Israel Elejalde vuelve al teatro cl¨¢sico con Lope de Vega
El int¨¦rprete protagoniza bajo la direcci¨®n de Llu¨ªs Homar ¡®Lo fingido verdadero¡¯, una obra que recrea la historia de san Gin¨¦s, santo patr¨®n de los actores
El prop¨®sito del teatro desde sus or¨ªgenes es para Llu¨ªs Homar bien sencillo: ¡°Convertir aquello que se finge en verdad¡±. Con Lo fingido verdadero, de Lope de Vega, ha topado de lleno con esta misi¨®n y en este encuentro explosivo entre autor y director, Homar ha atisbado la esencia pura del teatro, aquella que permite ver m¨¢s all¨¢ de lo visible y vivir las emociones del alma humana. La Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico (CNTC), que dirige Homar desde septiembre de 2019, se atreve por primera vez con esta obra de Lope, un texto complejo que, junto con Hamlet de Shakespeare y El Impromptu de Versalles de Moli¨¨re, construye, seg¨²n los estudiosos, una fascinante trilog¨ªa sobre el teatro dentro del teatro en el siglo XVII. ¡°Es, tal vez, la mejor obra de Lope¡±, defiende Homar. Y ya sin el tal vez, la realidad es que Lo fingido verdadero es un hermoso canto de amor de Lope al teatro.
El montaje supone la vuelta al verso del teatro cl¨¢sico de Israel Elejalde, quien interpreta a San Gin¨¦s, el c¨®mico romano que se convirti¨® al cristianismo y es considerado el santo patr¨®n de los actores. En el elenco, compuesto por int¨¦rpretes de todas las generaciones formadas en el cl¨¢sico, figuran tambi¨¦n Arturo Querejeta, Eva Tranc¨®n, Maria Besant o Paco Pozo, entre otros. Lo fingido verdadero, con una escenograf¨ªa que se acerca casi a una ¡°no escenograf¨ªa¡±, se podr¨¢ ver en el Teatro de la Comedia de Madrid entre el 1 de febrero y el 27 de marzo, antes de iniciar una gira ya cerrada por distintas ciudades espa?olas.
Esta historia de la conversi¨®n de un pecador a santo, en la que se mezclan lo profano y lo divino, la escribi¨® Lope hacia 1608, casi a la par que El arte nuevo de hacer comedias, cuando el autor ten¨ªa 46 a?os y una larga dedicaci¨®n ya a la autor¨ªa teatral. Es un tr¨ªptico dividido en tres jornadas o actos: un drama hist¨®rico en torno al poder, un drama metateatral y, finalmente, una comedia de santos. La historia transcurre en el a?o 303 despu¨¦s de Cristo, bajo el mandato del emperador Diocleciano en Roma. Cuando este invita al actor Gin¨¦s a representar con su compa?¨ªa la farsa del rito bautismal de los cristianos, por aquellos tiempos perseguidos cruelmente, al int¨¦rprete le sobrevino sobre el escenario una crisis m¨ªstica y, en medio de la actuaci¨®n, se convirti¨® al cristianismo, ante la mirada at¨®nita de sus compa?eros. A?os m¨¢s tarde, la Iglesia proclam¨® santo al comediante y patr¨®n de las gentes del teatro. ¡°Lope se acerca as¨ª a la esencia misma del teatro, que es la de convertir aquello que se finge en verdad¡±, explica Homar, en un encuentro organizado por este peri¨®dico junto a Israel Elejalde, sentados en un palco del Teatro de la Comedia.
Llu¨ªs Homar (Barcelona, 1957) se atreve a calificar de ¡°gran acontecimiento¡± el estreno de Lo fingido verdadero. ¡°Es un texto de Lope poco conocido, muy complejo, pero de una relevancia ¨²nica. Espero que se convierta en un enorme descubrimiento y que pase a formar parte del repertorio de los grandes textos cl¨¢sicos¡±, se entusiasma el director, tras confesar su ¡°enamoramiento total¡± con esta obra, que conoci¨® gracias al acad¨¦mico y dramaturgo Juan Mayorga. ¡°Me enamor¨® este texto con tantas resonancias con nuestro oficio, por esa relaci¨®n entre vida y teatro y por ese personaje de Gin¨¦s, que realiza un viaje hacia la esencia de la vida¡±, explica Homar.
Israel Elejalde ha hecho un doble viaje con la funci¨®n, el de Gin¨¦s y el suyo propio. Lo fingido verdadero supone la vuelta a los or¨ªgenes de una carrera que empez¨® en el teatro cl¨¢sico, aunque llevaba varios a?os alejado. Y se ha encontrado de nuevo con el verso cl¨¢sico espa?ol, al que se refiere como ¡°jerogl¨ªfico brutal¡±. ¡°Es lo m¨¢s dif¨ªcil, de lo m¨¢s dif¨ªcil, de lo m¨¢s dif¨ªcil de todo¡±, repite. ¡°No hay nada m¨¢s complicado y, al mismo tiempo, m¨¢s ingrato por momentos. El verso te hace estar al l¨ªmite y, a la vez, buscar la verdad con un artificio supremo que est¨¢ en el propio verso y mostrarte contempor¨¢neo con textos, palabras, sonidos y ritmos que no lo son¡±, explica el actor, que afronta su primer trabajo teatral tras participar en la ¨²ltima pel¨ªcula de Almod¨®var, Madres paralelas.
¡°Lope hace en esta obra una reivindicaci¨®n de la dignidad de las personas que se dedican al teatro. Nadie pon¨ªa en duda la religi¨®n cat¨®lica en aquella ¨¦poca, pero s¨ª se discut¨ªa la honorabilidad de los teatreros. En un tiempo como el de ahora, en el que todo el teatro de vanguardia y contempor¨¢neo est¨¢ inmiscuido en la autoficci¨®n y en la metateatralidad de las obras, produce un gran placer comprobar que Lope ya lo defendi¨® en el siglo XVII. Hay una lectura muy pol¨ªtica de la funci¨®n, porque Lope viene a decir que el teatro es un sitio digno, donde se puede alcanzar la verdad y reflexionar, a trav¨¦s del fingimiento, en lo que somos y lo que debemos ser¡±, defiende Elejalde. Y junto al amor por el teatro, aparece el amor como educador del poder, el amor que, en palabras de Homar, ¡°nos arroja a los abismos cuando somos rechazados por la persona amada, pero que nos entregar¨¢ la capacidad de aprender a ser honestos y a respetar al otro, un amor que invita a un viaje m¨¢s complejo, el del amor a lo transcendente y metaf¨ªsico¡±.
Reparto paritario
¡°Eso, soldados, ?qu¨¦ importa, / si mi valor os agrada, / mis triunfos y mis victorias?¡±. La voz y el cuerpo de la actriz Eva Tranc¨®n da vida a Apro, el general romano al servicio de emperadores. No ha cambiado su cuerpo, ni su voz de mujer, tampoco su vestuario. ¡°?Por qu¨¦ nos ha de extra?ar que a m¨ª me vean como San Gin¨¦s y no se crean a Eva Tranc¨®n en el papel de Apro o a Montse D¨ªez haciendo de Marco Aurelio?¡±, se pregunta Israel Elejalde. El teatro, ya lo dijo Borges, es el arte en el que alguien finge lo que es, y hay otro, que es el espectador, que finge que se lo cree. Llu¨ªs Homar, ante la escasez de papeles femeninos en el teatro del Siglo de Oro, y para hacer justicia a las actrices, ha dado la vuelta al reparto y ha montado un equipo art¨ªstico paritario, en el que las mujeres dan vida a personajes masculinos. As¨ª, en Lo fingido verdadero el reparto lo componen siete mujeres y siete hombres que interpretan a todos los personajes de la obra original, que contaba con 11 actores y solo tres actrices.
No es la primera vez que Homar toma esta decisi¨®n. Ya lo hizo la temporada pasada con La comedia de maravillas, de Ram¨®n de la Cruz, que cont¨® con un reparto de seis actrices y seis actores, en el que las mujeres interpretaban tanto papeles de mosqueteros o soldados como marquesas o espectadoras. ¡°Es un acto de justicia social y justicia hist¨®rica para con las actrices. Es algo que funciona desde el primer momento¡±, asegura Homar, mientras Elejalde se pregunta de nuevo por qu¨¦ no se ha hecho antes. ¡°Es una propuesta que se a?ade al juego teatral. En el teatro venimos a jugar¡±, subraya el actor.
Para Aisa P¨¦rez, la actriz que hace el papel de Marcela, el reparto paritario supone una medida absolutamente relevante. ¡°Como mujer, actriz y amante del teatro cl¨¢sico, tengo much¨ªsimas menos posibilidades de trabajar en los textos de libretos cl¨¢sicos y por ello aplaudo la decisi¨®n de Homar¡±, proclama P¨¦rez, la int¨¦rprete m¨¢s joven del reparto de Lo fingido verdadero, salida de la ¨²ltima promoci¨®n de La Joven Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico.
Lo fingido verdadero
Texto: Lope de Vega. Dirección: Lluís Homar. Reparto: Israel Elejalde, Silvia Acosta, Arturo Querejeta, Verónica Ronda y María Besant, entre otros. Teatro de la Comedia. Madrid. Del 1 de febrero al 27 de marzo. De martes a domingos a las 20 horas.
Babelia
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