Katalin Karik¨®, madre de la vacuna contra la covid: ¡°Conoces a los jugadores de f¨²tbol, pero no a quienes te salvan la vida¡±
La bioqu¨ªmica, galardonada por L¡¯Or¨¦al y la Unesco, critica la falta de educaci¨®n para generar confianza en la ciencia
Seis de cada diez personas en el mundo han recibido al menos una dosis de una vacuna contra la covid-19, seg¨²n la plataforma Our World in Data. Katalin Karik¨®, una de las cient¨ªficas m¨¢s influyentes del planeta, recibi¨® la suya el 18 de diciembre de 2020. ¡°En la cola estaban los verdaderos h¨¦roes. Los m¨¦dicos y enfermeros que entraban todos los d¨ªas en las habitaciones de pacientes infectados y arriesgaban su vida¡±, recuerda. Cuando se enteraron de que la investigaci¨®n de Karik¨® hab¨ªa sido fundamental para el desarrollo de estas vacunas, todos comenzaron a aplaudir.
¡°Al contarlo, inmediatamente me pongo a llorar. Sab¨ªa que la vacuna era buena y eficaz, pero ah¨ª me di cuenta de lo feliz que estaba la gente real de tener esta protecci¨®n para regresar con los pacientes¡±, afirma con los ojos vidriosos esta bioqu¨ªmica h¨²ngara de 67 a?os, que recibi¨® el 22 de junio en Par¨ªs, donde se realiza esta entrevista, el premio internacional L¡¯Or¨¦al-UNESCO For Women in Science 2022 (por las mujeres en la ciencia, en espa?ol).
Aunque Karik¨® es una de las candidatas favoritas para ganar el Nobel de Qu¨ªmica, su carrera profesional no siempre fue f¨¢cil. Creci¨® en una casa de adobe, sin agua corriente ni electricidad, y a los 16 a?os sab¨ªa que quer¨ªa ser cient¨ªfica, aunque ¡°nunca hab¨ªa visto una¡±. Durante d¨¦cadas sufri¨® rechazos y tuvo dificultades para encontrar financiaci¨®n. Mientras que a finales del siglo XX nadie apostaba por los tratamientos basados en la mol¨¦cula del ARN, en 2020 esta tecnolog¨ªa contribuy¨® a la creaci¨®n de las vacunas de Moderna y Pfizer-BioNTech contra el coronavirus.
Al igual que gran parte de la poblaci¨®n mundial, antes de 2020 Karik¨® no esperaba una pandemia. A principios de ese a?o, permaneci¨® al tanto de la expansi¨®n mundial del SARS-CoV-2, un misterioso virus mortal que asol¨® China y poco a poco salt¨® a muchos otros pa¨ªses. El d¨ªa 13 de marzo, la bioqu¨ªmica cogi¨® un avi¨®n a Estados Unidos para celebrar el cumplea?os de su marido. ¡°Result¨® ser el ¨²ltimo operado por la aerol¨ªnea. Cuando llegu¨¦, no hab¨ªa nadie en el aeropuerto y esa misma noche la frontera del pa¨ªs estaba cerrada¡±, relata.
Por aquel entonces, ya estaba en marcha una carrera contrarreloj para desarrollar una vacuna que salvara millones de vidas y ayudara a alcanzar una nueva normalidad. En la actualidad, m¨¢s de dos a?os despu¨¦s, ya se han administrado m¨¢s de 12.000 millones de dosis en todo el mundo y de media se ponen unas cinco millones de vacunas cada d¨ªa, seg¨²n Our World in Data. ¡°Cada vez m¨¢s personas se vacunan. Si hace dos a?os te enterabas de que tu madre daba positivo, pensabas que morir¨ªa¡±, se?ala Karik¨®. Ahora ¡°la preocupaci¨®n es menor y hay contagiados que tan solo se sienten un poco cansados¡±.
¡°Me han dicho que me quieren colgar, que he hecho que su vida sea miserable y que hay millones de personas sufriendo por los efectos secundarios de las vacunas¡±
No solo elogios, tambi¨¦n amenazas
Frente a los emotivos agradecimientos y elogios de miles de ciudadanos, la cient¨ªfica tambi¨¦n asegura haber recibido correos electr¨®nicos con amenazas: ¡°Me han dicho que me quieren colgar, que he hecho que su vida sea miserable y que hay millones de personas sufriendo por los efectos secundarios de las vacunas. Hay quienes no conf¨ªan en ellas porque no hemos hecho un buen trabajo, no hemos sabido educar¡±, reconoce Karik¨®, que insiste en la labor de los cient¨ªficos y los medios de comunicaci¨®n. Los ciudadanos ¡°hablan de PCRs, tienen algunos conocimientos sobre el ARN mensajero y pueden aprender, pero simplemente nunca les educamos¡±.
La bioqu¨ªmica anima a preguntar por la calle si alguien conoce el nombre de alg¨²n cient¨ªfico. En Espa?a, ¡°algunos nombrar¨¢n a Ram¨®n y Cajal o Severo Ochoa¡±. Pero si se les pregunta por alguien que siga vivo, ¡°muchos no sabr¨¢n responder¡±. ¡°S¨ª pueden nombrar a todos los jugadores de f¨²tbol y de tenis, pero no a las personas que les salvan la vida. Cuando toman sus pastillas cada ma?ana, ?por qu¨¦ no se preguntan qui¨¦n las cre¨®?¡±, cuestiona.
Pese a ello, la cient¨ªfica est¨¢ convencida de que la poblaci¨®n general ¡°quiere saber¡±. Hay quienes ¡°ya no creen en nada¡± y se dirigen a ella para preguntarle, por ejemplo, si es verdad que las vacunas de ARN mensajero pueden alterar nuestro ADN. Karik¨® les responde: ¡°Si crees que eso puede pasar, es porque no conoces la ciencia detr¨¢s de las vacunas y puedo explicarte por qu¨¦ eso no est¨¢ sucediendo, pero al final todo depende de lo que decidas creer porque no tienes conocimientos para juzgar qui¨¦n tiene raz¨®n. ?Me crees a m¨ª o algo que has le¨ªdo?¡±.
No hay evidencias de que las vacunas de ARN mensajero contra la covid-19 alteren nuestro ADN. Tampoco de que contengan microchips ni de que est¨¦n relacionadas con la viruela del mono. Estos son algunos de los bulos que han circulado en redes sociales desde que empez¨® la pandemia. Karik¨® afirma que algunas personas, especialmente determinados m¨¦dicos de Estados Unidos, est¨¢n interesados en difundir desinformaci¨®n para vender productos: ¡°Intentan que la gente no se vacune y se tome algo que, en el mejor de los casos, no les har¨¢ da?o, pero tampoco les ayudar¨¢¡±. En 2020, cuando ella y muchos otros cient¨ªficos estaban ocupados haciendo ensayos, ¡°hubo personas que llevaban 20 a?os sin pisar un laboratorio y se pusieron a decir estupideces sobre las vacunas¡±.
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