De qu¨¦ se quejan las mujeres en el ginec¨®logo (y por qu¨¦ ven como negativas cosas que no lo son tanto)
Percibir que hechos como tener la regla o tener que ir a revisiones es malo tiene mucho que ver con los falsos mitos que rodean a la genitalidad femenina
Hay quien teme ir al dentista y retrasa la visita hasta que las caries montan un imperio en su boca, quien no va al oculista hasta que se salta la salida de la autopista que coge cada d¨ªa en su camino a casa y mujeres que no acuden a su cita de ginecolog¨ªa hasta que se le acaban las excusas. Puede ser porque sentarse en la camilla y mostrar su intimidad sea un acto que no tiene buena prensa, algo que quiz¨¢ se deba a los numerosos falsos mitos que a¨²n circulan en torno a la genitalidad femenina. Y es que el embrollo es considerable en las mentes de algunas personas: a¨²n hay quien no percibe la diferencia, tan b¨¢sica, entre la vulva y la vagina (es decir, entre la parte externa y la interna), y personas para quienes la vagina y la uretra son lo mismo (cuando la primera es orificio del aparato reproductor y la segunda, del urol¨®gico). Y se equivoca quien piense que el desconcierto en torno a la vagina es exclusivo de los hombres; los expertos en ginecolog¨ªa reconocen que existe una gran desinformaci¨®n respecto a esta parte de la anatom¨ªa humana tambi¨¦n entre las mujeres
"En mi primera guardia como residente ya me di cuenta del desconocimiento que hay de lo m¨¢s b¨¢sico de los genitales", explica la ginec¨®loga Miriam Al Adib Mendiri. Por eso decidi¨® publicar el libro Hablemos de vaginas (Oberon, 2019). Entre otros temas, el texto aborda cu¨¢les son las principales quejas que las mujeres suelen exponer en su consulta, y como la percepci¨®n de muchas de las realidades que consideran negativas ser¨ªa mucho m¨¢s positiva si tuvieran m¨¢s conocimiento, informaci¨®n y educaci¨®n sobre el tema.
?Qu¨¦ pena, es la primera regla!
Seg¨²n Al Adib, es com¨²n que no solo las protagonistas de la experiencia puedan verla como un tr¨¢nsito indeseado. Las madres de las ni?as tambi¨¦n pronuncian frases como "que? pena, a mi hija le ha venido ya su primera regla". Y es que aunque se van desterrando falsos mitos respecto a la menstruaci¨®n, como que no era beneficioso ba?arse durante el periodo o que no es bueno hacer deporte durante esos d¨ªas, el halo negativo todav¨ªa envuelve esa primera vez. "Ahora el tab¨² de la regla consiste en ocultar la normalidad que supone este ciclo en la mujer, mostr¨¢ndonos siempre una mujer ideal durante la regla, adem¨¢s de hipersexualizada", opina Al Adib. Es normal que las j¨®venes no entiendan por qu¨¦ no viven su menstruaci¨®n igual que las chicas de los anuncios de compresas. En la misma l¨ªnea, la ginec¨®loga del Hospital Vithas 9 de Octubre, en Valencia, Mayte Izquierdo, insiste en que "ante estas situaciones, las mujeres ven la regla como un castigo que altera su vida diaria". Pero deber¨ªan saber que no todo son problemas, que tambi¨¦n se pueden sacar cosas ¨²tiles de ella.
De hecho, cada vez m¨¢s expertos, entre ellos el doctor Oz -un cirujano cardiotor¨¢cico y profesor de la Universidad de Columbia que se ha hecho famoso en Estados Unidos por sus apariciones en los programas de televisi¨®n de Oprah Winfrey y Larry King-, que animan a mejorar el autoconocimiento sobre la menstruaci¨®n. El motivo es que la informaci¨®n puede ser un indicador de nuestra salud: los cambios en su color o consistencia pueden alertar de un desajuste hormonal o de una infecci¨®n. Adem¨¢s, el aumento de co¨¢gulos en la sangre puede indicar desequilibrios hormonales, estr¨¦s o p¨¦rdida r¨¢pida de peso, problemas de coagulaci¨®n de la sangre, alteraciones en el tiroides...
Es que siempre estoy de revisiones
Ver las revisiones ginecol¨®gicas como un fastidio es un gran error, ya que, en realidad, suponen un beneficio. Por ejemplo, y seg¨²n los datos de la Sociedad Espa?ola de Oncolog¨ªa M¨¦dica (SEOM), el porcentaje de muertes por c¨¢ncer de c¨¦rvix ha disminuido un 70% en los pa¨ªses desarrollados desde 1940, gracias al efecto del cribado de las citolog¨ªas. Adem¨¢s, si bien esta revisi¨®n antes era anual, lo recomendable actualmente es que se haga cada tres a?os, aunque depende de si la mujer debe hacer alg¨²n seguimiento concreto de alguna patolog¨ªa o tratamiento. Y, seg¨²n Al Adib, "tampoco es necesario iniciar las citolog¨ªas tan j¨®venes como antes, ahora se inician a los 25 a?os".
?Por qu¨¦ siempre sale el sexo en la conversaci¨®n?
Hablar de sexo en la consulta ginecol¨®gica casi es imperativo. Desde el inicio de las relaciones sexuales al tipo de m¨¦todo anticonceptivo, pasando por si ha surgido alg¨²n problema debido a alguna irritaci¨®n o sequedad en la zona, casi todo es relevante. Y no todas las mujeres se sienten c¨®modas con eso. Mayte Izquierdo rese?a que, sobre todo en etapas como la menopausia, tener que abordar temas de alcoba es una de las quejas m¨¢s frecuentes. "Nuestro papel es importante para apoyar a las pacientes y hacerles reflexionar sobre el hecho de que se encuentran en otra etapa de la vida en la que las cosas pueden ser distintas, pero no por ello las relaciones sexuales han de dejar de ser satisfactorias, y siguen siendo una parte importante de la relaci¨®n. Adem¨¢s -reflexiona la experta-, actualmente disponemos de tratamientos que pueden ayudar a que estas molestias se reduzcan", como el uso de lubricaci¨®n externa para aliviar la sequedad.
No me gusta mirarme entre las piernas
Mientras los hombres, aunque solo sea en el acto de orinar, est¨¢n m¨¢s acostumbrados a manipular sus genitales, no todas las mujeres se sienten c¨®modas tocando y observando los suyos. Y precisamente de la falta de autoconocimiento surgen gran parte de los falsos mitos en torno a los genitales femeninos -y es fundamental, pues no hay dos vaginas iguales-. "Tienen miedo a mirarse lo que puedan tener entre las piernas, pa?nico a verse hasta un simple granito que les ha salido en la vulva, en cambio si ese mismo granito esta? en la piel de la cara o el brazo no le dan la ma?s mi?nima importancia, como si la piel de la vulva fuera otra cosa", explica la autora de Hablemos de Vaginas. Ante esta realidad, la ginec¨®loga insiste en la importancia de tener un mayor autoconocimiento no solo sobre nuestro ciclo menstrual, sino tambi¨¦n sobre la forma y rasgos de nuestros genitales. Es la manera de detectar cualquier cambio y poder consultar r¨¢pidamente si puede constituir un problema. En esta l¨ªnea, sex¨®logas como Nayara Malnero impulsaron campa?as en redes sociales que animaban a las mujeres a mirarse sus genitales en el espejo, con la misma naturalidad que otras partes del cuerpo.
La regla siempre duele
Tener dolor durante la menstruaci¨®n no es algo normal. Como defienden las creadoras del proyecto soy1soy4, una comunidad educativa en l¨ªnea sobre el ciclo menstrual, "nada fisiol¨®gico ha de doler. Si menstruar te duele, necesitas ver qu¨¦ sucede y tratarlo. Menstruar no ha de doler. No es lo normal. No es lo que hay. No has de sufrir porque hayas nacido mujer". De hecho, los casos m¨¢s agudos podr¨ªan corresponder a una endometriosis, una enfermedad que afecta al 10% de las mujeres y que hasta hace poco tiempo era una gran desconocida.
Y encima ahora tengo la menopausia
Si la regla parece ser siempre un problema, su ausencia tampoco suele ser bien recibida. Como dice Mayte Izquierdo, "la menopausia es un periodo de frecuente queja. Las acaloradas son en ocasiones tan insoportables que no permiten tener una reuni¨®n o una presentaci¨®n en p¨²blico tranquila. Las pacientes se quejan mucho del aumento de peso y de c¨®mo, sin variar la dieta, ven aumentar los kilos en la b¨¢scula". La ginec¨®loga asegura que, ante esta situaci¨®n, siempre ofrece la misma respuesta: "No existe la magia, se reduce el metabolismo basal y hay que aceptarlo, hay que disminuir la ingesta cal¨®rica y aumentar la quema de grasa aumentando nuestra actividad f¨ªsica. Simplemente tenemos que ir adapt¨¢ndonos a los cambios". A este respecto, hay iniciativas como una del Centro para la Investigaci¨®n del Ciclo Menstrual y la Ovulaci¨®n que ayudan a las mujeres a comprender mejor los cambios de su menstruaci¨®n a lo largo de la vida, en etapas tan diferentes como la adolescencia y sus cambios f¨ªsicos; la premenopausia y el posible momento de la maternidad; la perimenopausia y los cambios en el ciclo menstrual; y la menopausia y los cambios hormonales que conlleva; sobre los que no siempre se tiene toda la informaci¨®n necesaria.
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