La Selectividad china bate r¨¦cords de alumnos y presi¨®n: copiar acarrea siete a?os de c¨¢rcel
Casi 13 millones de estudiantes aspiran a conseguir una de las codiciadas plazas en las mejores universidades. Muchos centros instalan c¨¢maras inteligentes para detectar trampas con dispositivos electr¨®nicos
Un total de 12,91 millones de estudiantes chinos se juegan desde este mi¨¦rcoles su porvenir en el gaokao, el equivalente a la Selectividad en el gigante asi¨¢tico. La exigente prueba de acceso a la universidad, que este a?o ha registrado un r¨¦cord de inscripciones, est¨¢ considerada la de mayor presi¨®n del mundo, no tanto por la dificultad de las preguntas, sino por lo que est¨¢ sobre la mesa: para muchos j¨®venes, especialmente aquellos procedentes de entornos rurales o desfavorecidos, es la ¨²nica opci¨®n de ganarse un billete para ingresar en una de las universidades m¨¢s prestigiosas del pa¨ªs, lo que se ha considerado tradicionalmente la llave hacia un futuro pr¨¢cticamente garantizado.
En un momento en el que China se recupera lentamente de tres a?os de intensa lucha contra la covid-19, y en el que la cifra de desempleo urbano juvenil se sit¨²a en m¨¢ximos hist¨®ricos (20,4% en abril, seg¨²n la Oficina Nacional de Estad¨ªsticas), la presi¨®n por obtener una puntuaci¨®n cercana a 750 (la nota m¨¢s alta) se ha vuelto incluso mayor que en ediciones anteriores. El incremento en el n¨²mero de candidatos (980.000 m¨¢s que en 2022, seg¨²n el Ministerio de Educaci¨®n) para tan pocas plazas (se estima que habr¨¢ menos de cinco millones) aumenta la incertidumbre entre una generaci¨®n que ha crecido en medio de la prosperidad econ¨®mica que trajo el vertiginoso desarrollo del pa¨ªs en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas.
Las pruebas, que se extienden hasta este s¨¢bado en algunas provincias, ser¨¢n tambi¨¦n las m¨¢s vigiladas hasta la fecha para evitar fraudes. Desde 2016, copiar en el gaokao es un crimen incluido en el C¨®digo Penal y punible con hasta siete a?os de prisi¨®n. Las autoridades educativas y de seguridad p¨²blica han alertado que se ha lanzado una operaci¨®n especial de ¡°tolerancia cero¡± hacia las trampas en el examen y, seg¨²n recoge el diario Global Times, muchos centros han reforzado los controles instalando sistemas de reconocimiento facial y c¨¢maras inteligentes para detectar dispositivos electr¨®nicos (como tel¨¦fonos, relojes electr¨®nicos, pinganillos o micr¨®fonos).
Una preparaci¨®n de 11 horas al d¨ªa durante 4 a?os
Este mediod¨ªa, en la puerta del Instituto 17 de Pek¨ªn, Ning Jing corre hacia su madre, que la espera sosteniendo un ramo de flores. ¡°Ha ido bien, ha sido m¨¢s f¨¢cil que los modelos¡±, exclama la adolescente tras finalizar el primer examen de la jornada, el de chino. Ning Jing asegura haber dedicado alrededor de 11 horas diarias durante los ¨²ltimos cuatro a?os para prepararse para el gaokao. Al igual que otros de sus compa?eros entrevistados, lo ¨²nico que tiene claro es que aspira a entrar en Tsinghua o Beida (la Universidad de Pek¨ªn). ¡°Es muy dif¨ªcil, pero hay que intentarlo¡±, expresa con determinaci¨®n. La especialidad, en su opini¨®n, es secundaria.
Contar con estudios superiores es motivo de orgullo social y, siendo la mayor¨ªa hijos ¨²nicos debido a la pol¨ªtica de contenci¨®n de la natalidad que rigi¨® en China entre 1980 y 2015, sobre sus hombros est¨¢n depositadas las esperanzas de sus familiares. Tanto es as¨ª que muchos padres desembolsan cientos de euros mensuales en costosas escuelas de formaci¨®n extraescolar desde edades muy tempranas, una pr¨¢ctica tan extendida que se ha convertido en uno de los principales argumentos que muchas parejas esgrimen para no tener descendencia, el no poder permit¨ªrselo econ¨®micamente. En pos de disminuir la desigualdad ¨Dy fomentar la natalidad¨D, el Gobierno prohibi¨® en 2021 las clases particulares de asignaturas obligatorias en el plan curricular de primaria a secundaria.
¡°A m¨ª me gustar¨ªa que estudiase Medicina, pero ¨¦l quiere hacer algo relacionado con videojuegos o gesti¨®n deportiva¡±, comenta la se?ora Gao, ataviada con un elegante qipao rojo, traje tradicional con el que espera atraer la buena suerte para su hijo. ¡°Ha hecho lo que ha podido. Estudiar todos estos a?os desde casa ha tenido consecuencias negativas para su rutina¡±, comparte con pesar. Los examinandos han cursado la mayor parte del bachillerato bajo estrictas restricciones anticovid, que finalizaron de forma abrupta en diciembre. ¡°Yo creo que ha pasado m¨¢s tiempo mirando Douyin [la versi¨®n china de TikTok] que un libro. No s¨¦ si podr¨¢ quedarse en Pek¨ªn¡±, murmura entre dientes.
La generaci¨®n actual de j¨®venes chinos es la m¨¢s preparada en d¨¦cadas, con cifras nunca vistas en el n¨²mero de titulados universitarios y de ciclos formativos de grado superior. Sus expectativas, sin embargo, se ven frustradas en un mercado laboral que ofrece menos oportunidades despu¨¦s de los cierres durante la pandemia. El sector privado, que genera m¨¢s del 80% de los puestos de trabajo en China, tambi¨¦n se ha visto perjudicado en los ¨²ltimos a?os por una campa?a reguladora contra los sectores inmobiliario, tecnol¨®gico y educativo. La presi¨®n aumentar¨¢ este verano, para cuando se espera un r¨¦cord de 11,58 millones de graduados universitarios.
De acuerdo con un informe del Ministerio de Educaci¨®n publicado en marzo, 5,46 millones de personas iniciaron en 2022 un grado de formaci¨®n profesional, por encima de los 4,67 millones que empezaron una carrera universitaria. En los ¨²ltimos meses, desde las altas esferas se ha instado a los j¨®venes a dejar a un lado sus ambiciones profesionales y dedicarse al trabajo manual. El propio presidente Xi Jinping pidi¨® en un art¨ªculo publicado en la portada del Diario del Pueblo con motivo del D¨ªa de la Juventud (4 de mayo) que se aprenda a ¡°perseverar ante la adversidad¡±, y los medios estatales han aumentado la frecuencia con la que publican historias sobre j¨®venes que se ganan bien la vida como repartidores, tenderos, pescadores o agricultores.
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