Para contrarrestar el sobrepeso infantil, ?se debe poner a dieta a los ni?os?
No en el sentido que los adultos dan a la palabra: recortar las calor¨ªas tendr¨ªa que ser algo excepcional
Los m¨¦dicos tambi¨¦n se equivocan, y algunos lo han hecho durante a?os en lo que respecta al exceso de peso de los ni?os. Su error ha sido difundir entre los padres la idea de que no deben dar demasiada importancia al sobrepeso de sus hijos, que lo normal es que los peque?os adelgacen en la adolescencia. Pero ahora se sabe que el estir¨®n no soluciona el problema. Es m¨¢s, los estudios cient¨ªficos han demostrado que el sobrepeso infantil provoca insidiosas consecuencias para la salud, efectos que suelen pasar desapercibidos hasta que los peque?os se hacen mayores.
"La obesidad iniciada en la infancia se asocia a un mayor riesgo en el desarrollo de s¨ªndrome metab¨®lico en la edad adulta, un grupo de afecciones que conllevan resistencia a la insulina, hipertensi¨®n arterial y alteraci¨®n del metabolismo lip¨ªdico, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2", explica la pediatra del Hospital Universitario del Henares Mar¨ªa Alegre. Pero las complicaciones van mucho m¨¢s all¨¢ de este s¨ªndrome, que actualmente comienza a detectarse incluso en ni?os.
Los menores con exceso de peso tambi¨¦n sufren alteraciones respiratorias como apnea del sue?o, tienen asma, problemas digestivos, cardiacos, neurol¨®gicos, endocrinol¨®gicos y dermatol¨®gicos. Y afrontan problemas psicol¨®gicos como la ansiedad y la depresi¨®n. Un ni?o obeso tiene el 80% de posibilidades de seguir si¨¦ndolo cuando alcanza los 35 a?os, y un adolescente son sobrepeso u obesidad, incluso si adelgaza en un futuro, incrementa su riesgo de mortalidad por cualquier causa respecto a otro de peso normal, especialmente por desencadenantes cardiovasculares.
Seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, los ni?os espa?oles est¨¢n entre los m¨¢s obesos de Europa: de 6 a 9 a?os, un 18,1% sufre esta enfermedad y otro 23,2% tiene sobrepeso, tal como apunta el estudio Aladino, de la Agencia Espa?ola de Consumo Seguridad Alimentaria y Nutrici¨®n (Aecosan). La soluci¨®n de la epidemia de los kilos de m¨¢s parece clara, pero no lo es en absoluto: poner a dieta a los ni?os es un tema delicado que conviene valorar con detenimiento. No siempre es bueno hacerlo y, cuando es necesario, hay que saber muy bien cu¨¢l es el concepto de dieta entre la poblaci¨®n infantil, que difiere mucho del de los adultos. Los ni?os no deben pasar hambre, necesitan recibir una aportaci¨®n de calor¨ªas determinada cada d¨ªa, seg¨²n su edad, sexo y tipo de actividad que realizan. Por eso adelgazar a base de recortar calor¨ªas no es la soluci¨®n al sobrepeso infantil.
Tres trucos: comer lento, masticar bien y saciar con agua
Incluso en los casos de obesidad infantil, que son los m¨¢s delicados, la endocrina pedi¨¢trica del Hospital 12 de Octubre Mar¨ªa del Mar Mart¨ªnez explica que "las dietas hipocal¨®ricas, tal y como se suelen recomendar en el paciente adulto, no est¨¢n indicadas. Solo deben hacerse en casos de obesidad grave o refractarios -aquellos en los que, a pesar de haber introducido rutinas en la mesa que deber¨ªan rebajar los kilos de m¨¢s, el ni?o no consigue perder peso-".?La dietista-nutricionista del Hospital Ram¨®n y Cajal Mar¨ªa Garriga a?ade que, "m¨¢s que poner a dieta estricta debemos intentar dar consejos de alimentaci¨®n saludable para reconducir las pautas alimentarias de riesgo. Es fundamental hacer f¨¢ciles las decisiones dif¨ªciles, y hacer accesible la comida saludable". Y aporta otro dato importante: "No solo es preocupante que el ni?o tenga obesidad, tambi¨¦n lo es que haya ganado mucho peso en poco tiempo".
No es la cantidad de energ¨ªa lo que hay que vigilar sino la calidad de los nutrientes. "Un ni?o con sobrepeso debe ingerir siempre el aporte de calor¨ªas adecuado para su edad, pero en forma de alimentos saludables. Se le recomendar¨¢ limitar la ingesta de grasas e hidratos de carbono simples e incrementar alimentos menos cal¨®ricos como verduras y frutas, as¨ª como el aumento de fibra y agua", dice Alegre. O sea, adi¨®s a las chucher¨ªas, las galletas, la boller¨ªa industrial, los embutidos, los zumos envasados y las bebidas carbonatadas; hola a las 4 piezas de frutas y verdura al d¨ªa. Y si no funciona... "El objetivo principal de la intervenci¨®n en un ni?o con sobrepeso es la educaci¨®n familiar y del paciente. No obstante, en situaciones de obesidad importante habr¨ªa que valorar de forma personalizada y con ayuda de un nutricionista la posible restricci¨®n del aporte cal¨®rico en forma de grasas e hidratos de carbono", explica Alegre.
?Y qu¨¦ ocurre con las cantidades? ?Hay que echar mano de la b¨¢scula para preparar las raciones? Seg¨²n explica Mart¨ªnez, la endocrina del 12 de Octubre, "no es necesario pesar los alimentos, pero se recomienda que la comida se ingiera lentamente y con una adecuada masticaci¨®n, bebiendo agua para facilitar la sensaci¨®n de saciedad y evitar la ingesta compulsiva. Tambi¨¦n que las cenas sean ligeras, ya que la ¨²ltima parte del d¨ªa es en la que menos energ¨ªa se consume".
'Un d¨ªa es un d¨ªa', la frase que nunca se cumple
El momento en el que el m¨¦dico comenta a los padres que su hijo tiene un exceso de peso y que hay que hacer algo al respecto suele ser delicado. "?C¨®mo no va a comer un dulce de vez en cuando, si es un ni?o!", suelen decir. Eso o una frase equivalente. La pediatra gastroenter¨®loga del Hospital Ram¨®n y Cajal de Madrid Saioa Vicente relata su experiencia cuando se enfrenta a las situaciones en las que las familias se muestran reacias a poner a su hijo a dieta. Sus argumentos suelen basarse en la idea de que el ni?o es demasiado peque?o para privarle de una chucher¨ªa o de un trozo de tarta en un cumplea?os, pero normalmente est¨¢n equivocados.
"Muchos padres no entienden que el d¨ªa a d¨ªa est¨¢ cargado de esos 'de vez en cuando no pasa nada', y que lo que ocurre al final es que su hijo est¨¢ consumiendo alimentos no recomendados m¨¢s frecuentemente de lo que ellos piensan. Mi trabajo es enfrentarles a la realidad y mostrarles la cantidad de comida no saludable que su peque?o est¨¢ ingiriendo, de forma m¨¢s frecuente de lo que piensan. Es lo que hace que al final tomen conciencia de que tienen que introducir cambios saludables en la alimentaci¨®n de toda la familia y no ofrecer nunca al ni?o la comida como recompensa", dice Vicente.
"S¨ª, en general la palabra dieta asusta", corrobora la pediatra de la Cl¨ªnica Universidad de Navarra Cristina Azcona San Juli¨¢n, quien asegura que ella tambi¨¦n ha notado que, cuando la pronuncia, se genera cierta ansiedad en los padres. Por eso ella no suele utilizarla, pero evitar el susto de los progenitores no es el ¨²nico motivo. "Crea la impresi¨®n err¨®nea de que haciendo una dieta durante unos meses todo se arregla, y no es verdad. Lo importante es inculcar unos h¨¢bitos de alimentaci¨®n sanos, sabiendo cu¨¢les son los alimentos m¨¢s saludables que hay que comer todos los d¨ªas y cu¨¢les se pueden tomar de vez en cuando, y en menores cantidades".
Por otra parte, es importante se?alar que uno de los factores m¨¢s importantes en el desarrollo de la obesidad infantil es la obesidad familiar, la que se hereda de los padres. De hecho, la mayor¨ªa de las visitas al especialista llegan motivadas por la experiencia de los progenitores con el sobrepeso. Pero, en todo caso, ?c¨®mo sabe uno si un ni?o tiene sobrepeso?
As¨ª se vigila el peso y se rectifican los malos h¨¢bitos
La Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa tiene unas tablas que indican lo que debe pesar y medir un ni?o, aproximadamente, en cada edad, las cuales sirven para orientar a los pediatras. Los padres tambi¨¦n pueden valerse de ellas para obtener pistas sobre si el crecimiento y el desarrollo de sus hijos evolucionan con normalidad. Por ejemplo, un ni?o deber¨ªa engordar entre 2 y 2,5 kilos anualmente cuando est¨¢ entre los 1 y 3 a?os de vida. Entre los 4 y los 6 a?os, el incremento suele ser de 2,5 y 3,5 kilos; de los 7 a los 12, unos 2 kilos anuales, y de 4 a 4,5 kilos cuando el ni?o va acerc¨¢ndose a la pubertad, una edad en la que aumenta el gasto cal¨®rico porque la pr¨¢ctica de deporte es m¨¢s intensa.
Hay varios patrones de referencia para definir la obesidad, aunque el del ?ndice de Masa Corporal (IMC), que se calcula dividiendo el peso entre el cuadrado de la altura de una persona y que es el que recomienda la Asociaci¨®n Americana de Pediatr¨ªa, es el m¨¢s com¨²n. Pero este ¨ªndice enga?a. Por eso algunos especialistas, como la pediatra de la Cl¨ªnica Universidad de Navarra Azcona San Juli¨¢n, utilizan en su lugar el porcentaje de grasa corporal como referencia. "La obesidad se define como el exceso de grasa corporal m¨¢s que por el peso o el ¨ªndice de masa corporal, si el porcentaje de grasa es superior al 25% en los chicos y un 30% en las chicas, ya estaremos hablando de obesidad", explica.
Si llega ese momento, la dieta ser¨¢ ineludible... pero al estilo pedi¨¢trico. Entre las recomendaciones habituales destacan las de evitar comer a deshora, incentivar el consumo de alimentos saludables y suprimir los industriales, no utilizar las comidas como recompensas, evitar los refrescos y bebidas azucaradas, as¨ª como el picoteo, siempre que no sea con una fruta o yogur. Tambi¨¦n es una prioridad comer despacio y en familia, sin pantallas, eliminar del carrito de la compra los embutidos procesados, aperitivos salados, boller¨ªa industrial y precocinados, y no olvidar hacer ejercicio.
Poner las raciones justas, cocinar con aceite de oliva y limitando las cantidades, que el pan sea preferiblemente integral y que la manera de cocinar sea al vapor, al horno, a la plancha o escalfado son costumbres que vale la pena adquirir y, aunque pueda no parecer importante, es recomendable dormir al menos 7 horas al d¨ªa. Tambi¨¦n lo es elegir carnes magras, y no consumirlas m¨¢s de 2 o 3 veces a la semana, incluir el pescado esa misma cantidad de d¨ªas y, las veces que se ponga en la mesa pasta o arroz, legumbre o patata, que sea plato ¨²nico. Son muchas cosas a tener en cuenta, pero muy pocas cuando se trata de la salud de los ni?os.
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