Hallados los f¨®siles m¨¢s antiguos de nuestra especie en Europa
Un equipo desentierra huesos, herramientas y collares pintados de ' Homo sapiens¡¯ que vivieron en Bulgaria hace 45.000 a?os
Un equipo de paleoantrop¨®logos ha desenterrado en Bulgaria los restos m¨¢s antiguos de nuestra especie en Europa, de hace unos 45.000 a?os. Para cualquiera interesado en saber por qu¨¦ los Homo sapiens estamos solos en la Tierra ¡ªno nos podemos comunicar con ninguna otra especie capaz de dominar el fuego, pintar Las Meninas, desarrollar vacunas o crear la idea de dios¡ª el conjunto de restos humanos y animales hallados en la cueva de Bacho Kiro, en las faldas de los Balcanes, ofrece nuevos datos interesantes.
Los hallazgos hablan de un momento clave de la evoluci¨®n humana: la llegada de los primeros Homo sapiens ¡ªde origen africano¡ª a Europa, donde otra especie humana hab¨ªa surgido y evolucionado de forma paralela: los neandertales. Mientras los sapiens consiguieron prosperar y llegar a un nivel de desarrollo humano sin precedentes, los neandertales se extinguieron para siempre hace unos 40.000 a?os. El proceso dur¨® un pesta?eo en t¨¦rminos evolutivos, unos 5.000 a?os, que sin embargo es lo mismo que ha durado toda la Historia humana desde los albores de la escritura. Una de las implicaciones m¨¢s pol¨¦micas de los nuevos hallazgos de Bulgaria, publicados hoy en Nature, es que los sapiens transmitieron a los neandertales un comportamiento t¨ªpicamente humano como es hacer collares y pendientes para adornar el cuerpo.
Los investigadores del Instituto Max Planck de Alemania que lideran la investigaci¨®n han hallado en la cueva b¨²lgara un molar humano y seis trocitos de hueso tan peque?os que no se sabe a qu¨¦ parte del cuerpo pertenecen. Estos ¨²ltimos han sido analizados con una tecnolog¨ªa de espectrometr¨ªa con l¨¢ser capaz de extraer prote¨ªnas de col¨¢geno y saber a qu¨¦ especie corresponden. Los resultados indican que son de Homo sapiens. El equipo del genetista Svante P??bo ha extra¨ªdo de estos restos ADN mitocondrial, que pasa de madres a hijos. Los resultados muestran que hay al menos cuatro personas diferentes o tal vez cinco, pues el molar y uno de los huesos tienen el mismo genoma, con lo que puede tratarse de dos hermanos hijos de la misma madre. Seg¨²n este ADN, este era un grupo de sapiens que estaba emparentado con el de los ancestros de todos los humanos actuales que viven fuera de ?frica, aunque su linaje gen¨¦tico concreto ha desaparecido en la actualidad.
¡°Estos eran los primeros pioneros sapiens que llegaron a Europa¡±, explica Jean-Jacques Hublin, paleoantrop¨®logo del Max Planck y autor principal de los hallazgos. Se tratar¨ªa de peque?os grupos de exploradores que no estar¨ªan conectados con la segunda oleada sapiens que lleg¨® ¡°unos 3.000 a?os despu¨¦s¡±, consigui¨® llegar m¨¢s all¨¢ de los Balcanes y ¡°reemplaz¨®¡± a los neandertales.
La fecha de hace 45.000 a?os es una media obtenida de tres dataciones diferentes: las del carbono de los sedimentos y los seis huesos y una tercera derivada de la gen¨¦tica molecular a partir de las mutaciones acumuladas en el ADN de la muela. Seg¨²n los datos, las evidencias m¨¢s antiguas de presencia humana en la cueva se remontar¨ªan a hace unos 47.000 a?os, mantiene Hublin, lo que supone que sapiens y neandertales vivieron en el mismo continente durante unos 7.000 a?os. Esto eleva las posibilidades de que hubiese m¨¢s contacto entre ambas especies tambi¨¦n en Europa central y occidental. Ser¨ªa algo parecido a lo que ya se ha visto en Siberia, donde sapiens y neandertales se cruzaron varias veces y tuvieron hijos f¨¦rtiles hace unos 65.000 a?os, y posiblemente en Oriente Medio hace 100.000 a?os. Los resultados del estudio ¡°muestran que si hab¨ªa competencia entre ambas especies, no hubo una superioridad clara¡±, resalta Hublin.
Pero la tesis del investigador franc¨¦s s¨ª implica superioridad de nuestra especie. Junto a los f¨®siles se ha hallado una colecci¨®n de dientes y huesos perforados y pintados de ocre para hacer colgantes entre los que destacan cuentas hechas con dientes de oso. Son objetos casi id¨¦nticos a los que se han hallado en la Cueva del Reno, en Francia, en este caso hechos por los neandertales unos 3.000 a?os despu¨¦s. Tambi¨¦n son muy parecidos al ¡°¨²ltimo collar de los neandertales¡±, hecho con una garra de ¨¢guila imperial de hace 40.000 a?os hallado en Tarragona. El estudio del equipo de Hublin concluye que sus hallazgos apoyan la teor¨ªa de que los sapiens ense?aron a los neandertales a hacer estos abalorios y que estos siguieron cre¨¢ndolos hasta sus ¨²ltimos d¨ªas de existencia, lo que ser¨ªa una de los primeros ejemplos de transmisi¨®n cultural del continente.
Los restos de Bulgaria son unos 4.000 a?os m¨¢s antiguos que el Homo sapiens m¨¢s viejo que se conoc¨ªa en Europa: un hombre hallado en Pe?tera cu Oase, Ruman¨ªa. El an¨¢lisis de su genoma indic¨® que tuvo un abuelo o bisabuelo neandertal que hab¨ªa vivido unos 200 a?os antes. Era un h¨ªbrido, como lo somos todos los europeos, pues llevamos en torno a un 2% de ADN neandertal fruto de los antiguos cruces.
Hay otros dos restos en Reino Unido e Italia que tienen 43.000 y 44.000, respectivamente, pero sus fechas son ¡°dudosas¡± al no haberse datado directamente los f¨®siles humanos, seg¨²n explica William Banks, investigador de la Universidad de Burdeos, en un comentario publicado junto al art¨ªculo. El investigador resalta lo endiablado que es intentar ajustar las fechas precisas de la llegada de los sapiens y sus interacciones con los neandertales hasta que se extinguieron, pues el margen de error de las dataciones de carbono es de m¨¢s o menos 2.000 a?os arriba o abajo. Estos nuevos hallazgos ¡°aportan una pieza nueva e importante del rompecabezas, pero a¨²n nos quedan muchas m¨¢s por encajar¡±, concluye.
¡°No conocemos yacimientos ni tenemos datos arqueol¨®gicos concluyentes que nos indiquen cu¨¢ndo y c¨®mo coincidieron ambas especies, donde podamos evidenciar que estuvieron en el mismo lugar y a la misma hora, circunstancia obligada para poder tener hijos en com¨²n¡±, destaca la paleoantrop¨®loga Mar¨ªa Martin¨®n-Torres, directora del Centro Nacional de Investigaci¨®n sobre Evoluci¨®n Humana. ¡°Este estudio vuelve a dar peso a Europa oriental y el Oriente Pr¨®ximo como el punto caliente de encuentro verdadero cruce de caminos en el que la probabilidad de que hayan coincidido ambos grupos humanos¡±, resalta.
¡°Este estudio nos da dos o tres datos concretos, pero con ellos se pueden contar varias historias diferentes¡±, opina Juan Luis Arsuaga, codirector de Atapuerca. ¡°Mi interpretaci¨®n es que hace 45.000 a?os los sapiens ya se hab¨ªan asomado a Europa, pero los neandertales ni se enteraron, pues los sapiens tardaron miles de a?os en llegar a sus territorios; los hallazgos no prueban que hubiese contacto, colo cohabitaci¨®n" en un enorme continente, explica.
Jo?o Zilh?o, paleoantrop¨®logo de la Universidad de Barcelona, propone otra interpretaci¨®n posible: ?y si fueron los neandertales los que ense?aron a los sapiens a hacer collares? Su equipo ha probado que en la pen¨ªnsula ib¨¦rica ya se hac¨ªan collares de conchas hace 120.000 a?os. Tambi¨¦n hay pruebas de que hicieron arte antes que los sapiens, como demuestra la enigm¨¢tica escalera pintada en la cueva de La Pasiega (Cantabria) hace 65.000 a?os, donde despu¨¦s llegaron los sapiens y a?adieron sus propios dibujos.
¡°Que en Bacho Kiro se encuentren pendientes hechos con dientes similares a los de grotte du Renne refuerza la hip¨®tesis de que la convivencia de cinco milenios entre neandertales y sapiens y denisovanos en otros sitios probablemente dio para influencias de ida y vuelta entre distintas poblaciones¡±, opina Antonio Rodr¨ªguez-Hidalgo, prehistoriador de la Universidad Complutense de Madrid. Es algo parecido a lo que sucedi¨® durante los otros cinco milenios de historia protagonizados ya por una ¨²nica y solitaria especie humana. ¡°En espa?a no hablamos n¨¢huatl, pero comemos palomitas de ma¨ªz¡±, resume el investigador.
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