El c¨¢ncer ya diezmaba a los humanos de la Edad Media
La radiograf¨ªa a decenas de restos muestra una incidencia mucho mayor de la que se cre¨ªa
Muchos de los que vivieron en la Edad Media tuvieron un c¨¢ncer. En un trabajo que usa las modernas t¨¦cnicas de imagen, investigadores brit¨¢nicos han detectado varios casos de met¨¢stasis en los huesos enterrados en diversos cementerios medievales. Extrapolando su hallazgo, estiman que hasta el 14% de la poblaci¨®n pudo tener alg¨²n tumor. El porcentaje es mucho mayor del que se cre¨ªa, pero a¨²n anda muy lejos de la prevalencia actual, hasta cuatro veces mayor. La investigaci¨®n confirma entonces que el c¨¢ncer siempre ha estado ah¨ª, pero son aspectos de la sociedad moderna los que lo han hecho tan omnipresente.
El antrop¨®logo de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) Piers Mitchell estudia el pasado a trav¨¦s de las enfermedades (paleopatolog¨ªa). Igual cuestiona la gravedad de la escoliosis del rey ingl¨¦s Ricardo III como desmonta la imagen saludable de la Roma imperial estudiando sus letrinas. Ahora, acompa?ado de arque¨®logos y radi¨®logos, ha investigado la relevancia del c¨¢ncer en la Inglaterra medieval. ¡°Dise?amos este estudio para investigarlo en los tiempos en los que los modernos carcin¨®genos (como el tabaco y la contaminaci¨®n industrial) a¨²n no hab¨ªan llegado¡±, dice.
Los autores de la investigaci¨®n, publicada en la revista cient¨ªfica Cancer, estudiaron los restos ¨®seos de 146 personas enterradas en seis cementerios de la zona de Cambridge. Les interesaban en especial la columna vertebral, los f¨¦mures y la pelvis. ¡°La mayor¨ªa de los c¨¢nceres se forman en tejidos de ¨®rganos blandos degradados hace mucho tiempo en los restos medievales¡±, recuerda Mitchell. Adem¨¢s, ¡°solo algunos c¨¢nceres se extienden a los huesos y, de estos, solo unos pocos son visibles en su superficie, por lo que buscamos signos de malignidad dentro del hueso¡±, a?ade.
¡°Solo algunos c¨¢nceres se extienden a los huesos, y de estos solo unos pocos son visibles en su superficie, por lo que buscamos signos de malignidad dentro del hueso¡±Piers Mitchell, paleopat¨®logo de la Universidad de Cambridge
Usaron rayos X y tomograf¨ªa computarizada (TC) para detectar signos de met¨¢stasis ¨®sea. ¡°Esta t¨¦cnica de imagen nos permite ver el crecimiento del c¨¢ncer dentro de la m¨¦dula, hasta la que se extiende la met¨¢stasis desde los tumores de tejidos blandos, como el de pulm¨®n, pecho, pr¨®stata y as¨ª¡±, destaca el paleopat¨®logo brit¨¢nico. Hallaron restos del c¨¢ncer en cinco de los analizados, en su mayor¨ªa en la pelvis. Uno pudo padecer alg¨²n tipo de linfoma, ya que presentaba peque?as lesiones en todo el esqueleto. Eso supone un porcentaje de la muestra del 3,5%.
Un 3,5% de c¨¢nceres no parece mucho. De hecho, va en la l¨ªnea de lo que se cre¨ªa sobre la incidencia del c¨¢ncer antes de la era contempor¨¢nea. Pero los autores del trabajo aplican una serie de c¨¢lculos basados en la situaci¨®n actual y elevan mucho la incidencia real. As¨ª, la TC solo detecta el 75% de las met¨¢stasis ¨®seas, por lo que la verdadera proporci¨®n de personas afectadas deber¨ªa rondar el 4,7%. Adem¨¢s, solo entre un tercio y la mitad de los c¨¢nceres acaba extendi¨¦ndose al hueso, as¨ª que, seg¨²n sea la primera o la segunda cifra, la prevalencia del c¨¢ncer en la Edad Media ser¨ªa de entre el 9% y el 14%. Por otro lado, la ausencia de ni?os en la muestra y de mujeres entre los restos con tumores detectados indica que el porcentaje pudo ser mayor.
Hasta ahora, las principales causas de mortalidad de los humanos medievales eran la guerra, la malnutrici¨®n y, entre las enfermedades, la disenter¨ªa o la peste. Jenna Dittmar, coautora del estudio, dice en una nota que ahora ¡°hay que a?adir el c¨¢ncer como una de las principales enfermedades que aflig¨ªan a las gentes del medievo¡±.
El paleopat¨®logo de la Universidad Flinders (Australia) Francesco Galassi recuerda que el c¨¢ncer ha acompa?ado a los humanos en su evoluci¨®n, como confirman recientes hallazgos. ¡°Pero no ten¨ªa la frecuencia que tiene hoy porque es una enfermedad t¨ªpicamente de edades avanzadas y la gente sol¨ªa morir antes¡±. En cuanto a su tratamiento, Galassi comenta que ¡°los casos superficiales y benignos eran tratados por cauterio y escisi¨®n, pero los graves, ulcerados y masivos eran considerados incurables¡±, dice este investigador no relacionado con este estudio.
M¨¢s all¨¢ de una lecci¨®n de historia, Mitchell y sus colegas quer¨ªan destacar la relevancia de los carcin¨®genos modernos en el tremendo peso que supone el c¨¢ncer en la sociedad actual. En Reino Unido, como en Espa?a, la prevalencia del c¨¢ncer oscila entre el 40% y el 50%, lo que cuadruplica la incidencia en la Edad Media.
Para el presidente de la Sociedad Espa?ola de Oncolog¨ªa M¨¦dica ?lvaro Rodr¨ªguez-Lescure est¨¢ claro que el aumento de la esperanza de vida respecto a la Edad Media explica buena parte del aumento de c¨¢nceres. Otros factores, como el gen¨¦tico o la mala suerte durante la replicaci¨®n celular siempre han estado ah¨ª. ¡°Pero hay otros socioculturales, como el tabaquismo, la contaminaci¨®n, la obesidad...¡° que ya estaban en el pasado. Y, sobre los que a?ade, ¡°podemos influir, son modificables¡±.
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