La paradoja del corredor: cuanto m¨¢s se atoran sus arterias, m¨¢s protegido est¨¢ su coraz¨®n

Buenas noticias para los corredores de marat¨®n con cierta veteran¨ªa en esto de meterse los?42.195 metros de la m¨ªtica carrera y con voluntad de hierro para entrenar muy, pero que muy duro: cuanto m¨¢s se preparan para la siguiente prueba, menos riesgo tienen de morir por enfermedad cardiovascular. Y eso pese a que sus arterias coronarias acumulan una cantidad de placas de calcio dignas de hacer saltar todas las alarmas cardiol¨®gicas.

Es la curiosa conclusi¨®n del estudio que un grupo de cardi¨®logos norteamericanos ha publicado en la revista JAMA Cardiology. Para llegar hasta ella, los responsables del trabajo monitorizaron durante 15 a?os a 21.758 maratonianos, todos varones y con una edad media de 51,7?a?os, a quienes dividieron en tres grupos de alta, media y baja intensidad de entrenamiento. Los cient¨ªficos midieron la densidad de las placas que presentaban en las arterias coronarias y observaron, con sorpresa, que muchos deportistas registraban valores que, seg¨²n la Sociedad Espa?ola de Imagen Card¨ªaca, comportan una probabilidad alta de enfermedad coronaria arterial, as¨ª como un riesgo cardiovascular moderadamente alto.

La segunda sorpresa del estudio lleg¨® al descubrir que aquellos deportistas m¨¢s esmerados, los que desplegaban niveles m¨¢s altos de intensidad, presentaban hasta un 11% m¨¢s de placa c¨¢lcica que los colegas que no hac¨ªan tantos kil¨®metros. De aplicarse los par¨¢metros normales para el resto de ciudadanos, ser¨ªan los que m¨¢s papeletas tendr¨ªan para sufrir un accidente cardiovascular en los a?os venideros. Pero los investigadores concluyeron justo lo contrario, lo que constituye una interesante paradoja.

Al finalizar el periodo de estudio y comprobar cu¨¢ntos participantes hab¨ªan fallecido, descubrieron que precisamente los que m¨¢s duro le daban a la zapatilla y m¨¢s placa c¨¢lcica ten¨ªan en las arterias eran los que menor ¨ªndice de mortalidad por causa card¨ªaca de cualquier tipo hab¨ªan registrado. Quedaba claro, pues, la existencia de una correlaci¨®n negativa entre la intensidad del ejercicio y la probabilidad de morir por motivos relacionados con el mal funcionamiento coraz¨®n. Aun as¨ª, los autores del estudio, financiado parcialmente por la NASA, son cautos y reconocen la necesidad de investigaciones complementarias para aquilatar esas conclusiones en torno al marat¨®n, la mortalidad y el m¨²sculo card¨ªaco.

?Por qu¨¦ las mujeres no se han tenido en cuenta?

"Mientras que en los pacientes sedentarios de mediana edad solemos encontrar formaciones de placas con material blando y semil¨ªquido (l¨ªpidos libres, como el colesterol), en los deportistas de resistencia estas placas son en mayor medida de material c¨¢lcico endurecido. Esta composici¨®n las hace m¨¢s estables, con menos probabilidad de liberarse y causar un ataque card¨ªaco. Esto es lo que, como primera hip¨®tesis, justificar¨ªa ese menor riesgo de eventos coronarios en los deportistas con entrenamientos m¨¢s intensos", explica el cardi¨®logo del Hospital Universitario HM Torrelodones Eddy Vel¨¢squez.

O sea, que unas placas menos viajeras reducen el riesgo de morir de aterosclerosis, "la causa subyacente a la mayor¨ªa de las enfermedades cardiovasculares, que, a su vez, es la responsable de la mayor parte de las muertes en los pa¨ªses desarrollados". El funcionamiento de esta patolog¨ªa es f¨¢cil de entender: a medida que el organismo envejece, las arterias se endurecen y se van llenando de placas que van, poco a poco, estrechando las paredes y bloqueando el flujo de sangre. Algunos fragmentos de esas placas pueden desprenderse y desplazarse a otros vasos m¨¢s peque?os, estrangulando el paso de la sangre. Cuanto m¨¢s estables, menos posibilidades de obstrucci¨®n, y esa es la ventaja de las placas calcificadas de los maratonianos.

?Pero por qu¨¦ los investigadores se centraron solo en varones y excluyeron a las mujeres? Lo cierto es que, inicialmente, tambi¨¦n incluyeron a corredoras en el estudio, pero las descartaron debido a su baja mortalidad en todos los grupos. No es casualidad, los estr¨®genos ejercen un factor protector sobre la salud card¨ªaca femenina, sin distinciones. De hecho, el riesgo card¨ªaco en mujeres aumenta precisamente al cruzar la menopausia y, como ellas desconocen los s¨ªntomas, acaban muriendo por esta causa m¨¢s que los hombres. "Pero es un error sistem¨¢tico dejar a las mujeres y a los ancianos infrarrepresentados en todos los estudios m¨¦dicos, ya que los resultados no son del todo extrapolables", denuncia el jefe del servicio de Cardiolog¨ªa del Hospital Vithas Nisa Rey Don Jaime, Fernando Dicenta.

Muerte s¨²bita, la cara B del marat¨®n

No es la primera vez que un estudio demuestra que quienes realizan ejercicio intenso gozan de mejor salud. En 2017, expertos de la Cl¨ªnica Universidad de Navarra demostraron que el riesgo de desarrollar el s¨ªndrome metab¨®lico es un 37% menor entre quienes realizan un ejercicio vigoroso o intenso frente a los que lo hacen ligero. Ahora bien, el marat¨®n tiene tambi¨¦n una cara B relacionada, precisamente, con el coraz¨®n. "En los corredores de fondo hay m¨¢s riesgo de arritmias supraventriculares, sobre todo por fibrilaci¨®n auricular. El riesgo de muerte s¨²bita depende en buena medida de la presencia de cardiopat¨ªa subyacente y es hasta 7 veces mayor en carreras de resistencia que en otros deportes, con mayor incidencia entre los hombres que entre las mujeres", apunta Dicenta.

La causa de que un corredor, aparentemente sano, colapse en mitad de una carrera, o en las 24 horas posteriores a cruzar la l¨ªnea de meta, est¨¢ en el sobreesfuerzo al que se ve sometido su coraz¨®n. "El coraz¨®n sufre cambios adaptativos durante la prueba y, si no se adapta bien por alg¨²n problema preexistente, puede suceder un fallo card¨ªaco", detalla el m¨¦dico. Pero, aunque el marat¨®n acumula la mayor parte de la leyenda negra de la muerte s¨²bita, Dicenta ampl¨ªa el abanico de riesgo a carreras de menor distancia, incluso a entrenamientos no competitivos.

"La muerte s¨²bita es independiente de la distancia. Puede darse en carreras de 10 kil¨®metros o en competiciones de ultrafondo. Todo depender¨¢ del estado del coraz¨®n y de otros factores como la fatiga extrema, las condiciones climatol¨®gicas, la deshidrataci¨®n..." Sin af¨¢n de meter miedo, los profesionales de la cardiolog¨ªa sugieren realizarse una prueba de esfuerzo y un chequeo completo de estado card¨ªaco antes de ponerse a correr. "Y, por supuesto, adaptar el entrenamiento a la forma f¨ªsica".