Se buscan inversores para las ciudades africanas
El ¨²ltimo informe de ONU-H¨¢bitat recomienda la inversi¨®n extranjera directa como "receta" para el desarrollo del continente
Las ciudades africanas desempe?ar¨¢n un papel clave en la integraci¨®n de ?frica dentro de los sistemas de inversi¨®n mundiales. O eso afirman los expertos en el?¨²ltimo informe sobre las ciudades africanas publicado el pasado 1 de junio por el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-H¨¢bitat), donde argumentan que los inversores extranjeros en las urbes del continente podr¨ªan desempe?ar un papel fundamental para el desarrollo de la regi¨®n.?
?frica solo representa el 5% del volumen mundial total de IED, a pesar de que el 15% de la poblaci¨®n mundial es africana y que acumula m¨¢s del 30% de la pobreza en el mundo
Tras la crisis financiera de 2008, ha habido un aumento constante de la Inversi¨®n Extranjera Directa (IED) hacia el Sur Global que ha significado una tendencia positiva para ?frica. No obstante, a pesar de la creciente afluencia de IED, ?frica solo representa el 5% de su volumen mundial total. Teniendo en cuenta que el 15% de la poblaci¨®n mundial es africana y que ?frica alberga a m¨¢s del 30% de la pobreza en el mundo, este 5% es una cifra m¨¢s que insuficiente. Adem¨¢s, si las tendencias econ¨®micas y la desconexi¨®n de ?frica y sus ciudades con el sistema de inversi¨®n global no mejoran, es probable que la gran brecha actual del PIB per c¨¢pita se ampl¨ªe. Por ello, la cooperaci¨®n regional entre ciudades y Estados es crucial para que las inversiones extranjeras calen en el continente de una forma positiva, aunque para esto, las instituciones de dichas urbes deber¨¢n tomar decisiones responsables que posibiliten un crecimiento econ¨®mico inclusivo y sostenible. Y es en vistas a contribuir a mejorar las pol¨ªticas de desarrollo para convertir a las ciudades africanas en destinos de IED m¨¢s atractivos, competitivos y resilientes, que se ha elaborado el ¨²ltimo documento de ONU-H¨¢bitat, titulado?"El estado de las ciudades africanas 2018: la geograf¨ªa de la inversi¨®n africana".
En su pr¨®logo al informe, la Directora Ejecutiva y?especialista en planificaci¨®n urbana de ONU-H¨¢bitat Maimunah Mohd Sharif, insta a los gobiernos africanos a conectar la IED con la urbanizaci¨®n sostenible fortaleciendo sus pol¨ªticas urbanas tanto como sus sistemas financieros y legales. Algo que en los ¨²ltimos a?os llevan defendiendo varios expertos.
Uno de los pilares de este crecimiento, tal como sostiene el informe, debe ser la inversi¨®n en los sectores industriales de la manufactura, los servicios, las tecnolog¨ªas o los recursos primarios. Aunque en los ¨²ltimos a?os ha habido un incremento de inversi¨®n extranjera en sectores africanos como el agr¨ªcola, agropecuario, energ¨¦tico y minero o incluso en el sector de la construcci¨®n, no se puede afirmar que haya una relaci¨®n directa entre el comercio y el desarrollo ¨C este ¨²ltimo a¨²n m¨¢s relacionado con la Ayuda Oficial al Desarrollo que con la Inversi¨®n Extranjera Directa¨C, seg¨²n un estudio de la ERSA (Economic Research Southern Africa). Aunque China y sus pol¨ªticas de relaciones internacionales con ?frica llevan a?os trabajando en esta l¨ªnea.?
Las ciudades africanas, a¨²n lejos de los flujos que benefician a otras ciudades del mundo
Utilizando una base de datos de flujos de IED entre aproximadamente 1.200 ciudades del mundo y cubriendo el per¨ªodo 2003 - 2017, el informe muestra la integraci¨®n econ¨®mica de las ciudades africanas con otras ciudades del mundo. La disparidad es obvia, pero cuatro ciudades encabezan el r¨¢nking de las urbes m¨¢s estrat¨¦gicas del continente: Johannesburgo (Sud¨¢frica), Nairobi (Kenia), Lagos (Nigeria) y El Cairo (Egipto).
Johannesburgo, Nairobi, Lagos y El Cairo son las ciudades m¨¢s estrat¨¦gicas para atraer inversi¨®n extranjera directa al continente
En plena globalizaci¨®n y cuarta revoluci¨®n industrial, las ciudades africanas y su r¨¢pida urbanizaci¨®n podr¨ªan hallar un aguij¨®n efectivo contra la pobreza urbana, ya que seg¨²n ONU-H¨¢bitat, los entornos urbanos facilitar¨¢n el crecimiento en sectores econ¨®micos cruciales. Las posibilidades existentes abren un tablero bien suculento para varios sectores. Como ya sucede en diferentes capitales africanas, las urbes pueden impulsar las econom¨ªas posicion¨¢ndose como sedes u oficinas regionales de empresas multinacionales o convertirse en nodos estrat¨¦gicos de empresas, que cada vez m¨¢s, se instalan en el Sur Global. De consumarse esta din¨¢mica en ?frica, el desarrollo econ¨®mico urbano podr¨ªa sacar a millones de personas de la pobreza, tal y como ha ocurrido en Asia oriental en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas ¨C y con un futuro cada vez m¨¢s enfocado a la necesaria sostenibilidad ecol¨®gica¨C. Pero para que esto se produzca, advierten los expertos, las habilidades y capacidad productiva de los trabajadores africanos deben fortalecerse, as¨ª como apoyarse las instituciones responsables de esta ambiciosa transformaci¨®n.
En plena globalizaci¨®n y cuarta revoluci¨®n industrial, las ciudades africanas y su r¨¢pida urbanizaci¨®n podr¨ªan hallar un aguij¨®n efectivo contra la pobreza urbana
Seg¨²n los expertos que redactan el informe, las ciudades tendr¨¢n econom¨ªas m¨¢s fuertes cuando faciliten el comercio internacional y se vinculen con diversos cl¨²steres de IED en la econom¨ªa mundial, a la vez que que impulsen sus propios mercados y econom¨ªas locales. Algo que el Banco Mundial viene advirtiendo desde hace ya alg¨²n tiempo, despu¨¦s de que China haya mostrado que el comercio puede ser una v¨ªa de cooperaci¨®n efectiva distinta a la ejercida durante d¨¦cadas por Europa o Estados Unidos. Para ello, la ONU opina que las urbes africanas deber¨ªan desarrollar estrategias para convertirse en nodos clave para productos b¨¢sicos y servicios en el mercado global. La zonificaci¨®n industrial y la agrupaci¨®n en cl¨²steres ser¨ªan propicias para esto, ya que ayudar¨ªan a crear oportunidades para involucrar a las partes perif¨¦ricas de las aglomeraciones urbanas en el desarrollo econ¨®mico. Tambi¨¦n ser¨ªa positivo proporcionar inversiones en infraestructura f¨ªsica y capital social, mientras que las TIC mejoradas respaldar¨ªan una mejor accesibilidad y conectividad.
Con todo, el objetivo primordial ser¨ªa paliar el desempleo urbano y la pobreza, reducir la proliferaci¨®n de asentamientos informales urbanos o barrios marginales que inundan las capitales africanas y garantizar la seguridad alimentaria urbana. Y en este sentido, ser¨ªa necesaria una revoluci¨®n agr¨ªcola tal y como se produjo en la Europa del siglo XX, cuando el trabajo agr¨ªcola se convirti¨® en la mayor fuente de empleo debido al beneficio de "autoabastecimiento" y la alta demanda de sus productos.
La revoluci¨®n urbana de ?frica tendr¨¢ que ir de la mano de una revoluci¨®n agr¨ªcola
Tal como se detalla en el documento, tambi¨¦n es necesario fortalecer las inversiones del sector primario (recursos), e incrementar los flujos de sectores secundarios y terciarios (manufactura, servicios y tecnolog¨ªas) para facilitar una transformaci¨®n estructural en ?frica. Y es que el sector con una mayor tasa de crecimiento de la IED en el continente es el de las tecnolog¨ªas, mientras que la industria manufacturera tiene la mayor participaci¨®n de inversi¨®n en t¨¦rminos de generaci¨®n de empleo.
La necesaria responsabilidad de inversores e instituciones:
Los impactos negativos de la IED tambi¨¦n deben de tenerse en cuenta a la hora de legislar y crear nuevas estrategias, ya que la experiencia ha demostrado que su potencial puede desplazar a las empresas locales y que un enfoque en la producci¨®n para mercados no africanos puede tener efectos adversos, as¨ª como contribuir al aumento de la brecha de la desigualdad salarial o la inseguridad alimentaria en el continente. Por lo tanto, tal como refleja en el informe The State of African Cities 2018, debe evaluarse?de forma muy seria el desarrollo social o ambiental, y no solo el econ¨®mico, cuando se trazan pol¨ªticas locales, nacionales, regionales y continentales capaces de atraer inversi¨®n extranjera a las ciudades de un continente a¨²n con much¨ªsimos desaf¨ªos que afrontar.
En definitiva, esperanza pero tambi¨¦n cautela y responsabilidad en la b¨²squeda de flujos financieros que vayan llegando a ?frica, para que el remedio no sea peor que la enfermedad y que las ciudades puedan ser verdaderos motores de desarrollo econ¨®mico, social y medioambientalmente sostenibles para su poblaci¨®n.?
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