103 pa¨ªses se comprometen a reducir esta d¨¦cada un 30% sus emisiones de metano, el gas responsable del 25% del calentamiento

Cada l¨ªder pol¨ªtico que ha acudido a la cumbre del clima de Glasgow ¡ªy tambi¨¦n los ausentes¡ª se juega parte de su prestigio en las pr¨®ximas dos semanas. Pero hay dos de ellos que necesitan m¨¢s que nadie que la COP26 sea un ¨¦xito: Joe Biden y Boris Johnson. El primero, para demostrar claramente que Estados Unidos vuelve a ser un actor serio en la lucha contra el cambio clim¨¢tico. Y el primer ministro brit¨¢nico, para demostrar que el Reino Unido de la era pos-Brexit tiene su peso en la escena internacional. Los dos pretenden copar este martes los titulares del d¨ªa, con los primeros avances del encuentro que se celebra en la ciudad escocesa. Biden apadrina junto a la Uni¨®n Europea un plan internacional para controlar las emisiones de metano, un gas de efecto invernadero relegado a veces en un debate centrado sobre todo en las emisiones de di¨®xido de carbono. Y Johnson, que preside esta COP26, confiaba en protagonizar en solitario la segunda jornada de la cumbre con el anuncio de un gran acuerdo internacional contra la deforestaci¨®n: una alianza de gobiernos, inversores, empresas, organizaciones medioambientales y comunidades locales para detener la p¨¦rdida de bosques en el mundo y la degradaci¨®n de la Tierra para 2030.

Ambos pactos no tienen vinculaci¨®n legal y no forman parte de las negociaciones oficiales de la ONU. Este tipo de anuncios se quedan en muchas ocasiones en meras declaraciones de intenciones, pero en una cumbre de la que no se esperan avances sustanciales en la lucha contra el calentamiento global, estos pasos concretos se pueden considerar como peque?as victorias.

El acuerdo sobre el metano plantea reducir un 30% en 2030 las emisiones de este gas. Al pacto se han sumado alrededor de 103 pa¨ªses, seg¨²n ha explicado en Glasgow la Administraci¨®n de EE UU. El metano es un potente gas de efecto invernadero que siempre ha quedado a la sombra del di¨®xido de carbono (CO?), el principal de los precursores del calentamiento, pero en la lucha clim¨¢tica internacional se est¨¢n intentando impulsar tambi¨¦n compromisos concretos contra ¨¦l. Seg¨²n el ¨²ltimo informe del IPCC ¡ªel panel internacional de expertos encargados de sentar las bases cient¨ªficas sobre el cambio clim¨¢tico¡ª, el metano es responsable del 25% del aumento de la temperatura global registrado en el planeta desde la era preindustrial. Y sus niveles no han parado de aumentar en los ¨²ltimos dos siglos.

Los 103 pa¨ªses que han firmado este acuerdo suponen el 70% de la econom¨ªa mundial y son responsables de casi la mitad de las emisiones antropog¨¦nicas de metano, seg¨²n ha detallado el Departamento de Estado de EE UU. Inicialmente, este compromiso del metano fue apoyado por 31 pa¨ªses, que anunciaron en septiembre su intenci¨®n de sumarse. Seg¨²n los datos facilitados este martes por la Administraci¨®n de EE UU en estos momentos rondan ya el centenar. Adem¨¢s, de EE UU y la UE, tambi¨¦n est¨¢n dentro Brasil, Indonesia, Canad¨¢, Arabia Saud¨ª y el Reino Unido. Aunque entre las ausencias destacan tres de los grandes emisores: China, Rusia y la India.

Durante la presentaci¨®n oficial de este pacto en la cumbre de Glasgow, el presidente Biden ha asegurado que limitar estas emisiones es ¡°una de las cosas m¨¢s importantes¡± que se pueden hacer durante esta d¨¦cada decisiva para conseguir que el calentamiento global se quede dentro de los l¨ªmites menos catastr¨®ficos. ¡°Es uno de los gases que podemos recortar r¨¢pidamente¡±, ha a?adido en el mismo acto la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen. Fue en octubre, EE UU y la Uni¨®n Europea lanzaron esta alianza para conseguir reducir esas emisiones a finales de esta d¨¦cada un 30% respecto a los niveles de 2020.

Otro de los l¨ªderes que ha participado en la presentaci¨®n de este compromiso contra el metano ha sido el primer ministro canadiense Justin Trudeau. ¡°La buena noticia es que la tecnolog¨ªa existe¡±, ha se?alado sobre las medidas que se tendr¨ªan que poner en marcha para frenar las emisiones de metano, muchas de ellas vinculadas a las filtraciones en las explotaci¨®n de petr¨®leo, gas y las minas de carb¨®n.

Origen humano

Un reciente estudio de la Agencia Internacional de la Energ¨ªa (AIE) detallaba que el 40% de las emisiones mundiales de metano provienen de fuentes naturales, principalmente de los humedales. El 60% restante est¨¢ ligado a las actividades humanas: casi un 25% se corresponde con la agricultura y la ganader¨ªa, otro 21% se debe a los combustibles f¨®siles y casi otro 12% a los residuos. El sector en el que es m¨¢s f¨¢cil actuar ahora es el de los combustibles f¨®siles. M¨¢s en concreto, los expertos apuntan a las fugas de metano que se producen en la industria del petr¨®leo, el gas y el carb¨®n.

Los promotores de este pacto aseguran que si se cumple la reducci¨®n mundial del 30% de las emisiones en 2030 se lograr¨ªa limitar el calentamiento en al menos 0,2 grados a mediados de siglo. Esto puede contribuir a lograr la meta cada vez m¨¢s complicada de mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 1,5 grados respecto a los niveles preindustriales ¡ªen estos momentos el planeta ya est¨¢ en los 1,1 grados¡ª.

Adem¨¢s, como ha resaltado la Comisi¨®n Europea, la agencia del medio ambiente de Naciones Unidas ha estimado que si se redujeran un 30% las emisiones mundiales de metano se lograr¨ªan evitar 200.000 muertes prematuras anuales relacionadas con enfermedades respiratorias.

Paralelamente, la Casa Blanca tiene previsto poner en marcha medidas concretas para reducir esas emisiones dentro de su territorio. El equipo de Barack Obama puso en marcha planes espec¨ªficos para hacer frente al metano, pero cuando el republicano Donald Trump lleg¨® al poder anul¨® ese programa, al igual que la mayor¨ªa de normas ambientales para limitar el calentamiento global. Estados Unidos, de la mano de Trump, dej¨® el Acuerdo de Par¨ªs. Y ahora Biden, que est¨¢ participando en la COP26, intenta recuperar el terreno perdido e impulsar la lucha clim¨¢tica internacional con acuerdos como el del metano. ¡°Es una enorme oportunidad para todas las naciones¡±, ha asegurado Biden sobre los empleos que se pueden crear tambi¨¦n ligados al control de este tipo de emisiones.

El programa que tiene previsto poner en marcha ahora Estados Unidos afectar¨¢ a las explotaciones de petr¨®leo y gas natural. La Agencia de Protecci¨®n Ambiental (EPA, por sus siglas en ingl¨¦s) ser¨¢ la encargada de pilotar ese plan de reducci¨®n de las emisiones, que conllevar¨¢ el control de 300.000 pozos de gas y petr¨®leo del pa¨ªs.

Deforestaci¨®n

Respecto a la alianza contra la deforestaci¨®n, gran parte de su ¨¦xito reside en el hecho de que Brasil, junto a pa¨ªses como Canad¨¢, Rusia, Noruega, Colombia, Indonesia o la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo hayan estampado su firma en el acuerdo. M¨¢s de 100 pa¨ªses, en total, se han sumado al pacto, y al menos 30 instituciones financieras han expresado su compromiso de dejar de invertir en pr¨¢cticas da?inas para la atm¨®sfera a partir de 2025. Los presidentes ruso, Vlad¨ªmir Putin, y brasile?o, Jair Bolsonaro, han hecho este martes su primer acto de presencia en la cumbre, aunque fuera a trav¨¦s de sendos v¨ªdeos, para ofrecer su respaldo al acuerdo. ¡°Nuestro pa¨ªs alberga el 20% de los bosques del mundo, y estoy convencido de que su conservaci¨®n es un aspecto fundamental en la lucha contra el cambio clim¨¢tico¡±, ha dicho Putin. ¡°Hago un llamamiento a todos los pa¨ªses para que nos ayuden a conservar todos los bosques¡±, ha pedido Bolsonaro, cuya credibilidad ha sido puesta en duda por muchas organizaciones medioambientales.

El equipo de comunicaci¨®n de Johnson, ansioso por sumar ¨¦xitos cuanto antes en una cumbre internacional que ha comenzado bajo la sombra del escepticismo, ha descrito ya la alianza como un ¡°acuerdo trascendental¡±. Pero los expertos han acogido el anuncio con una mezcla de reserva y optimismo. La deforestaci¨®n mundial supone una de las principales causas de emisi¨®n de di¨®xido carbono a la atm¨®sfera. Justin Adams, el director ejecutivo de Tropical Forest Alliance, ha asegurado: ¡°Cuando miremos atr¨¢s, este ser¨¢ el momento en que diremos que la tendencia comenz¨® a darse la vuelta¡±

Sin embargo, la organizaci¨®n ecologista Greenpeace ha mostrado muchas dudas sobre un pacto que, asegura esta ONG, supone ¡°una luz verde para otra d¨¦cada de destrucci¨®n de los bosques¡±. La directora ejecutiva de Greenpeace Brasil, Carolina Pasquali, ha explicado a trav¨¦s de un comunicado: ¡°Hay una muy buena raz¨®n por la que Bolsonaro se sinti¨® c¨®modo firmando este nuevo acuerdo. Permite otra d¨¦cada de destrucci¨®n de bosques y no es vinculante. Mientras tanto, la Amazonia ya est¨¢ al borde y no puede sobrevivir a m¨¢s a?os de deforestaci¨®n¡±.

En 2014 ya se firm¨® la llamada declaraci¨®n de Nueva York, en la que se inclu¨ªa el compromiso de reducir a la mitad la p¨¦rdida de bosques en 2020. Pero, lejos de cumplirse, el ritmo de deforestaci¨®n ha aumentado en los ¨²ltimos a?os, asegura Greenpeace. La ONG ha recordado que, teniendo en cuenta el historial de Bolsonaro, ¡°hay pocas posibilidades de que acate este acuerdo totalmente voluntario e impulse pol¨ªticas que sit¨²en a Brasil en la senda del cumplimiento del nuevo compromiso¡±.

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