El comercio no remonta pese al Black Friday: encadena ocho meses de ca¨ªdas en las ventas, seg¨²n el INE

Noviembre es el mes que abre las puertas a la mayor temporada de compras del a?o ¡ªcuando las empresas venden un tercio de todo lo facturado, gracias, en gran parte, a la fiebre del Black Friday y su hermano menor, el Cyber Monday. Sin embargo, en el ¨²ltimo und¨¦cimo mes no se han sentido especialmente los efectos de esta gran fiesta del consumo. La actividad comercial cay¨® un 2,7% en comparaci¨®n con el mismo periodo de 2022. El descenso fue menor al mes anterior, octubre, pero presupone a¨²n que el consumo de los hogares no consigue recuperarse de la baza de precios altos que castig¨® a los bolsillos pr¨¢cticamente todo el 2023. El Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) ha informado este lunes que la ca¨ªda se suma a otros siete meses de contracciones, que llegaron tras una racha de crecimiento que dur¨® cerca de dos a?os.

La mayor¨ªa de sectores experimentan retrocesos, pero son la industria y el comercio donde hay que poner la lupa. La actividad de las f¨¢bricas se mantiene a media potencia ante un retroceso en la demanda interna y las exportaciones. El encarecimiento de la factura el¨¦ctrica y de los insumos para producir, sumado al disparado coste para financiarse debido al incremento de los tipos, obstaculiza el buen desempe?o del sector, cuyas ventas, seg¨²n el INE, retrocedieron un 2,2% con respecto a noviembre del 2022.

Las ventas minoristas van por el mismo camino. Pese al gran despliegue de ofertas y descuentos que caracterizan al mes, la facturaci¨®n se mantuvo en n¨²meros rojos. La actividad se contrajo un 1,9% con respecto al mismo mes en 2022. El buen ritmo del comercio electr¨®nico, que creci¨® un 27% en el primer trimestre del 2023, no ha conseguido animar las navidades para un sector que representa el 14% del Producto Interno Bruto (PIB) espa?ol. Los efectos paliativos de las subidas salariales y el paquete anticrisis desplegado por el Gobierno tampoco parecen haber animado las ventas. La mayor¨ªa de analistas apuntan a que el colch¨®n de los ahorros acumulado durante la pandemia alcanz¨® m¨ªnimos para las fechas.

La venta de suministro de energ¨ªa el¨¦ctrica y agua encabeza el retroceso con una ca¨ªda del 26,1%. Aunque este es un caso particular, que se explica porque los importes de la luz fueron el pasado noviembre mucho menores a los experimentados a finales de 2022, afectados por los problemas de suministro regionales. Tampoco hay que descontar que las f¨¢bricas, principales consumidoras de energ¨ªa, han reducido el consumo ante el descenso en la producci¨®n.

Las ventas de los servicios prevalecen

No todo son malas noticias para la actividad comercial del pa¨ªs. El sector de los servicios, baluarte de la recuperaci¨®n durante los ¨²ltimos a?os, ha experimentado un crecimiento interanual del 5,3%. El buen tir¨®n del turismo, que ha dejado cifras de ensue?o, explica parte gran parte de la subida. La actividad supuso un 12,8% del PIB durante 2023, el m¨¢ximo de la serie hist¨®rica y equivalente a 186.596 millones de euros, seg¨²n los c¨¢lculos de Exceltur, la asociaci¨®n que re¨²ne a una treintena de grandes empresas tur¨ªsticas. Playas repletas hasta finales de octubre ¡ªgracias al estir¨®n del verano clim¨¢tico¡ª han sido las postales m¨¢s t¨ªpicas del segundo semestre del a?o.

Aunque no solo de calor y playas bebe el sector terciario. La exportaci¨®n de servicios como las telecomunicaciones o transporte, entre otros, son un reducto que mantiene su pulso en la econom¨ªa del pa¨ªs. En el segundo trimestre del 2023 supusieron el 22,3% de las exportaciones totales. A este se suma la creciente oferta de servicios inform¨¢ticos, legales y empresariales, que va ganando terreno a?o tras a?o.

Es el bien manufacturado el que se lleva la peor parte. Con una regi¨®n languidecida por los persistentes efectos de la inflaci¨®n y sometida ahora a la tensi¨®n de los cercanos conflictos geopol¨ªticos, el retroceso en el consumo es m¨¢s bien una enfermedad compartida con los socios comunitarios. En los ¨²ltimos dos a?os se contabiliz¨®, incluso, un descenso en el consumo de alimentos y un traspaso a la marca blanca por parte de los compradores regionales.

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