨¦s de tanta videoconferencia, "lo que hace que ahora se irrite m¨¢s", a?ade. El remedio: "Cuando se llegue a casa, hay que quitarse la ropa, echarla a lavar y ducharse, incluido lavado de cabeza. Si no, uno se va a meter en la cama 'rebozado' en polen y va a pasar una noche mal¨ªsima". Y eso es lo ¨²ltimo que necesitas para preparar otro d¨ªa de desconfinamiento.
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