El Gobierno brasile?o se rinde ante los camioneros para poner fin a una huelga masiva

A las f¨¢bricas brasile?as de coches no les han llegado materiales, las gasolineras no han recibido combustible, las patatas han escaseado en los supermercados, el transporte p¨²blico ha funcionado con restricciones, aeropuertos nacionales e internacionales han cancelado vuelos y ha existido el temor de que los bares empezasen a racionar sus cervezas. Hay, incluso, McDonald's que se han quedado sin pan para las hamburguesas

Brasil lleva cuatro d¨ªas inmerso en la mayor huelga de camioneros que haya visto en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas y si bien el panorama pinta cada vez m¨¢s ¨¢rido para el ciudadano de a pie, a¨²n parece lejos de mejorar. El gobierno de Michel Temer ha buscado durante todo el jueves desesperadamente la forma de conciliar al gremio con la petrolera estatal Petrobras, responsable parcial de que el precio del combustible se haya disparado hasta un 50% desde junio del a?o pasado. Y cuando el calvario estaba a punto de entrar en su quinto d¨ªa, Brasilia se ha rendido ante los camioneros, con una t¨ªmida soluci¨®n temporal: el Gobierno mantendr¨¢ hasta el final de su mandato, en diciembre, una reducci¨®n de los precios del di¨¦sel de un 10% con relaci¨®n a los precios globales. Despu¨¦s de que Petrobras ofreciese el descuento durante los pr¨®ximos 15 d¨ªas, la rebaja ahora ser¨¢ subsidiada por las arcas del Estado, que compensar¨¢ a la petrolera estatal. Brasil es el quinto pa¨ªs m¨¢s grande del mundo, por extensi¨®n geogr¨¢fica, y el que m¨¢s depende de las carreteras para la distribuci¨®n de bienes: cualquier soluci¨®n ser¨ªa bienvenida.

Y aunque esta sea intermedia, evita la ira que Petrobras sentir¨ªa si se controlase artificialmente el valor del combustible. Hasta hace poco esto no hubiera hecho falta. Pero la ¨¦poca dorada de complicidad entre el Ejecutivo y la petrolera estatal acab¨® en 2016, cuando se supo que pol¨ªticos de todo tama?o e ideolog¨ªa llevaban a?os usando Petrobras para malversar y desviar miles de millones de reales de los fondos p¨²blicos, lo que a¨²n se conoce como el caso Petrobras.

En un intento por mitigar los efectos del esc¨¢ndalo, el presidente Temer nombr¨® una nueva directiva en mayo de 2016 y les dio libertad para tasar la gasolina de forma independiente. Petrobras decidi¨® seguir la oscilaci¨®n internacional y la semana pasada, el barril de Brent alcanz¨® los 80 d¨®lares por primera vez desde 2014.

Y esto se suma a algo por lo que el Gobierno no se puede lavar las manos tan f¨¢cilmente: el valor del real no para de caer frente al d¨®lar, aunque con mejoras en los ¨²ltimos d¨ªas por la intervenci¨®n directa del Banco Central de Brasil. En parte es una tendencia general en todos los mercados emergentes, y es verdad que peor est¨¢ Argentina. Pero en parte es una respuesta de los mercados internacionales a la incertidumbre pol¨ªtica en la que est¨¢ sumido el pa¨ªs antes de las presidenciales de octubre: el primer candidato en las encuestas ¡ªLula da Silva¡ª est¨¢ en prisi¨®n y no se sabe cu¨¢ndo saldr¨¢; el segundo ¡ªJair Bolsonaro¡ª es un populista que aboga por el odio. Y el ¨²nico ente que podr¨ªa mediar en el caos, el Gobierno, tiene menos de un 6% de aprobaci¨®n popular.

Dada la magnitud de la paralizaci¨®n, aun es temprano para decir que la vida volver¨¢ a la normalidad en Brasil ese viernes por el fuerte desabastecimiento. Los representantes de los camioneros se comprometieron a intentar convencer a los trabajadores de levantar el paro a partir de este jueves, aunque a¨²n se desconoce su poder de persuasi¨®n en un ambiente tan caldeado.