La moda de perseguir a los defensores de derechos humanos en tiempos de coronavirus
Hay gobiernos que han usado la pandemia como excusa para detener o retener a los ciudadanos m¨¢s cr¨ªticos. Defensores, periodistas o activistas permanecen incluso en prisiones afectadas por la covid-19 como una suerte de doble castigo, seg¨²n denuncia hoy Amnist¨ªa Internacional
En este dram¨¢tico tiempo coronav¨ªrico mundial (con m¨¢s de 700.000 fallecidos y casi ya 20 millones de infectados) en que tantas situaciones cr¨ªticas y nuevas se est¨¢n viviendo y tan necesario ha sido y es el trabajo conjunto de todos los sectores para salir adelante a escala local, nacional y global, muchos gobiernos han hecho de su capa un sayo y han aprovechado para reprimir a¨²n m¨¢s a los ciudadanos, incluso a aquellos ya retenidos o encarcelados. As¨ª lo denuncia hoy Amnist¨ªa Internacional (AI) en un nuevo informe titulado Atreverse a defender los derechos humanos durante una pandemia.
En ¨¦l, y a trav¨¦s de cinco apartados, se enumeran otros tantos modos y modas de persecuci¨®n de defensores de derechos humanos (DDHH) que se han producido en gran parte del mundo en estos ¨²ltimos meses. Desde el uso del confinamiento como pretexto para el control y ataque a determinadas personas o grupos, algo que, indican, ha sucedido en Hungr¨ªa, Zimbabue, N¨ªger, Tailandia o, especialmente, en Filipinas (con el presidente Duterte animando a la "caza del activista", y donde el caso de Maria Resa es el m¨¢s destacado pero no el ¨²nico), hasta los castigos espec¨ªficos asociados a la identidad de los defensores, es decir, que algunos de ellos adem¨¢s de ser atacados por el trabajo que realizan est¨¢n en riesgo por ser quienes son. "Sus desaf¨ªos se derivan de la desigualdad estructural y la discriminaci¨®n porque son mujeres, personas ind¨ªgenas o afrodescendientes, migrantes, refugiados o personas LGBTI o pertenecen a otros grupos que son sistem¨¢ticamente discriminados y marginados", se?ala el informe.
Esta investigaci¨®n documenta ataques contra defensores de DDHH perpetrados durante el periodo de la covid-19 en nada menos que 46 pa¨ªses
En silenciar a aquellas personas que han sido cr¨ªticas con el manejo y las medidas tomadas por los pol¨ªticos y gobiernos contra la pandemia han destacado China, Polonia, Nicaragua, EE.UU. o Rusia. As¨ª, Amnist¨ªa Internacional ha identificado a 131 personas en todo el mundo que han sido v¨ªctima de hostigamiento, enjuiciamiento, homicidio o encarcelamiento bajo pretextos relacionados con la covid-19. "La legislaci¨®n sobre noticias falsas, las restricciones de la circulaci¨®n, la menor protecci¨®n policial y la mayor intolerancia a la cr¨ªtica han dado lugar a una nueva oleada de represi¨®n en todo el mundo contra quienes han denunciado irregularidades en el sector sanitario o han se?alado respuestas inadecuadas a la pandemia", indican.
No liberar a los ya encarcelados como doble castigo parece haber sido uno de los m¨¦todos de represi¨®n preferidos, seg¨²n AI. "Gobiernos a los que se alab¨® durante estos meses por dejar en libertad a miles de presos por prevenci¨®n sanitaria antes los brotes de coronavirus (como hicieron Egipto, India, Ir¨¢n y Turqu¨ªa) han excluido de esta excarcelaci¨®n a los defensores de derechos humanos y/o han continuado practicando detenciones de activistas, periodistas y ciudadanos cr¨ªticos", indican.
El 25 de marzo de 2020 pasado, en el momento ¨¢lgido de la pandemia, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los DDHH, Michelle Bachelet, inst¨® a los Estados a poner en libertad ¡°a todas las personas recluidas il¨ªcitamente, entre ellas las presas y presos pol¨ªticos y las detenidas por sus opiniones cr¨ªticas y disidentes¡±. Deb¨ªan hacerlo, pidi¨®, en respuesta a la amenaza sanitaria. No obstante, varios pa¨ªses hicieron o¨ªdos sordos y excluyeron a los defensores de las medidas para descongestionar las prisiones. "En India, por ejemplo, muchos estudiantes y activistas que hab¨ªan participado en protestas pac¨ªficas contra la Ley de Ciudadan¨ªa, que es discriminatoria, contin¨²an detenidas injustamente", denuncia AI.
Amnist¨ªa Internacional ha identificado a 131 personas en todo el mundo que han sido v¨ªctima de hostigamiento, enjuiciamiento, homicidio o encarcelamiento bajo pretextos relacionados con la covid-19
En Egipto, sigue, el Gobierno no puso en libertad a los detenidos ¨²nicamente por expresar su opini¨®n, "ni a miles de otros presos y presas preventivos, muchos de los cuales se enfrentan a cargos de?terrorismo excesivamente imprecisos entre motivos de preocupaci¨®n por el incumplimiento de las garant¨ªas procesales". En Ir¨¢n, las autoridades anunciaron que hab¨ªan puesto en libertad temporalmente a 85.000 personas presas, "pero muchos defensores contin¨²an recluidos por cargos de motivaci¨®n pol¨ªtica en condiciones atroces". Entre ellos, Narges Mohammadi, que padece graves problemas de salud y a la que se le niega atenci¨®n m¨¦dica.
"En Turqu¨ªa, las medidas de descongesti¨®n,?en virtud de las cuales m¨¢s de 100.000 personas quedaron en libertad en abril, han excluido expresamente a las personas detenidas en espera de juicio y a las que se encuentran en prisi¨®n preventiva o han sido declaradas culpables en aplicaci¨®n de la legislaci¨®n antiterrorista turca, excesivamente general. Entre ellas hay activistas pol¨ªticos y de derechos humanos, periodistas, personas del mundo acad¨¦mico y otras que se han pronunciado en contra del Gobierno".
¡°Su exclusi¨®n de las medidas de libertad subraya el car¨¢cter pol¨ªtico de su encarcelamiento. Es evidente que el gobierno turco le teme a la cr¨ªtica a¨²n m¨¢s que a la pandemia¡±, asegura Lisa Maracani, investigadora de la organizaci¨®n. Recordemos que en el caso de Turqu¨ªa, este mismo julio un tribunal del pa¨ªs conden¨® a cuatro defensores de derechos humanos, entre ellos dos directivos de Amnist¨ªa Internacional, a entre dos y seis a?os de c¨¢rcel, acus¨¢ndoles de estar relacionados con organizaciones terroristas y conspirar para derrocar al Gobierno del islamista Erdogan. "Acusaciones que los observadores internacionales tachan de rid¨ªculas e insostenibles y fruto de un sistema judicial cada vez m¨¢s controlado por el Ejecutivo", escrib¨ªa el corresponsal de EL PA?S Andr¨¦s Mourenza.
En otros pa¨ªses en los que el hacinamiento en las prisiones ya es grave, los gobiernos han seguido deteniendo a activistas por cargos falsos, agravando el problema y poniendo en peligro a m¨¢s personas, tal como sucede en T¨²nez, Marruecos, N¨ªger, Zimbabue y Angola, entre otros pa¨ªses.
Convertirlos en blanco f¨¢cil
Finalmente, se?ala este informe, otro modo de persecuci¨®n sutil es dejar expuestos o no protegidos a aquellos defensores ya en riesgo previo (algo que ha sucedido en aquellos pa¨ªses donde los asesinatos ya exist¨ªan previamente) lo que ha brindado nuevas oportunidades a aquellos que quieren silenciarlos. Es decir, convertirlos en blanco f¨¢cil. Y lo han conseguido, en algunos casos, con muertes sobre la mesa como la de la lideresa comunitaria Carlota Isabel Salinas P¨¦rez, activista de los derechos de las mujeres a la que mataron a la puerta de su casa en marzo mientras repart¨ªa alimentos. As¨ª, denuncia AI, en Colombia y M¨¦xico, por ejemplo, se han reducido las medidas de protecci¨®n policial; en Honduras, el incidente reciente m¨¢s grave es la posible desaparici¨®n forzada de cinco j¨®venes, cuatro de los cuales son activistas de la Organizaci¨®n Fraternal Negra Hondure?a. "Unos hombres vestidos con uniforme policial se los llevaron el 18 de julio de sus hogares". Y en Colombia, la organizaci¨®n de la sociedad civil Indepaz denunci¨® 166 homicidios durante el primer semestre de 2020.
La pandemia como caldo de cultivo de la violencia contra las mujeres
El nuevo informe de Amnist¨ªa Internacional sobre los riesgos a la hora de defender los derechos humanos hoy desvela que son muchas las organizaciones feministas que se ocupan ya del impacto de esta crisis en las mujeres en general y en las activistas en particular, incluidas las que defienden los derechos de las trabajadoras sexuales, las que trabajan contra la violencia dom¨¦stica y otras de g¨¦nero. SISMA Mujer de Colombia, por ejemplo, public¨® un an¨¢lisis en profundidad de c¨®mo la pandemia ha provocado un aumento de los niveles de violencia contra ambos grupos, tanto dom¨¦stica como en amenazas, ataques f¨ªsicos y asesinatos de mujeres activistas. La Iniciativa Mesoamericana de Defensoras de los Derechos Humanos de las Mujeres tambi¨¦n ha publicado un an¨¢lisis de la situaci¨®n en M¨¦xico y Am¨¦rica Central, citando numerosas amenazas para ellas, incluidos ataques de g¨¦nero y falta de protecci¨®n, as¨ª como p¨¦rdida de medios de vida y de acceso a los servicios de salud. El informe de Amnist¨ªa tambi¨¦n documenta los intentos de excluir a las defensoras de derechos humanos de participar en la respuesta a la pandemia, en particular aquellas que ya fueron marginadas, hostigadas e intimidadas antes, como las que defienden los derechos de las trabajadoras sexuales. En El Salvador, reportan un aumento en las amenazas en l¨ªnea, acoso y uso de lenguaje despectivo, mis¨®gino y estigmatizante en las redes sociales, incluso por parte de funcionarios estatales y de los que apoyan al gobierno. Particularmente en el caso de activistas y periodistas que han criticado p¨²blicamente el manejo de la crisis por parte del Gobierno en los ¨²ltimos meses, seg¨²n indica esta investigaci¨®n.
As¨ª, son muchos los que parecen haber hecho caso omiso a lo que esta organizaci¨®n independiente (una de las pocas que se financia s¨®lo de sus socios, m¨¢s de siete millones) sugiri¨® a los Estados ya en primavera, al igual que hizo la ONU. Entonces inst¨® a los pa¨ªses a garantizar que los defensores de Derechos Humanos fueran tenidos en cuenta en sus respuestas para abordar la pandemia, "por ser actores clave para garantizar que las medidas implementadas respetan los derechos humanos y no dejan a nadie atr¨¢s". Amnist¨ªa pidi¨® entonces a todos que "no utilizasen restricciones relacionadas con la covid-19 como pretexto para reducir a¨²n m¨¢s el espacio c¨ªvico y tomar medidas en¨¦rgicas contra los disidentes o aquellos que defienden los derechos humanos, o para suprimir la informaci¨®n relevante que se considera inc¨®moda para un Gobierno". Tres meses despues, esta investigaci¨®n,?interesant¨ªsima y cargada de casos personales y enlaces a datos, documenta ataques contra ellos perpetrados durante el periodo de la covid-19 en nada menos que 46 pa¨ªses.
Sobre el exceso de celo de los cuerpos de seguridad y el uso de la violencia previos y durante el confinamiento en pa¨ªses africanos hablamos en el art¨ªculo El virus que tambi¨¦n mata derechos en referencia a Nigeria, Senegal, Kenia o Sud¨¢frica.?¡°La polic¨ªa mata m¨¢s que el virus' ha sido un titular que se ha repetido al menos en dos ocasiones, en Nigeria y en Kenia, y que representa la sensaci¨®n sobre la excesiva violencia de la polic¨ªa para hacer respetar los toques de queda y el resto de medidas de contenci¨®n de la covid-19. Las redes sociales se han hecho eco de estos atropellos y en algunos han conseguido algo poco com¨²n: que las autoridades reaccionasen y reconociesen errores, pidiesen disculpas o anunciasen investigaciones y sanciones, seg¨²n los casos", escrib¨ªa Carlos Bajo Erro, periodista especializado en activismo africano.
"Si esos defensores de derechos humanos que estaban advirtiendo contra la propagaci¨®n del coronavirus hubieran sido escuchados hace meses y no silenciados, el mundo ser¨ªa un lugar mucho m¨¢s saludable ahora, con muchas menos vidas y medios de vida perdidos. El mundo no puede darse el lujo de ignorar a periodistas, cient¨ªficos y sanitarios o defensores profesionales de los derechos humanos", se?ala Mary Lawlor, la Relatora Especial de las Naciones Unidas.
Lamentablemente lo que muestran la realidad y estos datos, seg¨²n Maracani, es que en lugar de hacerles sitio para que apoyen los esfuerzos dirigidos a abordar la pandemia y a prepararse para una recuperaci¨®n justa, los gobiernos est¨¢n "tomando medidas contraproducentes para silenciar a quienes consideran opositores" y la covid-19 ha sido "un castigo a?adido para los defensores".
Los Estados deber¨ªan reconocer que sin los individuos y colectivos que defienden los derechos humanos en todo el mundo, ser¨¢ casi imposible abordar la covid-19
Como conclusi¨®n, Amnist¨ªa Internacional insiste en este informe en que la pandemia ha presentado una serie de nuevos desaf¨ªos sociales m¨²ltiples que no pueden abordarse ¨²nicamente con enfoques de arriba hacia abajo. "Los Estados deben aprender r¨¢pidamente de los errores, adaptarse, innovar y proporcionar respuestas flexibles y diferenciadas a los vastos problemas derivados de la crisis. Esto solo se puede lograr cuando se permite la cr¨ªtica y el debate, y se consulta, escucha y anima a diferentes sectores de la sociedad a participar. Es por eso que los defensores son actores importantes en la lucha contra la pandemia y deber¨ªan ser vistos como aliados, no como enemigos".
Los Estados deber¨ªan reconocer, se?ala, que sin los individuos y colectivos que defienden los Derechos Humanos en todo el mundo, ser¨¢ casi imposible abordar la covid-19 y salvar tantas vidas y medios de subsistencia como sea posible. Por lo tanto, no es solo su obligaci¨®n, sino que es de inter¨¦s general "reconocerlos, protegerlos y permitirles llevar a cabo su trabajo crucial para que se pueda mitigar el impacto m¨¢s duro de la crisis y los que m¨¢s en riesgo est¨¢n no se queden fuera".
¡°Ahora m¨¢s que nunca, su trabajo es esencial para luchar por la igualdad en el acceso a atenci¨®n m¨¦dica, alimentos y alojamiento, y para informar a la ciudadan¨ªa sobre el virus y las formas de protegerse. Los gobiernos que explotan esta crisis para atacar a quienes defienden los derechos humanos deben saber que se les est¨¢ vigilando de cerca¡±, advierte Maracani.
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