La lucha contra las ENT puede ayudar a evitar sufrimientos innecesarios y a alcanzar la cobertura sanitaria universal
Los Gobiernos pueden motivar e incluso obligar al sector privado a priorizar la salud por encima del beneficio econ¨®mico
El empe?o de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) por velar por la atenci¨®n sanitaria y la buena salud de todos precisa urgentemente la ampliaci¨®n del alcance de las medidas que se aplican a escala nacional y mundial para luchar contra las enfermedades no transmisibles (ENT) y contra los factores de riesgo de morbilidad y muerte vinculados que afectan a tantas personas en todo el mundo.
Cuando hablamos de medidas nos referimos a intervenciones coordinadas y dirigidas desde las m¨¢s altas instancias de gobierno que incorporen los problemas de salud p¨²blica en la elaboraci¨®n de todas las pol¨ªticas, desde el comercio y la econom¨ªa a la educaci¨®n, el medio ambiente y el urbanismo.
Evidentemente, estas intervenciones deben trascender los marcos gubernamentales e implicar a la sociedad civil, el ¨¢mbito acad¨¦mico, los empresarios y otras partes interesadas con el fin de promover la salud desde las ciudades y los suburbios hasta las comunidades rurales remotas.
No obstante, la iniciativa debe partir de los Gobiernos. Son ellos quienes llevan el tim¨®n y pueden motivar e incluso obligar al sector privado a priorizar la salud por encima del beneficio econ¨®mico, sobre todo en el caso de las industrias que fabrican productos que atentan contra la salud de las personas en todo el mundo.
Sin embargo, suele plantearse la pregunta de c¨®mo alcanzar ese objetivo cuando la epidemia de ENT ha adquirido unas proporciones tan grandes (40 millones de muertes anuales, es decir, el 70% del total, entre ellas las de 15 millones de personas de entre 30 y 69 a?os) y cuando los intereses creados son tan fuertes.
La respuesta es, por un lado, prevenir la exposici¨®n a los factores de riesgo de las ENT, como la exposici¨®n al humo de tabaco, el consumo nocivo del alcohol, la inactividad f¨ªsica, la dieta no saludable y la contaminaci¨®n del aire y, por otro lado, proporcionar una cobertura sanitaria universal para velar por que todas las personas puedan acceder a servicios preventivos y curativos sin caer en la pobreza.
La ENT causan 40 millones de muertes anuales, es decir, el 70% del total
La Organizaci¨®n Mundial de la Salud ha elaborado una lista de medidas de probada eficacia y coste asequible para mejorar la atenci¨®n y el tratamiento de las ENT, que incluye, entre otras, la priorizaci¨®n de los medicamentos esenciales y el asesoramiento y atenci¨®n a las personas que padecen una ENT, con independencia de su lugar de procedencia y del dinero que tengan en el bolsillo.
Adem¨¢s, la OMS ha recomendado prevenir las ENT mediante leyes que establezcan medidas como las siguientes: fijar un nivel m¨¢ximo de sal y de az¨²car en las bebidas y los alimentos elaborados cuyo consumo multiplica los casos de enfermedades cardiovasculares y diabetes y que, a menudo, son m¨¢s baratos que los alimentos m¨¢s saludables; prohibir la comercializaci¨®n, la publicidad y la promoci¨®n del tabaco, as¨ª como el consumo de este producto en los lugares p¨²blicos y los entornos de trabajo cerrados; y gravar el tabaco, el alcohol y las bebidas azucaradas, una medida que no solo ayuda a reducir el consumo de estos productos perjudiciales para la salud, sino que tambi¨¦n genera ingresos que se pueden invertir en prevenir y tratar enfermedades.
En la Asamblea Mundial de la Salud de este a?o, los Gobiernos aprobaron un conjunto actualizado de "inversiones ¨®ptimas" y otras intervenciones recomendadas para prevenir las enfermedades no transmisibles en el marco del Plan de acci¨®n mundial para la prevenci¨®n y el control de las ENT 2013-2020.
Al aplicar estas medidas, los Gobiernos no solo proteger¨¢n la salud de sus ciudadanos, sino que les ayudar¨¢n a ser m¨¢s fuertes y productivos. Adem¨¢s, reducir¨¢n el gasto sanitario y obtendr¨¢n ingresos a trav¨¦s de los impuestos sobre el tabaco, el alcohol y las bebidas azucaradas que se podr¨¢n destinar a alcanzar la cobertura sanitaria universal.
La probabilidad de morir prematuramente por c¨¢ncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes o accidente cardiovascular se redujo en un 17% entre 2000 y 2015
Tanto estas medidas como las acciones necesarias para hacer realidad las pol¨ªticas son cuestiones centrales de la Conferencia Mundial sobre las ENT que organizan conjuntamente la OMS y la presidencia de Uruguay en Montevideo, que cierra sus puertas este viernes.
Esta conferencia es importante por muchas razones. Uno de sus aspectos esenciales es su ¨¦nfasis en mejorar la coherencia de las pol¨ªticas para prevenir y tratar las ENT. Adem¨¢s, este encuentro permitir¨¢ hacer un balance de los progresos realizados en los pa¨ªses antes de la Reuni¨®n de Alto Nivel sobre las ENT de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que se celebrar¨¢ en 2018.
Se han logrado avances en varios aspectos. Por ejemplo, la probabilidad de morir prematuramente por c¨¢ncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes o accidente cardiovascular se redujo en un 17% entre 2000 y 2015. Sin embargo, todav¨ªa queda mucho camino por recorrer para alcanzar las metas mundiales de reducir las muertes por ENT entre los menores de 70 a?os en un 25% de aqu¨ª a 2025 y en una tercera parte de aqu¨ª a 2030.
Es fundamental cambiar el paradigma de las ENT. La lucha contra estas enfermedades ¡ªy la mejora de la salud en general¡ª no puede consistir meramente en suministrar medicamentos a los hospitales y formar a profesionales sanitarios. Las pol¨ªticas fiscales son responsabilidad de los ministerios de Hacienda. Los acuerdos comerciales regulan la importaci¨®n y la exportaci¨®n de bebidas de alimentos perjudiciales para la salud. Los ministerios del medio ambiente han de encargarse de eliminar la contaminaci¨®n del aire que respiramos, y las escuelas deben ocuparse de que nuestros ni?os aprendan, entre otras cosas, qu¨¦ deben hacer para mantenerse sanos.
Ya no podemos conformarnos con decir que las ENT son un problema de los pa¨ªses ricos, que la regulaci¨®n de las empresas es demasiado compleja y que la responsabilidad recae en las personas, que deben informarse de cu¨¢les son los alimentos saludables. A partir de ahora cabe esperar que nuestros Gobiernos establezcan como norma la elecci¨®n m¨¢s saludable para sus ciudadanos, y debemos ayudarles a hacerlo. Esperamos con inter¨¦s reunirnos con los dirigentes de los Gobiernos en Uruguay para examinar las formas que permitan lograrlo.
El dr. Tabar¨¦ Ram¨®n V¨¢zquez es el presidente del Uruguay, y el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus es el director general de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud.
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