Salvar las empresas a cualquier precio
La b¨²squeda de soluciones contra reloj en la crisis del coronavirus debe primar la salvaguarda de los puestos de trabajo
La crisis en la que est¨¢ entrando la econom¨ªa mundial a consecuencia de la pandemia del coronavirus ha sorprendido a los Gobiernos por ser de una naturaleza muy distinta a las anteriores. Las autoridades de Europa y Estados Unidos han tardado varias semanas en reaccionar debido precisamente al desconocimiento inicial de las caracter¨ªsticas del virus, su r¨¢pida capacidad de contagio y las dificultades para controlarlo. Los acontecimientos adquirieron r¨¢pidamente las caracter¨ªsticas de una tremenda crisis humanitaria. La creciente p¨¦rdida de vidas humanas est¨¢ creando una profunda angustia entre los ciudadanos. Pasado el desconcierto inicial, los Gobiernos han adoptado dr¨¢sticas decisiones que est¨¢n causando un tremendo par¨®n de la econom¨ªa, que afectan a millones de empresas y empleos y cuyos da?os ya se vislumbran incalculables.
La b¨²squeda de soluciones contra reloj ante la hecatombe econ¨®mica y social que se avecina est¨¢ generando un debate pol¨ªtico y econ¨®mico en el que se pone de manifiesto la insuficiencia de herramientas disponibles y la necesidad de multiplicarlas. Algunas reflexiones ponen en cuesti¨®n la supervivencia del propio sistema capitalista tal como lo hemos conocido hasta ahora. Adem¨¢s, la actual debacle se superpone a otra profunda crisis, la del cambio clim¨¢tico, en la que, a pesar de las abrumadoras evidencias de los da?os causados, los Estados siguen posponiendo la toma de medidas efectivas para paliar sus efectos.
La sacudida es tan grave que las cuestiones que se plantean van desde los aspectos m¨¢s elementales hasta las reflexiones con m¨¢s enjundia. ?Cu¨¢l es la naturaleza de esta crisis?, ?qu¨¦ diferencias hay con la Gran Recesi¨®n?, ?qu¨¦ se puede hacer para evitar la destrucci¨®n de empresas y empleos?, ?est¨¢ Espa?a mejor preparada para afrontarla?, ?c¨®mo est¨¢ respondiendo la Uni¨®n Europa y el Banco Central Europeo (BCE)?, ?hemos aprovechado los ¨²ltimos a?os de recuperaci¨®n para completar la arquitectura europea?
Aunque las respuestas son muy diversas, hay una idea un¨¢nime presente en la mayor¨ªa de las reflexiones recogidas que se resume en que hay que salvar las empresas y los empleos a cualquier precio. A pesar de las apabullantes magnitudes de las ayudas p¨²blicas anunciadas por los bancos centrales, todas parecen insuficientes para remediar el derrumbe econ¨®mico y las tragedias humanas que estamos presenciando.
La reacci¨®n del mercado a la pandemia
Bono espa?ol a 10 a?os
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EL PA?S
Para Joaqu¨ªn Almunia, que fue comisario europeo y vicepresidente de la Comisi¨®n Europea entre 2004 y 2014, y que, por tanto, vivi¨® directamente la Gran Recesi¨®n que empez¨® en 2008, ¡°esta crisis es muy diferente¡±. ¡°Ahora¡±, explica, ¡°hay un problema de salud y lo prioritario es reforzar el sistema sanitario en una crisis que todav¨ªa no sabemos las consecuencias que va a tener y cu¨¢nto va a durar¡±. ¡°En esta ocasi¨®n, tenemos una paralizaci¨®n de la oferta que no tuvimos en la crisis anterior. No sabemos cu¨¢ndo va a rebotar la econom¨ªa. Adem¨¢s hay sectores como el turismo, que no pueden rebotar, lo que se pierda este a?o ya no se podr¨¢ recuperar. Es muy probable que esto acabe en una recesi¨®n que creo que ser¨¢ muy fuerte¡±, a?ade.
La distinta naturaleza de esta crisis tambi¨¦n es objeto de reflexi¨®n de Jos¨¦ Garc¨ªa Montalvo, catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada en la Universidad Pompeu Fabra. En su opini¨®n, ¡°esta crisis no tiene nada que ver con la de 2008. En aquella ocasi¨®n fue un problema interno de la banca que hab¨ªa podrido la econom¨ªa. En cambio, ahora es una crisis econ¨®mica, causada por un shock end¨®geno como es la epidemia¡±.
No obstante, este profesor advierte de que, ¡°si no se adoptan las medidas adecuadas, la crisis econ¨®mica se puede convertir en una crisis financiera¡±. ¡°Por esto hay que evitar a toda costa que esta crisis econ¨®mica se convierta en bancaria. Porque las primeras suelen durar mucho menos, unos cuatro a?os, mientras que las bancarias son m¨¢s profundas y pueden extenderse hasta ocho a?os o m¨¢s¡±. Garc¨ªa Montalvo considera que ¡°hay que evitar que el cierre de empresas como las compa?¨ªas a¨¦reas cause despidos, deje a la gente sin dinero y no pueda comprar. Esto significar¨ªa la destrucci¨®n de la demanda. Lo que hay que hacer es que un shock externo no afecte a la econom¨ªa¡±.
Adem¨¢s de distinta, la situaci¨®n actual es considerada m¨¢s grave y peor por destacados economistas. Alfredo Pastor, catedr¨¢tico de Econom¨ªa del IESE, asegura que ¡°esta crisis ser¨¢ mucho m¨¢s grave que la de 2008. Aquella fue una crisis financiera que se resolvi¨® a base de deuda, que es la que ahora nos encontramos¡±. Lo cierto es que en 2007 Espa?a ten¨ªa una deuda p¨²blica del 36% del producto interior bruto (PIB), y actualmente est¨¢ cerca del 100%. En su opini¨®n, es fundamental que ¡°se explique muy bien lo que hay que hacer para que los ciudadanos entiendan las medidas, y para esto se necesita mucha autoridad moral¡±.
Para el profesor Pastor, ¡°el objetivo m¨¢s importante de la pol¨ªtica del Gobierno es evitar la destrucci¨®n de empresas y de empleo. Porque cuanto m¨¢s empleo y empresas se destruyan, m¨¢s dif¨ªcil ser¨¢ salir de la crisis¡±. ¡°Por esto¡±, insiste, ¡°hay que dedicar todo el dinero necesario para evitarlo¡±. Pastor, que fue secretario de Estado de Econom¨ªa entre 1993 y 1995 en el Gobierno socialista de Felipe Gonz¨¢lez, cree que ¡°lo que hay que hacer es dar todo el cr¨¦dito que sea posible¡±. Sobre este asunto subraya: ¡°Es significativo que en esta ocasi¨®n haya sido el gobernador del Banco de Espa?a, Pablo Hern¨¢ndez de Cos, quien haya estado a favor de que se conceda el m¨¢ximo de cr¨¦dito, mientras que las reticencias ven¨ªan del Gobierno¡±.
Demanda estatal
Esta perspectiva de dedicar todo el dinero necesario para salvar las empresas coincide con la propuesta de los profesores Emmanuel Saez y Gabriel Zucman, de la Universidad de Berkeley (California, Estados Unidos). Estos investigadores, conocidos por sus trabajos sobre la desigualdad y su colaboraci¨®n con el economista franc¨¦s Thomas Piketty, proponen en un reciente art¨ªculo que el Gobierno act¨²e como comprador de ¨²ltimo recurso. As¨ª, sugieren que ¡°si el Gobierno reemplaza completamente la demanda que se evapora, cada empresa puede seguir pagando a sus trabajadores y mantener su capital social como si estuviera actuando de forma habitual¡±. Ponen el ejemplo de una compa?¨ªa a¨¦rea que haya sufrido una ca¨ªda de la venta de billetes. ¡°Si la demanda cae un 80%, el Gobierno compensar¨ªa esta p¨¦rdida de demanda comprando el 80% de los billetes y manteniendo las ventas constantes. Esto permitir¨ªa a las aerol¨ªneas conservar los aviones y los equipos sin arriesgarse a la quiebra¡±. Este tipo de programas funcionar¨ªan si fueran por un tiempo muy limitado, seg¨²n precisan Saez y Zucman.
Para evitar que se destruya la demanda y la gente se quede sin recursos, el profesor Garc¨ªa Montalvo no descarta medidas como ¡°el helic¨®ptero de Trump, que ha decidido enviar cheques de 1.000 d¨®lares directamente a las personas necesitadas¡±.
Con un enfoque parecido, dando prioridad a las personas, los economistas Mari Demertzis, Andr¨¦ Sapir, Simone Tagliapietra y Guntram B. Wolff, del centro de estudios Bruegel de Bruselas, consideran que ¡°lo que sea necesario¡¯ debe ser el lema para salvar vidas y reducir el impacto en la econom¨ªa de la epidemia¡±. Para estos expertos, la primera de sus propuestas es ¡°proporcionar amplios fondos a los servicios nacionales de salud¡±. Este tipo de medidas comportar¨ªan un aumento significativo de la deuda p¨²blica que, en el caso de Espa?a, podr¨ªa llegar hasta el 110% o 120% del PIB, seg¨²n coinciden varios de estos expertos. Todo ello lleva a otra de las cuestiones planteadas que considera que la crisis nos ha cogido en una situaci¨®n muy d¨¦bil porque los Gobiernos no han hecho los deberes durante los ¨²ltimos a?os.
Tiempo perdido
Antoni Garrido, catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad de Barcelona, es muy cr¨ªtico al se?alar que ¡°hemos tenido un claro periodo de recuperaci¨®n entre 2013 y 2018 y no lo hemos aprovechado para reducir la deuda p¨²blica que ahora ronda el 100%¡±. El profesor subraya que, sin embargo, ¡°tanto las familias como las empresas han reducido significativamente su endeudamiento durante el mismo periodo¡±. ¡°Esto implica que ahora el margen para hacer pol¨ªticas fiscales expansivas es muy escaso¡±, a?ade.
Garrido toma como referencia a los reputados economistas Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff, para recordar que ¡°las econom¨ªas con un alto grado de apalancamiento¡ rara vez sobreviven por mucho tiempo¡±. A su juicio, ¡°visto c¨®mo ha evolucionado el stock de deuda p¨²blica en un buen n¨²mero de pa¨ªses en la reciente etapa de recuperaci¨®n, no parece que hayamos aprendido la lecci¨®n¡±.
En relaci¨®n con la gesti¨®n de la crisis, hay un reproche generalizado a la lentitud y a la falta de una respuesta espec¨ªficamente europea. Sobre las decisiones adoptadas en la UE, Carlos Mart¨ªnez Mongay, ex director general adjunto de Asuntos Monetarios de la Comisi¨®n, precisa que hay que distinguir entre el BCE y el Eurogrupo. ¡°A pesar de los fallos de comunicaci¨®n, la decisi¨®n de Christine Lagarde de conceder una liquidez inicial de 120.000 millones ¡ªque luego ha ido aumentando hasta 750.000 millones¡ª para comprar deuda p¨²blica y privada, revela que el BCE s¨ª ha aprendido la lecci¨®n¡±. Esta medida, adoptada en la madrugada del 19 de marzo, se decidi¨® despu¨¦s de que se hubieran empezado a disparar las primas de riesgo de Italia y Espa?a.
Mart¨ªnez Mongay lamenta, no obstante, que en materia fiscal la Comisi¨®n y el Eurogrupo lo que han aprendido es a ¡°dar flexibilidad en las ayudas de Estado¡±. ¡°Te dicen: ¡®Este a?o te vamos a dejar gastar m¨¢s y vamos a considerar los gastos por el coronavirus como excepcionales¡¯. Pero lo haces con tu dinero. Es lo mismo que se hizo en 2009: vamos a hacer est¨ªmulos fiscales pero cada uno con sus recursos. Es decir, sin dinero europeo¡±, explica. A su juicio, ¡°esta flexibilidad pondr¨¢ muy contentos a los alemanes porque tienen muchos recursos y m¨¢s posibilidades de financiarse a bajo coste y, en consecuencia, mucha capacidad para gastar¡±. Pero recuerda que ¡°si le das m¨¢s flexibilidad al Gobierno espa?ol, le va a servir de muy poco porque no tiene margen de maniobra. Espa?a tiene que pedir prestado fuera y financiarse m¨¢s caro. Si el Gobierno se pone a gastar m¨¢s de la cuenta se le puede disparar el coste de la deuda¡±. Sin duda, la ¨²ltima decisi¨®n del BCE puede amortiguar estos costes, pero no est¨¢ nada claro que sea suficiente.
Un economista s¨¦nior de la Comisi¨®n Europea se?ala que ¡°en el plano internacional en algunos aspectos incluso hemos desaprendido¡±. ¡°Ahora hay menos coordinaci¨®n internacional. El efecto de los populismos se nota. Por ejemplo, en 2008 se cre¨® el G-20, que implic¨® una importante coordinaci¨®n en la toma de medidas, pero ahora con Trump es impensable. Se hace un G-7 pero sin grandes expectativas¡±.
La ausencia de pol¨ªtica fiscal es quiz¨¢ el mayor tal¨®n de Aquiles de Europa. ¡°En la UE¡±, manifiesta Almunia, ¡°no se han dado los pasos suficientes en materia fiscal y las respuestas europeas siguen siendo nacionales¡±. ¡°Ahora, sin embargo, tenemos un instrumento, el Mecanismo Europeo de Estabilidad que tiene una capacidad de 700.000 millones, pero que los miembros del Eurogrupo pueden ampliar hasta el nivel que decidan. Pero nos falta un activo libre de riesgo que no se ha creado¡±.
Vuelve sobre la mesa la limitaci¨®n que supone no tener eurobonos, t¨ªtulos de deuda con garant¨ªa europea que permitir¨ªan obtener financiaci¨®n igualmente barata para todos. ¡°Ahora los pa¨ªses est¨¢n limitados en funci¨®n de sus capacidades. Dependen de su nivel de deuda p¨²blica y de la situaci¨®n de sus bancos. Es el c¨ªrculo vicioso que ten¨ªamos, pero menos¡±, se?ala el exvicepresidente de la Comisi¨®n Europea. ¡°Estos d¨ªas vemos que Italia es el pa¨ªs europeo m¨¢s afectado tanto por el n¨²mero de contagiados por el virus como por su elevado nivel de deuda p¨²blica (135% del PIB). Es por tanto el que necesita m¨¢s Europa. Toda una paradoja¡±, agrega.
La UE tropieza con el dogma alem¨¢n que se opone a la llamada ¡°uni¨®n de transferencias¡±, que implica que los pa¨ªses m¨¢s ricos financien a los menos desarrollados. Esta barrera tiene su reflejo en la limitaci¨®n del presupuesto europeo, un raqu¨ªtico 1% del PIB, y en la oposici¨®n a un presupuesto mayor para la zona euro como ha reclamado el Parlamento Europeo. La impotencia de la UE ante los Estados ha quedado patente en el car¨¢cter nacional de las respuestas. Los paquetes de medidas son de car¨¢cter nacional: Alemania, 550.000 millones; Francia, 300.000, y Espa?a, 200.000.
El profesor Garrido recuerda que ¡°tampoco hemos avanzado en la uni¨®n bancaria, al no haber podido alcanzar un acuerdo sobre un Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos Europeo¡±. Volvemos a chocar con el rechazo a la uni¨®n de transferencias. Alemania se resiste a garantizar con sus ahorros los dep¨®sitos de otros pa¨ªses. En este campo hemos avanzado muy poco. Hay que recordar que en 2008, en los primeros estertores de la crisis, Alemania se anticip¨® a los dem¨¢s pa¨ªses europeos y acord¨® una garant¨ªa ilimitada de los dep¨®sitos de sus ciudadanos. Despu¨¦s, la Uni¨®n Europea acord¨® una garant¨ªa m¨ªnima de 100.000 euros por cuenta corriente.
Este profesor a?ade otras dos observaciones relevantes. ¡°La primera es que el tiempo es oro. Baste recordar que cuando por fin se acord¨® prestar ayuda a Grecia, la crisis de deuda se hab¨ªa transmitido ya a Irlanda y a Portugal¡±. La segunda recomendaci¨®n es que hay que ayudar a los pa¨ªses con m¨¢s dificultades. ¡°Negar dichas ayudas argumentando que los pa¨ªses m¨¢s afectados no han hecho sus deberes ser¨ªa, como dec¨ªa el profesor Lionel Robbins de la London School of Economics, negar mantas y estimulantes a un borracho que hubiera ca¨ªdo en un estanque helado, bajo el razonamiento de que su problema inicial era un acaloramiento excesivo¡±.
Los bancos tambi¨¦n sufrir¨¢n
La mayor¨ªa de expertos coincide en subrayar que estamos ante una crisis de oferta que provocar¨¢ una crisis econ¨®mica y que, en consecuencia, los bancos no est¨¢n en la primera l¨ªnea de afectados. Una alta fuente comunitaria insiste en que ¡°los bancos tienen un mayor colch¨®n de capital y una m¨¢s amplia liquidez, pero todo depende de la duraci¨®n del par¨®n econ¨®mico que llevar¨¢ a la recesi¨®n a la mayor¨ªa de pa¨ªses. Cuando se empiecen a producir los impagados todo puede empeorar r¨¢pidamente¡±.
La situaci¨®n de la banca antes de esta crisis tampoco era id¨ªlica. El pasado noviembre, la subgobernadora del Banco de Espa?a, Margarita Delgado, advirti¨® de que ¡°el sector sigue arrastrando problemas del pasado en forma de litigiosidad y p¨¦rdida de reputaci¨®n por determinadas actuaciones pret¨¦ritas¡±, y exhort¨® a las entidades financieras a cambiar el modelo de negocio. Y m¨¢s recientemente el gobernador Pablo Hern¨¢ndez de Cos dijo que ¡°cualquier fallo adicional de gobernanza puede dar lugar a una sanci¨®n econ¨®mica y da?os en la reputaci¨®n que podr¨ªan poner en peligro la solvencia de los bancos afectados¡±.
De todas formas, tampoco se conoce la situaci¨®n real de los bancos. Los bancos americanos est¨¢n mucho mejor capitalizados que los europeos pero mantienen un poder extraordinario, hasta el punto de haber logrado rebajar o eliminar los contenidos m¨¢s rigurosos de la ley Dodd-Frank que estableci¨® unos criterios de regulaci¨®n m¨¢s exigentes tras la crisis financiera.
El profesor Garc¨ªa Montalvo, de la Universidad Pompeu Fabra, recuerda que los bancos americanos ahora no hacen las hipotecas basura que provocaron la crisis de 2008. ¡°Hacen otro tipo de empaquetados distintos. Ahora, por ejemplo, utilizan las becas a los estudiantes, que suponen 1,4 billones de d¨®lares, o los cr¨¦ditos para la compra de autom¨®viles¡±, precisa.
En el caso de Espa?a, el sector financiero adolece de una debilidad espec¨ªfica, en comparaci¨®n con Francia y Alemania, por el escaso peso de la banca p¨²blica. Hay que tener en cuenta que buena parte de los avales y garant¨ªas del paquete de apoyo financiero alem¨¢n se tramitan a trav¨¦s del poderoso banco p¨²blico Kfw, con unos activos pr¨®ximos a los 500.000 millones de euros. En Espa?a, el banco p¨²blico Instituto de Cr¨¦dito Oficial (ICO) cuenta con unos activos de 36.000 millones de euros. Fuentes pr¨®ximas a Unidas Podemos estiman que para implementar el paquete de ayudas, el Gobierno deber¨ªa contar tambi¨¦n con Bankia.
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