Somos microbios
Dependemos de las bacterias para nuestro correcto desarrollo y mantenimiento de la salud. Hoy se celebra por primera vez el D¨ªa Mundial del Microbioma
Este mi¨¦rcoles, 27 de junio, se celebra por primera vez el D¨ªa Mundial del Microbioma (#WorldMicrobiomeDay) bajo el lema "Piensa en tus microbios".
A pesar de que desde hace siglos se conoc¨ªa que los animales -incluido el ser humano- eran portadores de muchos microorganismos, apenas se les prest¨® atenci¨®n. Hasta que, ya en los ¨²ltimos a?os y gracias a las nuevas t¨¦cnicas de secuenciaci¨®n masiva que nos permiten estudiar las comunidades microbianas sin necesidad de cultivarlas, se ha constatado que en realidad dependemos de ellos para nuestro correcto desarrollo y mantenimiento de la salud.
Podr¨ªamos definir la microbiota como el conjunto de microorganismos (bacterias, arqueas, virus, hongos y protistas) que residen en nuestro cuerpo. A veces se confunde con el t¨¦rmino microbioma, que es mucho m¨¢s amplio y hace referencia al conjunto de esas comunidades microbianas, incluyendo sus genes y las sustancias qu¨ªmicas que producen, as¨ª como las condiciones ambientales que les rodean. Estos ecosistemas microbianos se encuentran en el tracto gastrointestinal, genitourinario y respiratorio, la cavidad oral y nasofar¨ªngea, y la piel.
Durante mucho tiempo se lleg¨® a pensar que el 90% de nuestras c¨¦lulas eran bacterias. Los ¨²ltimos c¨¢lculos, en cambio, sit¨²an este porcentaje en un 50%. Puede parecer poco, pero el hecho de poseer la misma cantidad de bacterias que de c¨¦lulas humanas es como afirmar que somos "mitad humano, mitad bacteria". El ser humano, por lo tanto, no es una unidad independiente, sino una comunidad din¨¢mica e interactiva de c¨¦lulas humanas y microbianas. Una especie de "superorganismo".
Tambi¨¦n en las ¨²ltimas d¨¦cadas hemos confirmado que la diversidad de microbios de nuestro organismo es enorme, y que la composici¨®n difiere en cada persona, con muchos factores que influyen en su evoluci¨®n. Se estima que en un cuerpo sano habitan m¨¢s de 10.000 especies bacterianas diferentes, de las cuales menos del 1% corresponder¨ªan a potenciales pat¨®genos. En general, nuestras comunidades microbianas se componen de algunos tipos bacterianos (muy pocos) muy abundantes y frecuentes, junto con muchas bacterias distintas pero representadas en peque?o n¨²mero.
Adem¨¢s, el conjunto de microbios de nuestro cuerpo evoluciona a lo largo de la vida. Conforme vamos creciendo, nuestra microbiota va cambiando: mientras que en los beb¨¦s el conjunto es bastante uniforme ¨Cpero su diversidad microbiana es baja, muy inestable y susceptible a los cambios-, a medida que los ni?os crecen sus microorganismos maduran y se diversifican, hasta llegar a la edad adulta. Entonces la microbiota se vuelve cada vez m¨¢s diversa, estable y dif¨ªcil de modificar. En la tercera edad, por ¨²ltimo, el n¨²mero de especies microbianas disminuye y el conjunto se hace similar entre individuos. No obstante, las especies que albergamos (y el n¨²mero de ellas) no solo cambian con la edad, sino que se ven influenciadas seg¨²n seamos hombre o mujer, por nuestra gen¨¦tica, el tipo de dieta, el clima y la localizaci¨®n geogr¨¢fica; as¨ª como por la exposici¨®n a f¨¢rmacos, los tratamientos con antibi¨®ticos, la ocupaci¨®n o la interacci¨®n con otros individuos.
El an¨¢lisis de la microbiota: un cambio de paradigma en la medicina personalizada
Los dos campos donde existe mayor evidencia del papel de la microbiota ser¨ªan la Nutrici¨®n y la Inmunolog¨ªa. Por un lado, los microbios intestinales degradan sales biliares, prote¨ªnas y polisac¨¢ridos, con el objetivo de producir vitaminas y otros cofactores esenciales para nuestra salud. Al mismo tiempo, estimulan y activan nuestras defensas naturales, mantienen la barrera intestinal y evitan la colonizaci¨®n de microorganismos pat¨®genos. Tambi¨¦n aumentan las evidencias (aunque son estudios m¨¢s preliminares) que relacionan la microbiota con distintas patolog¨ªas, como la enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedades metab¨®licas, alergias, asma y enfermedades del sistema nervioso central (depresi¨®n, autismo) o neurodegenerativas (Alzheimer, Parkinson, esclerosis m¨²ltiple), e incluso con el c¨¢ncer.
As¨ª, parece claro que en un futuro pr¨®ximo el an¨¢lisis del microbioma humano se incorporar¨¢ a los protocolos de la medicina personalizada de precisi¨®n. El resultado ser¨¢ un tratamiento para cada persona en funci¨®n de los datos del genoma, del metabolismo, de su sistema inmune y tambi¨¦n de su microbioma. A partir de la composici¨®n de la microbiota se podr¨¢n identificar microorganismos oportunistas potencialmente pat¨®genos, posibles deficiencias e incluso su interacci¨®n con el tratamiento propuesto. Mientras este avance llega, te recomiendo pensar (y mucho) en tus microbios, porque de su buen estado depender¨¢ el tuyo.
Ignacio L¨®pez-Go?i (@microbioblog) es catedr¨¢tico de Microbiolog¨ªa de la Universidad de Navarra y autor de Microbiota: los microbios de tu organismo (Editorial Almuzara).
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