Espa?a se queda sin margen fiscal para afrontar la ralentizaci¨®n

Los ex altos cargos consultados recuerdan el giro de Zapatero en 2010 o el de Mitterrand en los ochenta. Curiosamente, en el caso de Zapatero las mismas instituciones internacionales que le arengaron a expandir el gasto fueron las que luego le exigieron recortes. Por eso, se?alan que es mejor que otros hagan los est¨ªmulos y aprovechar el rebufo.

En un contexto de desaceleraci¨®n, el todav¨ªa presidente del BCE, Mario Draghi, ha pedido a los Gobiernos de la eurozona que act¨²en. Por m¨¢s que el banco central preste el dinero gratis, hace falta que los Estados lo tomen y lo repartan. Alemania, cuyas exportaciones sufren mucho la incertidumbre global, ha aprobado un paquete de unos 50.000 millones?para fomentar la econom¨ªa verde. Al ser preguntada en el Parlamento Europeo, la que ser¨¢ nueva presidenta del BCE, Christine Lagarde, destac¨® que m¨¢s de la mitad de los Estados disponen de margen para est¨ªmulos porque apenas registran d¨¦ficits. En cambio, otros pa¨ªses no lo tienen. La idea es que, siempre que lo gasten bien, consigan generar m¨¢s actividad, elevando las perspectivas futuras de crecimiento y, por tanto, la inversi¨®n.

Sin embargo, esta historia no se aplica igual a todos. ?Tiene margen el presupuesto de Espa?a para afrontar la ralentizaci¨®n? Organismos como la Comisi¨®n Europea, el FMI o el Banco de Espa?a dicen que no. Creen que la deuda y el d¨¦ficit p¨²blicos son demasiado elevados, y piden que se construyan colchones fiscales. Es decir, que se saneen m¨¢s las cuentas. Este a?o se espera que el agujero de las Administraciones acabe cerca del 2% del PIB, esto es, m¨¢s de 26.000 millones de euros, casi dos veces lo que se gasta ahora en prestaciones de desempleo.

En todo caso, el margen siempre depender¨¢ del grado de ralentizaci¨®n. Despu¨¦s de un fuerte rebote tras la crisis, el escenario central que manejan los analistas es un enfriamiento suave hasta crecimientos entre el 1,5% y el 1,7%, unas tasas m¨¢s acordes con la demograf¨ªa y la productividad propia de una econom¨ªa madura como la espa?ola. Sobre todo porque con la alta deuda p¨²blica y privada hay poco espacio para volver a dopar la actividad con cr¨¦dito. Ahora bien, incluso en ese escenario, la presi¨®n sobre las cuentas p¨²blicas emerger¨ªa al frenarse los ingresos.

Seg¨²n se recoge en el Plan de Estabilidad enviado a Bruselas, el Gobierno admite que el a?o que viene el d¨¦ficit dejar¨¢ de bajar por el crecimiento. Traducido: a partir de ahora para reducir el agujero presupuestario no bastar¨¢ con los aumentos de ingresos que brinda la recuperaci¨®n o la ca¨ªda de gastos en paro o intereses. Har¨¢n falta medidas.

En esas circunstancias, una partida meter¨¢ presi¨®n sobre las cuentas. Con un coste que ronda los 150.000 millones, las pensiones suponen un tercio del gasto p¨²blico y este a?o aumentan al 8%, mucho m¨¢s de lo que crece la econom¨ªa sumando la inflaci¨®n y, por tanto, los ingresos. Si bien los costes de la deuda dar¨¢n un alivio en tanto que el BCE mantenga su pol¨ªtica de tipos bajos, cualquier margen que haya tendr¨¢ que ir a cubrir la partida de pensiones si se quiere mantener el sistema como est¨¢. El resto de Administraciones tendr¨¢ que hacer un esfuerzo sin precedentes para preservar el poder adquisitivo de las prestaciones y a la vez estabilizar la deuda, apunta la Autoridad Fiscal en sus an¨¢lisis.

Este a?o las cotizaciones crecen tambi¨¦n cerca del 8%. Pero lo hacen despu¨¦s de haber decretado subidas: de las bajas con el alza del salario m¨ªnimo; de las m¨¢ximas un 7%, y de las de los aut¨®nomos. En total, unos 4.000 millones m¨¢s, seg¨²n calcula el Ejecutivo. Pero ni aun as¨ª est¨¢ bajando el d¨¦ficit de la Seguridad Social, cuyos gastos suben con fuerza porque cada vez hay m¨¢s pensionistas que adem¨¢s cuentan con mejores carreras de cotizaci¨®n y, por ende, prestaciones m¨¢s altas.

Aunque desde 2012 se han dado unas cuantas subidas de cotizaciones, en un entorno de crecimiento d¨¦bil no ser¨ªa recomendable elevar las cargas a la creaci¨®n de empleo, lo que frenar¨ªa m¨¢s la econom¨ªa alimentando las dificultades de las finanzas p¨²blicas, seg¨²n explica Mar¨ªa Jes¨²s Fern¨¢ndez, analista de Funcas. Y amenaza con un empeoramiento conforme se jubila la generaci¨®n del baby boom nacida entre 1957 y 1979.

Otro problema a?adido es que la baja inflaci¨®n hace que se recaude menos. Cabe tambi¨¦n la posibilidad de aprovechar que se tiene una recaudaci¨®n baja en relaci¨®n al PIB para subir impuestos. Sin embargo, las subidas que el Gobierno de S¨¢nchez ha planteado tienen una recaudaci¨®n incierta, como afirm¨® la Comisi¨®n Europea sobre la tasa Google y la financiera. S¨ª que hay recorrido, se?alan los expertos, para elevar la tributaci¨®n medioambiental. Pero ah¨ª las protestas de los grupos afectados pueden frenar aumentos significativos.

En general, los expertos aseguran que subir los impuestos a los ricos es algo simb¨®lico. La potencia recaudatoria est¨¢ en los grandes impuestos y en la clase media. Adem¨¢s, hay que tener cuidado con la forma en que se hace porque puede acabar siendo contraproducente y recrudecer la desaceleraci¨®n. As¨ª las cosas, habr¨¢ tensiones en las finanzas p¨²blicas sin necesidad de llegar a una recesi¨®n.

Una desaceleraci¨®n mayor

Ese es el escenario central. Pero hay se?ales de que la ralentizaci¨®n en Espa?a pueda ser m¨¢s acusada de lo que se pensaba. En la revisi¨®n del INE publicada la semana pasada se aprecia un estancamiento del consumo de las familias y la inversi¨®n en el segundo trimestre de este a?o. De confirmarse, la demanda interna ya no tendr¨ªa tanto vigor y la econom¨ªa espa?ola estar¨ªa m¨¢s expuesta a los vaivenes de fuera en un momento de riesgos al alza.

?Y qu¨¦ ocurrir¨ªa si hay una ralentizaci¨®n mayor? ¡°Da para poco m¨¢s. Simplemente para dejar que act¨²en los estabilizadores autom¨¢ticos [por el aumento del gasto en prestaciones de paro y los menores ingresos]¡±, afirma el economista de BBVA Rafael Dom¨¦nech. Y a?ade que los mercados podr¨ªan permitir que aumente el d¨¦ficit algo m¨¢s en tanto que vean que se adoptan medidas para garantizar el equilibrio futuro de las cuentas p¨²blicas, como asegurar la sostenibilidad de las pensiones. Con eso se puede ganar margen a corto plazo mientras el BCE sigue comprando deuda, se?ala.

Pero aun as¨ª se corre el riesgo de que los mercados se pongan nerviosos dado el historial de Espa?a. Por esta raz¨®n, los ex altos cargos consultados subrayan la importancia de preservar la credibilidad de las cuentas p¨²blicas. Y ponen como ejemplo el reciente desaf¨ªo del Gobierno italiano a Bruselas: en muy poco tiempo el mayor pago de intereses super¨® lo que se quer¨ªa elevar el d¨¦ficit.?