Si has perdido el olfato, lo m¨¢s probable es que no sea por el coronavirus
Dejar de percibir olores o advertirlos distorsionados no siempre responde a enfermedades peligrosas
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De los cinco sentidos, posiblemente el del olfato sea el m¨¢s subestimado. Ver, escuchar, paladear o poder apreciar una caricia se nos antojan facultades irrenunciables; saber distinguir el aroma que emana de una copa de Rioja del que despide un cubo de basura parece superfluo. No es as¨ª. El olfato regula funciones tan importantes como estimular el apetito, mejorar el gusto, alertar de alimentos en mal estado y avisar de peligros (el olor a humo advierte de que hay fuego), como enumera Robert Shmerling, de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos.
Sin embargo, al igual que ocurre con la visi¨®n, lo que percibimos por la nariz puede llegarnos distorsionado; o no llegarnos en absoluto. El sentido del olfato no est¨¢ libre de pistas falsas, de alucinaciones que pueden jugarnos malas pasadas. "La mayor parte de las veces no implican ninguna patolog¨ªa grave", asegura el doctor Miguel Fresnillo, del Instituto de Otorrinolaringolog¨ªa IOM (Madrid), solo son s¨ªntomas muy frecuentes derivados de catarros e infecciones v¨ªricas. "Entran por las v¨ªas respiratorias y lo primero que encuentran es la nariz. El nervio olfatorio comparte n¨²cleo con el del gusto, de tal manera que cuanto pierdes el olfato, pierdes el gusto en mayor o menor medida".
No es extra?o, por tanto, que la p¨¦rdida del olfato sea uno de los s¨ªntomas de la temida covid-19. "Estos virus, formados por part¨ªculas muy, muy peque?as, van al techo de la nariz. Y ah¨ª es donde afectan los receptores del sentido del olfato, que son ¨®rganos muy delicados", se?ala Nirmal Kumar, presidente de ENTUK, grupo brit¨¢nico de especialistas en o¨ªdo, nariz y garganta. Esta organizaci¨®n ha contabilizado en China e Italia un n¨²mero significativo de pacientes con coronavirus que ha desarrollado esta merma; en Alemania, en dos de cada tres casos; en Corea del Sur la ha experimentado el 30% de las personas con diagn¨®stico positivo. Pero no des por hecho que est¨¢s infectado por el SARS-CoV-2 si tienes este s¨ªntoma.
Perder el olfato, aunque no sea completamente, es m¨¢s com¨²n de lo que parece. "Los trastornos del olfato afectan al 19% de la poblaci¨®n mayor de 20 a?os [mucha m¨¢s de la que presenta s¨ªntomas de infecci¨®n por SARS-CoV-2] y al 25% de la poblaci¨®n mayor de 53 a?os. Si se considera su p¨¦rdida solo por el envejecimiento, una de cada ocho personas entre 53 y 91 se ver¨¢ afectada durante un per¨ªodo de cinco a?os", expone Eric Holbrook, otorrino de Harvard. Estos son los casos m¨¢s comunes.
De no oler nada a imaginarse los olores
La imposibilidad para detectar cualitativamente sensaciones olfatorias, es decir, la ausencia de funci¨®n olfativa, se denomina anosmia. "Las causas m¨¢s comunes de p¨¦rdida prolongada del olfato ocurren como resultado de una infecci¨®n de las v¨ªas respiratorias superiores, lesiones en la cabeza, enfermedad sinusal cr¨®nica y envejecimiento", a?ade Holbrook. Un origen muy com¨²n es la rinitis por alergia al polen (y, en menor medida, a los ¨¢caros), seg¨²n un estudio llevado a cabo por investigadores del Hospital Municipal de Badalona y el Cl¨ªnic de Barcelona en 2008.
La otra alteraci¨®n del sentido del olfato es la hiposmia, por la que las personas solo detectan algunos olores. "Ser¨ªa una forma menos agresiva que la anosmia", describe Miguel Fresnillo. Se debe a que el n¨²cleo de la olfacci¨®n no est¨¢ bien, pero hay parte que est¨¢ activo. "Sus posibles causas son enfermedad nasal o paranasal, terapia con radiaci¨®n y exposici¨®n a toxinas como el humo del cigarrillo, entre otras. Se ha demostrado que un aumento en la edad sobre los 65 a?os tambi¨¦n provoca esta condici¨®n", sostiene un art¨ªculo de m¨¦dicos chilenos.
"La exposici¨®n al humo del tabaco puede influir, claro", corrobora Fresnillo. "Uno de los sitios a los que afecta es la nariz. Todos tenemos miedo por las lesiones que produce en el pulm¨®n, pero poco a poco va haciendo que el nervio olfatorio no funcione todo lo bien que debiera. Una de las primeras cosas que refieren las personas que han dejado de fumar es que empiezan a percibir olores que antes no percib¨ªan". Tambi¨¦n puede deteriorase con la edad. "L¨®gicamente hay un desgaste neuronal; la mucosa nasal se va atrofiando, y las capacidades se ven mermadas", explica.
Uno de los efectos m¨¢s singulares de la hiposmia es que, con frecuencia, los olores que se perciben son desagradables. "Al estar alteradas las v¨ªas olfativas, estas lo que traducen son esas distorsiones; como cuando empieza a reaccionar un m¨²sculo y se percibe un calambre, que es la v¨ªa de recanalizaci¨®n de ese nervio. Lo que percibes son olores intensos, no los matices", cuenta Fresnillo. Es buena se?al: "La olfacci¨®n empieza a recuperarse de esa manera", apunta el otorrino.
Otras manifestaciones son la parosmia y la fantosmia. Pueden revelar sinusitis, pero tambi¨¦n se producen por males mayores, como tumores cerebrales, des¨®rdenes neurol¨®gicos y psiqui¨¢tricos o epilepsia. En la primera, "los olores huelen dram¨¢ticamente diferentes de lo que se recordaba"; en la segunda, "se huele un olor que no est¨¢ presente", define Holbrook. "Afecciones como la enfermedad de Alzheimer o la de Parkinson pueden estar asociados con la p¨¦rdida del olfato", a?ade el especialista.
Igual que desaparece, el olfato puede volver
La buena noticia es que la capacidad del sistema olfativo para repararse permite que algunos pacientes recuperen el olfato de forma natural, cuando su p¨¦rdida est¨¢ relacionada con infecciones o lesi¨®n en la cabeza. La mala: el proceso puede llevar m¨¢s de un a?o y ser tan gradual que las personas tengan dificultades para reconocer el cambio. "Lo primero que hay que hacer es descartar la existencia de alguna lesi¨®n importante; una vez que compruebas que no la hay, se procede a un tratamiento antiinflamatorio, con corticoides, pensando que ese nervio est¨¢ inflamado y va a ayudarle un poco", dice Fresnillo. "En los casos en que la p¨¦rdida del olfato resulta de la enfermedad sinusal, los esteroides orales y t¨®picos a menudo proporcionan alivio. A veces se requiere cirug¨ªa para reducir la obstrucci¨®n de los olores a las c¨¦lulas nerviosas sensoriales", declara Holbrook.
El largo camino a la recuperaci¨®n puede llegar a desesperar a quienes lo sufren. "Los s¨ªntomas se mantienen durante meses; eso impide saber, por ejemplo, si lo que est¨¢s cocinando se est¨¢ o no quemando¡; olv¨ªdate de catar un buen vino¡ Son problemas banales, pero que efectivamente son muy inc¨®modos", dice Fresnillo. En otras palabras: uno acaba hasta las narices.
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