Localizado tras 900 a?os el lugar exacto de la crucial batalla medieval de Ucl¨¦s
La Universidad de Castilla-La Mancha halla armas cristianas y musulmanas y ubica el campamento almor¨¢vide, as¨ª como una red de 30 fortificaciones de la frontera norte de Al-?ndalus
La derrota del ej¨¦rcito cristiano frente al musulm¨¢n el 29 de mayo de 1108 en la batalla de Ucl¨¦s (Cuenca) result¨® determinante para la consolidaci¨®n del imperio almor¨¢vide en el interior de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica en el siglo XII. El descalabro completo de las huestes de Alfonso VI ¨Dse calculan unos 3.000 muertos cristianos¨D permiti¨® a los musulmanes tomar dos a?os despu¨¦s Zaragoza, levantar fortificaciones militares en el Alto Tajo, el estrechamiento del cerco a la ciudad de Toledo, el debilitamiento del reino castellanoleon¨¦s y, a la postre, facilitar el nacimiento de Portugal. Sin embargo, hasta ahora, se desconoc¨ªa el lugar exacto donde se produjo la crucial lucha, algo que los proyectos Estudio arqueol¨®gico de la batalla de Ucl¨¦s y de la frontera en ¨¦poca almor¨¢vide y Ucl¨¦s: de medina isl¨¢mica a cabecera de la Orden de Santiago, desarrollados por la Universidad de Castilla-La Mancha, han permitido determinar. Adem¨¢s, los investigadores han hallado el posible emplazamiento del campamento musulm¨¢n, material militar perdido por ambos ej¨¦rcitos, una desconocida barriada del siglo XII, as¨ª como una treintena de fortificaciones de ¨¦poca almor¨¢vide en las provincias de Ciudad Real, Toledo, Guadalajara, Cuenca y Madrid, reforzadas o construidas en ese momento para defender la frontera norte de Al-?ndalus.
La toma de Toledo por Alfonso VI en 1085 oblig¨® a los reinos de taifas a reclamar ayuda urgente del imperio norteafricano. La frontera se desmoronaba a pasos agigantados ante la divisi¨®n de los peque?os dominios musulmanes. La poblaci¨®n y la alcazaba de Ucl¨¦s, en el centro peninsular y en manos cristianas, ¡°se mostraba as¨ª como un punto estrat¨¦gico para el control del territorio, ya que abr¨ªa las puertas hacia Toledo, Zaragoza y Valencia¡±, describen los expertos.
Por eso, en la primavera de 1108 los almor¨¢vides pusieron cerco a Ucl¨¦s y asaltaron sus arrabales. Los cristianos respondieron con un ej¨¦rcito dividido en dos columnas, pero fueron sorprendidas por las tropas de Tamim ben Y¨²suf. ?Pero d¨®nde? Hasta ahora no exist¨ªan pruebas concluyentes para localizar el combate.
Para ubicarlo, los expertos de la Universidad de Castilla-La Mancha estudiaron 45 kil¨®metros cuadrados en torno a Ucl¨¦s, analizaron los caminos existentes en la Edad Media con el fin de determinar los posibles movimientos de las tropas y emplearon drones, c¨¢maras Lidar (l¨¢ser), t¨¦rmicas y de multiespectro. Con los datos obtenidos, pudieron reconstruir las caracter¨ªsticas del terreno en el momento de la batalla, que no coinciden con las actuales.
A continuaci¨®n, realizaron prospecciones arqueol¨®gicas tanto a pie de yacimiento como con equipos geomagn¨¦ticos no invasivos. La conclusi¨®n es que la batalla se produjo en el entorno del r¨ªo Bedija, en ¡°una zona pr¨®xima en la que se han localizado elementos militares en puntos dispersos, lo que es un rasgo muy caracter¨ªstico de los movimientos de caballer¨ªa¡±, explican.
La batalla, tambi¨¦n conocida como de los Siete Condes, pues siete destacados nobles fallecieron en ella, termin¨® en una desbandada general del ej¨¦rcito cristiano y la muerte del infante Sancho Alf¨®nsez, ¨²nico hijo var¨®n de Alfonso VI.
Las piezas recuperadas hasta el momento incluyen restos de armas cortas, cuchillos fragmentados, puntas de flecha y ballestas deterioradas, posiblemente como consecuencia de la propia lucha. Tambi¨¦n se han localizado peque?os clavos de hierro y bronce, quiz¨¢s ligados a los amarres de petos de cuero, as¨ª como herraduras y clavos medievales con cabeza en forma de clavija de viol¨ªn.
Las investigaciones han permitido tambi¨¦n plantear la posible ubicaci¨®n del campamento norteafricano, que se sit¨²a en un cerro a unos 200 metros en l¨ªnea recta de Ucl¨¦s, en el denominado cerro de las Higueras o de la Defensa. Desde este punto se controlaban geoestrat¨¦gicamente los caminos que acced¨ªan a la poblaci¨®n desde el sudoeste y noroeste, en especial las v¨ªas que llevaban a Toledo y Alcal¨¢ de Henares, important¨ªsimos centros urbanos en ese momento.
Durante los trabajos arqueol¨®gicos se han hallado, igualmente, numerosos clavos de entre 8 y 10 cent¨ªmetros que serv¨ªan para sustentar las tiendas del ej¨¦rcito musulm¨¢n o las propias jaimas. Adem¨¢s, se han documentado otros elementos militares como una contera de pu?al, restos de armas blancas, tachuelas de las caballer¨ªas y un alquerque de nueve (un juego entre el Tres en raya y las Damas) que, adem¨¢s de servir de distracci¨®n, ten¨ªa una amplia tradici¨®n protectora. De momento, el campamento de las tropas de Alfonso VI no ha sido ubicado.
En este cerro de la Defensa, tambi¨¦n se ha localizado un barrio musulm¨¢n de unas nueve hect¨¢reas, datado entre los siglos XI y XII. En este asentamiento, no alterado por culturas posteriores, se ha constatado la presencia de la fortaleza que coronaba el otero, formada por un recinto interno, un muro perimetral y dos o tres torres de flanqueo. Por ¨²ltimo, se ha descubierto igualmente un edificio de gran tama?o que, por su orientaci¨®n, podr¨ªa corresponder con una mezquita.
Los proyectos de investigaci¨®n han sido financiados y patrocinados por la Fundaci¨®n Fernando N¨²?ez, la Consejer¨ªa de Educaci¨®n y Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Facultad de Letras de Ciudad Real, el Ayuntamiento de Ucl¨¦s y el Obispado de Cuenca. El programa arqueol¨®gico est¨¢ dirigido por los profesores David Gallego Valle, Jes¨²s Manuel Molero Garc¨ªa y Cristina Pe?a Ruiz.
Tras la victoria de Ucl¨¦s, el imperio almor¨¢vide ampli¨® las defensas de la medina, levant¨® una nueva muralla y reedific¨® la alcazaba. La ciudad, no obstante, pas¨® a manos cristianas de nuevo en torno a 1157 y pocos a?os despu¨¦s se convirti¨® en la casa principal de la guerrera y religiosa Orden de Santiago.
Babelia
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