Fortalezas en un entorno recesivo
La resistencia del empleo, las exportaciones y la prima de riesgo conforman una recesi¨®n corta
El exiguo avance de la econom¨ªa durante los meses de verano (apenas un 0,2%, frente al vigoroso 1,5% del segundo trimestre) confirma los temores de una entrada en recesi¨®n en el cierre final del a?o. La actividad se ha ido sustentando en buena medida en el incremento del consumo de los hogares, una situaci¨®n que no podr¨¢ sostenerse mucho m¨¢s tiempo en un contexto de p¨¦rdida de poder adquisitivo y de ca¨ªda de la tasa de ahorro. Las dudas en torno a Alemania, Italia y el Reino Unido, tres de nuestras principales fuentes de ingresos externos, tampoco ayudan a despejar el horizonte. Y el entorno global, con una guerra a las puertas de Europa, es de una incertidumbre radical. La OMC anticipa un crecimiento del comercio mundial de apenas un 1% en 2023, uno de los peores registros exceptuando el de la pandemia.
Eso en superficie, porque si bien las se?ales de debilitamiento son claras, tambi¨¦n aparece una cierta capacidad de resistencia. En contra de lo que suced¨ªa en anteriores recesiones, el mercado laboral est¨¢ jugando un papel estabilizador. El empleo se desacelera, pero de manera acompasada con la econom¨ªa que contrasta con el aumento vertiginoso del paro de anteriores periodos de debilitamiento: el n¨²mero de horas trabajadas se redujo ligeramente, pese a lo cual la ocupaci¨®n todav¨ªa repunt¨® un 1%. Y si el paro aumenta, en t¨¦rminos de EPA, es porque se incorporan m¨¢s personas en el mercado laboral, sobre todo j¨®venes.
El sector exterior, otra bestia negra de casi todas las anteriores crisis, est¨¢ mostrando una resiliencia inusual ante las turbulencias internacionales. Destaca el tir¨®n de las exportaciones de bienes, que registraron una sorprendente aceleraci¨®n en el tercer trimestre (2,6% frente a 0,2% en el segundo). Si bien las importaciones tambi¨¦n repuntan, sobre todo en valor como consecuencia del shock energ¨¦tico, el saldo exterior arroja todav¨ªa un super¨¢vit.
Tambi¨¦n se tem¨ªa una cronificaci¨®n de la brecha de inflaci¨®n surgida a ra¨ªz del alza de costes de producci¨®n. Sin embargo, la moderaci¨®n del IPC es un alivio tanto para las familias como para la competitividad, si bien no hay que bajar la guardia habida cuenta de la volatilidad del precio del gas (los mercados de futuros vaticinan fuertes repuntes) y la persistencia de una inflaci¨®n subyacente, es decir descontando energ¨ªa y alimentos frescos, superior al 6%.
Nada de ello parece suficiente para impedir una inminente recesi¨®n, pero tal confluencia de factores de resistencia podr¨ªa ayudar a acortarla. La experiencia pasada muestra que una fuerte contracci¨®n del empleo (algo que de momento no se vaticina), o el deterioro de la competitividad internacional (poco probable hoy por hoy), pueden desencadenar turbulencias financieras que profundizar¨ªan la recesi¨®n.
Para aprovechar esas tenues se?ales positivas es crucial frenar la inflaci¨®n subyacente, con acuerdos expl¨ªcitos o t¨¢citos de rentas. Y acertar con los PGE. El contexto econ¨®mico aboga por ayudas centradas en los sectores vulnerables junto con incentivos al cambio de modelo energ¨¦tico, y a la vez un esfuerzo cre¨ªble de correcci¨®n de los desequilibrios: Espa?a, junto con Francia, es el ¨²nico pa¨ªs de la UE que solo ha conocido d¨¦ficits primarios (excluyendo el pago de intereses) en la ¨²ltima d¨¦cada.
En todo caso el BCE no deja resquicio para errores. Los tipos de inter¨¦s seguir¨¢n subiendo y, tras una pausa que podr¨ªa producirse en la primavera, el banco central se dispone a deshacerse de los bonos que tiene en cartera. El Tesoro P¨²blico se enfrenta por tanto a la tarea de tener que colocar en el mercado ingentes cantidades de deuda durante el pr¨®ximo ejercicio. De momento lo est¨¢ consiguiendo, a un coste asequible. La prima de riesgo incluso retrocede, y los no residentes apuestan por la marca Espa?a. Una se?al positiva, en un entorno cada vez m¨¢s hostil.
PIB
El PIB registró una fuerte desaceleración en el tercer trimestre, pero con una composición que revela algunas fortalezas. El consumo y la inversión mantuvieron un ritmo más intenso de lo esperado. Pero sobre todo destaca el buen resultado de las exportaciones de bienes. El turismo, sin embargo, experimentó un crecimiento débil, si bien a partir de niveles superiores a los previos a la pandemia. Por el lado de la oferta, el sector manufacturero también progresó, algo que en el contexto actual tan adverso para la actividad industrial debe valorarse positivamente.
Raymond Torres es director de coyuntura de Funcas. En Twitter: @RaymondTorres_
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