El cerco a Google se estrecha a los dos lados del Atl¨¢ntico

Google recurrir¨¢ la sentencia del juez de Washington que dicta que es un ¡°monopolio¡±. No se conforma, ni mucho menos, con la decisi¨®n. Pero este fallo consolida, de momento, el giro que ha dado Estados Unidos en los ¨²ltimos tiempos en su vigilancia a las agresivas pr¨¢cticas de las grandes tecnol¨®gicas norteamericanas. Estas pr¨¢cticas hace mucho que son cuestionadas en paralelo en la Uni¨®n Europea, que incluso ha llegado a crear una norma ad hoc para actuar con m¨¢s rapidez y contundencia ¨Del reglamento de mercados digitales (DMA, por sus siglas en ingl¨¦s)¨D y a proponer que se fuerce a Alphabet, la matriz de Google, a dividir su negocio en el mercado publicitario. La firma del omnipresente buscador de Internet no es la ¨²nica que suma cuentas pendientes por lo que las autoridades de Competencia tildan de ¡°pr¨¢cticas anticompetitivas¡±: tambi¨¦n las tienen Amazon, Apple, Meta o Microsoft.

Despu¨¦s del fallo de este lunes en Estados Unidos, que todav¨ªa no llegado al momento de detallar el castigo, los focos se centran en Alphabet y su buscador. La empresa ya respondi¨® al fallo que la propia sentencia ¡°reconoce que Google ofrece el mejor motor de b¨²squeda¡±. ¡°Teniendo en cuenta esto, y que la gente busca cada vez m¨¢s informaci¨®n de m¨¢s formas, tenemos previsto apelar¡±, anunci¨®. Este nuevo recurso se suma a los que ya tiene abiertos en Bruselas, donde el grupo digital ha recibido un examen exhaustivo hasta ahora. Sobre ¨¦l pesan las multas m¨¢s cuantiosas de la historia de la Comisi¨®n Europea, m¨¢s de 8.000 millones de euros por tres casos que, por ahora, apenas est¨¢ logrando rebajar en los tribunales. Precisamente a la vuelta del verano se espera el fallo definitivo de uno de esos casos: el de Google Shopping, 2.424 millones por privilegiar en las b¨²squedas sus servicios de compra y los de sus anunciantes en las b¨²squedas de Internet.

Aunque la gran cuesti¨®n pendiente en Europa para la firma de Mountain View (California) es si la Comisi¨®n dar¨¢ el paso de forzar la divisi¨®n de su negocio. Est¨¢ planteado oficialmente en el pliego acusatorio publicado hace poco m¨¢s de un a?o: su presencia en toda la cadena de la publicidad digital es tan abrumadora que llev¨® a los t¨¦cnicos de la Comisi¨®n a concluir que se daba un ¡°abuso de posici¨®n dominante¡± y que ¡°solo la desinversi¨®n obligatoria por parte de Google de parte de sus servicios resolver¨ªa sus problemas de competencia¡±. En la capital comunitaria pocos dudan de que la vicepresidenta del Ejecutivo de la Uni¨®n y m¨¢xima responsable de Competencia, Margrethe Vestager, querr¨¢ tener listo el expediente antes de que llegue la nueva Comisi¨®n, en teor¨ªa el pr¨®ximo 1 de noviembre, de la que ella no formar¨¢ parte.

Si bien la amenaza de la divisi¨®n forzada sobre la actividad publicitaria de Google no solo est¨¢ planteada en Europa. Tambi¨¦n el Departamento de Justicia de Estados Unidos y otros ocho estados (Virginia, California, Colorado, Connecticut, Nueva Jersey, Nueva York, Rhode Island y Tennessee) la exigen en una demanda pendiente en los tribunales de Virginia. ¡°Eso ser¨ªa un cambio estructural en el mercado¡±, apunta Juan Jos¨¦ Ganuza, catedr¨¢tico de Econom¨ªa y Empresa en la Universitat Pompeu Fabra, que advierte de que en los ¨²ltimos tiempos esta opci¨®n est¨¢ encontrando m¨¢s partidarios entre los acad¨¦micos que estudian los mercados y la Competencia. El tambi¨¦n director de Mercados, Regulaci¨®n y Competencia de Funcas, un instituto de investigaci¨®n econ¨®mica espa?ol, se?ala que este tipo de ¡°soluciones o remedies [nombre t¨¦cnico de los arreglos en Competencia]¡± tienen m¨¢s tradici¨®n en Estados Unidos que en Europa¡±.

Alphabet y sus filiales no est¨¢n solas en el frente empresarial. De hecho, en Europa, en los ¨²ltimos meses, han sido m¨¢s otras las que han afrontado el escrutinio intenso de los reguladores. Por ejemplo, la Comisi¨®n Europea le abri¨® a Meta un expediente el primer d¨ªa de julio por su modelo en Instagram y Facebook. Lo hizo amparada en ese nuevo reglamento que invierte la carga de la prueba para que las grandes compa?¨ªas no puedan recurrir a dilatar los procesos de investigaci¨®n y exigencia de cumplimiento de las normas de Competencia durante a?os hasta el punto de que cuando hay una resoluci¨®n final el mercado ya ha cambiado. ¡°Este razonamiento lo est¨¢ aplicando todo el mundo ahora. Tambi¨¦n lo ha hecho Reino Unido¡±, explica Ganuza, que aclara que en Estados Unidos lo que ha pasado es que con la Administraci¨®n Biden se han cambiado las l¨ªneas b¨¢sicas que gu¨ªan la pol¨ªtica de los reguladores de Competencia para hacerlas m¨¢s proclives al consumidor. De ah¨ª que este profesor apunte a que las elecciones de noviembre entre Donald Trump y Kamala Harris tambi¨¦n pueden tener impacto en este campo.

Mucho m¨¢s calado para Meta tiene el frente abierto en Estados Unidos, all¨ª la Comisi¨®n Federal de Comercio y 40 estados acudieron a los tribunales en 2021 exigiendo que se reviertan las compras de Instagram y WhatsApp.

Igualmente, Apple est¨¢ bajo la lupa a los dos lados del Atl¨¢ntico y en los expedientes abiertos hay similitudes, al menos, en su esencia final: el gigante tecnol¨®gico con sede en California dificulta que otras empresas puedan ofrecer productos alternativos a los suyos en su entorno. Hasta hace poco, Apple era una empresa que no hab¨ªa recibido grandes castigos de Bruselas, tampoco en Estados Unidos. Esto comenz¨® a cambiar este a?o, cuando la Comisi¨®n le impuso una sanci¨®n de 1.800 millones de euros, en torno al 0,5% de los ingresos mundiales de la empresa. Y ahora es la firma sometida a un mayor escrutinio por su actitud reticente, m¨¢s que las otras, a la hora de seguir las exigencias de la DMA, algo que la compa?¨ªa rechaza.

Amazon es otra de las empresas con asuntos pendientes en Estados Unidos y la Uni¨®n Europea. En cambio, Microsoft solo tiene cuentas abiertas por ahora en Bruselas. Lejos durante muchos a?os del foco del departamento de Competencia comunitario, tras ser protagonista de uno de sus casos m¨¢s emblem¨¢ticos en el cambio de siglo, ha vuelto al centro de las investigaciones por abuso de posici¨®n dominante en su aplicaci¨®n Teams, al vincularla por defecto en Office 365 y Microsoft 365.

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