El rechazo de la patronal a reducir la jornada deja las ayudas a pymes pendientes del Congreso
Fuentes de la negociaci¨®n dan por sentado que se caer¨¢n del texto que el ministerio acuerde con los sindicatos, pero no descartan que ¡®resuciten¡¯ en la negociaci¨®n parlamentaria. La negativa empresarial complica esa tramitaci¨®n
El Ministerio de Trabajo tiene v¨ªa libre para pactar solo con los sindicatos la reducci¨®n de la jornada laboral. El rechazo que la patronal dio este martes a participar en un acuerdo tripartito para implantar esta medida ha alterado el equilibrio de la negociaci¨®n, dando m¨¢s fuerza a los representantes de los trabajadores. El propio secretario de Estado de Trabajo lo reconoci¨® ya el martes: ¡°Naturalmente, para alcanzar un acuerdo con las organizaciones sindicales tendremos que establecer algunas medidas que se acomoden a lo que piden¡±. Y a?adi¨® Joaqu¨ªn P¨¦rez Rey: ¡°Sin la patronal dentro, no estar¨¢n dispuestos [los sindicatos] a asumir algunas de las medidas que hay ah¨ª¡±. Se refer¨ªa, sin nombrarlas, a las ayudas a las pymes con las que Trabajo ha intentado hasta el ¨²ltimo momento seducir a la patronal. Estas se caer¨¢n casi con toda seguridad del texto final que el ministerio acuerde con los representantes de los trabajadores, seg¨²n varias fuentes consultadas, aunque en el entorno empresarial advierten que eso complicar¨¢ a¨²n m¨¢s el ya empedrado camino parlamentario que debe afrontar la medida. Esta necesitar¨¢ el voto favorable de toda la mayor¨ªa de investidura, incluyendo a PNV y Junts. Y por eso nadie se atreve a descartar que durante la tramitaci¨®n en el Congreso resuciten las ayudas a las empresas.
P¨¦rez Rey ya sugiri¨® tras la ¨²ltima reuni¨®n tripartita que las ayudas a pymes (bonificaci¨®n de la cotizaci¨®n de las nuevas contrataciones e inyecciones directas de hasta 6.000 euros) se pod¨ªan desvanecer de la propuesta de Trabajo si los patronos no respaldaban un acuerdo tripartito. Y su vaticinio sobre la postura que adoptar¨ªan los sindicatos se ha cumplido. ¡°Nosotros representamos a las personas trabajadoras, son las que nos proporcionan la legitimidad. No est¨¢ en nuestro papel negociar medidas destinadas a las empresas que tienen su propia representaci¨®n. Entendemos que no nos corresponde¡±, explican fuentes sindicales. ¡°No vamos a defender esas ayudas. Si el Gobierno las quiere mantener ser¨¢ cosa suya, pero nuestro hipot¨¦tico acuerdo pasa por la reducci¨®n de jornada y el control horario¡±, a?aden desde la representaci¨®n de los trabajadores. La l¨®gica de las centrales es que no es razonable hacer cesiones a las empresas si estas no se comprometen con el pacto.
El Ministerio de Trabajo se?ala que mantendr¨¢ las ayudas a pymes en su propuesta. Dicho de otra forma, mantendr¨¢ la que era su ¨²ltima oferta. Pero esta propuesta, como reconoci¨® el secretario de Estado, era fruto de meses de unas negociaciones que arrancaron en enero, y del intento de atraer a la CEOE. ¡°Las posiciones del ministerio se han movido y han intentado genuinamente alcanzar un acuerdo¡±, dijo P¨¦rez Rey. Por eso, una vez el Comit¨¦ Ejecutivo de la principal patronal espa?ola rechaz¨® participar del acuerdo, las fuentes consultadas dan por sentado que las ayudas se caer¨¢n del texto final que pacten Ejecutivo y sindicatos.
Al Parlamento
El acuerdo de Gobierno con los agentes sociales se intentar¨¢ cerrar en la pr¨®xima reuni¨®n, prevista para este lunes, con la puerta patronal cerrada y la sindical abierta de par en par. De ah¨ª, el texto pasar¨¢ a la pantalla parlamentaria. La reforma del Estatuto de los Trabajadores (que regula la jornada ordinaria, ahora de 40 horas) exige el voto favorable del Congreso de los Diputados. Y si el Gobierno quiere cumplir su promesa, que las 38,5 horas semanales se apliquen en 2024 y las 37,5 horas en 2025, se deber¨¢ dar mucha prisa. D¨ªaz ya adelant¨® que presentar¨¢n el anteproyecto de ley por v¨ªa de urgencia para acortar los plazos.
Dando por descontado el apoyo de la izquierda, las dudas est¨¢n en el resto del arco parlamentario, donde el Gobierno necesita alg¨²n apoyo para alcanzar la mayor¨ªa. Esta no est¨¢ asegurada, seg¨²n un sondeo de este peri¨®dico, a los grupos para conocer su postura. El PP no especifica qu¨¦ votar¨¢, pero fuentes del di¨¢logo social ven imposible esta v¨ªa, pese al escarceo de Alberto N¨²?ez Feij¨®o con la concentraci¨®n de la jornada laboral en cuatro d¨ªas. El motivo es que no consideran viable que el grupo popular respalde la medida estrella del pacto de Gobierno, y menos despu¨¦s de que la patronal la haya rechazado.
Esto dejar¨ªa al Gobierno en manos de PNV y Junts, dos de sus socios de investidura. Los primeros, que gobiernan el Pa¨ªs Vasco con el PSOE, suelen apoyar al Ejecutivo, pero han sembrado dudas sobre su respaldo a la medida. En febrero, el partido vasco apoy¨® una iniciativa de Sumar que instaba al Gobierno a reducir la jornada y el 22 de octubre el l¨ªder de la formaci¨®n, Andoni Ortuzar, dijo que ¡°en principio¡± el partido es favorable a dar su respaldo. Sin embargo, ese mismo d¨ªa desde el partido se matiz¨® la posici¨®n subrayando la importancia de que se alcanzara un pacto en el di¨¢logo social. Preguntado por su posici¨®n actual, el grupo parlamentario vasco evita pronunciarse hasta conocer el texto definitivo.
Junts tampoco precisa qu¨¦ votar¨¢, pero fuentes empresariales ven ¡°clar¨ªsimo¡± que el partido de Carles Puigdemont rechazar¨¢ la propuesta del Gobierno. Tampoco creen esas fuentes que un hipot¨¦tico apoyo del grupo catal¨¢n a los Presupuestos pueda ir asociado a un respaldo a la reducci¨®n de jornada. Una de las frases m¨¢s repetidas por el l¨ªder patronal, Antonio Garamendi, desde que empez¨® la negociaci¨®n, ha sido: ¡°Vete al Parlamento y que te lo aprueben¡±. En repetidas ocasiones, el dirigente de CEOE ha animado al ministerio a llevar un acuerdo con los sindicatos al Congreso.
Por eso en Trabajo no descartan que las ayudas a pymes, incluso si caen en la negociaci¨®n con los sindicatos, se recuperen durante el tr¨¢mite parlamentario. Ser¨ªa una manera de atraer a los partidos nacionalistas de derechas. Pero, dado que la oferta no ha sido suficiente para cambiar la posici¨®n de las patronales, otras fuentes plantean dudas sobre el poder de convicci¨®n que puedan tener sobre el PP o Junts.
Idas y venidas
El rechazo patronal a la ¨²ltima propuesta de Trabajo culmina una negociaci¨®n larga, de casi 11 meses. Primero intentaron ponerse de acuerdo sindicatos y patronales por su cuenta, pero no lo consiguieron. En junio el ministerio puso un primer texto encima de la mesa, que ya alejaba a los empresarios porque descartaba aumentar el m¨¢ximo de horas extra anuales (como reclamaban los empresarios). Antes del verano el pacto parec¨ªa imposible, con dur¨ªsimos reproches cruzados entre el ministerio y la patronal, pero el tono baj¨® despu¨¦s de que el PSOE pidiera paciencia a Trabajo para atraer a los empresarios. Con los sindicatos dando por imposible el acuerdo, dada la distancia en las posiciones de cada parte, Trabajo transmiti¨® optimismo hasta octubre. ¡°Estoy absolutamente convencida de que hay posibilidad de acuerdo en esta materia en nuestro pa¨ªs. Ojal¨¢ avancemos, no me voy a levantar de esta mesa. Tengo una paciencia infinita¡±, dijo D¨ªaz. Fuentes del di¨¢logo social no entienden por qu¨¦ el ministerio transmiti¨® ese grado de esperanza, ya que en ¡°ning¨²n momento¡± han visto cerca un pacto a tres bandas.
La propuesta del Gobierno mantiene las horas extra en las 80 que actualmente recoge como m¨¢ximo la legislaci¨®n, da flexibilidad para que la reducci¨®n se aplique en c¨®mputo anual y refuerza el registro horario, de manera que las sanciones se den por empleado y no por empresa (lo que aumentar¨ªa mucho el coste en castigos). Adem¨¢s, quiere que el sistema de registro de horarios sea digital y que Inspecci¨®n pueda acceder a ¨¦l directamente para monitorizar incumplimientos. La patronal defiende que los cambios en la jornada laboral son patrimonio de la negociaci¨®n colectiva y que se deben emplazar en ese marco, sin bajadas unilaterales. Argumentan que en los sectores m¨¢s productivos, los que consiguen hacer m¨¢s en menos tiempo, la jornada pactada ya se ha reducido sin necesidad de cambios legales. Sindicatos y ministerio contraponen que justo ello refuerza la necesidad de la modificaci¨®n normativa, ya que la negociaci¨®n colectiva nunca conseguir¨¢ reducir la jornada en los sectores m¨¢s precarios.
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