Empresarios que huyen de la teor¨ªa

Salvando las distancias, los aventureros del siglo XXI, los emprendedores, se enfrentan a un dilema parecido al de Col¨®n. ?De verdad se puede aprender o ense?ar a ser emprendedor? Luis Miguel Belda, redactor jefe de TodoStartups, piensa que las altas cifras de mortandad temprana de las empresas espa?olas indican que la formaci¨®n espec¨ªfica para emprendedores es tan deficitaria como necesaria. ¡°La crisis y el desempleo hicieron que muchas personas vieran en la creaci¨®n empresarial una salida. Y algunas ni consideraron la posibilidad de formarse para ello. Pensaron que su idea era buena y que todo lo que ten¨ªan que hacer era venderla¡±.

Como respuesta a ese error de partida, en los ¨²ltimos a?os desde escuelas de negocios, universidades, organismos p¨²blicos, aceleradoras, incubadoras, asociaciones y otras instancias han surgido multitud de programas formativos destinados a este colectivo. La oferta es ampl¨ªsima y abarca desde m¨¢steres oficiales hasta charlas de 20 minutos. Con esta formaci¨®n se intenta cubrir ciertas lagunas que con frecuencia tienen los nuevos empresarios cuando intentan sacar adelante sus proyectos. Captar financiaci¨®n, acceso al mercado o mantener el foco en el negocio son para Pascual Parada, director del programa de Direcci¨®n de Empresas para Emprendedores de IEBS Business School, algunas de ellas. ¡°Los emprendedores a veces parecen f¨¢bricas de ideas. Pero esto que, en principio, es positivo, si no se controla se puede volver en su contra. Hay que ayudarlos a mantener un foco claro en el negocio y a no despistarse en la ejecuci¨®n. La ejecuci¨®n es clave¡±, remarca.

Eso s¨ª, la formaci¨®n tradicional en aula basada en contenidos te¨®ricos encaja mal con el esp¨ªritu de las start-ups. Un docente con perfil de investigador de laboratorio o rat¨®n de biblioteca que jam¨¢s haya puesto un pie en una empresa ¡°de verdad¡± no debe esperar a ser recibido con v¨ªtores en una clase de emprendimiento. ¡°Los emprendedores buscan formadores que hayan pasado por lo que ellos van a pasar, que los ayuden a discernir entre lo que es importante y lo que no. Valoran de forma excepcional las vivencias reales contadas por sus profesores, tanto las que fueron positivas como las que no¡±, comenta Parada. S¨ª, tambi¨¦n las malas experiencias aportan. Belda afirma que el mejor contexto para aprender es el error. ¡°Un error m¨¢s un error no suman dos errores. Probar el fracaso nos permite saber cu¨¢l o cu¨¢les de entre los caminos posibles ya podemos descartar¡±.

M¨¢s informaci¨®n

La academia da la espalda al empleo

Convertir una afici¨®n en profesi¨®n

Atrapados en unas pr¨¢cticas infinitas

La necesidad de ir al grano

Alejandro Gonz¨¢lez, socio fundador de la plataforma de empleo Taalentfy, sostiene que la ense?anza ideal para un emprendedor es aquella que le permite ¡°equivocarse pronto y r¨¢pido¡±. Este emprendedor apuesta por la metodolog¨ªa learning by doing (aprender haciendo). ¡°Hoy no hay tiempo para aprenderse una teor¨ªa que luego vas a aplicar en un porcentaje m¨ªnimo a la pr¨¢ctica. El talento hay que ponerlo en valor lo antes posible, desarrollarlo sobre la marcha y a medida que se trabaja en ideas y proyectos reales¡±.

El contacto con otros emprendedores, a trav¨¦s de charlas, talleres, seminarios o sesiones de networking, es otra v¨ªa de aprendizaje que acredita buenos resultados. ¡°Un emprendedor se enfrenta a situaciones que le son nuevas, y no es f¨¢cil saber qu¨¦ camino tomar. Por eso es importante apoyarse en la experiencia y conocimiento de otros que ya lo han recorrido antes. Nada garantiza el ¨¦xito, pero aprender de otros compa?eros aleja del fracaso¡±, argumenta Sof¨ªa Benjumea, directora de Campus Madrid, el laboratorio de emprendimiento que Google tiene en Espa?a. Las interacciones m¨¢s valoradas son aquellas en las que los veteranos comparten con los que est¨¢n empezando su experiencia en ¨¢reas muy espec¨ªficas: ¡°C¨®mo construir un MVP (producto m¨ªnimo viable), c¨®mo captar los primeros 5.000 usuarios, c¨®mo mejorar la experiencia de uso de tu producto¡­ As¨ª se genera una cultura de devolver a la comunidad parte de lo recibido y de contribuir a que la experiencia adquirida no se pierda¡±, dice Benjumea.

Ese sentido de colaboraci¨®n y camarader¨ªa que se alimenta en foros, viveros o espacios de coworking es precisamente una de las grandes fortalezas de este entusiasta colectivo. Pero cuidado, alrededor de la burbuja del emprendimiento tambi¨¦n pulula lo que Alejandro Gonz¨¢lez denomina una ¡°industria auxiliar¡± de dudoso valor para la causa. ¡°Hay un mont¨®n de individuos que sin haber emprendido nunca se permiten el lujo de dar clases magistrales, sentar c¨¢tedra o hacer de coach o mentor. Estas personas confunden al emprendedor, le hacen perder una brutal cantidad de tiempo y pueden perjudicarle. Hay que saber detectar a estos personajes y huir de ellos lo antes posible¡±.