La partida de p¨®quer que amenaza la econom¨ªa mundial
La ca¨ªda del SVB ha provocado p¨¦rdidas multimillonarias por todo el mundo y lastrar¨¢ la econom¨ªa, pero los expertos creen que las autoridades podr¨¢n contener los da?os
Un grupo de amigos se re¨²ne en una casa cerca de la playa a jugar al p¨®quer en Pajaro Dunes (California), a comienzos de la d¨¦cada de 1980. Unos ganan y otros pierden, pero todos deciden participar en la creaci¨®n de un nuevo banco para dar servicio a las empresas de la zona, que cada vez se empieza a conocer m¨¢s como Silicon Valley. Eligen ese nombre para la entidad, sin ser conscientes a¨²n de que ser¨¢ su mejor carta comercial de presentaci¨®n. Aquella partida de hace m¨¢s de 40 a?os ha costado esta semana decenas de miles de millones a los inversores de todo el mundo y est¨¢ poniendo a prueba la capacidad de respuesta para evitar que la convulsi¨®n financiera derive en una crisis econ¨®mica en toda regla.
Los expertos consultados creen que las autoridades podr¨¢n contener el contagio porque tienen las herramientas preparadas de las anteriores crisis. Aun as¨ª, reconocen que han aumentado los riesgos a la baja y las probabilidades de una recesi¨®n en Estados Unidos. El impacto global por ahora es menor. Nadie espera una crisis financiera como la de 2008, desatada por el pinchazo de la burbuja hipotecaria estadounidense. Ahora, el detonante de la crisis ha sido la subida de los tipos de inter¨¦s m¨¢s agresiva desde comienzos de la d¨¦cada de 1980, justo cuando se cre¨® el Silicon Valley Bank.
As¨ª fue la ca¨ªda del Silicon Valley Bank
La crisis se desat¨® despu¨¦s de que el banco de las start ups y las firmas de capital riesgo pusiera las cartas sobre la mesa. A comienzos de marzo, Moody¡¯s le advirti¨® discretamente de que se estaba planteando una rebaja de su calificaci¨®n. La raz¨®n era que hab¨ªa invertido los dep¨®sitos de sus clientes en t¨ªtulos del Tesoro, en principio muy seguros, pero que hab¨ªan perdido valor con las bruscas subidas de tipos de inter¨¦s aprobadas por la Reserva Federal del ¨²ltimo a?o para combatir la inflaci¨®n. Silicon Valley Bank contrat¨® a Goldman Sachs y le vendi¨® una cartera de bonos en lo que supon¨ªa materializar 1.800 millones en p¨¦rdidas, Tambi¨¦n decidi¨® ampliar capital por 2.250 millones para reforzar su solvencia. Pensaba que era una baza ganadora.
La ejecuci¨®n de la operaci¨®n fue desastrosa. La presentaci¨®n a analistas realizada por el banco el mi¨¦rcoles 8 de marzo por la tarde para esa colocaci¨®n muestra lo alejado que estaban los directivos de lo que se les ven¨ªa encima. El banco vend¨ªa la estrategia dise?ada con Goldman Sachs como una forma de mejorar sus resultados. En ese momento, no captaba dinero porque necesitase liquidez para devolver dep¨®sitos, sino para defender su calificaci¨®n y reinvertir con intereses m¨¢s altos.
En el folleto de la operaci¨®n, Silicon Valley Bank rebaj¨® sus previsiones y reconoci¨® que los dep¨®sitos estaban siendo inferiores a lo esperado porque los clientes, sobre todo empresas tecnol¨®gicas, estaban consumiendo m¨¢s caja. El banco decidi¨® vender primero la cartera de deuda y apuntarse las p¨¦rdidas y esperarse al d¨ªa siguiente para emitir las nuevas acciones. Fue un error garrafal: ¡°El retraso en la ampliaci¨®n de capital abri¨® una ventana para el p¨¢nico el jueves a la que era vulnerable el SVB, con m¨¢s del 95% de los dep¨®sitos sin asegurar y una base de dep¨®sitos concentrada en empresas respaldadas por capital riesgo, lo que provoc¨® grandes salidas¡±, explican los analistas de Citibank, que califican la ca¨ªda del banco de ¡°autoinfligida¡±.
Las acciones de SVB se desplomaron en Bolsa en la apertura de la sesi¨®n del jueves. La entidad no logr¨® colocar los nuevos t¨ªtulos. La retirada de dep¨®sitos bati¨® r¨¦cords de cuant¨ªa y velocidad. Los clientes pidieron sacar del banco 42.000 millones de d¨®lares en unas horas. La concentraci¨®n de dep¨®sitos en un solo sector, el hecho de que en su inmensa mayor¨ªa no gozaban de garant¨ªa p¨²blica (que se extiende solo hasta los 250.000 d¨®lares por cliente) y el comportamiento de manada hicieron que la profec¨ªa se autocumpliese.
Ning¨²n banco tiene liquidez para devolver el dinero si todos los clientes lo piden a la vez. Por eso son tan peligrosos los p¨¢nicos bancarios. Adem¨¢s, las fugas de dep¨®sitos ya no son del estilo de ?Qu¨¦ bello es vivir!, la pel¨ªcula de 1946 en la que James Stewart encarna a George Bailey, un honrado banquero que decide suicidarse tras desaparecer una importante suma de dinero. En la era digital ni siquiera hacen falta grandes colas ni aglomeraciones, sino ¨®rdenes de traspaso con el m¨®vil o el ordenador. Tampoco hay la opci¨®n de un George Bailey que llame a la calma (¡±el dinero no est¨¢ aqu¨ª, est¨¢ en la casa de Joe, junto a la tuya, en la de los Kennedy, en centenares de casas...¡±). En la ma?ana del viernes 10 de marzo, las autoridades intervinieron el banco. Tras casi 40 a?os de existencia, Silicon Valley Bank desapareci¨® en unas 40 horas.
Era la mayor quiebra de un banco desde la ca¨ªda del Washington Mutual en 2008 y la segunda mayor en la historia del fondo federal de garant¨ªa de dep¨®sitos (FDIC). Ese organismo, encargado de intervenir los bancos en crisis, se cre¨® tras la Gran Depresi¨®n, despu¨¦s de que entre 1930 y 1933 desparecieran unas 9.000 entidades por los p¨¢nicos bancarios. Al otorgar una garant¨ªa p¨²blica sobre los dep¨®sitos hasta un cierto nivel, los ciudadanos no necesitan correr a sacar su dinero ante el menor atisbo de desconfianza.
Llega el contagio
Tras la intervenci¨®n del SVB, el contagio empez¨® de inmediato. Ese mismo viernes cayeron las cotizaciones en Bolsa de otros bancos medianos de Estados Unidos y, seg¨²n se supo luego, hubo m¨¢s fugas de dep¨®sitos. El Departamento del Tesoro, la FDIC y la Reserva Federal empezaron a analizar c¨®mo contener la crisis. El domingo por la noche (en la tradici¨®n de la anterior crisis financiera) anunciaron la intervenci¨®n de otra entidad, el Signature Bank y que la garant¨ªa federal se extend¨ªa al 100% de los dep¨®sitos de ambos bancos, algo que solo pod¨ªan hacer de forma excepcional declarando una situaci¨®n de riesgo sist¨¦mico.
Las caracter¨ªsticas de Silicon Valley Bank (con su concentraci¨®n de clientes de capital riesgo) y de Signature Bank (por su exposici¨®n a las criptomonedas) eran ¨²nicas, pero los reguladores hab¨ªan calculado recientemente que las entidades ten¨ªan unos 620.000 millones de minusval¨ªas latentes en sus carteras de renta fija por las subidas de los tipos de inter¨¦s. Junto a la garant¨ªa de los dep¨®sitos de las dos entidades ca¨ªdas, la Reserva Federal aprob¨® una medida para facilitar liquidez a otros bancos por el valor original de los bonos, como si no tuvieran minusval¨ªas, y prevenir as¨ª nuevas fugas de dep¨®sitos.
Las autoridades despidieron a los directivos de los bancos, dejaron claro que no proteger¨ªan a los accionistas ni bonistas (¡±As¨ª es el capitalismo¡±, dijo el presidente, Joe Biden). En la pr¨¢ctica, rescataron a los depositantes, entre ellos algunas firmas de inversi¨®n de las que reniegan de la intervenci¨®n p¨²blica en la econom¨ªa. Biden ha pedido castigos m¨¢s severos para los banqueros de las entidades que quiebren y ha culpado a su antecesor, Donald Trump, por relajar la supervisi¨®n de las entidades medianas. Tanto Biden como la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, han insistido en que el sistema financiero es s¨®lido. La Reserva Federal se ha puesto a investigar qu¨¦ ha fallado, por qu¨¦ su supervisi¨®n no pudo prevenir los riesgos que se han materializado.
Los bancos de todo el mundo, incluidos los europeos, sufrieron en Bolsa desde el lunes. Hay diversas v¨ªas de contagio, en un continuo que va desde la exposici¨®n directa a las entidades ca¨ªdas hasta el miedo irracional. Pero la onda expansiva alcanz¨® de lleno a Credit Suisse en parte tambi¨¦n por sus propias torpezas. El banco lleva arrastrando problemas desde hace a?os, pero el martes public¨® su informe anual y en ¨¦l reconoc¨ªa ¡°debilidades relevantes¡± en sus sistemas de control de la informaci¨®n financiera.
Nunca es buen momento para decir algo as¨ª, pero hacerlo en plena tormenta... Para colmo, el mi¨¦rcoles le preguntaron al presidente del saud¨ª SNB, primer accionista de Credit Suisse, si estar¨ªa dispuesto a aumentar su participaci¨®n en la entidad suiza y en lugar de salirse por la tangente dijo: ¡°Absolutamente no¡±. El desplome fue inmediato.
Tras un multimillonario salvavidas de liquidez aportado en la madrugada del mi¨¦rcoles al jueves, las autoridades suizas trabajan este fin de semana en encontrar una soluci¨®n, que pueda pasar por la venta del banco o de parte del mismo. ¡°Restablecer la confianza en Credit Suisse es importante para Suiza¡±, dec¨ªa esta semana la firma canadiense DBRS Morningstar. ¡°Credit Suisse es demasiado grande para caer y demasiado grande para rescatar, as¨ª que igual es demasiado grande para Suiza¡±, sentenciaba un economista de una firma estadounidense.
Preparados para actuar
Ante la crisis del SVB y sus ramificaciones, la buena noticia es que las autoridades econ¨®micas tienen la caja de herramientas a mano. La crisis financiera de 2008, la del euro y la pandemia han hecho que los bancos centrales y los responsables pol¨ªticos est¨¦n entrenados, sepan qu¨¦ hacer y c¨®mo hacerlo.
¡°Se ha evitado ese bloqueo mental que a veces agrava las crisis. A las autoridades no les gustan los rescates por el riesgo moral que implican, tienden a esperar a que haya un sufrimiento claro, a que se vea que no hay otro remedio y acaba siendo peor. Esta vez han reaccionado muy r¨¢pido. Mucha gente ha pasado en dos d¨ªas de enterarse de que hab¨ªa un banco que se llamaba Silicon Valley a saber que estaba intervenido, con los dep¨®sitos garantizados¡±, dice desde Nueva York un directivo de una de las firmas de inversi¨®n m¨¢s importantes de Estados Unidos, que destaca tambi¨¦n la velocidad a la que la Reserva Federal ha puesto en marcha un mecanismo a medida para responder a posibles fugas de liquidez.
¡°Aunque no cabe duda de que los problemas bancarios acaparar¨¢n la atenci¨®n, creemos que no se trata de un problema sist¨¦mico, sino m¨¢s bien de un problema de liquidez que la Reserva Federal puede contener con sus mecanismos de pr¨¦stamo¡±, se?alan desde la firma Oxford Economics. ¡°Puede parecer otra crisis financiera, pero no lo es¡±, aseguran.
En Europa, el BCE ha subido los tipos de inter¨¦s al tiempo que aseguraba no ver riesgo de contagio y garantizaba estar preparado para hacer frente a los problemas de liquidez. ¡°La esperada subida de 50 puntos b¨¢sicos viene acompa?ada de una advertencia sobre los riesgos para la estabilidad financiera. Dicho esto, el sistema bancario no muestra debilidades ni una exposici¨®n significativa a instituciones extranjeras en dificultades¡±, resum¨ªa Axel Botte, estratega global de mercados de Ostrum AM.
Los bancos de la zona euro tienen una menor exposici¨®n a los valores de renta fija, bases de dep¨®sitos m¨¢s estables y una regulaci¨®n del riesgo de tipos de inter¨¦s m¨¢s estricta, incluso para los bancos m¨¢s peque?os. En todo caso, como advert¨ªa Mar¨ªa Rivas, de DBRS Morningstar, ¡°las recientes quiebras demuestran que las corridas bancarias y las crisis de liquidez pueden desarrollarse a una velocidad nunca vista¡±. Por ello, aboga por m¨¢s herramientas para hacer frente a las crisis de liquidez.
Lastre econ¨®mico
La tormenta financiera est¨¢ cumpliendo la liturgia de estos casos. Ca¨ªdas en Bolsa, intervenci¨®n de las autoridades, actuaciones en fin de semana, sobresaltos, alivios... Pero si eso es una tradici¨®n, tambi¨¦n lo es que las crisis bancarias pasen factura a la econom¨ªa. Michael Hartnett, estratega de inversiones de Bank of America, destaca que desde 1870 ha habido 14 grandes recesiones mundiales, todas ellas provocadas por guerras, pandemias y crisis bancarias. Esta vez, en plena recuperaci¨®n de una pandemia, una guerra ha alimentado la inflaci¨®n y las subidas de tipos han contribuido a una (hasta ahora peque?a) crisis bancaria, pero no est¨¢ claro a¨²n cu¨¢l ser¨¢ su efecto.
¡°La econom¨ªa estadounidense acabar¨¢ ralentiz¨¢ndose, probablemente un poco antes de lo esperado tras estos acontecimientos, pero a¨²n podr¨ªa tardar un tiempo¡±, dice en una frase llena de cautelas Vincent Vinatier, gestor de carteras en AXA Investment Managers.
¡°Nadie tiene ni idea ni la puede tener todav¨ªa¡±, afirma m¨¢s contundente un economista de un gigante de la inversi¨®n estadounidense, que explica que los dep¨®sitos han pasado de unas entidades a otras y que no est¨¢ claro c¨®mo de intensa ser¨¢ la restricci¨®n crediticia. Lo que s¨ª parece evidente es que han aumentado los riesgos a la baja o las probabilidades de recesi¨®n, que Goldman Sachs ha elevado al 35%.
¡°Estos acontecimientos pueden conducir a una recesi¨®n¡±, coincide Tiffany Wilding economista de PIMCO para Estados Unidos. En su opini¨®n hay muy buenas razones para creer que el crecimiento del cr¨¦dito, que ya se estaba ralentizando, se frenar¨¢ a¨²n m¨¢s. ¡°Es probable que los bancos regionales muestren una mayor aversi¨®n al riesgo, al menos a corto plazo¡±, sostiene, porque ¡°es dif¨ªcil creer que estos bancos, temiendo una posible salida brusca de dep¨®sitos, no endurezcan sus normas de concesi¨®n de pr¨¦stamos¡±.
Tambi¨¦n es probable que la Reserva Federal endurezca la regulaci¨®n y supervisi¨®n de los grandes bancos regionales, restringiendo indirectamente el cr¨¦dito. Aun as¨ª, en Estados Unidos se lleva anunciando una recesi¨®n inminente desde hace casi un a?o y no termina de llegar. El mercado de trabajo ha mostrado una gran fortaleza. La Reserva Federal pretende enfriar la demanda para combatir la inflaci¨®n y este episodio de inestabilidad podr¨ªa hacer que sea necesario subir un poco menos los tipos, pero no cambia en exceso (al menos de momento) el panorama econ¨®mico.
Algo parecido pasa en el resto del mundo. Obviamente lo ocurrido no son buenas noticias y los riesgos han aumentado, pero es pronto para calibrar un impacto real sobre la econom¨ªa global. Los pa¨ªses emergentes, y los latinoamericanos entre ellos, est¨¢n algo m¨¢s en peligro: ¡°Las turbulencias financieras en Estados Unidos tras la quiebra de dos bancos regionales han aumentado la volatilidad y han hecho caer el valor de los activos latinoamericanos. El episodio de aversi¨®n al riesgo no ha modificado nuestra previsi¨®n de base, pero ha puesto de relieve la sensibilidad de la regi¨®n a un endurecimiento severo de las condiciones financieras¡±, explican desde Oxford Economics.
Los expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI) est¨¢n trabajando estos d¨ªas para ajustar sus previsiones econ¨®micas mundiales. Presentar¨¢n sus conclusiones en menos de un mes. Si el da?o en Estados Unidos se queda en un par de rasgu?os en su sistema financiero, el impacto en el resto del mundo no deber¨ªa ser grande. Los pr¨®ximos d¨ªas pueden resultar claves.
No est¨¢ claro a¨²n que haya funcionado el rescate privado de First Republic Bank, otro banco regional con sede en San Francisco, con 30.000 millones de d¨®lares en dep¨®sitos por parte de los grandes bancos de Wall Street. First Republic ha seguido cayendo en Bolsa tras la inyecci¨®n y nadie descarta una sorpresa este mismo domingo. La operaci¨®n ha sido liderada por Jamie Dimon, el presidente de JP Morgan Chase. Con ella, hac¨ªa honor a John Pierpont Morgan, que orquest¨® la respuesta al p¨¢nico financiero de 1907 y empe?¨® en ella su propio dinero, consciente de que a todo el sector le beneficiaba apoyar a los m¨¢s d¨¦biles. La banca vive de la confianza y para un banquero no debe haber resultado muy agradable ver que el bitcoin se ha disparado esta semana por el dinero que huye de los bancos en busca de refugio.
La Reserva Federal mueve ficha
La caída de Silicon Valley Bank (SVB) marcará en buena medida la reunión del comité de política monetaria de la Reserva Federal de este martes y miércoles. Tras la subida de tipos del banco Central Europeo (BCE), ahora es el turno de mover ficha para el banco central estadounidense. Antes de la tormenta financiera actual, los analistas estaban divididos entre si Jerome Powell optaría por subir los tipos de interés 0,25 puntos o medio punto, ya que la inflación apenas cede (se situó en el 6% en febrero).
Ahora, tras la intervención del SVB y del Signature Bank y las demás turbulencias financieras de la última semana, hubo quienes incluso apostaron por una pausa tras las ocho subidas consecutivas del último año, que han dejado el precio del dinero en el 4,5%-4,75%, su nivel más alto desde 2007. Las subidas de tipos son las que han contribuido a los problemas de la banca mediana, al rebajar el valor de los bonos que tienen en cartera, y nuevos ascensos pueden aumentar la inestabilidad financiera. Pero Powell no quiere poner en riesgo su credibilidad en la lucha contra la inflación, así que el dilema está servido.
“Tiene que elegir qué error prefiere cometer”, dice con sorna un economista que cree que lo adecuado es ese principio de separación en que el banco central usa los tipos para luchar contra la inflación y la liquidez para la estabilidad financiera. No solo la decisión, sino el comunicado y la rueda de prensa de Powell del miércoles cobran especial interés.
“Seguimos esperando una subida de tipos de 25 puntos básicos en la reunión, ya que la Reserva Federal cree que puede evitar el contagio proporcionando la liquidez necesaria y adelantarse a la curva de inflación subiendo los tipos. Pero las turbulencias financieras probablemente eliminen la posibilidad de una subida de 50 puntos básicos, que era lo que se esperaba hasta hace poco”, resumen en Oxford Economics.
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