¡°Chulet¨®n de un kilo a la piedra (m¨ªnimo dos personas)¡±. ?Cu¨¢ntas veces habr¨¢ le¨ªdo la dichosa advertencia en la carta de un restaurante? Si no iba usted acompa?ado, posiblemente haya renunciado llana y simplemente al plato. O, tal vez, se haya doblegado y haya pagado la llamada tasa single, ese plus econ¨®mico que los solteros se ven obligados a desembolsar por llevar el mismo nivel de vida que los miembros de una pareja. La verdad es que ni merece la pena pagar por dos y dejar la mitad del plato sin comer, ni tampoco coger un empacho trag¨¢ndose un kilo de chulet¨®n, y usted lo sabe.
No se preocupe, no est¨¢ solo. O, a lo mejor, s¨ª, est¨¢ m¨¢s solo que la una, pero comparte esta circunstancia con la multitud de aquellos que ven c¨®mo la cesta de la compra se les encarece por no poder acceder a promociones familiares o porque los tama?os de ciertos productos son demasiado grandes para el consumo de una sola persona sin que se echen a perder. ?Y si se presentara ante el banco usted solo para pedir una hipoteca, podr¨ªa acabar siendo v¨ªctima una vez m¨¢s de este peculiar impuesto?
Ser dos no lo es todo, pero ayuda
A cierre del 2018, una cuarta parte de los 18 millones de hogares espa?oles estaba compuesta por una sola persona, seg¨²n el INE. Esta proporci¨®n ha ido aumentando en los ¨²ltimos a?os por diversos motivos, como la posibilidad de divorciarse ¨Cdesde 1981¨C, el envejecimiento de la poblaci¨®n o cierto desapego a formar una familia en las generaciones m¨¢s j¨®venes.
Como ocurre en otros ¨¢mbitos comerciales, las caracter¨ªsticas de cada solicitante influyen tambi¨¦n en la oferta hipotecaria de las entidades bancarias. Lo que cuenta, en este caso, no es que el pr¨¦stamo lo solicite una persona sola o dos usuarios conjuntamente, ¡°sino la situaci¨®n financiera que ostenten¡±, afirma el director de hipotecas del comparador bancario iAhorro, Simone Colombelli. ¡°Ahorros, ingresos e historial crediticio son los elementos que m¨¢s pesan en la oferta final¡±, a?ade. Seg¨²n este experto, la situaci¨®n econ¨®mica personal es tan importante que es dif¨ªcil encontrar dos ofertas hipotecarias iguales para dos solicitudes distintas, aunque se presenten en la misma entidad, sea por parte de uno o dos titulares.
Eso s¨ª, ¡°cuando se trata de dos titulares, es posible que estos tengan m¨¢s capacidad de ahorro para llegar a la aportaci¨®n m¨ªnima que se considera ¨®ptima ¨C es decir, el 20% del precio de la vivienda¨C, que la suma de los ingresos sea mayor que el sueldo de un soltero o que los gastos derivados tanto de la hipoteca (la tasaci¨®n) como de la compraventa tengan menor impacto en la econom¨ªa dom¨¦stica¡±, admite Colombelli.
Coste y aportaci¨®n
Generalmente, una persona que se presenta sola para pedir una hipoteca quiere comprar una vivienda en la que ir a vivir por su cuenta. En estos casos, las viviendas suelen ser m¨¢s peque?as que las buscadas por parejas o familias. El precio final no var¨ªa en proporci¨®n de la superficie, ya que hay gastos fijos asociados a cualquier vivienda, independientemente de su tama?o. Esto se traduce, en t¨¦rminos relativos, en un mayor coste de las hipotecas para viviendas peque?as que para las m¨¢s grandes.
Hay que tener en cuenta tambi¨¦n que, a ra¨ªz de lo vivido durante la crisis, las entidades empezaron a exigir unos ahorros m¨ªnimos para el pago de la vivienda a hipotecar, de tal manera que ahora casi todos los bancos conceden hipotecas por un m¨¢ximo del 80% del coste. Est¨¢ claro que, en general, se supone que es m¨¢s f¨¢cil reunir el 20% del coste de la vivienda ahorrado entre dos que si se compra a solas.
Avales, ingresos y gastos
En muchas de estas operaciones, las entidades piden un aval, con el objetivo de minimizar el riesgo. Esto puede jugar en contra de aquellos que piden hipoteca solos, ya que el banco podr¨ªa considerar mayor el riesgo de impago, lo que le llevar¨ªa a pedir un aval tambi¨¦n mayor. En el caso de haber m¨¢s de un titular, es poco probable que se produzca la p¨¦rdida de los trabajos de todos ellos a la vez, con la consiguiente disminuci¨®n de los ingresos. Una eventualidad de este tipo, en el caso de un soltero, podr¨ªa traducirse en la imposibilidad de asumir la cuota.
Adem¨¢s de menos posibilidades de quedarse sin ning¨²n ingreso cuando hay dos fuentes de entradas, es m¨¢s probable que la suma de ambos salarios sea superior a la de uno solo. Dos personas que piden una hipoteca suman salarios, y, a mayores ingresos, mayor es la posibilidad de que la entidad vea la operaci¨®n viable.
El ¨²ltimo factor a tener en cuenta son los gastos derivados de la compra de la vivienda, como la firma de las escrituras ante notario y el contrato de arras, si lo hubiese. Evidentemente, resultar¨¢ m¨¢s gravoso hacerles frente en solitario que entre dos (o m¨¢s). Por otra parte, los gastos asociados a la firma de hipoteca tambi¨¦n se dividen, tanto el de tasaci¨®n ¨Cque es el ¨²nico que por ley paga ahora el usuario¨C como los posibles productos vinculados.
Para uno o muchos
Hombre, de menos de 40 a?os, con un pr¨¦stamo que reembolsar¨¢ durante algo menos de 30 a?os. Este es el retrato robot del usuario modelo que obtiene una hipoteca para una persona sola de Coinc, la ¨²nica entidad que ofrece un producto dirigido especialmente a un p¨²blico de este tipo. El 73% de quienes hab¨ªan firmado este tipo de hipoteca es de g¨¦nero masculino, frente a un 27% de mujeres. Al momento de la firma, la mayor¨ªa de ellos ten¨ªa entre 35 y 40 a?os y la duraci¨®n m¨¢s com¨²n del pr¨¦stamo se situaba 25 y 30 a?os.
Las solicitudes de hipotecas con m¨¢s de dos titulares son m¨¢s escasas, pero tambi¨¦n existen. Suelen ser amigos o familiares de distintos n¨²cleos, primos o hermanos, que deciden comprar una casa a medias. Este tipo de hipotecas entra?an un riesgo a?adido para la entidad ya que se suelen aplicar a segundas viviendas o herencias, por lo que la posibilidad de que se produzcan impagos de la cuota es mayor.