19 novelas negras para leer en el puente de diciembre y regalar en Navidad

Con el fr¨ªo definitivamente instalado en nuestras vidas es un buen momento para quedarse en casa y leer. Y nada mejor que un buen misterio para engancharse toda una tarde; tambi¨¦n traemos varios cl¨¢sicos de novela-enigma, un thriller judicial de altos vuelos y algunas de las mejores series de los ¨²ltimos tiempos. Y otras sorpresas. Aqu¨ª hay de todo: de las editoriales m¨¢s grandes y los autores m¨¢s consagrados a los m¨¢s peque?os y, quiz¨¢s, desconocidos. Audiolibros, novelas gr¨¢ficas... la lista es transversal. Todo eso y m¨¢s, le¨ªdo y analizado aqu¨ª para que elijan, compren y regalen bien, que la Navidad est¨¢ ya a la vuelta de la esquina.

Peque?os e imprescindibles

El castillo de arena, Seicho Matsumoto (Libros del Asteroide, traducci¨®n de Marina Bornas). Hay que subrayar el gusto de esta editorial a la hora de rescatar este cl¨¢sico de las letras japonesas y maestro del g¨¦nero policial. Es el cuarto libro que publican del autor de El expreso de Tokio y son todos una gozada para el amante de las historias reposadas, bien escritas, hiladas sin fallo y con una trama impecable. Ambiente y desarrollo cl¨¢sico ¡ªcon lo que Carlos Zan¨®n llamar¨ªa en buen plan ¡°parsimonia japonesa¡±¡ª para esta historia en la que el entra?able y obsesivo polic¨ªa Imanishi (tambi¨¦n creador de haikus y coleccionista de bons¨¢is) se empe?a en dar con el asesino de un hombre en una estaci¨®n de de tren Tokio (siempre los trenes con Matsumoto) cuando ya todo el mundo se ha rendido. La presentaci¨®n de las pruebas al lector, el ritmo, los di¨¢logos¡­ todo es delicioso en esta novela que tanto gustar¨¢, por ejemplo, a los fans de Jules Maigret (entre los que me incluyo). Su relaci¨®n con un joven polic¨ªa que lo admira y lo sigue aporta el toque necesario de emoci¨®n. El final no puede ser m¨¢s cl¨¢sico, con el bueno de Imanishi explicando todo el proceso criminal.

Llevar en la piel, Antonia Lassa (Nocturna). Esta novela no deber¨ªa pasar desapercibida bajo ning¨²n concepto, a pesar de todas las que hay en las librer¨ªas y de todas las que tenemos en este art¨ªculo. Una narraci¨®n de estructura cl¨¢sica (qui¨¦n mat¨® a la millonaria octogenaria que han encontrado con tremendos signos de violencia en un apartamento de Biarritz) sirve a la autora para presentar unos personajes peculiares (sin caer en el clich¨¦ estramb¨®tico tan en boga) y muy s¨®lidos. Ah¨ª est¨¢ ese comisario Cannone y, sobre todo, Albert Laren, un detective privado muy particular, expertos en vinos (como la autora), que trabaja en una caravana y lleva una vida llena de apuestas arriesgadas. Los personajes podr¨ªan parecer excesivos, pero est¨¢n sostenidos con una prosa s¨®lida y unos di¨¢logos ¨¢giles e inteligentes sin resultar pretenciosos. Es lo que ocurre un poco con toda la novela. Y se lee en una tarde, una maravillosa tarde.

Las cosas humanas, Karine Tuil (Adriana Hidalgo, traducci¨®n de Maya Gonz¨¢lez). Atenci¨®n a esta novela que gan¨® el Goncourt des Lyc¨¦ens. Las primeras 80 p¨¢ginas despistan y entretienen a partes iguales, con esa narraci¨®n de cotilleo sofisticado que nos cuenta la historia de una familia (padre, madre e hijo) tan triunfadora como disfuncional. Entendemos esta inmersi¨®n en sus glorias y miserias en cuanto se desata el desastre. Hab¨ªa escrito en qu¨¦ consiste, pero est¨¢ demasiado avanzado en la novela como para que no sea un riesgo de destripe pon¨¦rselo aqu¨ª. Digamos que hay un hecho criminal y que eso pone patas arriba la vida del padre (el presentador de televisi¨®n m¨¢s famoso de Francia) y la madre (una comprometida ensayista). La trama gira entonces hacia el drama judicial y los grandes temas de la ¨¦poca: el consentimiento, la mentira, el machismo, el racismo, el clasismo¡­ Ya les aviso: nadie gana. Es bastante redonda.

Sin reproches, Daniel Woodrell (Sajal¨ªn, traducci¨®n de Ana Crespo). Si uno tiene una novela de Woodrell en la pila de libros pendientes, ha de ponerla bien arriba para leerla cuanto antes. Pero esta, adem¨¢s, es especial. En la p¨¢gina 30 descubro (yo, que no leo contraportadas) que se trata de otra aventura de Ren¨¦ Shade, la que cierra la trilog¨ªa de los pantanos. As¨ª que me siento y me olvido del mundo. ?Por qu¨¦? Porque estamos ante el mejor ejemplo de country noir pero, tambi¨¦n, ante muchas otras cosas: Shade y su familia disfuncional son personajes imposibles, a no ser que est¨¦n en manos de un maestro como Woodrell. El paisaje y el paisanaje de la zona son incre¨ªbles. El arranque, muy potente. La visi¨®n que da de la mafia rural y la white trash, descarnada y divertida. Podr¨ªa seguir, pero pasemos a otro libro.

Palabras mayores: grandes nombres en plena forma

El camino de la resurrecci¨®n, Michael Connelly (AdN, traducci¨®n de Javier Guerrero). Para los aficionados al maestro del policial contempor¨¢neo, las novelas de Harry Bosch se dividen, por este orden de preferencia, en las del polic¨ªa y gran personaje de su obra (qu¨¦ potente inicio con Eco negro, seguida de la no menos buena Hielo Negro); las del polic¨ªa con Ren¨¦ Ballard (qu¨¦ buenas son, qu¨¦ gran personaje, qu¨¦ emocionante es, por ejemplo, la ¨²ltima: Estrella del desierto) y las que Bosch comparte con Mickey Haller, su hermanastro, el abogado penalista y que tiene como oficina un Lincoln (s¨ª, el de la serie de Netflix). A estas ¨²ltimas novelas pertenece El camino de la resurrecci¨®n, una piedra m¨¢s en el impresionante trabajo que est¨¢ haciendo Connelly para reflejar el siglo XXI en Los ?ngeles a trav¨¦s de Bosch, el crimen y sus casos. Un aviso: si no han le¨ªdo a este autor es probable que no sea la mejor para empezar, pero si quieren probar no hay problema, el maestro se apa?a para que en todas las entregas tengas lo esencial de los personajes. En este caso, conecta directamente con la resoluci¨®n del anterior libro y abre, a partir de eso, un abanico incre¨ªble de procedimental, novela negra pura, sociolog¨ªa del crimen y m¨¢s. Haller le da algo m¨¢s de espectacularidad a la trama mientras que Bosch aporta el punto de intensidad. Otra manera de ver al h¨¦roe, incluso como ch¨®fer de su hermanastro, mientras trata de hacer justicia con gente condenada injustamente y de no hacerse demasiado viejo demasiado pronto.

Holly, Stephen King (Plaza&Jan¨¦s, traducci¨®n de Carlos Milla Soler). Razones para leer al maestro King hay muchas y no pocas coinciden con las esgrimidas en defensa de sus novelas negras. Me gust¨® mucho la trilog¨ªa protagonizada Bill Hodges (sobre todo en esa primera novela de la trilog¨ªa, Mr Mercedes, tan potente, tan malvada); pero ya ve¨ªamos ah¨ª a Holly Gibney y King, que tanto sabe de literatura popular y lectores, tambi¨¦n la estaba viendo. Hizo entonces que creciera dentro de la trilog¨ªa, que heredara Finders Keepers, la agencia de detectives fundada por Hodges, y que adquiriera su propio vuelo: primero, en La sangre manda (novela corta) y ahora en esta Holly que tiene todas las virtudes de las mejores obras del rey del terror: una estructura medida en la que nada es banal, grandes secundarios, dos o tres hilos narrativos paralelos a la trama principal que funcionan de maravilla y un personaje inmenso, esta Holly que ha vuelto a fumar, que sigue con su medicaci¨®n y que trata de quitarse de encima la sombra de una madre terrible. Eso s¨ª, sabe mirar al mundo de frente y le va a hacer falta porque est¨¢ ante dos asesinos muy peculiares: dos ancianos de los que no diremos nada m¨¢s. Si no han le¨ªdo esta faceta negrocriminal de King, est¨¢n de enhorabuena. Corran a por ella.

• Les dejo, por si quieren saber m¨¢s de Holly, el personaje y la novela, mi cr¨ªtica del libro en Babelia.

El problema final, Arturo P¨¦rez-Reverte (Alfaguara). Fiel a su estilo, P¨¦rez- Reverte nos entrega una muestra de literatura popular que sabe leer el esp¨ªritu de los tiempos. Como fan de Sherlock Holmes, no me lo he podido pasar mejor. Pero esta novela con misterio de puerta cerrada en un hotel de una peque?a isla griega est¨¢ muy lejos de ser un producto exclusivo para fans del personaje de Arthur Conan Doyle. El caso es sencillo: una joven se ha ahorcado en una estancia del hotel, pero nada, claro, es lo que parece. A partir de ah¨ª, los di¨¢logos entre Hopalong Basil (en realidad, el elegante y ya envejecido Basil Rathome, la imagen que la mayor¨ªa tenemos de Holmes gracias a su interpretaci¨®n del detective en 15 pel¨ªculas) y un impagable Paco Fox¨¢ (un Watson de manual) escritor de novelas de quiosco (otro homenaje), mit¨®mano, admirador y fiel escudero de Basil que no se puede creer que se encuentre metido en un misterio de verdad al lado de su ¨ªdolo son impagables; sirven, adem¨¢s, para sostener el ritmo y avanzar en la investigaci¨®n. Las referencias (al g¨¦nero, a Holmes, a la historia del cine) que trufan todas las p¨¢ginas son solo un placer m¨¢s en un libro lleno de ellos.

• Dejo aqu¨ª la cr¨ªtica que hizo Domingo R¨®denas de Moya para Babelia.

Las hermanas Jacobs, Benjamin Black (Alfaguara, traducci¨®n de Antonia Mart¨ªn). Bueno, creo que es hora de decir basta a ese mantra que dice que ¡°en las novelas de Black no pasa nada¡±. Bien es verdad que la acci¨®n en esta, la novena de la serie de nuestro amado pat¨®logo Quirke, no empieza m¨¢s o menos hasta la p¨¢gina 70, pero quien haya le¨ªdo a Banville/Black sabe que por el camino y por el mismo precio se llevar¨¢ un retrato impecable de la sociedad irlandesa de los cincuenta, varios personajes secundarios para la historia (Phoebe, la hija de Quirke, especialmente) y un invitado estelar, Stratford, un personaje nuevo con el que se cruza Quirke ante la decadencia de Hacket (su compa?ero m¨¢s habitual en las anteriores) y que es una joya: abstemio, protestante, de clase alta. ¡°Un imposible¡±, como me dec¨ªa Banville hace unas semanas. Es una novela soberbia, qu¨¦ les voy a contar a los que ya saben c¨®mo se las gasta el can¨ªbal de la literatura.

• Aqu¨ª les dejo la entrevista que hice a Banville.

Dos italianos con mucha profundidad

Las bestias j¨®venes, Davide Longo (Destino, traducci¨®n de Lara Cort¨¦s). Si con El caso Bramard (tambi¨¦n en Destino) Longo se posicion¨® como uno de los grandes valores de la nueva novela negra italiana, con este t¨ªtulo, el segundo de la serie, se ha consagrado. No hay nada que me disguste en este misterio tan bien dosificado, con un trasfondo pol¨ªtico potente y una gran capacidad para mostrar, sin grandes discursos, las cloacas del Estado italiano. Si solo fuera eso¡­ pero es que tenemos ante nosotros a Arcadipane, uno de los grandes personajes de la novela negra europea de los ¨²ltimos a?os. Su protagonismo en Las bestias j¨®venes ayuda a la novela a ser profunda y divertida a la vez. Bramard est¨¢ retirado tras el caso de Oto?al, que casi lo destruye en la primera novela: es profesor, vive con la persona a la que ama, trata de olvidar. Longo es capaz de llevar de la mano al lector hasta la ¨²ltima p¨¢gina sin que este pesta?ee porque, adem¨¢s de todo lo dicho, la trama est¨¢ cincelada, cada cosa est¨¢ en su sitio, incluidas la emoci¨®n y la desilusi¨®n. Un policial de altura. Esperamos m¨¢s.

Rencor, Gianrico Carofiglio (Duomo, traducci¨®n de Montse Trivi?o). Segunda entrega de la serie de Pen¨¦lope Spada, antigua fiscal metida a peculiar detective, un personaje sin muchas estridencias pero del que el lector se enamora gracias a la capacidad del autor (tambi¨¦n antiguo fiscal), para la iron¨ªa y la descripci¨®n del alma de sus personajes en tan solo unas cuantas frases. En esta novela Pen¨¦lope acepta un caso que parece que no va a ninguna parte: la hija de un hombre poderoso, fallecido dos a?os antes, la contrata porque cree que su madrastra (una se?ora incluso m¨¢s joven que ella) mat¨® a su padre para quedarse con el dinero. Nada apunta a que haya ocurrido as¨ª, pero Pen¨¦lope investiga, interroga (maravillosos di¨¢logos) y va de un sitio a otro en un Mil¨¢n retratado con cari?o y sencillez. No hay nada extraordinario, tampoco acci¨®n, pero vemos c¨®mo el personaje busca, se mete el caso en la piel, trata de comprender (y comprenderse) y nos quedamos en las p¨¢ginas de esta novela hasta el final con gusto. Parece f¨¢cil, pero ya saben los buenos lectores del g¨¦nero que no lo es.

Dos regalos ilustrados

Blacksad, Todo cae (segunda parte), Juan D¨ªaz Canales y Juanjo Guarnido (Norma). Vuelve la serie de c¨®mic de g¨¦nero negro m¨¢s premiada y reconocida de los ¨²ltimos a?os y lo hace con un volumen que tiene todas virtudes de los anteriores: fuerza en el dibujo, tensi¨®n en el guion, frases memorables, im¨¢genes para el recuerdo y un mundo antropom¨®rfico basado en el Estados Unidos de los a?os cincuenta en el que, por un rato, nos olvidamos de todo. Hagamos de D¨ªaz Canales y Guarnido lo que ya son en Francia: aut¨¦nticas celebridades. ?No lo han le¨ªdo nunca? Hay un volumen integral con los cinco primeros libros perfecto para ponerse al d¨ªa. ?Lo han le¨ªdo? No s¨¦ a qu¨¦ esperan, corran, lo nuevo de John Blacksad les espera en su librer¨ªa.

El bar de Joe, Carlos Sampayo y Jos¨¦ Mu?oz (Salamandra Graphic). Como ya ocurr¨ªa con Alack Sinner ¡ª¡±que empez¨® siendo una obra de g¨¦nero para pasar a ocuparse del g¨¦nero humano¡±, en palabras de Mu?oz¡ª nos encontramos aqu¨ª con un ¨¢lbum que va m¨¢s all¨¢ de lo negro. Una obra oscur¨ªsima y no solo por el predominio casi aplastante del negro en el dibujo. Todas las historias tienen un trasfondo criminal ¡ªincluso aquellas como Wilkox y Conrad, por ejemplo, de las mejores y que solo al final se comprende¡ª en un bar poblado de seres de ojos cansados (los mejores dibujos) e individuos de mala vida y peor destino. Todas corresponden al mismo hilo narrativo, incluso aparece por ah¨ª el bueno de Sinner, o alguien que se le parece mucho. A veces, las narraciones son sincopadas, imagen a imagen, vi?eta a vi?eta. Otras, eso se acompa?an de un nexo com¨²n que discurre por debajo. A pesar de todo lo que dicen y expresan, del barullo de algunos pasajes, Sampayo y Mu?oz son unos maestros del silencio. D¨¦jense llevar por su jazz turbulento.

Parejas, risas y esp¨ªas

Teresa Cardona. Aqu¨ª vamos a hacer una peque?a excepci¨®n y a comentar los tres libros de la autora publicados en menos de dos a?os en Espa?a. En poco tiempo Cardona se ha hecho con un espacio dentro de la narrativa negrocriminal en nuestro pa¨ªs, si bien ya hab¨ªa publicado algunas novelas en Francia junto a Eric Damian. Su obra en espa?ol empez¨® con Los dos lados y Un bien relativo (las dos en 2022) y ahora llega la tercera entrega, La carne del cisne, todas ellas publicadas en Siruela. Est¨¢n protagonizadas por la teniente de la Guardia Civil Karen Blecker y el brigada Jos¨¦ Luis Cano y situadas en San Lorenzo de El Escorial y alrededores. Tienen un tono de novela negra cl¨¢sica, sin violencia ni una acci¨®n excesivas, la parte procedimental est¨¢ bien hecha y tienen una excelente ambientaci¨®n. Hay, adem¨¢s, alg¨²n secundario delicioso (atenci¨®n a ese Su¨¢rez). Esta entrega que ha llegado hace unas semanas como novedad a las librer¨ªas tiene todas esas virtudes ya citadas y da un giro acertado a la relaci¨®n entre los dos guardias civiles protagonistas. La historia, centrada en temas muy actuales como la violencia contra las mujeres, funciona, pero a veces se atasca por el empe?o de la autora en contarnos de forma directa demasiadas cosas de ciertos personajes a los que nos podr¨ªamos acercar, como ocurre con Bleker, de manera m¨¢s org¨¢nica. Si no les da la vida para meterse en tres libros, les digo que la segunda me parece la mejor, la m¨¢s cerrada, en la que funciona de manera m¨¢s eficaz esa estructura en dos tiempos que ah¨ª adquiere en el final de su trama todo su sentido. Creo que la primera no est¨¢ mal, pero queda anulada por su continuaci¨®n, una historia situada antes en la cronolog¨ªa de la pareja protagonista y que funciona como verdadera primera novela en la que conocer a esta teniente Blecker, su vida en Centroeuropa, su relaci¨®n con San Lorenzo de El Escorial y su pasado amoroso con Max y Philippe.

Las reglas de Londres, Mick Herron (Salamandra, traducci¨®n de Antonio Padilla). No nos cansamos aqu¨ª de recomendar a Herron y sus Caballos lentos (ese grupo de esp¨ªas ca¨ªdos en desgracia que trabajan en esa peculiar oficina que es ¡°la casa de la ci¨¦naga¡±) pero qu¨¦ le vamos a hacer: sus novelas ¡ªesta es la quinta de la serie protagonizada por Jackson Lamb¡ª tienen lo mejor del g¨¦nero de esp¨ªas y un punto de vista ir¨®nico y lleno de humor dif¨ªcil de igualar. En esta entrega nos metemos de lleno en una extra?a conspiraci¨®n con pol¨ªticos populistas y el Brexit en medio. Vuelven a estar genial todos los personajes, pero sobre todo Lamb (?qui¨¦n no se imagina ahora a Gary Oldman, el protagonista de la serie de Apple Tv, cuando lo lee?) y la siempre elegante Diana Taverner. Parec¨ªa dif¨ªcil superar la anterior, La calle de los esp¨ªas, pero Herron lo ha vuelto a hacer. Sus protagonistas siguen perdiendo, incluso cuando ganan. Es impecable. En ingl¨¦s ya van por la octava entrega, as¨ª que los fans de las novelas de esp¨ªas estamos de fiesta.

Sobre la losa, Fred Vargas (Siruela, traducci¨®n de Anne-H¨¦l¨¨ne Su¨¢rez Girard). Como pasa con las series que me gustan y con los personajes con los que he ido conviviendo estos a?os, es abrir unas p¨¢ginas de una novela de Adamsberg y estar como en casa. En esta novena entrega (m¨¢s las tres historias cortas de Fluye el Sena) nos encontramos a Adamsberg investigando unas extra?as muertes ocurridas en un id¨ªlico pueblo de la Breta?a, cerca del castillo de Combourg, y con un descendiente de Chateaubriand (clavado al gran escritor) en medio de la trama. Del asesino pronto sabemos que tiene pulgas y que es un falso zurdo. Ahora bien, aviso a lectores desinformados: las apuestas de Vargas no son para cualquiera, hay que entrar en otro mundo, el suyo (con fantasmas, pisadores de sombras, fen¨®menos aparentemente sobrenaturales, sucesos en teor¨ªa inexplicables, citas cultas, referencias biol¨®gicas) hay que creer en la visi¨®n de Adamsberg, el polic¨ªa que m¨¢s veces ha dicho ¡°no s¨¦¡± en la historia de la literatura. En este caso, se entretiene demasiado en una trama criminal que lastra el desarrollo del misterio central, de la nota c¨¢lida de la investigaci¨®n en el pueblo. Y casi no sale Danglard, el contrapunto perfecto de Adamsberg, que se queda en Par¨ªs. Esperamos ya la pr¨®xima historia a ver. Larga vida al comisario distra¨ªdo.

El ¨²ltimo en morir, Richard Osman (Espasa, traducci¨®n de Albert Fuentes). Reconozco que hab¨ªa dejado a los entra?ables miembros del Club del crimen de los jueves precisamente en la novela que se titulaba as¨ª y que abri¨® una de las series m¨¢s exitosas de los ¨²ltimos a?os: m¨¢s de diez millones de ejemplares vendidos. Vuelvo a ellos en el cuarto libro y me encuentro con que me siguen interesando, que me atrae la dureza de Elisabeth, antigua esp¨ªa implacable, que me conmueve que su marido Steven tenga alzheimer y se d¨¦ cuenta y que su historia de amor vaya a terminar en el olvido. Esto ¨²ltimo prueba uno de los aciertos de Osman: sabe meter algo de emoci¨®n en una novela que es pura diversi¨®n y lo mejor del cozy crime tan en boga. Los protagonistas, para quien no est¨¦ al tanto, son un grupo de jubilados que viven en un centro para mayores bastante apa?ado donde han montado un club que resuelve cr¨ªmenes. En este caso, tenemos 100.000 libras en hero¨ªna que las mafias locales han perdido y quieren recuperar a toda costa y que ya ha costado la vida a un amigo suyo ?C¨®mo se encuentran estos personajes con tantos cr¨ªmenes como para no aburrirse? Bueno, hay que entrar en el juego de estas novelas, en eso y en alguna cosa m¨¢s, pero si el lector lo consigue la diversi¨®n est¨¢ garantizada. Adem¨¢s, el autor (de profesi¨®n, presentador de ¨¦xito en televisi¨®n) se apa?a bastante bien con un juego m¨²ltiple de voces que dan dinamismo a la narraci¨®n. Osman sabe c¨®mo divertir al personal. La he escuchado en la versi¨®n audiolibro narrada por Marta Mart¨ªn.

Un par de apuestas hist¨®ricas

El infierno, Carmen Mola (Planeta). Los Mola se cambian a la novela hist¨®rica cuando salen de la serie de Elena Blanco, que les dio la fama y la gloria con el arranque de La novia gitana. Y aqu¨ª vuelven a hacerlo con una historia que tambi¨¦n lo es de amor, pero que a la vez conserva parte de las virtudes de este tr¨ªo: la trama est¨¢ muy bien hilvanada, te quedas con los personajes (especialmente la lucha de Mauro y Leonor y la relaci¨®n entre los dos) y est¨¢ bien contextualizada en una Cuba convulsa, la de la d¨¦cada de los sesenta del siglo XIX, todav¨ªa con esclavitud y dependiente de la Corona espa?ola. Pero no estar¨ªan en este blog sino hubiera un componente criminal, y aqu¨ª son fieles a su periplo como tr¨ªo literario: alguien (el demonio para los africanos, un antiesclavista para unos, un libertador para otros) est¨¢ matando de manera brutal a ciertas personalidades de la isla, les abre el cr¨¢neo y, bueno, dejo los detalles escabrosos. (La pr¨®xima vez que hable con ellos, les pregunto por esta querencia por esa forma cruel de muerte, a la que no es la primera vez que recurren, con variantes) ?Qui¨¦n mata en La Habana y por qu¨¦? Esa es la pregunta que termina de rematar un conjunto narrativo que funciona. Es uno de los libros incluidos en este reportaje que me he escuchado, narrado por Alberto Mieza en Podium.

Les dejo aqu¨ª algunas de las claves de la novela con la que ganaron el Premio Planeta, que explican tambi¨¦n por qu¨¦ funciona esta.

La taberna de Silos, Lorenzo G. Acebedo (Tusquets). En un a?o con muchas novelas negras de calado hist¨®rico (?demasiadas?) llega esta particular¨ªsima apuesta que se ha convertido en una de las sensaciones de la temporada, tanto para la cr¨ªtica como para el p¨²blico. No sabemos qui¨¦n se esconde detr¨¢s del nombre que figura en la portada del libro, pero s¨ª que se trata de alguien con estilo y voz, que convierte las andanzas de Gonzalo de Berceo (copista, experto en vinos) en un apasionante relato de misterio en la Castilla del siglo XII. Luchas entre las ¨®rdenes y el Vaticano, inestabilidad territorial, guerras, conspiraciones y venganzas dan un contexto turbulento a esta novela que sabe entrar en el g¨¦nero y utilizarlo. Berceo, enviado a copiar un manuscrito a Silos, se ve envuelto en una serie de asesinatos que ha de resolver si no quiere pagar con su propia vida. Le acompa?an un extra?o, borrachuzo y desafortunado peregrino (Lope) y una joven tabernera, dura, valiente, astuta (Leo, se llama, ?qu¨¦ personaje!). Enfrente, todo el poder de una iglesia en grado de corrupci¨®n progresiva y Aznaro, un cl¨¦rigo armado, implacable y despiadado que completa el panorama. ¡°He matado, he bebido, he mentido, me he equivocado tantas veces.. Y tengo miedo¡±, dice en un momento dado Berceo, ese cl¨¦rigo, aventurero y protagonista que roza lo imposible. Lo que en otros es impostado fluye aqu¨ª de forma org¨¢nica gracias al dominio del lenguaje del autor. Un gozo en muchos sentidos.

La paradoja islandesa

Ya se sabe que Islandia es uno de los pa¨ªses con la criminalidad m¨¢s baja del mundo, lo que no quita para que hayan cultivado con pasi¨®n y acierto el g¨¦nero negro. Aqu¨ª dejamos la cr¨ªtica del gran cl¨¢sico del g¨¦nero, Arlandur Indridason. Hab¨ªa alguna m¨¢s de esta nacionalidad por ah¨ª, pero se me han quedado por el camino al leerlas.

Noches de Reikiavik, Arnaldur Indridason (RBA, traducci¨®n de Fabio Teixid¨®). Decimotercera entrega de la serie de Erlendur Svenson, una de las m¨¢s interesantes que ha dado la prol¨ªfica literatura negra del norte de Europa. Es curioso c¨®mo afront¨® el autor el cierre de la serie: si en Naturaleza hostil nos llevaba a las vacaciones de Erlendur en la parte oriental de la isla para visitar a su familia, y en El duelo (todas en RBA) nos mostraba el trabajo de Marin Briem, gu¨ªa policial de su antih¨¦roe y protagonista, en esta entrega vuelve al pasado para ense?¨¢rnoslo como un polic¨ªa inexperto casi siempre en el turno de noche. De esta manera, llena el ¨²ltimo recoveco narrativo que podr¨ªa quedarle para tener el dibujo completo (de hecho, Noches de Reikiavik es la ¨²ltima de la serie, publicada originalmente en 2012). ?Qu¨¦ nos encontramos aqu¨ª? Una novela muy bien armada, de ritmo tranquilo, en la que Erlendur va sacando adelante un caso que no le interesa a nadie gracias a su tes¨®n y su humanidad. De fondo, uno de los grandes temas de la serie: las personas desaparecidas, asunto de vital importancia social en Islandia y, por razones que es mejor que el lector descubra, tambi¨¦n para el protagonista. Se lee de maravilla en un rato agradable sobre todo para los amantes del policial n¨®rdico.

Coda, un ¡®true crime¡¯ y otras recomendaciones

Muertes nada accidentales, Paz Velasco de la Fuente (Rosamer¨®n). Crimin¨®loga de gran prestigio gracias, entre otras aportaciones, a su Criminalmente (Ariel) un superventas del g¨¦nero, Velasco se pasa ahora a la narrativa, siempre dentro de la no ficci¨®n. 10 casos escogidos para analizarlos con rigor y pasi¨®n, para que el lector menos formado encuentre en los relatos perchas a las que agarrarse. De Alexander Pichushkin a la terror¨ªfica historia de amor de Denise Labb¨¦ pasando por cr¨ªmenes hist¨®ricos y asesinatos perfectos completamente fallidos, el lector se encuentra ante un libro minucioso y apasionante, lleno de tablas, datos, fotos y esquemas sin que por ello la narraci¨®n se resienta. Toda la sabidur¨ªa criminol¨®gica de Velasco est¨¢ aqu¨ª puesta al servicio de la divulgaci¨®n. Una excelente noticia en tiempos de an¨¢lisis ligeros y sensacionalismo.

Y les recordamos que en Babelia siguen encontrando recomendaciones y an¨¢lisis todas las semanas y que todos los art¨ªculos publicados a lo largo del a?o en Elemental siguen siendo tan v¨¢lidos como en su d¨ªa (siempre que consigan encontrar el libro, pero vayan a su librer¨ªa y que el profesional les ayude). Como este art¨ªculo estaba muy pegado a la actualidad de los ¨²ltimos meses, dejo aqu¨ª algunos de los anteriores. ?Feliz lectura! ?Vive le noir!

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