Los litigios clim¨¢ticos cercan a los gobiernos sin conseguir todav¨ªa medidas de calado
Las victorias de la ciudadan¨ªa en los tribunales no se han traducido por lo general en pol¨ªticas m¨¢s ambiciosas para reducir las emisiones, pero s¨ª han tenido otros impactos importantes
Antes de la victoria de una asociaci¨®n de se?oras suizas con una edad media de 73 a?os esta semana en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo, ya hubo otras sentencias hist¨®ricas a favor de grupos de ciudadanos y asociaciones que llevaron a sus gobiernos ante la justicia por la emergencia clim¨¢tica. Desde un pu?ado de j¨®venes o peque?as organizaciones locales a grandes agrupaciones sociales respaldadas por millones de firmas. La ciudadan¨ªa preocupada por la insuficiente respuesta de los pa¨ªses frente a la amenaza del cambio clim¨¢tico ha dejado en evidencia en los tribunales a los gobiernos de Pa¨ªses Bajos, de Francia, de Alemania, de algunos Estados de EE UU, de B¨¦lgica¡ Salvo en Espa?a, donde el Supremo dio la raz¨®n el verano pasado a la Administraci¨®n frente a los ecologistas en el primer litigio clim¨¢tico del pa¨ªs, son ya muchos los precedentes en los que los jueces fallan a favor de las demandas de los ciudadanos para que los gobiernos cumplan con su responsabilidad de proteger a la poblaci¨®n ante el calentamiento del planeta. Y se espera que sean muchos m¨¢s por la proliferaci¨®n de litigios clim¨¢ticos. ?De qu¨¦ han servido realmente estas victorias en los tribunales? En la mayor¨ªa de los casos, no se han traducido en cambios significativos en las pol¨ªticas para reducir las emisiones que provocan el cambio clim¨¢tico, pero s¨ª han conseguido otros impactos importantes.
¡°Aunque las sentencias y condenas en los litigios clim¨¢ticos no vayan siempre acompa?adas de una reacci¨®n de los Estados, son ¨²tiles porque crean una presi¨®n pol¨ªtica que resulta dif¨ªcil de conseguir de otras formas¡±, afirma Justine Ripoll, representante de Notre affaire ¨¤ tous, una organizaci¨®n francesa que utiliza el derecho para aumentar la acci¨®n contra el cambio clim¨¢tico y una de las entidades ¡ªjunto a Oxfam y Greenpeace Francia¡ª que consiguieron que el Estado franc¨¦s fuera condenado en los tribunales por el incumplimiento de sus compromisos clim¨¢ticos en el llamado caso del siglo, un movimiento ciudadano apoyado con 2,3 millones de firmas.
La primera de estas grandes victorias de la ciudadan¨ªa se produjo en 2015 en Pa¨ªses Bajos, en una sentencia refrendada despu¨¦s por su Tribunal Supremo en 2019. Urgenda, una peque?a ONG local y sin filiales internacionales, logr¨® que la justicia obligara al Gobierno holand¨¦s a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del pa¨ªs al menos un 25% para finales de 2020, en comparaci¨®n con los niveles de 1990, ampar¨¢ndose en los derechos humanos. Cuando lleg¨® el fin de 2020, este pa¨ªs registr¨® una reducci¨®n del 25,5%, pero no por una mayor ambici¨®n de sus pol¨ªticas clim¨¢ticas, sino fundamentalmente por los bajos precios del gas (que provocaron un menor uso del carb¨®n), un invierno c¨¢lido y la pandemia de covid. Se cumpli¨® la sentencia, sin acometer reformas de gran calado contra el cambio clim¨¢tico.
Con todo, la victoria de Urgenda sigue estando muy presente en este pa¨ªs, como incidi¨® hace unos d¨ªas el propio ministro holand¨¦s de Clima y Energ¨ªa, Rob Jetten, en un encuentro con periodistas espa?oles al que asisti¨® EL PA?S. Seg¨²n Jetten, aquella sentencia del Supremo sigue impactando en las pol¨ªticas clim¨¢ticas para los pr¨®ximos a?os, ¡°porque su efecto se prolonga en el tiempo¡±. ¡°Cada a?o se publica un informe nacional sobre el curso de las emisiones, y si no cumplimos con los recortes, otras muchas personas pueden acudir a los tribunales para lograr que el Gobierno lo haga¡±, destac¨® el ministro, que asegur¨® que ahora se ha reforzado la Ley del Clima con el compromiso de reducir un 55% las emisiones para 2030.
En Francia, en 2021, el tribunal administrativo de Par¨ªs fall¨® en contra del Estado por incumplir sus compromisos clim¨¢ticos y le orden¨® que compensara los 15 millones de toneladas de CO? emitidos de m¨¢s respecto a los objetivos de 2015-2018. Sin embargo, el llamado caso del siglo tampoco supuso grandes cambios en las pol¨ªticas clim¨¢ticas en este pa¨ªs. Y el mismo tribunal rechaz¨® en 2023 una petici¨®n de las organizaciones demandantes para sancionar al Estado franc¨¦s con 1.100 millones de euros al considerar que los retrasos de cumplimiento estaban siendo contrarrestados por las menores emisiones del primer semestre de ese a?o, conseguidas otra vez en gran medida por factores coyunturales.
¡°?Qu¨¦ impacto ha tenido esta sentencia en Francia?¡±, se pregunta Justine Ripoll, que responde a continuaci¨®n: ¡°No ha conseguido que el Gobierno franc¨¦s tome medidas de m¨¢s, pero s¨ª ha tenido un impacto pol¨ªtico. Ha servido para que el clima se convierta en un tema central, para ver todos los a?os si el Estado respeta sus compromisos y para preguntarnos si las medidas que hemos tomado son suficientes para cumplir con los objetivos de 2030¡å.
Como incide la representante de la organizaci¨®n Notre affaire ¨¤ tous, ¡°ahora en Francia el Consejo de Estado va a preguntar todos los a?os al Gobierno en los tribunales qu¨¦ ha hecho y si el Gobierno se retrasa demasiado en sus compromisos se van a imponer sanciones econ¨®micas o se van a pedir medidas espec¨ªficas, como reducir el transporte o poner m¨¢s dinero en la rehabilitaci¨®n de edificios¡±. ¡°Pol¨ªticamente, es dif¨ªcil para el Gobierno decir ahora que lo est¨¢ haciendo bien con el clima, pues hay jueces que han concluido lo contrario¡±, asegura la francesa. ¡°En el debate p¨²blico, la victoria en los tribunales ha dado mucha fuerza a toda la gente que trabaja en estos temas y que negocia con los pol¨ªticos¡±.
Otro efecto de estas sentencias tiene que ver con los activistas que son llevados a su vez a los tribunales por sus acciones de desobediencia civil o sabotajes en protesta por la acci¨®n demasiado lenta de los pa¨ªses para reducir las emisiones. ¡°La represi¨®n policial ha aumentado mucho en Francia contra estos activistas, pero cuando son llevados ante la justicia a menudo no son condenados porque los jueces toman en consideraci¨®n el hecho de que el propio Estado franc¨¦s est¨¢ cometiendo una ilegalidad y tratando de tapar sus incumplimientos cargando contra los militantes que recuerdan que ha sido condenado en los tribunales¡±.
En el caso de B¨¦lgica, el Tribunal de Apelaci¨®n de Bruselas sentenci¨® en 2023 que el Estado belga y las regiones de Flandes y Bruselas no hicieron esfuerzos suficientes para recortar los gases de efecto invernadero en 2020 y les oblig¨® a respetar el objetivo de reducir sus emisiones en un 55% en 2030, respecto a los valores de 1990. Para Sarah Tak, coordinadora de Klimaatzaak, organizaci¨®n promotora de la iniciativa ciudadana que consigui¨® esta victoria legal, ¡°el fallo aclar¨® que la crisis clim¨¢tica es una crisis de derechos humanos y que nuestro Gobierno tendr¨¢ que aumentar dr¨¢sticamente tanto la acci¨®n como la ambici¨®n clim¨¢tica¡±. Seg¨²n esta activista, ¡°dado que el marco regulatorio internacional sobre el clima no prev¨¦ objetivos de reducci¨®n vinculantes, sentencias nacionales como la del Tribunal de Apelaci¨®n de Bruselas pueden ser de suma importancia para llenar el vac¨ªo de gobernanza. Los gobiernos federal y regional belgas est¨¢n ahora legalmente obligados a asumir su parte de responsabilidad en la misi¨®n colectiva de mantener el calentamiento global por debajo del peligroso l¨ªmite de temperatura de 1,5 ¡ãC¡±. ¡°Esto es verdaderamente importante y catalizar¨¢ nuestra pol¨ªtica nacional durante el resto de esta d¨¦cada¡±, incide Tak, que asegura que el tribunal abri¨® tambi¨¦n un procedimiento de seguimiento en el que evaluar¨¢ pol¨ªticas y objetivos intermedios para el periodo 2022 a 2024 y anunci¨® que podr¨ªa imponer multas coercitivas en caso de incumplimiento.
A pesar de los efectos que s¨ª tienen estas sentencias para impulsar la acci¨®n clim¨¢tica, algunos juristas muestran m¨¢s dudas sobre la estrategia de llevar continuamente a los gobiernos ante los tribunales para obligarles a tomar m¨¢s medidas contra el cambio clim¨¢tico. Ana Barreira, abogada y directora del Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIDMA), considera que ¡°se est¨¢ levantando demasiado ruido¡± con sentencias como la del TEDH de esta semana, que asegura que solo afecta a Suiza, con interpretaciones a veces equivocadas. ¡°Hay que ser m¨¢s ambiciosos en la lucha contra el cambio clim¨¢tico, no soy esc¨¦ptica ni negacionista, pero creo que hay que hacer una transici¨®n que no genere rechazo social, porque, si no, nos vamos a cargar todo en lo que se lleva trabajando desde hace muchos a?os en Europa¡±, comenta la abogada, que cree contraproducente forzar a los gobiernos a tomar medidas dr¨¢sticas que suponen grandes cambios en la sociedad a golpe de sentencias.
Para la belga Sarah Tak, ¡°los jueces de Estrasburgo confirmaron claramente la obligaci¨®n de los gobiernos de proteger eficazmente a sus ciudadanos del cambio clim¨¢tico¡±, lo que implica reducciones de las emisiones mucho m¨¢s dr¨¢sticas, como pide la ciencia clim¨¢tica. ¡°Aunque solo sea vinculante para Suiza, el veredicto impacta en la gobernanza clim¨¢tica de los 46 Estados miembros del Consejo de Europa¡±, considera la activista. ¡°Y sin duda provocar¨¢ una nueva generaci¨®n de demandas clim¨¢ticas nacionales¡±.
Recurso de la petrolera Shell
Los litigios climáticos no van solo contra los gobiernos, sino también contra algunas empresas. Un ejemplo de la estela dejada por sentencias históricas como la de Urgenda en Países Bajos fue el recurso presentado en los tribunales en 2018 por Milieudefensie, la rama holandesa de Amigos de la Tierra, contra la petrolera Shell. En esta ocasión se sumaron a la demanda otras seis organizaciones ecologistas y más de 17.000 particulares, alegando que Shell sabe desde los años sesenta que la extracción de gas y petróleo tiene efectos nocivos para el clima. El resultado fue otra sentencia calificada de histórica en 2021, en la que un tribunal de La Haya concluyó que la petrolera tiene la obligación de contener la contaminación generada por sus actividades, y debe influir además en la producida por sus proveedores y clientes. ¿Qué pasó con esta sentencia? Pasados casi tres años del fallo, el caso está otra vez en los tribunales. Este viernes han concluido las audiencias de la apelación presentada por Shell y los jueces deliberarán a partir de ahora.
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