Del andamio a la barra
La hosteler¨ªa ha generado unos 400.000 empleos desde 2008, acogiendo a parte de los trabajadores poco cualificados que se dedicaban a la construcci¨®n
A sus 31 a?os, Manuel Garc¨ªa ha trabajado desde los 15 en lo que han sido dos de los principales motores de la econom¨ªa espa?ola. El ahora camarero originario de El Cuervo (Sevilla), cambi¨® los ladrillos por la bandeja, la pulimentadora por el tirador de cerveza y el andamio por la barra al llegar la crisis. Pero Garc¨ªa no es el ¨²nico que perdi¨® su empleo en construcci¨®n cuando la burbuja del ladrillo estall¨®. Seg¨²n los datos de la Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA) del tercer trimestre de 2017 publicados este jueves, existen 1,15 millones de puestos de trabajo en este sector, frente a los 2,4 millones que hab¨ªa en el mismo trimestre de 2008, y que incluso lleg¨® a caer hasta situarse en los 942.000 en el primer trimestre de 2014. Al mismo tiempo, desde la crisis se han creado unos 400.000 empleos en el sector de la hosteler¨ªa, que ahora llega hasta los 1,7 millones.
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Garc¨ªa no quiere volver a la obra porque valora la estabilidad que tiene ahora. Lleva muchos a?os en un sector en el que "no falta el trabajo". El camarero cuenta que, como es tradici¨®n en la construcci¨®n, sus contratos eran de "obra y servicio", por lo que cada vez que se acababa una obra, pod¨ªa quedarse en la calle.
Los dos sectores generan mucho trabajo precario e inestable. El 42,8% de los contratos de hosteler¨ªa son temporales, y un 41,6% en la construcci¨®n. Son actividades que en sus buenas ¨¦pocas ¡ªel ladrillo durante la burbuja inmobiliaria; la bandeja cargada de vasos y platos ahora¡ª crean empleo muy r¨¢pido; a la misma velocidad que lo destruyen en los malos tiempos. Adem¨¢s, el sueldo est¨¢ por debajo de la media de 14,8 euros por hora: 13,2 euros en construcci¨®n y 9,4 en hosteler¨ªa.
Garc¨ªa dej¨® de estudiar a los 18 a?os y entr¨® en la obra para ayudar en casa. Era 2004 y era sencillo encontrar trabajo en el sector. "Mi familia siempre se ha dedicado a esto, algunos contin¨²an con peores condiciones, pero la mayor¨ªa trabaja de lo que salga, principalmente en bares".
Sin embargo, aunque la construcci¨®n y la hosteler¨ªa se nutren principalmente de trabajadores poco cualificados, seg¨²n el economista y profesor de la Universidad Aut¨®noma de Madrid e investigador asociado de Fedea, Marcel Jansen, no hay un puente directo entre ambos. "La hosteler¨ªa est¨¢ dando una salida laboral a tantas personas poco cualificadas que es dif¨ªcil pensar que se puedan reubicar todas en un mismo sector", asegura. En su estudio The legacy of the crisis, (El legado de la crisis) que analiza a qu¨¦ se dedican los que perdieron su empleo por la crisis, Jansen explica que en el caso de los empleados de la construcci¨®n, la mayor¨ªa trata de continuar en el mismo sector, pero con menos contratos.
Problema de formaci¨®n
En 2008, el ladrillo aportaba entre el 12 y el 13% de los puestos de trabajo que se creaban en Espa?a. Este porcentaje se sit¨²a ahora entre el 5 y el 6%. Seg¨²n Jansen, Espa?a ha pasado de crear empleo no cualificado en construcci¨®n a hacerlo en hosteler¨ªa, pero asegura que esa no es la soluci¨®n para reubicar a los trabajadores no cualificados. "Ahora la burbuja de la hosteler¨ªa nos viene bien para dar salida a algunos trabajadores menos cualificados, pero no se nos puede olvidar que esto no va a seguir siendo as¨ª siempre", sentencia el economista.
Seg¨²n los datos del Servicio P¨²blico de Empleo Estatal (SEPE), de enero a septiembre del 2017 se firmaron 963.399 contratos en construcci¨®n, frente a los 2,2 millones del mismo periodo de 2006. Por el contrario, en el sector de la hosteler¨ªa, se registra el fen¨®meno opuesto. Mientras que de enero a septiembre de 2006 se firmaron 1,2 millones de contratos, en el mismo periodo de 2017 se ha llegado hasta los 3,2.
Jansen asegura que el problema del empleo en Espa?a, es "un problema de formaci¨®n". "Hay un exceso de gente poco cualificada. Si en la crisis se hubiera apostado por recualificar a estas personas, ahora se emplear¨ªan en sectores que impulsan la econom¨ªa, sin embargo, su capacidad de reubicaci¨®n es baja y su futuro no es nada atractivo", explica.
Para Mar Vilari?o, de 44 a?os, la formaci¨®n fue lo que le ayud¨® a cambiar de sector. "Trabaj¨¦ en construcci¨®n civil de edificios de 2004 a 2010 en Galicia, hasta que cerraron la empresa", cuenta. Vilari?o, divorciada y con un hijo, decidi¨® apuntarse a un curso de cocina del SEPE. "Trabajo en hosteler¨ªa porque ahora solo se ofrece empleo en este sector", comenta. Ahora se encuentra cubriendo una baja desde enero, pero en los ¨²ltimos a?os ha firmado unos cuatro o cinco contratos al mes, m¨¢s de 50 al a?o. "Suelen ser por d¨ªas, y cuando son de camarera pueden llegar a ser incluso por unas horas", recuerda.
Vilari?o lleg¨® a gestionar un equipo de 10 jefes de obra. Pese a que no ha podido volver a la construcci¨®n, es optimista. "Siempre tiro hacia adelante y sigo trabajando, pero cada vez est¨¢ m¨¢s dif¨ªcil por la edad, aunque no le tengo miedo al futuro", explica.
El ladrillo, un sector muy envejecido
Para el economista y profesor de la Universidad Carlos III de Madrid, Alfonso Alba, el fen¨®meno de la construcci¨®n no se puede comprender sin entender la demograf¨ªa del sector. ¡°Es un sector tremendamente envejecido. Son trabajadores que cuando perdieron el empleo no contaban con formaci¨®n ni medios para retomar los estudios¡±, explica. Por el contrario, asegura que la situaci¨®n de los j¨®venes fue diferente. ¡°Muchos retomaron su educaci¨®n, y ya se han olvidado de la construcci¨®n, de ah¨ª el envejecimiento del sector¡±, asegura Alba.
En 2008, las personas entre 16 y 34 a?os representaban casi la mitad de los trabajadores de la construcci¨®n, pero ahora son solo el 19%. ¡°La gente no cualificada que se ve obligada a moverse de un sector a otro son los mayores, que no tiene otra opci¨®n¡±. Sin embargo, Alba asegura que tanto en la construcci¨®n como en la hosteler¨ªa se engloban empleos muy diversos, y entran trabajos que requieren unos conocimientos muy espec¨ªficos y alta cualificaci¨®n, por lo que ¡°hay que matizar¡± a la hora de hablar de estos empleos.
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