Joan Groizard: ¡°El coche el¨¦ctrico es la elecci¨®n m¨¢s racional¡±
El jefe del IDAE defiende la hoja de ruta del Gobierno para el despliegue de las energ¨ªas verdes ¡ª¡°es t¨¦cnica y econ¨®micamente viable¡±¡ª y sostiene que tanto la e¨®lica como la fotovoltaica ¡°adem¨¢s de renovables son reciclables¡±
Pese a su juventud, Joan Groizard (Palma, 34 a?os) cumple estos d¨ªas cuatro a?os al frente del Instituto para el Ahorro y la Diversificaci¨®n de la Energ¨ªa (IDAE), a donde lleg¨® poco antes de que la pandemia pusiese patas arriba el mundo y provocase ¡ªen ¨²ltima instancia¡ª un aceler¨®n en la transici¨®n hacia las renovables. Ingeniero en Energ¨ªa y Medio Ambiente por la Universidad de Cambridge, atiende a EL PA?S durante la ¨²ltima edici¨®n de Genera, el gran c¨®nclave de las energ¨ªas verdes en Espa?a.
Pregunta. Tras una ligera recuperaci¨®n en el tramo final del a?o pasado, la demanda el¨¦ctrica vuelve a caer.
Respuesta. La foto final que tenemos es un mix nada transparente de varios factores que van en direcciones opuestas y que se acaban contaminando: la actividad econ¨®mica y la electrificaci¨®n [que aumentan la demanda]; y la eficiencia energ¨¦tica y el autoconsumo, que la deprimen. Est¨¢bamos acostumbrados a corregir por laboralidad y por temperaturas, pero ahora tenemos que hacer una monitorizaci¨®n m¨¢s fina.
P. El consumo industrial sigue sin despegar.
R. M¨¢s all¨¢ de datos coyunturales, la tendencia estructural es positiva: estamos viendo apetito para conectarse a la red el¨¦ctrica espa?ola, porque aqu¨ª la electricidad va a ser m¨¢s asequible. Hay motivos para el optimismo. Tanto la electrificaci¨®n como el almacenamiento son las dos claves de esta legislatura.
P. Los datos de solicitudes de conexi¨®n a la red son escasos. ?Hace falta m¨¢s transparencia?
R. S¨ª. Una mayor transparencia llevar¨ªa a una mejor toma de decisiones por parte de todos los agentes. Igual que en generaci¨®n, tiene que ser p¨²blica la capacidad que hay en cada nudo. Ya no vale que el primero que llegue obtenga el permiso para conectarse y se lo quede para siempre jam¨¢s: tiene que cumplir unos hitos. Es una indicaci¨®n de que se est¨¢n acumulando las solicitudes de [conexi¨®n para] consumo.
P. Hay riesgo de especulaci¨®n, entonces.
R. En generaci¨®n lo que vimos hace unos a?os es que hab¨ªa proyectos con vocaci¨®n de desarrollar parques y operarlos, y otras solicitudes que obedec¨ªan a fines especulativos y que dec¨ªan: ¡°Yo consigo el permiso y luego ya ver¨¦ que hago con ¨¦l¡±. El incremento de solicitudes de demanda puede sugerir un cierto elemento as¨ª. Tiene sentido: Espa?a es un pa¨ªs atractivo para conectarse, porque la electricidad va a ser m¨¢s barata gracias a las renovables y, cuando algo es atractivo, hay agentes que buscan oportunidades cortoplacistas. Queremos dar acceso al que presente un proyecto mejor, no al primero que lo pida.
P. ?Por qu¨¦ el despegue del coche el¨¦ctrico est¨¢ siendo m¨¢s lento en Espa?a?
R. Es algo multifactorial. En Noruega, que es el gran referente, la fiscalidad al coche f¨®sil es tal que sale mucho m¨¢s caro que uno el¨¦ctrico. ?Cu¨¢l ser¨ªa la reacci¨®n si el Gobierno plantease aqu¨ª una subida de los impuestos a los coches f¨®siles? Es un debate que ser¨ªa interesante, al menos filos¨®ficamente. En Portugal, la gasolina y el di¨¦sel son bastante m¨¢s caros que en Espa?a. ?Queremos encarecer los veh¨ªculos de combusti¨®n o la gasolina para acelerar esa se?al?
En diciembre ya llegamos al 15% de matriculaciones de veh¨ªculos electrificados, superando al di¨¦sel. Si nos lo hubieran dicho hace cuatro a?os habr¨ªamos dicho: ¡°Jajaj¨¢, qu¨¦ barbaridad¡±. Pues estamos ah¨ª ya. La movilidad el¨¦ctrica en Espa?a ya es una realidad viable tanto log¨ªstica como econ¨®micamente: con lo que te ahorras en gasolina y con las ayudas y deducciones, sale a cuenta. El gran reto es el de la toma de decisiones, que no son por criterios puramente racionales: en nuestro d¨ªa a d¨ªa no tomamos decisiones ni como empresas ni como centros de investigaci¨®n.
P. Cree, entonces, que optar por un coche de combusti¨®n no es racional.
R. No es plenamente racional. En muchos casos, lo m¨¢s racional ser¨ªa comprar un veh¨ªculo el¨¦ctrico. Para quien tenga un coche por si acaso o para un viaje del a?o, quiz¨¢ no. Pero en muchos casos, los m¨¢s habituales en Espa?a, lo m¨¢s racional ser¨ªa comprarse un veh¨ªculo el¨¦ctrico.
P. ?Defiende la v¨ªa noruega de penalizar fiscalmente el coche de combusti¨®n?
R. En el contexto noruego de rentas y distancias, funciona. ?Funcionar¨ªa en Espa?a? Tenemos que construir un modelo propio, no importarlo autom¨¢ticamente. Uno de los grandes tab¨²es en Espa?a es, por desgracia, el de la fiscalidad: necesitamos que sea m¨¢s verde y que quien contamine pague. Que d¨¦ las se?ales adecuadas, que sea socialmente progresiva y que no cargue la transici¨®n sobre las espaldas de quien no puede ni debe soportarlo.
P. ?Aerotermia o gas renovable manteniendo las calderas actuales?
R. Las calderas f¨®siles pueden llegar a casi el 100% de eficiencia, mientras que las bombas de calor llegan a rendimientos del 200% o 300%: no hay comparativa. Los gases renovables tienen much¨ªsimo sentido en usos dif¨ªciles de descarbonizar, pero sustituir gas f¨®sil por biog¨¢s en todos los consumos no tiene sentido. Un mundo descarbonizado es un mundo en el que todos los usos que se pueden electrificar de forma eficiente son el¨¦ctricos.
P. El gran problema de la bomba de calor es su alto coste inicial.
R. S¨ª. Aunque, de nuevo, si miramos la vida ¨²til completa, en muchos casos sale a cuenta. Hay much¨ªsimo espacio para la financiaci¨®n privada, porque son mejoras que se pagan por s¨ª mismas: igual que una entidad financiera nos vende y nos financia maravillosamente un viaje, seguro que tambi¨¦n puede financiarnos una bomba de calor, que sabe que podemos devolver porque vamos a ahorrar en la factura.
P. ?Por qu¨¦ no termina de despegar el biometano en Espa?a? Francia o Dinamarca est¨¢n varios cuerpos por delante.
R. Hay un potencial enorme, pero hay que hacer una reflexi¨®n sobre c¨®mo se paga. Es un debate que hay que tener esta legislatura: igual que hay unas obligaciones de biocarburantes en la gasolina y el di¨¦sel, ?tiene que haber unas obligaciones de contribuci¨®n al gas renovable o una prima para el biometano? Yo creo que tiene sentido, pero eso lo tiene que pagar alguien, as¨ª que incrementar¨ªa la factura del gas.
P. Es un debate, hoy por hoy, inexistente.
R. Me encantar¨ªa que pudi¨¦ramos tenerlo de forma sosegada, sin citar pa¨ªses latinoamericanos o rep¨²blicas sovi¨¦ticas extintas. Avanzar¨ªamos mucho m¨¢s r¨¢pido, tanto en el ¨¢mbito energ¨¦tico como en muchos otros.
P. El autoconsumo creci¨® mucho en 2021 y 2022, pero el a?o pasado ech¨® el freno.
R. 2022 fue excepcional: reactivaci¨®n econ¨®mica pospandemia, precios de la luz disparados, ayudas¡ No es un a?o est¨¢ndar al que aspirar. Lo que queremos es un crecimiento sostenido y sostenible, no dientes de sierra.
P. ?No le preocupa el frenazo, entonces?
R. Creo que es se?al de maduraci¨®n: no puede crecer a doble d¨ªgito cada a?o. Lo que me preocupar¨ªa es que trat¨¢semos un ejercicio pico como uno normal. Quedan, literalmente, millones de tejados por cubrir y tenemos que tener perspectiva de futuro.
P. Hay grandes retrasos en la concesi¨®n de ayudas.
R. La gesti¨®n de estos fondos ha sido un reto para nosotros y para las comunidades aut¨®nomas. La gran mayor¨ªa de solicitudes van a recibir la ayuda, pero ya se ha cerrado la ventanilla. Para los fondos que puedan quedar vamos a buscar nichos en los que entendemos que m¨¢s valor van a aportar, como el autoconsumo colectivo.
P. ?Entiende el cabreo de quienes llevan hasta dos a?os esperando?
R. Entiendo la frustraci¨®n ante tr¨¢mites m¨¢s largos de lo esperado. Las administraciones hemos sacado un proceso muy garantista, blind¨¢ndonos contra pr¨¢cticas irresponsables con los fondos p¨²blicos. Y eso significa que hay que pedir muchos papeles para dar un solo euro de ayudas.
P. Los ritmos de ejecuci¨®n var¨ªan mucho entre unas comunidades y otras.
R. No toca pelearnos, toca trabajar juntos. Hemos publicado el estado de tramitaci¨®n por comunidades para que, cada uno en nuestra parcelita, seamos responsables de la parte que nos toca: las hay que est¨¢n en el 60%, 70% u 80%... Y otras que est¨¢n en el 5%, 10% o 15%. La otra cara de la moneda de la competencia fiscal a la baja por parte de algunas comunidades es que luego los proyectos no se tramitan todo lo r¨¢pido que nos gustar¨ªa. Si queremos una administraci¨®n ¨¢gil, necesitamos recursos. Y eso se paga, como toda la vida, con una fiscalidad justa y adecuada. Va todo en el pack.
P. En algunos ¨¢mbitos del sector planea una cierta sombra de dudas sobre el futuro del hidr¨®geno. La AIE teme que solo el 7% de los proyectos anunciados acaben siendo realidad en 2030.
R. Estamos viviendo una transici¨®n acelerada: en 2020, en el primer PNIEC, el hidr¨®geno aparec¨ªa todav¨ªa de forma muy t¨ªmida; ahora, solo con una parte de lo que est¨¢ encima de la mesa, llegamos a 11 gigavatios, siete m¨¢s que en la hoja de ruta del hidr¨®geno. Como en todo lo que crece r¨¢pido, habr¨¢ proyectos m¨¢s solventes, m¨¢s maduros y otros que se hayan apuntado a la ola.
P. La pr¨®xima revoluci¨®n es la de las bater¨ªas.
R. S¨ª. Tenemos todos los elementos: hay promotores; inversores: una necesidad por parte de los desarrolladores renovables, que van a tener que integrar mucha energ¨ªa en la red; y consumidores industriales que quieren energ¨ªa renovable justo cuando la necesitan. Tras las renovables, la siguiente gran avalancha va a ser la del almacenamiento.
P. Hay voces que critican el Plan Nacional Integrado de Energ¨ªa y Clima (PNIEC) por ¡°no ser realista¡±. ?Qu¨¦ les dir¨ªa?
R. Hay quien nos dijo que el primer PNIEC tampoco era realista... Y muchos de aquellos agentes, en sus alegaciones para la actualizaci¨®n [del plan], nos han pedido m¨¢s ambici¨®n porque algunas variables se han quedado cortas. Es t¨¦cnica y econ¨®micamente viable.
P. En las ¨²ltimas semanas ha irrumpido en el debate p¨²blico el reciclaje de paneles solares y aerogeneradores. ?Se est¨¢ exagerando el problema?
R. Hay una doble vara de medir con el colectivo ecologista y las renovables, con exigencias que, a veces, incluso llegan al ¨¢mbito de la parodia. Cualquier desarrollo energ¨¦tico requiere una ubicaci¨®n f¨ªsica y unos materiales. Lo fant¨¢stico de las energ¨ªas verdes es que su materia prima tambi¨¦n es, por definici¨®n, renovable: a las unidades de silicio, de acero o de fibra de vidrio no le prendes fuego como s¨ª lo haces con el petr¨®leo y el gas. Son materiales perfectamente reciclables. Todas las renovables son reciclables.
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