Los 10 africanos de 2017
Dirigentes clave, activistas, artistas, cient¨ªficos y un deportista completan la selecci¨®n de personajes de este a?o de cambios en ?frica
En esta ¨²ltima semana del a?o, ?frica no es un pa¨ªs retoma el resumen anual de los africanos m¨¢s destacados en esta lista, subjetiva e incompleta, en la que se han seleccionado a dirigentes, activistas, artistas, cient¨ªficos y un deportista. Tambi¨¦n se pueden leer las 10 mujeres africanas de 2017 en este enlace.
Paul Kagame despierta pasiones (encontradas)
La sola menci¨®n de su nombre despierta pasiones. El presidente de Ruanda, Paul Kagame, es visto por unos como un l¨ªder ejemplar que ha sido capaz de sacar a su pa¨ªs del pozo del genocidio y la corrupci¨®n y fomentar la cohesi¨®n y el desarrollo, con el ejemplo de Kigali como una de las ciudades m¨¢s limpias del continente africano. Mientras que para otros es un tirano ventajista que gobierna con mano de hierro un estado policial.
En todo caso, su victoria electoral del pasado mes de agosto a la sovi¨¦tica, con un 98% de los votos, le permite encarar un tercer mandato con la retaguardia tranquila y en estado de revista. Adem¨¢s, al espigado Kagame, en el poder desde el 2000, le espera este a?o un destino de altura. Si no hay sorpresas, se convertir¨¢ el pr¨®ximo mes de enero en el nuevo presidente de la Uni¨®n Africana (UA) en sustituci¨®n de Alpha Cond¨¦. Seguro que no deja a nadie indiferente.
Sadio Man¨¦ vuela alto
Cuando Sadio Man¨¦ lleg¨® a Dakar desde su Sedhiou natal ten¨ªa 15 a?os, unas botas de tacos destrozadas y el sue?o de triunfar en el f¨²tbol. Hoy este habilidoso delantero de regate el¨¦ctrico deslumbra en el Liverpool FC, es la estrella de la selecci¨®n senegalesa clasificada para el Mundial de Rusia 2018 y se ha sumado sin reparos al movimiento de repulsa por la esclavitud de los migrantes en Libia junto a otros conocidos futbolistas como Pogba, Kondogbia o Doukour¨¦.
Con s¨®lo 25 a?os y considerado el jugador 23 del mundo, su carrera ha sido fulgurante y equipos como el Madrid y el Bar?a le siguen la pista. Ya ostenta el r¨¦cord de haber marcado el hat trick m¨¢s r¨¢pido de la historia de la Premier Ligue y la pasada temporada fue elegido mejor jugador de su equipo, clasificado para octavos de final de la Champions. Su nombre sonar¨¢ a¨²n m¨¢s en 2018 por ser el estandarte de la selecci¨®n senegalesa, que se ha colado por segunda vez en su historia para la fase final de una Copa del Mundo. ¡°Me gusta escuchar, observar, aprender. Cada d¨ªa es una oportunidad para trabajar duro y seguir acerc¨¢ndose al ¨¦xito¡±, asegura.
Moussa Faki Mahamat, el nuevo arquitecto de la Uni¨®n Africana
Es quien mueve los hilos en la Uni¨®n Africana. Moussa Faki Mahamat ha sido elegido en enero pasado presidente de la comisi¨®n continental para sustituir a la sudafricana Nkosazana Dlamini-Zuma. Gracias a la creciente preponderancia de su pa¨ªs, Chad, como garante de la seguridad y contra el terrorismo, Faki se ha revelado como un estratega incansable que ha tenido que lidiar con varios mihuras, como las crisis gambiana o zimbabuense, as¨ª como discutir los detalles del ingreso de Marruecos en la UA en fino equilibrio con la presencia en este organismo de sus archienemigos de la Rep¨²blica ?rabe Saharaui Democr¨¢tica.
Faki, un hombre fiel como pocos al presidente chadiano Idris D¨¦by, con quien ha sido primer ministro y titular de la cartera de Exteriores durante nueve largos a?os, es la persona sobre quien pivota una tarea nada f¨¢cil: la reforma de la propia Uni¨®n Africana, un ente degastado y con poca credibilidad a ojos de la opini¨®n p¨²blica. ¡°2018 debe ser el a?o de nuestro renacimiento¡±, ha dicho. Para ello, ya ha puesto en marcha alguna medida, como la entrada en vigor de un impuesto para todas las importaciones destinado a la financiaci¨®n de la UA que evite su dependencia de donantes externos.
Emmerson Mnangagwa se comi¨® al Viejo Bob
A Emmerson Mnangagwa le llaman el cocodrilo por una extra?a combinaci¨®n de astucia pol¨ªtica y fuerte car¨¢cter. Pasar¨¢ a la historia por haber destronado al todopoderoso Robert Mugabe, Viejo Bob, y sucederle en la Presidencia de Zimbabue. La batalla sorda que mantuvo con Grace Mugabe, esposa del jefe de Estado que tambi¨¦n aspiraba al cargo, fue ¨¦pica y le cost¨® el puesto de vicepresidente, pero el cocodrilo contaba con una baza demasiado s¨®lida como para ser obviada, el apoyo del alto estamento militar ocupado por sus compa?eros veteranos de guerra.
Las cosas se precipitaron la noche del pasado 14 de noviembre, cuando el Ej¨¦rcito decidi¨® hacerse con el control del pa¨ªs y poner al nonagenario y exc¨¦ntrico Viejo Bob bajo arresto domiciliario. Tras unos d¨ªas de confusi¨®n, la maniobra qued¨® al descubierto. Emmerson Mnangagwa estaba detr¨¢s de la operaci¨®n y regresaba a Harare como si fuera un libertador. Sin embargo, su pasado como responsable del espionaje y la represi¨®n del Estado, as¨ª como de la financiaci¨®n de su partido, no auguran que el cambio producido en Zimbabue haya sido precisamente para mejor.
Patrice Nganang, sin pelos en la lengua
Si de algo carece el escritor camerun¨¦s Patrice Nganang es de pelos en la lengua. El pasado 6 de diciembre fue detenido en el aeropuerto de Douala acusado de ultraje al jefe de Estado tras haber lanzado supuestas amenazas contra el presidente de su pa¨ªs, Paul Biya, y su longevo r¨¦gimen a trav¨¦s de Facebook. Como tel¨®n de fondo, sus art¨ªculos relativos a la ola de contestaci¨®n popular en las zonas angl¨®fonas del pa¨ªs y la represiva respuesta de Biya. Nganang, muy cr¨ªtico con el r¨¦gimen, defiende que s¨®lo un cambio de presidente puede conducir a una soluci¨®n.
Nacido en 1970, Nganang es profesor de Teor¨ªa Literaria en la Universidad del Estado de Nueva York. Sin embargo es su faceta de escritor la que le ha valido el reconocimiento internacional, sobre todo a partir de la publicaci¨®n de su segunda novela Temps de chien en 1999, con la que recibi¨® el premio Marguerite Yourcenar y el Gran Premio Literario de ?frica Negra, ambos en 2002.
Desde su posici¨®n de reconocido escritor residente en el extranjero, Nganang es la aut¨¦ntica bestia negra del autoritario r¨¦gimen de Biya y el amplificador exterior de la profunda crisis pol¨ªtica que vive su pa¨ªs. En enero pasar¨¢ ante los tribunales en un proceso que promete traer mucha cola.
Tedros Ghebreyesus, primer africano al frente de la OMS
En mayo pasado, el doctor et¨ªope Tedros Adhanom Ghebreyesus se convirti¨® en el primer africano director de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) relevando en el cargo a la china Margaret Chan. El organismo internacional atraves¨® una profunda crisis de liderazgo debido a su lentitud a la hora de reaccionar frente a la epidemia de ¨¦bola que entre 2014 y 2016 afect¨® a cinco pa¨ªses africanos y el nombramiento de Ghebreyesus se interpreta como una respuesta frente a las cr¨ªticas con la intenci¨®n de abrir una nueva etapa. Precisamente la transformaci¨®n de la OMS es una de las prioridades de su mandato junto a la cobertura sanitaria universal, la atenci¨®n de las emergencias, la salud materno-infantil y los efectos del cambio clim¨¢tico.
El doctor Ghebreyesus naci¨® en Asmara y, tras doctorarse en Reino Unido, adquiri¨® prestigio internacional por su labor investigadora y de respuesta ante emergencias. Fue ministro de Sanidad de su pa¨ªs durante siete a?os, en los que consigui¨® el acceso de millones de personas a la salud, as¨ª como presidente del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria. Su mandato al frente de la OMS no comenz¨® con demasiado buen pie cuando tuvo que rectificar, bajo la presi¨®n de numerosos profesionales y organismos internacionales de derechos humanos, la pol¨¦mica decisi¨®n de nombrar al dictador Robert Mugabe embajador de buena voluntad de la OMS. A¨²n tendr¨¢ tiempo de demostrar su experiencia como gestor m¨¦dico y subsanar este error de c¨¢lculo.
Ram¨®n Esono, el delito de dibujar
A Ram¨®n Esono lo detuvieron el pasado 16 de septiembre en Malabo, la capital de Guinea Ecuatorial. Desde entonces pasa sus d¨ªas y sus noches en la c¨¢rcel de Black Beach, una de las peores del mundo. Hab¨ªa vuelto a su pa¨ªs para renovar su pasaporte y las autoridades le tendieron una trampa, acus¨¢ndolo de manera torticera de falsificaci¨®n y blanqueo de dinero, cuando todo el mundo sabe que a Esono lo mantienen preso por el delito de crear, de opinar diferente y de ser cr¨ªtico con un presidente, Teodoro Obiang, que gobierna en su pa¨ªs con mano de hierro desde hace casi 40 a?os.
Cuando Esono public¨® su novela gr¨¢fica La Pesadilla de Obi, en la que caricaturizaba al presidente y mostraba las verg¨¹enzas de su r¨¦gimen, sab¨ªa el riesgo que pod¨ªa estar corriendo. Eso fue hace m¨¢s de dos a?os y los c¨®mics empezaron a circular de tapadillo por la propia Guinea. Ahora se enfrenta a un proceso judicial sin apenas garant¨ªas mientras las organizaciones de Derechos Humanos tratan de hacer ruido para que su caso no caiga en el olvido. El pasado mes de noviembre, el partido en el poder gan¨® las elecciones con un porcentaje de votos cercano al 98%. Las cartas siguen marcadas y Esono, en prisi¨®n.
Nasser Bourita, la hormiguita marroqu¨ª
Quienes le conocen aseguran que el diplom¨¢tico marroqu¨ª Nasser Bourita es una hormiguita incansable. Desde su nombramiento en 2016 como ministro de Asuntos Exteriores ha sabido situarse como uno de los imprescindibles del r¨¦gimen alau¨ª. De avi¨®n en avi¨®n, reuni¨®n tras reuni¨®n, el incombustible Bourita es uno de los art¨ªfices del ingreso de Marruecos en la Uni¨®n Africana y ahora est¨¢ a punto de conseguir otro de los objetivos marcados por el Palacio Real, entrar como miembro de pleno derecho en la Comunidad Econ¨®mica de Estados de ?frica Occidental (CEDEAO).
Las reticencias encontradas en el seno de este organismo regional no parecen desmotivar al ministro que va y viene entre Monrovia, Bamako, Dakar, Niamey y Rabat con pertinaz entusiasmo. Tras hacer sus pinitos en Naciones Unidas, Bourita fue aprendiz antes que fraile y subi¨® los escalones de la diplomacia marroqu¨ª con paso firme pero sin saltarse ni uno. De su mano, Marruecos se ha convertido en uno de los grandes financiadores en ?frica subsahariana y la chilaba del rey Mohamed VI est¨¢ detr¨¢s de casi todos los grandes proyectos en marcha, ya sea un gaseoducto nigeriano o la reforma de la laguna de Abiy¨¢n.
Ras Bath, un rastafari que asusta al poder
Con sus peque?as rastas por bandera, Mohamed Youssouf Bathily, m¨¢s conocido por su sobrenombre de Ras Bath, se ha convertido en un aut¨¦ntico fen¨®meno de masas en Mal¨ª. Licenciado en Derecho y locutor radiof¨®nico, su programa Las cartas sobre la mesa se convirti¨® en la voz m¨¢s cr¨ªtica de un pa¨ªs sumido en una grave crisis identitaria, intervenido por Naciones Unidas y acosado por el terrorismo, el desempleo, la falta de horizontes y la corrupci¨®n. Seguido por decenas de miles de j¨®venes descontentos con este desolador panorama y al frente del movimiento Ante Abana, Touche pas ma Constitution, Ras Bath fue uno de los art¨ªfices que impidieron que el presidente Ibrahim Boubacar Keita reformara la Carta Magna.
Pero este desaf¨ªo al poder pol¨ªtico y sus aceradas cr¨ªticas le pusieron en el punto de mira de las ¨¦lites. Denunciado por ¡°incitaci¨®n a la desobediencia¡± de los soldados malienses, ha sufrido la persecuci¨®n de la justicia en un proceso que al final acab¨® con su exoneraci¨®n y con la dimisi¨®n del ministro de Justicia. La imagen del que pretend¨ªan abatir ha salido fortalecida. Ras Bath, al igual que sus amigos de Y¡¯en a marre (Senegal), Balai Citoyen (Burkina Faso) o Filimbi (RDC), bebe de las fuentes del panafricanismo revolucionario de Thomas Sankara y se apoya en Youtube, Facebook y las redes sociales para provocar una sacudida a una sociedad doliente. En 2018, a?o electoral en Mal¨ª, su voz se seguir¨¢ escuchando.
Calestous Juma o la ciencia aplicada al desarrollo
El pasado 15 de diciembre, el viejo profesor keniano Calestous Juma perd¨ªa su personal batalla contra el c¨¢ncer. Con su muerte, ?frica se queda hu¨¦rfana de una de sus voces m¨¢s autorizadas en la defensa de la aplicaci¨®n de la ciencia y la tecnolog¨ªa en el desarrollo sostenible. Profesor de la Harvard Kennedy School y miembro de la Royal Society londinense, la Academia de Ciencias de EEUU y la Academia Africana de Ciencias, entre otros organismos de reconocido prestigio, fue el fundador y director del Centro Africano para Estudios Tecnol¨®gicos y ha sido considerado como uno de los africanos m¨¢s influyentes del mundo en los ¨²ltimos a?os.
Profesor e investigador, pero tambi¨¦n un gran divulgador, editor de revistas cient¨ªficas y colaborador habitual de peri¨®dicos internacionales, Calestous Juma no tem¨ªa a las pol¨¦micas cient¨ªficas de nuestro tiempo. Ardoroso defensor de la biotecnolog¨ªa como un medio para alcanzar la seguridad alimentaria global estuvo en el objetivo cr¨ªtico de los grupos que rechazan los organismos gen¨¦ticamente modificados. ¡°Nuevos desaf¨ªos como el cambio clim¨¢tico exigen nuevas respuestas tecnol¨®gicas¡±, escrib¨ªa por ejemplo en The Guardian en 2014. La huella de Juma, en fin, es inmensa, tal y como reconocieron destacados dirigentes africanos y organismos cient¨ªficos del mundo tras su reciente muerte.
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