?Aguante! Con tan solo 5 d¨ªas de dieta su metabolismo ya empieza a cambiar
Y de ello depende que usted logre ganar o perder peso
?Cu¨¢ntas veces culpamos al metabolismo de nuestra anatom¨ªa? Le recriminamos engordar solo con respirar o mantenernos raqu¨ªticos incluso merendando tocino. Este concepto m¨¦dico no deja de llevarse varapalos a la ligera. Adem¨¢s de servirnos para justificar algunos de los actos que llevamos a cabo.
?Un fin de semana de excesos? No pasa nada: dos d¨ªas de dieta y mi cuerpo, como si no se hubiese enterado. El interrogante que pende sobre nuestro gasto cal¨®rico es a¨²n un misterio. Sabemos qui¨¦n es el director de orquesta y algunas claves para escucharlo, pero no tenemos todas las cartas descubiertas. Ahora, un estudio parece haber llegado a una novedosa conclusi¨®n: bastan tan solo cinco d¨ªas de mala alimentaci¨®n para que se altere el funcionamiento de los m¨²sculos y, por tanto, nos cambie el metabolismo.
Veamos primero c¨®mo definen metabolismo los m¨¦dicos. Seg¨²n Rub¨¦n Bravo, responsable de comunicaci¨®n del Instituto M¨¦dico Europeo de la Obesidad (Imeo), ¡°el metabolismo es el conjunto de reacciones qu¨ªmicas que efect¨²an las c¨¦lulas para degradar sustancias. Puede ser basal, que es lo que una persona consume en reposo, y el a?adido por la actividad diaria.
Siempre depende del tama?o del cuerpo y la musculatura. De ah¨ª que, por norma general, una mujer gaste 1.300 calor¨ªas mientras que un hombre ronda las 1.800¡±. En su cl¨ªnica, especializada en obesidad, repiten que hay una parte del funcionamiento del metabolismo por descubrir. ¡°Podemos calcular la tasa metab¨®lica s¨®lo con los niveles musculares y de grasa en el cuerpo. El resto depende del ejercicio, aunque en ¨¦pocas de estr¨¦s o duelo se acelere¡±.
A m¨¢s ejercicio, m¨¢s gasto. Y a m¨¢s masa muscular, m¨¢s gasto todav¨ªa, porque el m¨²sculo sintetiza m¨¢s¡±, (Rub¨¦n Bravo, responsable de comunicaci¨®n del Instituto M¨¦dico Europeo de la Obesidad (Imeo).
Juegan a nuestro favor los m¨²sculos. ¡°A m¨¢s ejercicio, m¨¢s gasto. Y a m¨¢s masa muscular, m¨¢s gasto todav¨ªa, porque el m¨²sculo sintetiza m¨¢s¡±, comenta Bravo, que hace una analog¨ªa entre nuestra forma de consumir calor¨ªas con los autom¨®viles: ¡°?Qu¨¦ requiere m¨¢s gasolina, un todoterreno o una moto?¡±.
El citado estudio calcula que un 30% de nuestra ingesta la metabolizan los m¨²sculos. Por tanto, si su nivel var¨ªa, las consecuencias se notan en el resto del organismo. ¡°Es un lugar fundamental para la absorci¨®n de glucosa. Si el nivel de glucosa sube, [los m¨²sculos] ejercen de limpiador natural¡±, apuntan. El doctor del Imeo incorpora a la resoluci¨®n que alguien con mucho m¨²sculo equilibra el gasto, pero tambi¨¦n tiene el peligro de perderlo r¨¢pido y dejar de quemar lo que consume.
¡°Del 70% de nuestro gasto cal¨®rico se encargan los m¨²sculos y los huesos. Hay que a?adir las hormonas sexuales, la testosterona en varones y los estr¨®genos en mujeres¡±, contin¨²a. ¡°Las primeras ofrecen vitalidad y energ¨ªa, eso hace que los hombres pierdan m¨¢s. En el caso femenino hay menor p¨¦rdida porque se reserva, como se ve sobre todo en los periodos de ovulaci¨®n¡±.
Ambas est¨¢n dirigidas por la gl¨¢ndula de la tiroides, que marca un ritmo m¨¢s lento o acelerado de consumo. ¡°Esto es lo que conocemos y ha evolucionado poco en la historia. Nuestro cuerpo se amolda a gastar menos en ayuno y m¨¢s cuando sabe que no le van a dejar de entrar calor¨ªas¡±, concede Bravo. Eso explica que en una dieta hipocal¨®rica se pierdan m¨¢s kilos al principio que m¨¢s adelante, cuando el cuerpo ¡°se ha acostumbrado¡± a esa ingesta.
El estudio mencionado de la Virginia Tech College of Agriculture and Life Sciences se efectu¨® entre estudiantes de universidad. Si la dieta habitual conlleva un 30% de l¨ªpidos, la empleada en la investigaci¨®n (que inclu¨ªa platos de macarrones con queso o frituras con mantequilla) ascendi¨® esa cantidad al 55%, aunque con el mismo n¨²mero final de calor¨ªas.
Luego observaron c¨®mo se transformaba el funcionamiento de metabolizaci¨®n de los m¨²sculos, que cambi¨® considerablemente aunque ning¨²n estudiante tuvo un aumento llamativo de peso. Matt Hulver, profesor asociado del centro y miembro de la investigaci¨®n junto a dos colegas de departamento, avisaba: ¡°Hay veces que pasamos temporadas tomando productos grasos y olvid¨¢ndonos de lo saludable, como las vacaciones o algunas festividades. Creemos que no nos van a provocar ning¨²n problema. Este informe resuelve que una dieta de alto consumo de grasas puede alterar el metabolismo normal de una persona en muy poco tiempo¡±.
"Una dieta de alto consumo de grasas puede alterar el metabolismo normal de una persona en muy poco tiempo", (Profesor asociado de la Virginia Tech College of Agriculture and Life Sciences).
La inc¨®gnita es saber si estos peque?os cambios en poco tiempo afectan en el largo plazo y si puede revertirse en el caso de volver a una dieta hipocal¨®rica. Al respecto, Rub¨¦n Bravo aclara que, desde la experiencia en la cl¨ªnica, ¡°las alteraciones no se producen en d¨ªas sino en meses¡±.
Una persona no acostumbrada a las grasas va a engordar porque las acumula. Y al rev¨¦s igual: el que suele comer mucho y deja de hacerlo, adelgaza al momento. Son los casos del que pierde de repente tres kilos en una semana. "Es una reacci¨®n pero no un cambio", aclara. Su m¨¦todo, sostiene, consiste en hacer ¡°descansos del metabolismo¡±, es decir, compaginar periodos de ingesta normal con otros detox, de ¡°desintoxicaci¨®n¡± solo con alimentos diur¨¦ticos.
¡°Sirve para resetear el organismo. Pero no es bueno dejar de tomar ning¨²n nutriente. Las grasas saludables, por ejemplo, mejoran el funcionamiento hormonal. Por eso se alaba la dieta mediterr¨¢nea con aceite de oliva virgen o pescado azul. El error viene cuando te pasas de calor¨ªas, comas lo que comas¡±, arguye.
?Con qu¨¦ versi¨®n quedarse?
La doctora Mar¨ªa Forga Visa, del Hospital Cl¨ªnic de Barcelona, cree que el metabolismo, ¡°esos procesos que procuran la absorci¨®n de energ¨ªa¡±, se confunde a menudo con el gasto. ¡°Es posible que cambie. Con la edad desciende el ritmo: las personas mayores tienden a gastar menos. Pero no hay nada definitivo. Igual que no existen las dietas milagro, no hay tipos de alimentaci¨®n excepcionales que lo modifiquen¡±, agrega la especialista, con 29 a?os en el servicio de Endocrinolog¨ªa y nutrici¨®n del Hospital Cl¨ªnic de Barcelona.
Coincide Frank Su¨¢rez. Autor del ensayo ¡®El poder del metabolismo¡¯, no recomienda ninguna decisi¨®n dr¨¢stica. S¨ª que se?ala h¨¢bitos saludables, como hidratarse con frecuencia o reducir los carbohidratos refinados, para mejorar el metabolismo. ¡°Su alteraci¨®n es relativa. Depende de la persona. Alguien que beba muchas bebidas azucaradas y deje de hacerlo lo mejorar¨¢, pero no lo modificar¨¢¡±, zanja.
Con mayor o menor precisi¨®n, esta v¨ªctima del escarnio p¨²blico es todav¨ªa un enigma. Podremos acusarle de nuestras desgracias, pero de nada servir¨¢ si no atendemos a lo principal: nuestros cuidados para una vida saludable.
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